Novena dispuesta por un devoto del Santo, e impresa en Murcia por Felipe Teruel entre 1760 y 1780, con Imprimátur del Obispado de Cartagena-Murcia.
MODO DE HACER LA NOVENA.
Puesto de rodillas con devoción y rendimiento delante
de alguna Imagen del Santo, dilate su confianza y espere conseguir de su Divina Majestad la gracia y favor que intenta pedir en
esta Novena, empeñando el patrocinio del Señor San Luis Obispo de
Tolosa: en cuya vida se lee que
le concedió Dios la gracia especial
de hacer continentes y castos a
sus verdaderos devotos, y de parir
felizmente a las mujeres que con
viva fe acuden a su amparo y sombra, y aun de parir hijo varón, si
lo desean, y otros muchos beneficios que ha otorgado el Señor por
la intercesión de este maravilloso
Santo, según consta de su leyenda, y mucho más de la favorecida
experiencia que asiste a sus fieles
devotos y amartelados, que se ven
libres de las tentaciones, especialmente impuras, saliendo de ellas triunfantes, y también engendra
amor al silencio, recogimiento, y
abstinencia de malos coloquios, de
los que huía grandemente este Santo glorioso.
Y para más obligar su poderosa intercesión, procure el que ha
de empeñarlo en esta Novena, comenzarla el día diez de Agosto, para terminarla en la víspera de su Fiesta, que es el día diez y nueve, ayunando a pan y agua solamente: y hecha una confesión
general y verdadera de sus culpas, comulgue dicho día del Santo
y estando así aparejado su ánimo,
dará principio a la Novena en la
forma siguiente.
NOVENA AL GLORIOSO SAN LUIS OBISPO DE TOLOSA
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, prenda de mi alma: Dios y Hombre verdadero, solo por ser Vos quien sois, tan bueno, tan amable, tan afable, por ser Vos mi Dios, mi Redentor, mi Salvador, y mi Señor amantísimo y porque os amo más que a mi vida, más que a mi alma, más que a todas las cosas criadas: Digo que me pesa de todo corazón, con toda mi alma con todas mis fuerzas haberte ofendido. Quisiera que todos los poros de mi cuerpo se convirtieran en fuentes de lágrimas para llorar mis enormes culpas, y que el corazón se me dividiera de pena por haber cometido contra tu bondad un pecado solo, por ser ofensa tuya. Tengo firme propósito, Dios mío, de nunca más ofenderos, aunque perdiera mil vidas, y aunque viviera un millón de años: no más ofenderte Señor, no más pecar. Compadeceos de mí según vuestra gran misericordia: y según la multitud de tus miseraciones, apartad tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades con vuestra preciosísima Sangre, que fue derramada para remisión de los pecados. confío de vuestra infinita piedad, que me daréis gracia, y que por vuestra bondad me llevareis a la gloria, y cantaré vuestras misericordias eternamente. Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Excelentísimo y Gloriosísimo Padre San Luis, cuyo especioso nombre os denota Sol maravilloso que colocó el Altísimo en el Cielo de la Iglesia Militante, para comunicar celestiales luces de las Divinas Escrituras y doctrinas sanas, y engendrar con los ardientes rayos de amor de Dios, que ardía en vuestro nobilísimo pecho, ricos metales y vistosas flores de virtudes en la tierra de los corazones de tus devotos: luz que nació a ser claridad de su origen, siendo este fecundo mineral, oh Oriente de majestuosos y brillantes resplandores: hermoso Pimpollo, que brotó a ser Corona de un Árbol, que es vuestra Genealogía, que no sólo se corona de frutos, sino que da por frutos coronas, añadiéndose a Vos diademas de inmortales glorias sobre las temporales coronas de la tierra: Azucena mística por su pureza cándida, por su santidad flagrante juventud anciana, en quien se admira una primavera, nada flores para la vanidad, todos frutos para la virtud y que en breve tiempo llenó muchos lustros de raras virtudes: majestad humilde, que cubrió con las cenizas del Sayal de nuestro Serafín Padre San Francisco las encendidas brasas de su Real Púrpura: Príncipe en la inteligencia: Infante en la sencillez: Hombre Ángel, que vivió en carne como si fuese todo espíritu: Obispo Serafín, porque de celo y amor Divino fue un incendio. A Vos, Santo mío, que sois vernante Rosa de Divina Caridad, pide y suplica postrado con rendimiento tu humilde devoto Siervo, os dignéis interceder con Dios para que merezca por vuestro valimiento, que se encienda mi voluntad en el Divino amor: A vos, Ínclito Padre mío, que sois Lirio de virginidad, que exhaláis honestísimos olores de pureza, os pido me la alcancéis del Señor, que se alimenta en el huerto de azucenas purísimas; A Vos que sois estrella Refulgentísima y fija del firmamento de la Gloría, os suplico, y ruego me consigáis luz del Cielo, para que acierte con las sendas seguras de la Eterna Bienaventuranza: A Vos, amoroso Padre mío, que sois vaso de santidad, interpone mi devoto afecto, para que me alcancéis de su Majestad me constituya en el dichoso número de sus escogidos. Merezca yo, Patrón, y Abogado mío, ofrezcáis al Señor mis humildes ruegos, y que sean aceptables, y bien oídas mis peticiones, mediante vuestro elevado patrocinio, si han de ser a mayor gloria de Dios, y conformes a su santísimo beneplácito. Amén.
DÍA PRIMERO – 10 DE AGOSTO
En este día contemplarás la heroica humildad de Nuestro Santo Luis, que siendo por su Sangre heredero
de tres Reales Diademas, conviene a saber: de Jerusalén, Sicilia y Hungría: Sobrino de San Luis Rey
de Francia y de Santa Isabel Virgen: Por línea materna Sobrino de
Santa Isabel Viuda y de Santa Salomea Virgen clarísima, y siendo tan
esclarecido en ciencia, hermosura y otros dones naturales, abandonó todas estas grandezas y esmaltes, renunciando el Reino por imitar a
Cristo, por cuyo amor escondió su
ser en las cenizas del Santo Hábito de
nuestro Serafico Padre San Francisco causando y admiración
al mundo este milagro de humildad,
en
la cual se aventajó tanto este Santo Rey, que sobresalía a todos sus Divinos Carismas. Y considerando esto, dirás la Oración siguiente:
Glorioso Protector mío San Luis, que, inspirado del Divino Espíritu, supiste descender del monte eminentísimo de las estimaciones y reales aplausos de la tierra al valle profundo de la humildad y negación de Vos mismo, hecho perfecto imitador del Rey Soberano, que del monte de la Gloria descendió al limo del profundo de nuestra tierra para universal remedio de las gentes: Suplícote, Santo mío, por esta excelencia que te hizo tan elevado en el Reino de Dios y por los demás dones y gracias que recibiste de su infinita liberalidad, me alcancéis del Señor con vuestro poderoso ruego, aparte de mí el amor al mundo y a sus vanidades, y que descendiendo yo al conocimiento de mi nada, solo ame a Dios, que da a sus fieles siervos dulzura, Reino y corona eterna: y juntamente el favor y gracia que os pido en esta Novena, si es agradable al Señor. Amén.
Aquí se pide al Santo con confianza el favor y merced que espera
conseguir, y se termina con la Antífona, Verso y Oración de su Oficio.
GOZOS AL PRODIGIO DE LA GRACIA DE SAN LUIS OBISPO DE TOLOSA
¿Quién es este que entre flores
Es Azucena en su Cuna?
Es Luis, y que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
Es Luis, y que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
De ilustres Reyes nacido,
Con Santos emparentado.
De la hermosura dechado.
De la gracia poseído:
Luz que alumbra en el partido,
Y Cielo de los Menores.
Es Luis, y que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
Es Luis, y que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
José en continencia,
Moisés en la piedad,
David en severidad,
y Salomón en la ciencia:
Juan en la Penitencia,
Y Jacob campo de olores.
Es Luis, y que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
Es Luis, y que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
Como bálsamo oloroso,
Como la Palma encumbrado,
Como la Vid fructuoso,
Como Plátano agraciado,
Como Proteo endiosado.
Con variedad de colores.
Es Luis, y que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
Es Luis, y que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
Es oro entre los metales.
Es un Sol entre los Soles,
Nube de las Celestiales,
Bordada con arreboles;
Fuente de muchos canales,
Y Vino entre los licores.
Es Luis, y que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
Es Luis, y que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
Cual Carbunclo entre las piedras
Preciosas, cual Lirio hermoso,
Y como Nardo oloroso,
Que da divinos Aromas,
Es la Flor de tres coronas,
Y es la Rosa flor de flores.
Es Luis, y que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
Es Luis, y que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
El elegido entre miles.
Aplaudido en los Cantares,
El mejor de los Aquiles,
El huerto de amenidades,
Etna de fogosidades,
Zarza de puros ardores.
Es Luis, y que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
Es Luis, y que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
Esdras que penetró
Las Sagradas Escrituras,
El Iris que serenó
Las conciencias más obscuras,
El Rayo que quebrantó
Diamantinos Corazones.
Es Luis, y que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
Es Luis, y que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
Astro benigno que da
Feliz parto a las mujeres.
Es el maná que se ha
A querer de los quereres;
El que, como claro está.
Libra de todos dolores.
Es Luis, y que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
Es Luis, y que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
Azote de los herejes,
Asilo de pecadores.
El Santo de los favores,
Y que llena todas preces.
El que ha muerto muchas veces
A Venus y sus cultores.
Es Luis, y que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
Vergilias a porfía
Lucen en su Cielo hermoso,
Con todas gracias gracioso,
Que alista su compañía;
Y por eso yo decía,
Que el Santo de los fulgores:
Es Luis, y que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
Su decir, cuando decía,
Si creemos a Mayron,
Era decir una flor.
Que en sus labios se veía,
Y así el mundo conocía.
Que era su decir de flores:
Es Luis, que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
Sobre veinte y cinco muertos
Se leen resucitados,
Los que han ido remediados,
Es un gran cuento de cuentos:
No tienen fin los portentos
Que obran sus intercesiones:
Es Luis, que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
Es todo, y nada de todo
Cuanto nuestro decir puede,
Porque lo que el decir dice
Es menos de lo que debe.
Digo que por suyo quede
El campo de admiraciones
Es Luis, que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
¿Quién es este que entre flores
Es Azucena en su Cuna?
Es Luis, que a Sol y Luna
Admiran sus resplandores.
Antífona: Oh San Luis, vernal rosa de la caridad, lirio de virginidad y estrella brillante, ruega al Señor por nosotros.
℣. Ruega por nosotros ¡Oh Padre San Luis!
℟. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo
ORACIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que imitemos el ejemplo de San Luis, obispo, que antepuso el reino de los cielos al poder temporal y, como él se distinguió en la virtud de la castidad y en el amor a los pobres, así nosotros usemos debidamente de las cosas de este mundo para ganar el Cielo. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO – 11 DE AGOSTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
En este día considerarás la Evangelica Pobreza y gran misericordia
de San Luis, que desde niño se quitaba de la boca la comida para el hambriento, y siendo Obispo, dio su mismo plato para socorrer a un enfermo, y pareciendole virtud tan gustosa
dar lo que tenìa por imitar la ajena
miseria, que había menester toda la
reflexion, para que no le robase el
merito la complacencia. Y cuando la
posibilidad no alcanzaba a dar satisfacción a sus piadosos deseos, libraba sus limosnas en milagros, teniendo a favor de su misericordia el infinito caudal de la Omnipotencia. Contempla a un tan gran Señor hecho
voluntariamente pobre y necesitado a pedir para tener que dar al menesteroso, negociando por este medio
para sí la mortificación, y para el
pobre alivio. Y meditando esto, dirás la Oración siguiente:
Piadoso Padre mío, Señor San Luis, que encendido en llamas de caridad, servías personalmente y de rodillas a los pobres de Cristo, con tanto deleite como si sirvieses al mismo Señor del Cielo, os ruego humildemente, Santo mío, uséis de vuestra piedad y misericordia conmigo, que habiendo disipado la substancia de la Divina gracia por la culpa, me hallo pobre y desvalido: mas ahora reconociendo mis yerros y desaciertos, recurro a vuestro patrocinio interponiendo vuestra intercesión con Dios, para que me reciba a lo menos en el número de sus Jornaleros ya que no soy digno de llamarme hijo suyo, y que me haga participante de las celestiales migajas que caen de la soberana mesa que edificó la eterna Sabiduría: os pido, Padre mío, me alcancéis la pobreza de espíritu y virtud de la misericordia, junto con la gracia que espero conseguir en esta Novena. Amén.
La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA TERCERO – 12 DE AGOSTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
En este día meditarás la rigurosa mortificación y crudas penitencias que hacía San Luis: motivado
del odio que tenía a sí mismo y del
amor que tenía a Dios, tomaba disciplinas de sangre con cadenas de
hierro, ceñía su carne con cilicios de
cordeles anudados, se ejercitaba en
largas vigilias y ayunos de pan
y agua las visperas de Nuestra Señora. La modestia de sus ojos fue singularísima, y cerrándolos a los rostros de las vanidades, amaba grandemente el silencio y soledad, huía,
como dice la Iglesia en su Oficio, los
malos coloquios, que corrompen las
buenas costumbres: y en todo vivió
hecho ejemplar de penitencia. Y en
esta atención, dirás la Oración siguiente·
Amantísimo Padre mío San Luis, por el amor tan excelente que tuviste al Señor, del cual te nacía amar y ejercitar con tanta perfección las virtudes de la mortificación y penitencia, os suplico me alcancéis del Cielo ferviente deseo y eficaz resolución a esas virtudes, para que mortificando mi cuerpo y sujetando las rebeldías de la carne, viva ésta rendida al dulce imperio de la razón y del espíritu: y según sus leyes viva yo retirado del bullicio del mundo, huyendo el plato del mortal veneno de la murmuración y deslices de la lengua. Juntamente os pido me otorguéis la gracia que espero en esta Novena. Amén.
La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA CUARTO – 13 DE AGOSTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
En este día harás memoria de la
insigne castidad y virginal pureza
de San Luis, al qual llama la Iglesia Lirio de Virginidad muy parecido al Lirio de los Valles, entre millares escogido: tan enamorado de la
pureza, que no quiso recibir osculo
de la Reina su madre, diciendo que
aunque era su madre, era mujer;
siendo la castidad de este glorioso
Príncipe tan eficaz, que muchos infestados del vicio de la lascivia, con
solo mirarle al rostro hallaron acusación de su torpeza y enmendaron
sus erradas vidas, que es una muy
singular prerogativa de nuestro
Santo. Y considerando esto, dirás la
Oración siguiente:
Purísimo Padre San Luis, que Basilisco Celestial contra la lujuria matabas a esta infernal bestia con solo mirarla, por tu Divina candidez y pureza, que te hizo vistosísima Azucena de Dios, colocada en los Altares para la admiración, ejemplo y provecho de los hombres, te ruego logre yo, Santo mío, el favor de que pongáis en mí la vista con el deseado feliz efecto de matar al demonio Asmodeo de la impureza, y enfriar los desordenados deseos de la carne rebelde, ángel de Satanás que estimula y acocea, alterando las serenidades de la razón y causa abominables imaginaciones: y asimismo me concedáis la especial gracia que con confianza os pido en esta Novena. Amén.
La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA QUINTO – 14 DE AGOSTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
En este día contemplarás la fervorosa Oración de San Luis, en la cual como en universidad de virtudes las tuvo todas en grado heroico,
decorándolo con ellas el Altísimo en
admirable variedad, como lo dijo el
sobredicho Pontífce: y aun redundaba en el cuerpo la mistica belleza de
su alma pura en tanto grado, que como dice Surîo, relucebat, ut Carbunculus in aureo ornamento; y
Pelbarto asegura, que decían todos
los que le vieron, no haber visto jamas rostro mas venusto y hermoso,
naciendo todo este esplendor, como a
otro Moisés, del continuo trato con
Dios. Y considerando esto, dirás:
Religiosísimo Padre San Luis, que cual Moisés, en comercio con el Señor en el monte de la altísima contemplación, era tu sustento el Divino coloquio, dando tu rostro testimonio de los refulgores que bañaban tu alma; por los consuelos, y favores que de Dios recibiste, te suplico, Abogado mío, merezca yo mediante tu ruego subir al Monte eterno de la Gloria, donde sea testigo de vista de tus admirables transfiguraciones, y mientras durare este destierro, camine tu siervo los estadios de la perfección, subiendo por las cuestas ásperas de la penitencia y por las vías de las virtudes todas; y asimismo la gracia y particular merced que espero conseguir en esta Novena. Amén.
La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA SEXTO – 15 DE AGOSTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
En este día considera el estudio
que con maravillosos progresos tenía
San Luís en la Sagrada Escritura,
mina en que descubrió la mejor erudición, con que enriqueció su entendimiento y alumbró al Pueblo Cristiano; especialmente siendo Obispo
había días que predicaba dos veces,
con tanta admiración de sus oyentes,
que oían a un Oráculo Divino en un
hombre que en pureza y hermosura era como un Ángel. Peleó muchas veces con las armas que tenía
de superiores luces, con Herejes y
Judíos en públicas disputas, y sacó
muchos de la ceguedad de sus errores, en que se descubría ser su ciencia infusa, como lo dijo el Papa
Juan XXII, y ardentísimo el celo
que tenía de la conversión de las Almas. Y considerando esto, dirás:
Celosísimo Padre mío San Luis, que de la rica mina de las Escrituras Sagradas sacabas abundantes caudales de Celestial doctrina con que dotabas tu entendimiento y enriquecías a las Almas Cristianas: os pido, Santo glorioso, por el ardiente Divino celo que ardía en tu pecho, me alcances instrucción a mi rudeza, dándome a entender la saludable sabiduría para provecho de mi alma, y luz de las Almas redimidas: y asimismo la particular gracia y favor que os suplico en esta Novena, si es para gloria de Dios. Amen.
La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA SÉPTIMO – 16 DE AGOSTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
En este día considera que San Lus es uno de los Santos más milagrosos que venera la Iglesia. De los
muertos resuscitados se sabe por auténticos testimonios ser veinte y cinco, número tan crecido de maravilla tan estupenda que se verá en muy
pocos verificada. En milagros de
otros géneros se apura el guarismo. Y luego dirás la Oración siguiente:
Milagrosísimo Padre San Luis, cuyo poder comunicado de obrar portentos y maravillas se descubrió y siempre se manifiesta en los felices efectos que sienten tus devotos: suplícote, Santo mío, que consigas que resucite mi alma de la muerte de la culpa a la verdadera vida de la gracia, en la cual persevere hasta el fin de este destierro, para que os agradezca este beneficio en la eterna Patria: y juntamente alcanzadme el favor que os pido en esta Novena, si es a gloria de Dios nuestro Señor. Amén.
La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA OCTAVO – 17 DE AGOSTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
En este día considera los muchos
que han sido librados por la intercesión de nuestro Santo del último peligro de la vida: Al Delfín de Francia, hijo de Felipe el Hermoso, libró de una pestilente calentura que
padecía en manifiesto peligro de perder la vida. Al Rey de Portugal Don
Dionisio, que viéndose en aprieto de
ser sangriento estrago de un oso ferocísimo, se acordó de los milagros
muchos que hacía San Luis, y acudiendo a su patrocinio, le dijo el
Santo: «Ten valor, saca el puñal y mata a esa fiera», lo cual ejecutó el
Rey, y se vio libre de aquel riesgo. Y considerando esto, dirás:
Poderoso Padre mío San Luis, cuyo favor experimentan tus devotos a quienes sacas de los últimos riesgos de la vida, a tus pies está postrado tu humilde Siervo, constituido en muchos peligros de perder no solo la vida del cuerpo, sino también la del alma, por la fiera invasión del oso infernal del vicio: y pues sois tan favorecedor y poderoso, merezca yo por tu intercesión ser librado del peligro, especialmente de perder la gracia, saliendo triunfante de mis enemigos capitales mundo, demonio y carne, y juntamente la gracia que os pido en esta Novena. Amén.
La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA NOVENO – 18 DE AGOSTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días.
En este día puedes considerar a
San Luis Ramillete de flores, así
por las dotes de naturaleza, nobleza, ingenio, ciencia, afabilidad, benignidad y elocuencia, hermosura, y
otras, como por los Carismas con
que le dotó la gracia, haciéndolo
como dice el Pontífice en la Bula de
su Canonización, «muy conforme al Divino ejemplar Cristo Jesus», dándole ciencia infusa, humildad exímia, caridad ferviente, puridad
constante y todas las otras virtudes,
de manera que como escribe San Antonino de Florencia, «era lleno de
tanta gracia y redundaba así en su
cuerpo, que todos cuantos le veían
se hallaban espiritualmente mudados y convertidos, aun los mismos Infieles»; tan gracioso su decir, que
dice el Doctor Iluminado Mayron,
«parecía que nada una rosa de su sacratísima boca cuando hablaba»; tan Divino su pensar, que en memoria
de haber sido archivo de santos pensamientos, se conserva hasta hoy divinamente incorrupto su celebro; y
aun tanto honra el Cielo a nuestro
Santo, que desde las vísperas de su
Fiesta hasta que se pone el Sol el
día siguiente, ven todos nacer flores
varias de las paredes de su Iglesia,
fragrantes y bellísimas, repitiéndose este tan insigne milagro todos los
años; tan milagroso, que son sin
numero los prodigios que ha obrado
y obra este Santo con sus encomendados; y últimamente anduvo tan
pródiga la gracia con este Divino
Héroe, que con razón podemos decir lo que sin ella se dijo de otro: «Quæ spargúntur in omnes, in te
mixta fluunt, et quæ divíssa beátos effíciunt, collécta tenes» (Que se esparce por todas partes y fluye mezclada hacia ti, y tienes a la vista la congregación que hacen los bienaventurados). Y lo
que decía allá cierto poeta latino:
«Tibi uni quídquid laudátur, assúrgit» (Levántese cualquiera que te alabe), porque hallarás en este Santo
un Breviario y Compendio de los
Celestiales Carismas que reparte la
gracia de Dios a sus escogidos. Y en
esta consideración dirás la Oración
siguiente.
Graciosísimo Padre mío San Luis, cándido y rubicundo elegido entre millares, y el más florido y especioso Lirio del Valle místico de la Religión de Nuestro Padre San Francisco, más resplandeciente que el Sol, y en quien como en Cielo de Dios se hallan juntas las siete Vergilias, comunicando milagrosos destellos de Celestiales luces: os pido, Santo mío, por todas las gracias, favores, prerrogativas y dones que tan vistosamente os adornan y hacen singular entre los amigos de Dios, me concedáis viva yo a tu imitación, hecho verdadero devoto tuyo, y como a tal me miréis, asegurándome en tu poderosísima tutela, defendiéndome de mis enemigos ahora y en la hora de mi muerte: y asimismo, el favor que os tengo pedido en esta Novena, a mayor gloria de Dios Eterno, que vive, y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.
La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
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