viernes, 12 de febrero de 2021

PENSANDO...

Un amigo una vez nos contó que hacía unos años en su país, las personas compraban o hacían su ataúd, el cual guardaban en el zarzo (desván) de su casa. Y recordando esto pensamos: Francisco Bergoglio tiene 84 años (a esa edad murió su antecesor Karol Wojtyła), es bueno que, si no lo tiene dispuesto, vaya haciendo las gestiones para su funeral, comprando primeramente su ataúd. Y sabiendo sus preferencias, hay tres opciones que nos han sugerido en una funeraria local, y lo mejor, cuestan menos de 500 euros (ADVERTENCIA: LOS ARREGLOS FLORALES NO VIENEN CON EL ATAÚD):
  
El “humilde” Francisco Bergoglio debería escoger este humilde ataúd.
   
Pero como él apoya tanto a los sodomitas, este le quedaría perfecto.
  
Ahora, él que es ecologista y ahorrativo, no podría querer algo que sea menos biodegradable.
   
En serio, como dijera hace cuatro años el sacerdote polaco Edward Staniek:
«Yo ruego para que el Papa tenga sabiduría y abra su corazón al Espíritu Santo. Y si no lo hace, ruego por su pronta partida a la casa del Padre. Siempre puedo pedirle a Dios por una muerte feliz para él, porque una muerte feliz es una gran gracia»,
«El Señor puede intervenir positivamente en el curso de los acontecimientos manifestando de forma prodigiosa su voluntad, o limitándose a acortar los días de los malos».
Ahora, es materia de debate teológico si el pedir a Dios la muerte para una persona malvada con el fin de ponerle término a sus exacciones es una facultad o un deber (no así cuando es para obtener ventaja o emolumento terrena, que está condenado como escandaloso y pernicioso por el beato Inocencio XI mediante Decreto del Santo Oficio de 4 de marzo de 1679).

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