Traducción del artículo publicado en NOVUS ORDO WATCH (Original AQUÍ)
Tubinga, Alemania. Si hoy en día hubiese un hombre vivo que con toda justicia puede ser llamado el "Rey de los Modernistas", pudiera serlo el sacerdote suizo Hans Küng. De hecho, "King Küng" es uno de los apótatas más irritantes de todos los tiempos, pertinazmente negando todos los Dogmas, incluído el de la Santísima Trinidad. Con la "Global Ethic Foundation" que él fundó en 1995, aspira a allanar el terreno para una reconciliación entre todas las religiones.
ÜBER-APÓSTATA DEL NOVUS ORDO HANS KÜNG QUEDANDO CIEGO, TIENE PÁRKINSON, Y ESTÁ PIDIENDO LA EUTANASIA
Tubinga, Alemania. Si hoy en día hubiese un hombre vivo que con toda justicia puede ser llamado el "Rey de los Modernistas", pudiera serlo el sacerdote suizo Hans Küng. De hecho, "King Küng" es uno de los apótatas más irritantes de todos los tiempos, pertinazmente negando todos los Dogmas, incluído el de la Santísima Trinidad. Con la "Global Ethic Foundation" que él fundó en 1995, aspira a allanar el terreno para una reconciliación entre todas las religiones.
Hans Küng, asesino de almas
Nacido el 19 de Marzo de 1928 en Sursee, Suiza, fue ordenado lícita y válidamente como Sacerdote Católico el 10 de Octubre de 1954, para la diócesis de Basilea. Bajo el Papa Pío XII, el Santo Oficio advirtió que Küng iba directo a la apostasía. A pesar de su manifesta y determinada negación de la Fe, Küng sigue siendo un sacerdote en buenos términos con su diócesis (dirigida actualmente por el "Obispo" Félix Gmür Beck). Ha estado enseñando "teología" en la Universidad de Tubinga desde 1960.
Luego de numerosas querellas con la Congregación para la Destrucción de la Fe del Vaticano II, el 15 de Diciembre de 1979, el Prefecto de la Congregación, el "Cardenal" Franjo Šeper declaró que varios de los libros de Küng contenían errores incompatibles con las enseñanzas Católicas –aún con las mismas del Novus Ordo–, y anunció que Küng no podría enseñar teología "Católica" y no podía considerarse teólogo Católico (ver la Novus Ordo "Acta Apostolicæ Sedis" 72 [1980], pp. 90-92).
A despecho de sus claras herejías y la peligrosa influencia que él tenía como profesor universitario, el Vaticano no excomulgó a Küng, ni lo suspendió, inclusive, no lo redujo al estado laico. El efecto fue de que Küng continuó enseñando como si nada en la misma universidad, pero no como miembro de la facultad "Católica". Se convirtió en profesor de teología "ecuménica". El mundo secular le ha alabado como un valiente "católico rebelde" y frecuentemente lo consultan sobre asuntos "controversiales" católicos como la "voz de la razón crítica" contra (lo que ellos perciben) como la Militancia vaticana de línea dura.
Junto con Joseph Ratzinger, Küng fue otro perito de saco y corbata en el modernista Concilio Vaticano II, conocido publicitariamente como un competente "teólogo católico" por el Antipapa Juan XXIII. En contraste, la entonces ortodoxa Universidad Católica de America presentó un interdicto contra Küng en 1963 por su conferencia "La Iglesia y la Libertad". Aunque Ratzinger y Küng siguieron líneas teológicas divergentes, porque Ratzinger prefirió un modernismo más moderado (el cual, siendo moderado y por consiguiente, difícilmente identificable, es actualmente más peligroso, como dijera el Padre Félix Sardá en El Liberalismo es Pecado), mientras Küng decidió ir a todo vapor y aplicar los principios modernistas a sus conclusiones lógicas.
El 26 de Septiembre de 2005, un recién electo "Papa" Benedicto XVI (el mismo Joseph Ratzinger) se reunió con Küng en el Vaticano para una plática, y eso es lo que resultó ser: una plática. Küng describió la reunión como "muy festiva" y "sin reproches, ni polémicas" con Ratzinger (ver aquí la el cobertura del encuentro que hizo John Allen). Esto no sorprendió a los que sabían que el verdadero Joseph Ratzinger (tan opuesto que era a a los seudotradicionalistas enfrentados a sus animadores en The Remnant & Co.) porque en su libro de 1996 Sal de la Tierra, Ratzinger dijo sobre Küng: "Yo respeto su posición, que tomó según su conciencia..." (Ignatius Press, p. 96). Con "su posición", Ratzinger se refería precisamente a los puntos de vista teológicos que Küng desarrolló contra la doctrina Católica (y aún, la Novus Ordo) (íbid., pp. 95-96). Benedicto XVI usó su reunión con Küng para alabar los recientes esfuerzos para "contribuir a unreconocimiento renovado de los valores morales esenciales de la humanidad mediante el diálogo inter-religioso y el encuentro con la razón secular" (ver el cubrimiento hecho por el Servicio informativo del Vaticano). El vocero vaticano no hizo mención alguna de que Benedicto le dejara claro a Küng que él estaba en vías de la eterna condenación, pero los amigos estaban en contra de ello.
Küng es un modernista con deseo de venganza, y lo prueba cada vez más, aún cuando se está preparando para morir y rendir cuenta de sus obras ante el Justo Juez. El 1 de Octubre de 2013, Küng estaba presentando su último libro, la tercera y última parte de sus memorias, Erlebte Menschlichkeit [experiencias humanas]. En él, Küng revela que sufre la enfermedad de Párkinson y que está a punto de perder la visión. En otras palabras, que en poco tiempo, no volverá a leer o a escribir, incluso ahora le cuesta mucho escribir a mano. El hombre que por décadas gastó su vida en negar y destruir la Verdad católica, y en diseminar el veneno de los más horrorosos errores, no podrá tomar más el esfero y el papel. Sus malvadas obras están a punto de su final, final irrevocable, y físicamente estará como siempre lo ha estado moral y espiritualmente: CIEGO.
"Dejadlos solos: ellos son ciegos que guían aotros ciegos. Y si un ciego guía a otro, ambos caerán en la fosa" nos aconseja Nuestro Señor (Mt 15:14). Habiendo cavado una fosa para muchas almas durante años, Küng caerá en ella, a menos que ocurrra una conversión milagrosa de último minuto (por la cual debemos orar). La destrucción que ha causado a las almas este hombre desde 1960 es insondable.
"No deseo vivir como una sombra de mí mismo", Küng escribe en su tomo final de 600 páginas. "Las personas tienen derecho a morir cuando no vean más esperanza de continuar una vida humana, a pesar de lo que elos definan de ella", clama el apóstata suizo. En su natal Suiza, la autollamada "eutanasia" u "homicidio por piedad" es permitida por la ley, en la cual el paciente acaba con su vida bebiendo un veneno mortal que le proveen los "médicos". Sí, Küng realmente escogió su "opción", un acto de suicidio como su última voluntad. Este acto de cobarde impiedad definitivamente pudiera no ser un sorpresivo final para este destructor de almas: morir envenado por sus mismos medios, el que envenenó las mentes y almas de incontables personas durante más de 50 años y quien es soberanamente responsable de la pérdida de la Fe de muchísimas personas. El último acto personal de pecado mortal para cerrar una vida de pecado -pudiera ajustársele-. El podría literalmente "morir al infierno", piensa de sí mismo, claro, si él niega el dogma Católico de la existencia del infierno (sin embargo, NO NIEGA el dogma del 'Holocausto').
Queda ver si el Antipapa Francisco le dará finalmente a Küng un entierro a lo Novus Ordo una vez muera. Recordemos, la conciencia lo es todo para Francisco, ¿y quién puede juzgarlo? Después de todo, la Iglesia -según Francisco- no puede "interferir espiritualmente" en la vida de las personas, y sólo puede ofrecer "opiniones" para guiarlas (fuente). Por eso, ¿No sería un funeral 'papal' para Küng una bella muestra de gratitud de Franciso para un resonante apoyo que le brindara Küng?
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