Noticia tomada de ABC (España).
Manuel P. Villatoro
BEGUINAS: LAS MENTIRAS QUE HEMOS CREÍDO 800 SOBRE LAS MUJERES EN LA EDAD MEDIA Y LA INQUISICIÓN
El escritor Mario Escobar publica «El espejo de las almas», una novela histórica que revive la memoria de las beguinas, comunidades de mujeres que, en plena Edad Media, dedicaban su vida a ayudar a los más necesitados
Manuel P. Villatoro
Actualizado:
La historia de las beguinas sorprende por una infinidad de causas. Independientes y bondadosas, estas mujeres fueron conocidas por unirse en comunidades cerradas, apartadas de los hombres, con un único objetivo: hacer el bien y cuidar a los desamparados. Sin embargo, quizá lo más llamativo es que tomaron este camino a principios del siglo XII; pocos años después de que el Cid Campeador se enfrentara a los musulmanes y en una era en la que la figura del hombre era preponderante. Perseguidas por la inquisición, su ejemplo es uno de los muchos que demuestran que, a pesar de lo que nos han contado, la Edad Media no era tan maniqueísta como se ha extendido.
Así lo corrobora, en declaraciones a ABC, el historiador Mario Escobar. Y este autor, un superventas tanto dentro como fuera de España gracias a obras como «Canción de cuna en Auschwitz», sabe de lo que habla. No en vano se ha documentado durante meses para dar forma a la que es su nuevo libro: «El espejo de las almas» (Ediciones B, 2020). Un thriller histórico con tintes de novela negra en el que, a través de una serie de asesinatos perpetrados en una comunidad beguina, recorre la historia de estas curiosas mujeres y desvela los secretos de su triste final al lector. «A principios del XIV las monarquías y el papa querían concentrar más poder. Las órdenes mendicantes cuestionaban su autoridad moral y las ordenes militares controlaban militar y económicamente a muchos reyes. Por eso se persiguió a Templarios y beguinas, entre otros», explica.
1-¿Quiénes eran las beguinas y cuándo nacieron?
Las beguinas eran grupos de mujeres seglares que comenzaron a unirse en comunidades hacia el siglo XII, sobre todo en los Países Bajos, Francia y Alemania. Estas mujeres vivían al margen de la sociedad y no estaban dentro de ninguna orden eclesiástica. Los beguinajes eran un grupo de casas apartados por una muralla del resto de la ciudad. Dentro no podían entrar hombres y las mujeres podían dejar el grupo en cualquier momento. La primera comunidad surge en Lieja y estaba relacionada con las ordenes mendicantes que tanto proliferaron en los siglos XII al XIV.
2-¿Cómo era su modo de vida?
Los miembros de la comunidad pertenecían a diferentes estratos sociales. Se cree que las Cruzadas habían provocado un exceso de mujeres que no podían casarse ni unirse a los monasterios establecidos. Por eso, comenzaron a reunirse en casas para intentar sobrevivir y protegerse. En el año 1173, un sacerdote llamado Bègue, de la diócesis de Lieja, reunió en esa ciudad a mujeres viudas y niñas para que se dedicaran a la contemplación y labores manuales. Las comunidades se extendieron rápidamente por los Países Bajos y Flandes. Luis XI pidió a una de las comunidades que se instalaran en París y les compró una casa para que vivieran allí.
3-¿Eran religiosas, monjas, una suerte de ONG, o todo a la vez?
Las beguinas no eran monjas, ya que no estaban ordenadas, no realizaban votos, tampoco se sometían a las autoridades eclesiásticas. Podían abandonar la comunidad cuando quisieran, de hecho algunas se casaban o se convertían posteriormente en religiosas.
El papel principal de estas mujeres era ayudar a los más necesitados que proliferaban en las ciudades que se estaban creando y creciendo por toda Europa. En especial recogían a las prostitutas, niñas abandonadas y chicas que se habían quedado embarazadas fuera del matrimonio. Otra de sus labores principales fue la educativa, en un mundo en el que la mayoría de las mujeres no recibían ningún tipo de formación.
4-¿Eran odiadas, o amadas por la sociedad? Su modo de vida no las haría muy queridas entre los hombres de la época…
Lo cierto es que eran muy queridas; algunos gobernantes municipales apoyaron los beaterios porque las beguinas atendían a los más necesitados y recogían a las prostitutas. El grupo era autosuficiente, creando pequeños talleres que fabricaban telas, velas, vestidos, incluso escribían manuscritos y libros.
5-Para situarnos… ¿Cómo era la vida de las mujeres en la Edad Media?
La mujer medieval tenía dos espacios de convivencia. Por un lado estaban las que vivían en castillos, formando una pequeña corte de damas de compañía y miembros de familias nobles. Estas mujeres se dedicaban a la costura y la crianza de los hijos, pero también organizaban el ocio del castillo, como los recitales de poesía, las fiestas o contrataban trovadores. Muchas sabían leer y escribir, ya que dicha práctica era considerada femenina y los hombres no solían practicarla.
En las ciudades que estaban comenzando a florecer por todas partes, muchas mujeres trabajaban fuera del hogar, vendían todo tipo de alimentos y objetos, regentaban tiendas y servían en cantinas. También, un grupo selecto, vivía en los conventos y monasterios, servidas por otras monjas pobres que no podían pagar las altas dotes que pedía la iglesia para convertirse en monja. A pesar de que hubo algunas religiosas y reinas famosas, las mujeres estaban excluidas de la vida pública, eran consideradas como inferiores y en general menos inteligentes que los hombres.
6-¿Cómo es posible, entonces, que estas mujeres tomaran este curioso camino?
La Edad Media fue una época más permisiva de lo que creemos. Europa se había fragmentado en minúsculos estados o reinos, en muchos casos sin poder y fuerza real. Las comunicaciones eran muy escasas y los viajes peligrosos, por lo que comunidades enteras podían vivir al margen de ciertas normas, sin que las autoridades eclesiásticas o políticas se enterasen. De hecho, en la Baja Edad Media proliferaron todo tipo de herejías y filosofías, algunas sobrevivieron hasta la Edad Moderna, demostrando la diversidad cultural de la época.
7-La idea de que las mujeres no aportaron nada a la Edad Media es una de las grandes mentiras históricas más extendidas. ¿Podría narrar otras de esta época?, ¿se ha fotografiado mal la Edad Media desde la actualidad?
La Edad Media dio figuras tan relevantes como Juana de Arco, Doña Urraca, Hildelgarda de Bingen o Christine de Pizán. Algunas de ellas fueron grandes reinas, otras rebeldes que gobernaron ejércitos o intelectuales de la misma talla intelectual que los hombres de la época. Por ejemplo, Cristina de Pizán fue la primera en escribir una obra en defensa de las mujeres titulada «La ciudad de las damas» o Hildegarda de Bingen, que era una experta en música, escribió tratados de medicina y asesoró a reyes y papas. Podríamos seguir con la doctora Trotula de Rueggiero, la secretaria de Al-Hakan II, que fue su secretaria en Córdoba o Herrada de Landsberg, que escribió una enciclopedia en la que recopiló el conocimiento de la época.
8-¿Por qué fueron perseguidas las beguinas? Es curioso que, a la par que se cargaba contra ellas, también se hacía otro tanto contra los Templarios…
A principios del siglo XIV tanto las monarquías europeas como el papa querían concentrar más poder. Las órdenes mendicantes cuestionaban su autoridad moral y las ordenes militares controlaban militar y económicamente a muchos reyes. En ese contexto comenzó la persecución a los Templarios, que culminó con la disolución de la orden y la ejecución de sus dirigentes. Guillermo de París, uno de los inquisidores más temidos de la época y confesor de Felipe IV, fue el artífice de la persecución a los templarios, pero también llevó a la hoguera a Margarita Porete, una destacada intelectual beguina. Aliado al papa Clemente V, conspiró para la disolución de las beguinas y de los franciscanos. En el Concilio de Vienne se ordenó la disolución de las beguinas, pero gracias al apoyo de algunos reyes y nobles, las comunidades continuaron en activo hasta principios del siglo XXI.
9-Uno de sus perseguidores fue la Inquisición. ¿Se ha exagerado el papel de la Inquisición en Alemania y los Países Bajos?, ¿ha sucedido lo mismo con la española?
La Inquisición no es un invento español, de hecho surgió en Francia para combatir a los grupos cátaros y albigenses que se estaban extendiendo por toda la cristiandad. El primer inquisidor español se puso por mediación de la Corona de Aragón en 1249. Al principio había dos inquisiciones, la episcopal, que solía reunirse puntualmente y la inquisición pontificia, compuesta en su mayoría por monjes dominicos. La inquisición episcopal no era muy eficaz y por eso el papa Gregorio IX ordenó por la bula Excommunicámus la creación de un organismo permanente y centralizado.
La inquisición desarrolló sus actividades en toda la Cristiandad, pero jamás tuvo el poder que disfrutó en los Reinos de España, ya que su alianza con la monarquía favoreció el control social, político y cultural del Imperio. Lo peor de la Inquisición jamás fue el número de victimas, fue sobre todo el estigma social, el control de la cultura a través del Índice de Libros Prohibidos, la limitación de estudiar fuera de España o de la llegada de estudiantes extranjeros. Cuando bajo el reinado de Felipe II se intentó trasladar el sistema a los territorios de Flandes y los Países Bajos se produjo una gran oposición, ya que en muchos de estos territorios se había consolidado el protestantismo.
10-¿Por qué son importantes las beguinas en su nueva obra?
Quería que «El espejo de las almas» diera a conocer en España a este grupo singular. Hasta aquí llegó su eco, ya que la palabra peyorativa de «beata», viene de la tradición en contra de estas mujeres. Fueron una oportunidad perdida de que las mujeres lograran antes algunos derechos como el acceso a la educación, el trabajo remunerado, la independencia económica, el acceso a la política y la vida profesional. En la novela quiero que el público vea como un grupo de mujeres dinámicas, lograron demostrar que había otra manera de construir el mundo.
11-¿Qué tiene de realidad y qué de ficción su nueva novela?
«El espejo de las almas» es una novela histórica, la trama es ficticia y algunos de sus protagonistas, pero la ambientación, el debate teológico y la situación de las beguinas es real.
12-¿Cómo fue recibir el premio Empik de novela en Polonia este año?
Fue muy emocionante, durante el 2019 fui el escritor extranjero más leído y en febrero de este año viajé con mi familia a Varsovia pare recoger el galardón. En los próximos meses salen novelas mías en inglés, checo, búlgaro, húngaro, holandés, rumano y muchos más. Estoy orgulloso de ser un embajador de la literatura española en el mundo.
13-No detiene máquinas y sigue escribiendo… ¿Qué proyectos tiene en mente?
Siempre estoy con dos proyectos en marcha. Harpercollins publicara en la próxima primavera mi novela «La bibliotecaria de Saint-Malo», una obra sobre la persecución de los nazis de la cultura francesa y la lucha de la Resistencia. También estoy envuelto en la investigación y escritura de una novela situada en la Polonia ocupada y otra sobre el siglo XVI español.
La historia de las beguinas sorprende por una infinidad de causas. Independientes y bondadosas, estas mujeres fueron conocidas por unirse en comunidades cerradas, apartadas de los hombres, con un único objetivo: hacer el bien y cuidar a los desamparados. Sin embargo, quizá lo más llamativo es que tomaron este camino a principios del siglo XII; pocos años después de que el Cid Campeador se enfrentara a los musulmanes y en una era en la que la figura del hombre era preponderante. Perseguidas por la inquisición, su ejemplo es uno de los muchos que demuestran que, a pesar de lo que nos han contado, la Edad Media no era tan maniqueísta como se ha extendido.
Así lo corrobora, en declaraciones a ABC, el historiador Mario Escobar. Y este autor, un superventas tanto dentro como fuera de España gracias a obras como «Canción de cuna en Auschwitz», sabe de lo que habla. No en vano se ha documentado durante meses para dar forma a la que es su nuevo libro: «El espejo de las almas» (Ediciones B, 2020). Un thriller histórico con tintes de novela negra en el que, a través de una serie de asesinatos perpetrados en una comunidad beguina, recorre la historia de estas curiosas mujeres y desvela los secretos de su triste final al lector. «A principios del XIV las monarquías y el papa querían concentrar más poder. Las órdenes mendicantes cuestionaban su autoridad moral y las ordenes militares controlaban militar y económicamente a muchos reyes. Por eso se persiguió a Templarios y beguinas, entre otros», explica.
Portada del libro
1-¿Quiénes eran las beguinas y cuándo nacieron?
Las beguinas eran grupos de mujeres seglares que comenzaron a unirse en comunidades hacia el siglo XII, sobre todo en los Países Bajos, Francia y Alemania. Estas mujeres vivían al margen de la sociedad y no estaban dentro de ninguna orden eclesiástica. Los beguinajes eran un grupo de casas apartados por una muralla del resto de la ciudad. Dentro no podían entrar hombres y las mujeres podían dejar el grupo en cualquier momento. La primera comunidad surge en Lieja y estaba relacionada con las ordenes mendicantes que tanto proliferaron en los siglos XII al XIV.
2-¿Cómo era su modo de vida?
Los miembros de la comunidad pertenecían a diferentes estratos sociales. Se cree que las Cruzadas habían provocado un exceso de mujeres que no podían casarse ni unirse a los monasterios establecidos. Por eso, comenzaron a reunirse en casas para intentar sobrevivir y protegerse. En el año 1173, un sacerdote llamado Bègue, de la diócesis de Lieja, reunió en esa ciudad a mujeres viudas y niñas para que se dedicaran a la contemplación y labores manuales. Las comunidades se extendieron rápidamente por los Países Bajos y Flandes. Luis XI pidió a una de las comunidades que se instalaran en París y les compró una casa para que vivieran allí.
3-¿Eran religiosas, monjas, una suerte de ONG, o todo a la vez?
Las beguinas no eran monjas, ya que no estaban ordenadas, no realizaban votos, tampoco se sometían a las autoridades eclesiásticas. Podían abandonar la comunidad cuando quisieran, de hecho algunas se casaban o se convertían posteriormente en religiosas.
El papel principal de estas mujeres era ayudar a los más necesitados que proliferaban en las ciudades que se estaban creando y creciendo por toda Europa. En especial recogían a las prostitutas, niñas abandonadas y chicas que se habían quedado embarazadas fuera del matrimonio. Otra de sus labores principales fue la educativa, en un mundo en el que la mayoría de las mujeres no recibían ningún tipo de formación.
4-¿Eran odiadas, o amadas por la sociedad? Su modo de vida no las haría muy queridas entre los hombres de la época…
Lo cierto es que eran muy queridas; algunos gobernantes municipales apoyaron los beaterios porque las beguinas atendían a los más necesitados y recogían a las prostitutas. El grupo era autosuficiente, creando pequeños talleres que fabricaban telas, velas, vestidos, incluso escribían manuscritos y libros.
5-Para situarnos… ¿Cómo era la vida de las mujeres en la Edad Media?
La mujer medieval tenía dos espacios de convivencia. Por un lado estaban las que vivían en castillos, formando una pequeña corte de damas de compañía y miembros de familias nobles. Estas mujeres se dedicaban a la costura y la crianza de los hijos, pero también organizaban el ocio del castillo, como los recitales de poesía, las fiestas o contrataban trovadores. Muchas sabían leer y escribir, ya que dicha práctica era considerada femenina y los hombres no solían practicarla.
En las ciudades que estaban comenzando a florecer por todas partes, muchas mujeres trabajaban fuera del hogar, vendían todo tipo de alimentos y objetos, regentaban tiendas y servían en cantinas. También, un grupo selecto, vivía en los conventos y monasterios, servidas por otras monjas pobres que no podían pagar las altas dotes que pedía la iglesia para convertirse en monja. A pesar de que hubo algunas religiosas y reinas famosas, las mujeres estaban excluidas de la vida pública, eran consideradas como inferiores y en general menos inteligentes que los hombres.
Representación de las Beguinas (Cecile Jay)
6-¿Cómo es posible, entonces, que estas mujeres tomaran este curioso camino?
La Edad Media fue una época más permisiva de lo que creemos. Europa se había fragmentado en minúsculos estados o reinos, en muchos casos sin poder y fuerza real. Las comunicaciones eran muy escasas y los viajes peligrosos, por lo que comunidades enteras podían vivir al margen de ciertas normas, sin que las autoridades eclesiásticas o políticas se enterasen. De hecho, en la Baja Edad Media proliferaron todo tipo de herejías y filosofías, algunas sobrevivieron hasta la Edad Moderna, demostrando la diversidad cultural de la época.
7-La idea de que las mujeres no aportaron nada a la Edad Media es una de las grandes mentiras históricas más extendidas. ¿Podría narrar otras de esta época?, ¿se ha fotografiado mal la Edad Media desde la actualidad?
La Edad Media dio figuras tan relevantes como Juana de Arco, Doña Urraca, Hildelgarda de Bingen o Christine de Pizán. Algunas de ellas fueron grandes reinas, otras rebeldes que gobernaron ejércitos o intelectuales de la misma talla intelectual que los hombres de la época. Por ejemplo, Cristina de Pizán fue la primera en escribir una obra en defensa de las mujeres titulada «La ciudad de las damas» o Hildegarda de Bingen, que era una experta en música, escribió tratados de medicina y asesoró a reyes y papas. Podríamos seguir con la doctora Trotula de Rueggiero, la secretaria de Al-Hakan II, que fue su secretaria en Córdoba o Herrada de Landsberg, que escribió una enciclopedia en la que recopiló el conocimiento de la época.
8-¿Por qué fueron perseguidas las beguinas? Es curioso que, a la par que se cargaba contra ellas, también se hacía otro tanto contra los Templarios…
A principios del siglo XIV tanto las monarquías europeas como el papa querían concentrar más poder. Las órdenes mendicantes cuestionaban su autoridad moral y las ordenes militares controlaban militar y económicamente a muchos reyes. En ese contexto comenzó la persecución a los Templarios, que culminó con la disolución de la orden y la ejecución de sus dirigentes. Guillermo de París, uno de los inquisidores más temidos de la época y confesor de Felipe IV, fue el artífice de la persecución a los templarios, pero también llevó a la hoguera a Margarita Porete, una destacada intelectual beguina. Aliado al papa Clemente V, conspiró para la disolución de las beguinas y de los franciscanos. En el Concilio de Vienne se ordenó la disolución de las beguinas, pero gracias al apoyo de algunos reyes y nobles, las comunidades continuaron en activo hasta principios del siglo XXI.
9-Uno de sus perseguidores fue la Inquisición. ¿Se ha exagerado el papel de la Inquisición en Alemania y los Países Bajos?, ¿ha sucedido lo mismo con la española?
La Inquisición no es un invento español, de hecho surgió en Francia para combatir a los grupos cátaros y albigenses que se estaban extendiendo por toda la cristiandad. El primer inquisidor español se puso por mediación de la Corona de Aragón en 1249. Al principio había dos inquisiciones, la episcopal, que solía reunirse puntualmente y la inquisición pontificia, compuesta en su mayoría por monjes dominicos. La inquisición episcopal no era muy eficaz y por eso el papa Gregorio IX ordenó por la bula Excommunicámus la creación de un organismo permanente y centralizado.
La inquisición desarrolló sus actividades en toda la Cristiandad, pero jamás tuvo el poder que disfrutó en los Reinos de España, ya que su alianza con la monarquía favoreció el control social, político y cultural del Imperio. Lo peor de la Inquisición jamás fue el número de victimas, fue sobre todo el estigma social, el control de la cultura a través del Índice de Libros Prohibidos, la limitación de estudiar fuera de España o de la llegada de estudiantes extranjeros. Cuando bajo el reinado de Felipe II se intentó trasladar el sistema a los territorios de Flandes y los Países Bajos se produjo una gran oposición, ya que en muchos de estos territorios se había consolidado el protestantismo.
10-¿Por qué son importantes las beguinas en su nueva obra?
Quería que «El espejo de las almas» diera a conocer en España a este grupo singular. Hasta aquí llegó su eco, ya que la palabra peyorativa de «beata», viene de la tradición en contra de estas mujeres. Fueron una oportunidad perdida de que las mujeres lograran antes algunos derechos como el acceso a la educación, el trabajo remunerado, la independencia económica, el acceso a la política y la vida profesional. En la novela quiero que el público vea como un grupo de mujeres dinámicas, lograron demostrar que había otra manera de construir el mundo.
11-¿Qué tiene de realidad y qué de ficción su nueva novela?
«El espejo de las almas» es una novela histórica, la trama es ficticia y algunos de sus protagonistas, pero la ambientación, el debate teológico y la situación de las beguinas es real.
12-¿Cómo fue recibir el premio Empik de novela en Polonia este año?
Fue muy emocionante, durante el 2019 fui el escritor extranjero más leído y en febrero de este año viajé con mi familia a Varsovia pare recoger el galardón. En los próximos meses salen novelas mías en inglés, checo, búlgaro, húngaro, holandés, rumano y muchos más. Estoy orgulloso de ser un embajador de la literatura española en el mundo.
13-No detiene máquinas y sigue escribiendo… ¿Qué proyectos tiene en mente?
Siempre estoy con dos proyectos en marcha. Harpercollins publicara en la próxima primavera mi novela «La bibliotecaria de Saint-Malo», una obra sobre la persecución de los nazis de la cultura francesa y la lucha de la Resistencia. También estoy envuelto en la investigación y escritura de una novela situada en la Polonia ocupada y otra sobre el siglo XVI español.
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