jueves, 25 de febrero de 2021

NOVENA EN HONOR A SANTA PERPETUA, MÁRTIR DE LA FE

Novena tomada de los propios escritos de Santa Perpetua, editados por el Padre Daniel Ruiz Bueno en las Actas de los Mártires, págs. 419-440. Los Gozos, traducidos del catalán, son tradicionales, sin autor conocido.
   
NOVENA A SANTA PERPETUA, PATRONA DE LA MODESTIA CRISTIANA
    
     
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
    
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, y apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Ofrézcoos, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita, que los perdonaréis, por los méritos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me dareis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro santo amor y servicio hasta la muerte. Amén.
    
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA
Oh gloriosa Santa Perpetua Mártir, modelo de virtud y modestia cristiana. En este día vengo ante tu altar para pedir tu intercesión ante nuestro Divino Redentor. Ayúdame a vencer las tentaciones que me agobian y a confesar mi fe, sin importar la renuncia a mis más caros afectos, tal como hiciste tú desprendiéndote de tus privilegios y hasta de tu pequeño hijo. Concédeme la gracia de rendir mi voluntad a la de Dios todos los días de mi vida.
    
Oh gloriosa patrona, asísteme en mi hora postrera para merecer la gloria eterna, esperando en la misericordia de Dios, sin importar la clase de muerte que me depare su voluntad. Ayúdame a mantener mi vista fija en Jesús, su pasión y muerte, y en nuestra Santa Madre Dolorosa.
    
Finalmente te ruego me concedas la gracia que deseo alcanzar en esta novena (se hace aquí la petición), si es a mayor gloria de Dios y bien de mi alma. Y tener el privilegio de gozar un día en la patria celestial, junto a San José, tus hermanos en la fe Santa Felicidad y compañeros mártires, y todos los santos y ángeles. Amén.
     
Rezar un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
     
DÍA PRIMERO – 25 DE FEBRERO (26 en año bisexto)
MEDITACIÓN DEL ACTA DE SU MARTIRIO: Prisionera es visitada por su padre.
“Fueron detenidos los catecúmenos Revocato y Felicidad, ésta compañera suya de servidumbre; Saturnino y Secúndulo, y entre ellos también Perpetua, de noble nacimiento, instruida en las artes liberales, legítimamente casada, que tenía padre, madre y dos hermanos, uno de éstos catecúmeno como ella, y un niño pequeñito al que alimentaba ella misma. Contaba unos veintidós años.”
    
A partir de aquí, ella misma narró punto por punto todo el orden de su martirio (y lo reproduce un cronista, tal como lo dejó escrito de su mano y propio sentimiento).
    
“Cuando todavía -dice- nos hallábamos entre nuestros perseguidores, como mi padre deseara ardientemente hacerme apostatar con sus palabras y, llevado de su cariño, no cejara en su empeño de derribarme:
   
– Padre -le dije-, ¿ves, por ejemplo, ahí en el suelo, ese vaso o jarro, o  como se le quiera llamar?
  
– Lo veo – me respondió.
   
– ¿Acaso puede dársele otro nombre que el que tiene?
    
– No.
    
– Pues tampoco yo puedo llamarme con nombre distinto de lo que soy: cristiana.
    
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
¡Oh Gloriosa Santa Perpetua!, ejemplo de fe y esperanza, generosa en la caridad, a Vos suplico, escuchad mi oración. Desde el cielo donde reináis, haced caer sobre mi toda la protección y auxilio que necesito en este momento en que mis fuerzas enflaquecen. Vos que sois tan poderosa junto a Dios, interceded por mi y alcanzadme la gracia que os pido (pedir nuevamente la gracia).
    
Santa Perpetua, virgen y mártir, ruega por nosotros. Amén.
  
GOZOS
        
Siempre seréis celebrada
De la Fe gran defensora;
Perpetua, Mártir sagrada,
Sed nuestra intercesora.
   
Érais de veintidós años
Cuando Severo Emperador
Desahogó su furor
Sobre Vos y a vuestros compañeros;
Tanta rabia y fuerza armada
Os hizo más merecedora:
Perpetua, Mártir sagrada,
Sed nuestra intercesora.
   
En la prisión detenida
Para tentar vuestra constancia,
Creyó vuestro padre a su instancia
Del temor veros vencida;
Mas allí siendo bautizada
Bendecís tal feliz hora:
Perpetua, Mártir sagrada,
Sed nuestra intercesora.
   
Del Cielo muy favorecida
Por medio de grandes visiones
Sabeis que en tribulaciones
Acabaréis vuestra vida;
Dejándoos fortificada
La gracia consoladora:
Perpetua, Mártir sagrada,
Sed nuestra intercesora.
   
El hijo que tanta pena
Os daba, teniéndolo ausente,
Recobrásteis, y al momento
De alegría quedáis plena.
¡Cuánto de este modo acompañada
La triste suerte se os mejora!
Perpetua, Mártir sagrada,
Sed nuestra intercesora.
   
En la escala hasta el Cielo,
Que, a quien quiere subirla, espanta,
Fijáis vuestra débil planta
Sin tener temor ni recelo;
Estando en alto, sois recreada
Con un jardín que enamora.
Perpetua, Mártir sagrada,
Sed nuestra intercesora.
   
Gustando allí la dulzura
Del celestial manjar,
En vano os intenta engañar
Ya el temor, ya la blandura:
No os verá el padre mudada
Cuando las manos os besa y llora:
Perpetua, Mártir sagrada,
Sed nuestra intercesora.
   
Arribando por fin el día
De ser lanzada a las fieras,
«Ya tenéis mi corazón, lo que esperas»,
Decís con mucha alegría:
Encontrándoos tan alentada
Vuestra pena se aminora:
Perpetua, Mártir sagrada,
Sed nuestra intercesora.
   
No habiendo muerto en tal tormento,
Como quien de un fuerte sueño despierta,
De que os han herido, sois cierta
Los crueles estragos viendo:
Clamáis con voz esforzada:
«Ahora de padecer es hora».
Perpetua, Mártir sagrada,
Sed nuestra intercesora.
   
Aceptando muy animosa
El golpe que el sayón os da
Y con él recibís la corona
Que os hace por siempre dichosa;
Quedando allí degollada
De los tiranos triunfadora:
Perpetua, Mártir sagrada,
Sed nuestra intercesora.
   
Mártir tan consumada,
Haced que con Cristo mucho podéis
Para que nuestros campos guardéis
De toda calamidad:
Vea su oración despachada
Quien vuestro favor implora:
Perpetua, Mártir sagrada,
Sed nuestra intercesora.
   
Pues que como a su Abogada
Aqueste pueblo os venera:
Perpetua, Mártir sagrada,
Sed nuestra intercesora.
    
ORACIÓN
Oh Dios, que entre los otros prodigios de tu poder ornaste al sexo débil con la palma del martirio; concédenos benigno, que pues honramos el nacimiento de Santa Perpetua, imitando sus ejemplos subamos a la gloria. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
   
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
      
DÍA SEGUNDO – 27 DE FEBRERO (26 en año bisexto)
Por la Señal…
Acto de Contrición y Oración Inicial.
   
MEDITACIÓN: Su padre nuevamente intenta disuadirla.
De allí a unos días, se corrió el rumor de que íbamos a ser interrogados. Vino también de la ciudad mi padre, consumido de pena, se acercó a mí con la intención de disuadirme y me dijo:
    
– Compadécete, hija mía, de mis canas; compadécete de tu padre, si es que merezco ser llamado por ti con el nombre de padre. Si con estas manos te he llevado hasta esa flor de tu edad, si te he preferido a todos tus hermanos, no me entregues al oprobio de los hombres. Mira a tus hermanos; mira a tu madre y a tu tía materna; mira a tu hijito, que no ha de poder sobrevivir. Depón tus ánimos, no nos aniquiles a todos, pues ninguno de nosotros podrá hablar libremente, si a ti te pasa algo.
   
La Oración final y los Gozos se rezarán todos los días.
  
DÍA TERCERO – 27 DE FEBRERO (28 en año bisexto)
Por la Señal…
Acto de Contrición y Oración Inicial.
   
MEDITACIÓN: Su padre le suplica arrojándose a sus pies.
Así hablaba como padre, llevado de su piedad, a par que me besaba las manos, se arrojaba a mis pies y me llamaba, entre lágrimas, no ya su hija, sino su señora. Y yo estaba transida de dolor por el caso de mi padre, pues era el único de toda mi familia que no había de alegrarse de mi martirio.
     
Y traté de animarlo, diciéndole:
   
– Allá en el estrado sucederá lo que Dios quisiere; pues has de saber que no estamos puestos en nuestro poder sino en el de Dios.
    
Y se retiró de mi lado, sumido en la tristeza.
   
La Oración final y los Gozos se rezarán todos los días.
  
DÍA CUARTO – 28 DE FEBRERO (29 en año bisexto)
Por la Señal…
Acto de Contrición y Oración Inicial.
   
MEDITACIÓN: Perpetua y sus compañeros son interrogados.
Otro día, mientras estábamos comiendo, se nos arrebató súbitamente para ser interrogados, y llegamos al foro o plaza pública. Inmediatamente se corrió la voz por los alrededores de la plaza, y se congregó una muchedumbre inmensa. Subimos al estrado. Interrogados todos los demás, confesaron su fe. Por fin me llegó a mí también el turno. Y de pronto apareció mi padre con mi hijito en los brazos, y me arrancó del estrado, suplicándome:
    
– Compadécete del niño chiquito.
   
Y el procurador Hilariano, que había recibido a la sazón el jus gládii o poder de vida y muerte, en lugar del difunto procónsul Minucio Timiniano:
    
– Ten consideración –dijo- a las canas de tu padre; ten consideración a la tierna edad del niño. Sacrifica por la salud de los emperadores.
    
Y yo respondí:
   
– No sacrifico.
    
– Luego ¿eres cristiana?
    
– Sí, soy cristiana.
    
Y como mi padre se mantenía firme en su intento de derribarme, Hilariano dio orden de que se lo echara de allí, y aun le golpearon. Yo sentí los golpes de mi padre como si a mí misma me hubieran apaleado. Así me dolí también por su infortunada vejez.
       
La Oración final y los Gozos se rezarán todos los días.
  
DÍA QUINTO – 1 DE MARZO
Por la Señal…
Acto de Contrición y Oración Inicial.
   
MEDITACIÓN: Perpetua se compadece de su padre.
Luego, al cabo de unos días, Pudente, soldado lugarteniente, oficial de la cárcel, empezó a tenernos gran consideración, por entender que había en nosotros una gran virtud. Y así, admitía a muchos que venían a vernos con el fin de aliviarnos los unos a los otros.
     
Más cuando se aproximó el día del espectáculo, entró mi padre a verme, consumido de pena, y empezó a mesarse su barba, a arrojarse por tierra, pegar su faz en el polvo, maldecir de sus años y decir palabras tales, que podían conmover la creación entera. Yo me dolía de su infortunada vejez.
   
La Oración final y los Gozos se rezarán todos los días.
  
DÍA SEXTO – 2 DE MARZO
Por la Señal…
Acto de Contrición y Oración Inicial.
   
MEDITACIÓN: Santa Felicidad da a luz en prisión.
En cuanto a Felicidad, también a ella le fue otorgada gracia del Señor, del modo que vamos a decir:
     
Como se hallaba en el octavo mes de su embarazo (pues fue detenida encinta), estando inminente el día del espectáculo, se hallaba sumida en gran tristeza, temiendo se había de diferir su suplicio por razón de su embarazo (pues la ley veda ejecutar a las mujeres embarazadas), y tuviera que verter luego su sangre, santa e inocente, entre los demás criminales. Lo mismo que ella, sus compañeros de martirio estaban profundamente afligidos de pensar que habían de dejar atrás a tan excelente compañera, como caminante solitaria por el camino de la común esperanza. Juntando, pues, en uno los gemidos de todos, hicieron oración al Señor tres días antes del espectáculo. Terminada la oración, sobrecogieron inmediatamente a Felicidad los dolores del parto. Y como ella sintiera el dolor, según puede suponerse, de la dificultad de un parto trabajoso de octavo mes, díjole uno de los oficiales de la prisión:
     
– Tú que así te quejas ahora, ¿qué harás cuando seas arrojada a las fieras, que despreciaste cuando no quisiste sacrificar?
    
Y ella respondió:
     
– Ahora soy yo la que padezco lo que padezco; mas allí habrá otro en mí, que padecerá por mí, pues también yo he de padecer por Él.
     
Y así dio a luz una niña, que una de las hermanas crió como hija.
   
La Oración final y los Gozos se rezarán todos los días.
  
DÍA SÉPTIMO – 3 DE MARZO
Por la Señal…
Acto de Contrición y Oración Inicial.
   
MEDITACIÓN: Conversión del carcelero Pudente.
Como el tribuno los tratara con demasiada dureza, pues temía, por insinuaciones de hombres vanos, no se le fugaran de la cárcel por arte de no sabemos qué mágicos encantamientos, se encaró con él Perpetua y le dijo:
    
– ¿Cómo es que no nos permites alivio alguno, siendo como somos reos nobilísimos, es decir, nada menos que del César, que hemos de combatir en su  natalicio? ¿O no es gloria tuya que nos presentemos ante él con mejores carnes?
     
El tribuno sintió miedo y vergüenza, y así dio orden de que se los tratara más humanamente, de suerte que se autorizó a entrar en la cárcel a los hermanos de ella y a los demás, y que se aliviaran mutuamente; más que más, ya que el mismo Pudente había abrazado la fe.
   
La Oración final y los Gozos se rezarán todos los días.
  
DÍA OCTAVO – 4 DE MARZO
Por la Señal…
Acto de Contrición y Oración Inicial.
   
MEDITACIÓN: Perpetua, patrona de la Santa Modestia.
Mas contra las mujeres preparó el diablo una vaca bravísima, comprada expresamente contra la costumbre. Así, pues, despojadas de sus ropas y envueltas en redes, eran llevadas al espectáculo. El pueblo sintió horror al contemplar a la una, joven delicada, y a la otra, que acababa de dar a luz. Las retiraron, pues y las vistieron con unas túnicas.
    
La primera en ser lanzada en alto fue Perpetua, y cayó de espaldas; pero apenas se incorporó sentada, recogiendo la túnica desgarrada, se cubrió la pierna, acordándose antes del pudor que del dolor. Luego, requerida una aguja, se ató los dispersos cabellos, pues no era decente que una mártir sufriera con la cabellera esparcida, para no dar apariencia de luto en el momento de su gloria.
     
Así compuesta, se levantó, y como viera a Felicidad tendida en el suelo, se acercó, le dio la mano y la levantó. Ambas juntas se sostuvieron en pie, y, vencida la dureza del pueblo, fueron llevadas a la puerta Sanavivaria. Allí, recibida por cierto Rústico, a la sazón catecúmeno, íntimo suyo, como si despertara de un sueño (tan absorta en el Espíritu había estado), empezó a mirar en torno suyo, y con estupor de todos, dijo:
     
– ¿Cuándo nos echan esa vaca que dicen?
     
Y como le dijeran que ya se la habían echado, no quiso creerlo hasta que reconoció en su cuerpo y vestido las señales de la acometida. Luego mandó llamar a su hermano, también catecúmeno, y le dirigió estas palabras:
     
– Permaneced firmes en la fe, amaos los unos a los otros y no os escandalicéis de nuestros sufrimientos.
   
La Oración final y los Gozos se rezarán todos los días.
  
DÍA NOVENO – 5 DE MARZO
Por la Señal…
Acto de Contrición y Oración Inicial.
   
MEDITACIÓN: Martirio.
Mas como el pueblo reclamó que salieran al medio del anfiteatro para juntar sus ojos, compañeros del homicidio, con la espada que había de atravesar sus cuerpos, ellos espontáneamente se levantaron y se trasladaron donde el pueblo quería. Antes se besaron unos a otros, a fin de consumar el martirio con el rito solemne de la paz.
     
Todos, inmóviles y en silencio, se dejaron atravesar por el hierro; pero señaladamente Sáturo (que era quien los había introducido en la fe y que se había entregado voluntariamente al conocer su encarcelamiento para compartir así su suerte), como fue el primero en subir la escalera y en su cúspide estuvo esperando a Perpetua, fue también el primero en rendir su espíritu.
     
En cuanto a ésta, para que gustara algo de dolor, dio un grito al sentirse punzada entre los huesos. Entonces ella misma llevó a su garganta la diestra errante del gladiador novicio. Tal vez mujer tan excelsa no hubiera podido ser muerta de otro modo, como quien era temida del espíritu inmundo, si ella no hubiera querido.
   
La Oración final y los Gozos se rezarán todos los días.

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