Cuando los neocatecumenales os enrostran que su feos cantos kikianos son “cantos bíblicos” (entrelineando que si los criticas, estarías criticando la Biblia), os están mintiendo. De hecho, en el Camino (aunque en la nota 38 de sus Estatutos dice «En el Camino Neocatecumenal se utiliza un himnario de cantos tomados de la Palabra de Dios y de la tradición litúrgica cristiana y hebrea, que van subrayando los contenidos de las diversas etapas y pasos») canta también un canto hinduista, “Carmen 63” (titulado a Carmen Hernández), en el cual no se hace mención de Dios ni –mucho menos– de Nuestro Señor Jesucristo. En compensación, se habla de dinero, deudas y puertas, como en la más típica obsesión neocatecumenal.
El canto lleva el título de Carmen porque esta última le propuso a Kiko una poesía de Rabindranath Tagore (poeta místico y filósofo indio seguidor del movimiento hindú Bhakti donde sus seguidores y poetas/espirituales eran venerados como santos) y Kiko lo musicalizó, ordenando que fuera cantado en sus comunidades.
Rabindranath Tagore
Es un canto de gran impacto emotivo y cuando se anta en comunidad es visto como un canto «muy espiritual» (sic).
En el pasado, Kiko lo usaba como canto para el envío de familias neocatecumenales a la misión “ad gentes”. Ahora es un canto de pre-catecumenado; y es, junto al Pregón Pascual, el Aquedá (“atadura”, referente al sacrificio de Isaac) y el Cántico de Moisés, entre los cantos que los kikos se disputan el “honor” de entonar en sus vigilias pascuales
Este es el poema de Tagore (La cosecha, LXXIV –traducción de Zenobia Camprubí Aymar, esposa de Juan Ramón Jiménez Mantecón–):
«Rotas están mis ligaduras, pagadas mis deudas, abiertas de par en par mis puertas,… ¡Al fin!… ¡Ante mí se abren todos los caminos!
En cambio, arrinconados, ellos siguen con el tejido del pálido lienzo de sus horas. O vuelven a sentarse en el polvo para contar sus monedas. Y me imploran para que no me marche.
Mas, ya está forjada mi espada, yo visto mi armadura, ya está impaciente mi corcel. ¡Y ganaré mi reino!».
Este es el texto hinduista neocatecumenal:
«Están rotas mis ataduras,
pagadas mis deudas,
mis puertas de par en par.
¡Me voy a todas partes!
Ellos, acurrucados en su rincón
siguen tejiendo el pálido lienzo de sus horas
o vuelven a sentarse en el polvo, a contar sus monedas,
y me llaman, y me llaman para que no siga.
Pero ya mi espada está forjada,
Ya tengo puesta mi armadura,
Ya mi caballo se impacienta,
Y yo ganaré mi Reino, y yo ganaré mi Reino.
GANARÉ MI REINO,
GANARÉ MI REINO,
¡ME VOY A TODAS PARTES!».
Como podéis notar, en este canto no hay mención de Dios ni de Nuestro Señor Jesucristo. Y ya debería decir mucho no sólo que Kiko Argüello Wirtz sea un triste copión, sino también el que su título, “Carmen 63”, remite a una película dirigida por Carmine Gallone y protagonizada por Giovanna Ralli, cuya trama versa sobre adulterios y homicidios.
Cartel promocional de “Carmen 63”.
A los que vengan sin más respuesta que el insulto, sepan que con eso solo muestran que la Verdad no vive en ellos. VÉRITAS LIBERÁVIT VOS.
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