Noticia tomada de GLORIA NEWS.
Francisco Bergoglio removió a Enzo Bianchi, de 77 años de edad y considerado por muchos como “el cardenal laico”, de su comunidad ecuménica en Bose, un semillero del modernismo en Italia.
La decisión se tomó después de las tensiones que surgieron entre Bianchi, quien se había retirado como superior en enero de 2017, y el nuevo superior Luciano Manicardi, por las cuales se ordenó una inspección realizada entre el 6 de diciembre de 2019 y el 6 de enero de 2020 por el abad benedictino Guillermo León Arboleda Tamayo, el padre Amedeo Cencini, consultor de la Congregación para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, y la abadesa trapense Anne-Emmanuelle Devêche de Blauvac.
Un decreto del 13 de mayo firmado por el secretario de Estado, Pietro Parolin, y explícitamente confirmado por Francisco, también expulsa del grupo a Goffredo Boselli (responssble de la liturgia), Lino Breda (secretario general) y Antonella Casiraghi (responsable general de las hermanas de Bose).
Hoy la comunidad está compuesta por alrededor de noventa hermanos y hermanas, de seis nacionalidades, casi todas ellas personas laicas. Bianchi fue hasta ahora un seguidor incondicional de Francisco Bergoglio.
COMENTARIO: Leyendo el comunicado de prensa de la Comunidad “monástica” de Bose, titulado “Esperanza en la prueba”, cuyo tenor literal dice:
«Como lo anunciamos en su momento, a raíz de las graves preocupaciones que han llegado de diferentes partes de la Santa Sede, que indicaban una situación tensa y problemática en nuestra Comunidad en relación con el ejercicio de la autoridad del fundador, la gestión del gobierno y el clima fraterno, el Santo Padre Francisco ha dispuesto una Visita Apostólica, confiada al Rev. P. Abad Guillermo León Arboleda Tamayo, OSB, al Rev. P. Amedeo Cencini, FDCC y a la Rev. M. Anne-Emmanuelle Devéche, OCSO, Abadesa de Blauvac.Teniendo en cuenta la importancia eclesial y ecuménica de la Comunidad de Bose, tanto a nivel nacional como internacional, y la importancia de que esta siga desempeñando el papel que se le reconoce, superando graves dificultades y malentendidos que podrían debilitarla o incluso anularla, con la Visita Apostólica el Santo Padre se propuso ofrecer a la misma Comunidad una ayuda en forma de un tiempo de escucha por parte de algunas personas de probada confianza y sabiduría.La Visita Apostólica tuvo lugar del 6 de diciembre de 2019 al 6 de enero de 2020 y, los Visitadores presentaron a la Santa Sede su informe, elaborado sobre la base de la contribución de los testimonios libremente dados por cada miembro de la Comunidad. Después de un prolongado y cuidadoso discernimiento y oración la Santa Sede ha llegado a conclusiones en forma de un decreto singular del 13 de mayo de 2020, firmado por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de Su Santidad y aprobado en forma específica por el Papa que fueron comunicadas a los interesados hace algunos días por el Rev. P. Amedeo Cencini, nombrado Delegado Pontificio ad nutum Sanctæ Sedis, con plenos poderes, acompañado por S. E. Mons. José Rodriguez Carballo, OFM, Secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, y por S. E. Mons. Marco Arnolfo, Arzobispo Metropolitano de Vercelli.Tal comunicación tuvo lugar con el mayor respeto posible al derecho a la confidencialidad de los interesados. Sin embargo, a partir de la notificación del decreto, el rechazo anunciado de las medidas por parte de algunos de los destinatarios ha provocado una situación de mayor confusión e incomodidad, por lo que se considera necesario precisar que las providencias anteriores conciernen al Hno. Enzo Bianchi, al Hno. Goffredo Boselli, al Hno. Lino Breda y a la Hna. Antonella Casiraghi, los cuales deberán separarse de la Comunidad Monástica de Bose y trasladarse a otro lugar, renunciando a todos los cargos que ocupan actualmente.Además, con carta del Secretario de Estado al Prior y a la Comunidad, la Santa Sede ha trazado un camino de futuro y esperanza, indicando las líneas principales de un proceso de renovación, que confiamos dará un nuevo impulso a nuestra vida monástica y ecuménica.En este tiempo que nos prepara para Pentecostés invocamos una renovada efusión del Espíritu sobre cada corazón, para que doble lo que es rígido, caliente lo está helado, levante lo que está desviado y ayude a todos a hacer prevalecer la caridad que nunca viene a menos».
Cabe preguntarse:
- ¿Cómo las presuntas escaramuzas causadas por Bianchi, Bozelli, Breda y Casiraghi contra Manicardi «podrían debilitar e incluso anular» la «importancia eclesial y ecuménica» de Bose?
- Enzo Bianchi renunció al “Priorato” el 26 de diciembre de 2016, haciendo efecto en enero de 2017, ¿entonces cómo se llegó en dos años a la Visita Apostólica, y en tres años y medio a extrañarlo de su comunidad?
- Vista la autoproclamada «importancia eclesial y ecuménica de la Comunidad de Bose», ¿en qué consisten las «graves dificultades y malentendidos» de los que hablan?
- ¿De qué depende el «el rechazo anunciado de las medidas por parte de algunos de los destinatarios», al punto para determinar «una situación de mayor confusión e incomodidad»?
Preguntas legítimas porque emergen no de cotilleos, sino del comunicado oficial, que fue contestado por Enzo Bianchi con una nota de prensa:
«Yo, fray Enzo Bianchi, el fundador, sor Antonella Casiraghi, responsable general de las hermanas, fray Lino Breda, secretario de la comunidad, y fray Goffredo Boselli, responsable de la liturgia, hemos sido invitados a dejar temporaneamente la comunidad y a ir a vivir a otra parte.La visita apostólica conducida por tres visitadores ha llegado en los días pasados a su fin y a sus conclusiones. En vano hemos pedido a quien nos ha dado el decreto que se nos permita conocer las pruebas de nuestras faltas y podernos defender de las falsas acusaciones.
En estos dos últimos años, durante los cuales voluntariamente estuve más ausente que presente en la comunidad, sobre todo viviendo en mi eremitorio, he sufrido el no poder dar mi legítima contribución como fundador. En cuanto fundador, hace más de dos años que presenté libremente mi dimisión como prior, pero comprendo que mi presencia pueda ser un problema. Pero nunca he contestado con palabras y hechos la autoridad del legítimo prior Luciano Manicardi, mi estrecho colaborador por más de veinte años, como maestro de novicios y viceprior de la comunidad, que ha compartido conmigo en plena comunión decisiones y responsabilidades.En esta situación, muy dolorosa para mí y para todos, pido que la Santa Sede nos ayude y, si hemos hecho algo que contrasta la comunión, que nos venga dicho. Por parte nuestra, en el arrepentimiento estamos dispuestos a pedir y a dar misericordia. En el sufrimiento y en la prueba habíamos además pedido y pedíamos que la comunidad sea ayudada en un camino de reconciliación.En la tristeza más profunda, siempre obediente, en la justicia y en la verità, en la voluntad del Papa Francisco, por el cual nutro amor y devoción filial, agradezco de todo corazón a los tantos hermanos y hermanas de Bose que en estas horas de grande dolor me sostienen y las tantas personas que nos han expresado su cercanía humana y su afecto sincero».
Finalmente, todo se reduce a bagatelas y peleas intestinas nacidas precisamente del modernismo y el ecumenismo condenados por la Iglesia Católica de siempre, pero acogidos por el Conciliábulo Deuterovaticano y que Bergoglio está llevando a niveles inauditos. Pero bueno, esto significa un “fresquito” para la corriente tradicionalista y/o neoconservadora del Novus Ordo, que ha recibido la “misericordina” particularmente en los Franciscanos de la Inmaculada, el Instituto del Verbo Encarnado, Família Christi, Soberana Orden de Malta, Heraldos del Evangelio (“Caballeros de la Virgen”) y tantos otros.
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