lunes, 17 de febrero de 2020

EL VATICANO I PUDO HABER CONDENADO PROFÉTICAMENTE AL II

   
Durante las sesiones del Concilio Vaticano I, luego de haber votado la Constitución Dogmática Pastor Ætérnus (que definió la Infalibilidad Pontificia ex cáthedra) se tenía agendado discutir, entre otros, el Schema constitutiónis dogmáticæ de Ecclésia Christi. Exposítio doctrínæ et errórum futúri Concílii Patris exhibénda (preparado principalmente por el padre Clemente Schrader SJ y que, según el padre Mariano Cordovani OP, era “el mejor tratado moderno sobre la sociedad religiosa que actúa en el mundo el Reino de Dios”; y por primera vez presentaría a la Iglesia como “Cuerpo Místico de Cristo”), el cual fue presentado a la deliberación el 21 de Enero de 1870. Pero, como es de conocimiento general, con la entrada de los Bersaglieros (cuerpo de infantería del ejército de la Cerdeña saboyana) y los Camisas Rojas garibaldianos a la Alma Urbe Romana, las sesiones conciliares fueron suspendidas sine die
  
En este esquema, que tenía quince capítulos [el capítulo I señalaba que la Iglesia es el Cuerpo místico de Cristo, donde exclusivamente puede practicarse debidamente la religión cristiana (capítulo dos); que la Iglesia es la única sociedad perfecta (capítulo tres) y sus órganos procedentes de ella no pueden ser designados como partes o parcelas de la Iglesia, que sólo a través de –y por ende, en– se puede obtener la salvación (capítulos 6 y 7); que la Iglesia es imperecedera e indefectible (capítulos 9 y 10), posee un peculiar poder y autoridad (potestas, capítulo 10); que en este cuerpo Cristo ha instituido la primacía del obispo de Roma (capítulo 11), que supone la posesión de la soberanía temporal (capítulo 12), y en caso de desacuerdo entre la Iglesia y el Estado, el Estado es culpable (capítulo 13); de donde los gobernantes civiles están obligados a la ley de Dios y la decisión de cómo ha de ser administrada pertenece al magisterio supremo de la Iglesia (capítulo 14), que tiene entre otras, el derecho de instruir a los jóvenes, libertad en la esfera de preparar al clero y la exención del clero del servicio militar, concesiones a las órdenes religiosas] y 70 notas explicativas, habían 21 cánones que condenaban proféticamente el modernismo, que posteriormente fue acogido por el Deuterovaticano y hoy triunfa con el usurpador porteño Francisco Bergoglio.
  
Por primera vez, estos cánones son publicados en Latín (del Acta et decréta sacrosáncti œcuménici concílii Vaticáni, Herder, 1892, cols. 576-577) y Español (siguiendo la traducción italiana del mismo padre Cordovani en Il Rivelatore, 3ª Ed. Roma, Stvdivm, 1945, págs. 569-573), y son los siguientes:
  • CANON 1: Si quis dixérit, Christi religiónem in nulla peculiári societáte ab ipso Christo fundáta exstántem et expréssam esse, sed a síngulis seórsum, non habíta ratióne ad ullam societatem quæ vera ipsíus Ecclésia sit, rite observári et éxcoli posse; anathéma sit (Si alguno dijere que la religión de Cristo no se actúa y expresa en la sociedad por Él fundada, sino que puede ser justamente cultivada y observada por los individuos sin ninguna consideración a la sociedad que es su verdadera Iglesia, sea anatema).
  • CANON 2: Si quis dixérit, Ecclésiam a Christo Dómino nullam certam ac immutábilem constitutiónis formam accépisse, sed ǽque ac réliquas hóminum societátes, pro témporum diversitáte vicissitudínibus et transformatiónibus subjéctam fuísse, aut subjíci posse; anathéma sit (Si alguno dijere que la Iglesia no ha recibido de Cristo Señor ninguna constitución cierta e inmutable, sino que está sujeta o puede estarlo, como cualquier otra sociedad de los hombres, a las distintas visicitudes y transformaciones por el tiempo, sea anatema).
  • CANON 3: Si quis dixérit, divinárum promissiónum Ecclésiam non esse societátem extérnam ac conspícuam, sed totam intérnam ac invisíbilem; anathéma sit (Si alguno dijere que la Iglesia de las promesas divinas no es una sociedad externa y visible, sino toda interna e invisible, sea anatema).
  • CANON 4: Si quis dixérit, veram Ecclésiam non esse unum in se corpus, sed ex váriis dissítisque Christiáni nóminis societátibus constáre, per eásque diffúsam esse; aut várias societátes ab ínvicem fídei professióne dissidéntes atque communióne sejúnctas, tánquam membra vel partes unam et universálem constítuere Christi Ecclésiam; anathéma sit (Si alguno dijere que la Iglesia verdadera no es un cuerpo en sí, sino que consta de distintas sociedades separadas que se dicen Cristianas, por las cuales esta se difunde; o que varias sociedades disidentes entre sí en la profesión de la fe y separadas en la comunión, constituyen como miembros o partes la una y universal Iglesia de Cristo, sea anatema).
  • CANON 5: Si quis dixérit, Ecclésiam Christi non esse societátem ad ætérnam salútem consequéndam omníno necessáriam; aut hómines per cujúsvis religiónis cultum salvári posse; anathéma sit (Si alguno dijere que la Iglesia de Cristo no es una sociedad absolutamente necesaria para conseguir la vida eterna, o que los hombres se pueden salvar por el culto de su propia religión, sea anatema).
  • CANON 6: Si quis dixérit, intolerántiam illam, qua Ecclésia Cathólica omnes religiósas sectas a sua communióne separátas proscríbit et damnat, divíno jure non prǽcipi; aut de veritáte religiónis opiniónes tantum, non áutem certitúdinem habéri posse; ídeoque omnes sectas religiósas ab Ecclésia tolerándas esse; anathéma sit (Si alguno dijere que la intolerancia de la Iglesia Católica, con la cual proscribe y condena todas las sectas religiosas separadas de su comunión no es de derecho divino, o que no se puede tener la certeza o verdad sobre las opiniones de la religión, y que por eso todas las sectas religiosas deben tolerarse por la Iglesia, sea anatema).
  • CANON 7: Si quis dixérit, eándem Christi Ecclésiam posse offúndi tenébris, aut ínfici malis, quíbus a salutári fídei mórumque veritáte abérret, ab origináli sua institutióne déviet, aut depraváta et corrúpta tandem désinat esse; anathéma sit (Si alguno dijere que la misma Iglesia de Cristo puede ser tan ofuscada de tinieblas o arruinada por los malos, hasta errar de la verdad salvífica de la fe y las costumbres, desviarse de su divina constitución, o acabar siendo depravada y corrupta [1], sea anatema).
  • CANON 8: Si quis dixérit, præséntem Christi Ecclésiam non esse últimam ac suprémam consequéndæ salútis œconomíam, sed exspectándam esse áliam, per novam vel pleniórem divíni Spíritus effusiónem; anathéma sit (Si alguno dijere que la presente Iglesia de Cristo no es la última forma de la economía salvífica, sino que se debe esperar otra, por una nueva o más plena efusión del Espíritu Santo, sea anatema).
  • CANON 9: Si quis dixérit, Ecclésiæ infallibilitátem ad ea tantum restríngi, quæ divína revelatióne continéntur, nec ad álias étiam veritátes exténdi, quæ necessário requirúntur, ut revelatiónis depositum íntegrum custodiátur; anathéma sit (Si alguno dijere que la infalibilidad de la Iglesia se restringe solamente a aquello que está contenido en la divina Revelación, pero no a aquellas verdades que requieren ser necesarias para custodiar íntegro el depósito de la misma Revelación, sea anatema).
  • CANON 10: Si quis dixérit, Ecclésiam non esse societátem perféctam, sed collégium; aut ita in civíli societáte seu in statu esse, ut sæculári dominatióni subjiciátur; anathéma sit (Si alguno dijere que la Iglesia no es sociedad perfecta sino colegio, y que se encuentra en la sociedad civil o el Estado como sujeta al dominio seglar, sea anatema).
  • CANON 11: Si quis dixérit, Ecclésiam institútam divínitus esse tánquam societátem æquálium; ab epíscopis vero habéri quídem offícium et ministérium, non autem própriam regíminis potestátem, quæ ipsis divína ordinatióne compétat, quǽque ab iísdem sit líbere exercénda; anathéma sit (Si alguno dijere que la Iglesia fue divinamente instituida como una sociedad de iguales, y que tiene por los Obispos cierto oficio y ministerio que ellos puedan ejercer libremente, pero no la propia potestad de gobierno que le compete por divina ordenación, sea anatema).
  • CANON 12: Si quis dixérit, a Christo Dómino et Salvatóre nostro Ecclésiæ suæ collátam tantum fuísse potestátem dirigéndi per consília et suasiónes, non vero étiam jubéndi per leges, ac dévios contumácesque exterióri judício ac salúbribus pœnis coërcéndi atque cogéndi; anathéma sit (Si alguno dijere que Cristo Señor y Salvador nuestro ha dado a su Iglesia una potestad para dirigir por consejo y persuasión, y no gobernar también por leyes y mediante juicio exterior imponer penas saludables y coercer a los desviados y contumaces, sea anatema).
  • CANON 13: Si quis dixérit, veram Christi Ecclésiam, extra quam nemo salvus esse potest, áliam esse præter Unam, Sanctam, Cathólicam, et Apostólicam Románam; anathéma sit (Si alguno dijere que la verdadera Iglesia de Cristo, fuera de la cual ninguno puede salvarse, puede ser otra que aquella que es Una, Santa, Católica y Apostólica Romana, sea anatema).
  • CANON 14: Si quis dixérit, beátum Petrum Apóstolum a Christo Dómino constitútum non esse Apostolórum ómnium príncipem et tótius Ecclésiæ militántis visíbile caput; vel eum tantum honóris, non áutem veræ propríæque jurisdictiónis primátum accépisse; anathéma sit (Si alguno dijere que San Pedro Apóstol recibió un primado de honor y no de verdadera y propia jurisdicción, o no fue constituido por Cristo Señor como príncipe de los Apóstoles y cabeza visible de toda la Iglesia militante, sea anatema).
  • CANON 15: Si quis dixérit, non esse ex ipsíus Christi Dómini institutióne, ut beátus Petrus in primátu super univérsam Ecclésiam hábeat perpétuos successóres; aut Románum Pontíficem non esse jure dívino Petri in eódem primátu successórem; anathéma sit (Si alguno dijere que no es de la misma institución de Cristo Señor que San Pedro tuviera perpetuamente [2] sucesores en el primado sobre toda la Iglesia, o que el Romano Pontífice no es, por derecho divino, sucesor de San Pedro en este mismo primado, sea anatema).
  • CANON 16: Si quis dixérit, Románum Pontíficem habére tantúmmodo offícium inspectiónis vel directiónis, non áutem plenum et suprémam potestátem jurisdictiónis in univérsam Ecclésiam; aut hanc ejus potestátem non esse ordináriam et immediátam in omnes ac síngulas ecclésias; anathéma sit (Si alguno dijere que el Romano Pontífice tiene oficio de inspección y dirección, y no potestad jurisdiccional plena y suprema en toda la Iglesia; o que su potestad no es ordinaria e inmediata en todas y cada una de las iglesias, sea anatema).
  • CANON 17: Si quis dixérit, potestátem ecclesiásticam independéntem, quam Ecclésia Cathólica sibi a Christo tribútam esse docet, suprémamque potestátem civílem non posse simul consístere, ita ut jura utriúsque salva sint; anathéma sit (Si alguno dijere que la potestad eclesiástica independiente que la Iglesia Católica enseña se ha dado por Cristo, y la suprema autoridad civil no pueden coexistir sin lesionar los derechos de la una y de la otra, sea anatema).
  • CANON 18: Si quis dixérit, potestátem, quæ ad regéndam civílem societátem necessária est, non esse a Deo; aut eídem ex ipsa Dei lege subjectiónem non déberi; aut eam naturáli hóminis libertáti repugnáre; anathéma sit  (Si alguno dijere que la potestad que es necesaria a la potestad civil no es de Dios, o que no se le debe obediencia por la misma ley de Dios, o que esta repugna a la libertad natural del hombre, sea anatema).
  • CANON 19:  Si quis dixérit, ómnia inter hómines jura derivári a statu político; aut nullam nisi ab ipso communicátam dari auctoritátem; anathéma sit (Si alguno dijere que todos los derechos entre los hombres derivan del Estado político, o que ninguno de ellos fue comunicado por la autoridad que está por encima del mismo, sea anatema).
  • CANON 20: Si quis dixérit, in lege status polítici, vel in pública hóminum opinióne constitútam esse pro públicis ac sociálibus actiónibus suprémam consciéntiæ normam; aut ad eásdem non exténdi Ecclésiæ judícia, quíbus ea de lícito et illícito pronúntiat; aut vi juris civílis fíeri lícitum, quod jure divíno vel ecclesiástico est illícitum; anathéma sit (Si alguno dijere que la norma suprema de conciencia respecto a los asuntos públicos y sociales yace en la ley del estado político o en la opinión pública de los hombres, o que no se extiende a estos el juicio de la Iglesia, por el cual se pronuncia sobre lo que es lícito e ilícito, o que algo que es ilegal por derecho divino o eclesiástico puede hacerse lícito por fuerza del derecho civil, sea anatema).
  • CANON 21: Si quis dixérit, leges Ecclésiæ vim obligándi non habére, nisi quaténus civílis potestátis sanctióne firméntur; aut eídem civíli potestáti vi suæ suprémæ auctoritátis competére, in cáusis religiónis judicáre et decernére; anathéma sit (Si alguno dijere que las leyes de la Iglesia no tienen fuerza vinculante si no son ratificadas por sanción del poder civil, o que compete a la fuerza de la suprema autoridad del mismo poder civil juzgar y mandar en las causas de la religión, sea anatema).
  
NOTAS DEL TRADUCTOR ESPAÑOL
[1] Se colige que la Iglesia como Cuerpo místico de Cristo es indefectible, en cumplimiento de la promesa “Portæ Ínferi non prævalébunt advérsum eam” (Matth. XVI, 18), a pesar de que a causa de la Apostasía quede reducida en su institución visible a su más mínima expresión.
[2] Esta perpetuidad se entiende por un tiempo prolongado, y no excluye la posibilidad de una Sede Vacante prolongada, ni conlleva a reconocerle autoridad a los usurpadores que han habido desde el Concilio Vaticano II, los cuales han sido por sus herejías y apostasía depuestos ipso facto y latæ senténtiæ por Pablo IV en su bula Cum ex Apostolátus.

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