BERGOGLIO ENSEÑA APOSTASÍA: «TODAS LAS RELIGIONES SON CAMINOS A DIOS».

Hoy 13 de Septiembre, último día de su gira insulindia, Francisco Bergoglio dijo lo siguiente a los jóvenes presentes en un encuentro interreligioso en el Colegio Universitario Católico de Singapur:

«Una de las cosas que más me ha impresionado de ustedes, los jóvenes, que están aquí, es la capacidad de diálogo interreligioso. Y esto es muy importante, porque si empiezan a discutir —“mi religión es más importante que la tuya”, “La mía es la verdadera, en cambio la tuya no es verdadera”—. ¿Adónde lleva todo esto? ¿A dónde?, que alguien responda ¿a dónde? [alguien responde: “A la destrucción”]. Y así es. Todas las religiones son un camino para llegar a Dios. Y, hago una comparación, son como diferentes lenguas, como distintos idiomas, para llegar allí. Porque Dios es Dios para todos. Y por eso, porque es Dios para todos, todos somos hijos de Dios. “¡Pero mi Dios es más importante que el tuyo!” ¿Eso es cierto? Sólo hay un Dios, y nosotros, nuestras religiones son lenguas, caminos para llegar a Dios. Uno es sijs, otro, musulmán, hindú, cristiano; aunque son caminos diferentes. Understood?».

Incluso Elise Ann Harris Allen, corresponsal de Crux (un medio que tiene en letra grande la palabra OPUS DEI en su marquesina así diga que no) en Roma y actual esposa de su fundador y editor general John L. Allen Jr. (el cual primero se casó con la judía Shannon Levitt), admite que esta es «una línea que puede volver a provocar reacciones en sectores católicos más tradicionales». Pero nosotros decimos que a los de las otras religiones les hace menos atractivo unirse a la religión liderada por Bergoglio, el cual persigue tres elementos como el modernista que es, como lo definiera San Pío X en su encíclica Pascéndi: 

• Agnosticismo teológico (no hay forma racional de conocer la religión verdadera, por ende, no sirve la apologética), 
• Inmanentismo (la religión nace de la experiencia religiosa, por ende, hay tantas experiencias religiosas verdaderas como sujetos o colectividades), y 
• Evolucionismo (como el “Hombre Moderno”™ no cree en una religión verdadera, entonces el dogma cristiano debe evolucionar también).

Los dos primeros elementos son evidentes en el discurso de Bergoglio, mientras que el tercero es el objetivo del discurso.

  

O sea, para Bergoglio, seguidor del culto del Hombre, JESUCRISTO EL SEÑOR ES UN MENTIROSO Y LOS APÓSTOLES, MÁRTIRES Y MISIONEROS SE DESGASTARON EN VANO PREDICANDO EL EVANGELIO Y QUE ES NECESARIO CONVERTIRSE AL CATOLICISMO PARA SER SALVOS. Porque en últimas instancias, Bergoglio le dijo a los 600 jóvenes de 50 instituciones singapurenses, a los 1.114 millones de personas que creen que él es el Papa de la Iglesia Católica sin serlo realmente, y a los muchos más que lo tienen como referente moral: que si todos somos hijos de Dios, y todas las experiencias religiosas son caminos que igualmente conducen a Dios, entonces no es necesario un Salvador fuera del hombre mismo. Si el hombre se salva a sí mismo, entonces todos los hombres son una parte de Dios (Panteísmo). Pero como ello se estrella contra la lógica, necesariamente se concluirá que no hay Dios en todos esos caminos (Ateísmo), porque se excluyen recíprocamente, y como tal nada tienen de divinos, solo errores humanos.

   

En cambio, los verdaderos Católicos se preocupan por seguir a Jesucristo, el único Camino de salvación, en la Iglesia Católica, la única Iglesia fundada por Él, fuera de la cual no hay salvación para nadie así diga morir por Cristo o hacer buenas obras:

• «En verdad, en verdad os digo, que quien no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que sube por otra parte, es un ladrón y salteador. Mas el que entra por la puerta, pastor es de las ovejas. […] En verdad, en verdad os digo, que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que hasta ahora han venido, o entrado por otra parte, son ladrones y salteadores, y así las ovejas no os han escuchado. Yo soy la puerta. El que por mí entrare, se salvará; y entrará, y saldrá sin tropiezo, y hallará pastos» (San Juan X, 1-2, 7b-9).
• «Le respondió Jesús (a Tomás): Yo soy el camino, la verdad, y la vida: Nadie viene al Padre sino por mí» (San Juan XIV, 6).
• [Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo]: «Este Jesús es aquella piedra que vosotros desechasteis al edificar, la cual ha venido a ser la principal piedra del ángulo. Fuera de él no hay que buscar la salvación en ningún otro. Pues no se ha dado a los hombres otro Nombre debajo del cielo, por el cual debamos salvarnos» (Hechos IV, 12).
• «Todo el que quiera salvarse, es preciso ante todo que profese la Fe Católica: pues quien no la observe integra y sin tacha, sin duda alguna perecerá eternamente» (Símbolo de San Atanasio).
• «[La sacrosanta Iglesia Romana] Firmemente cree, profesa y predica que nadie que no esté dentro de la Iglesia Católica, no sólo paganos, sino también judíos o herejes y cismáticos, puede hacerse participe de la vida eterna, sino que irá al fuego eterno que está aparejado para el diablo y sus ángeles [Mt. 25, 41], a no ser que antes de su muerte se uniere con ella; y que es de tanto precio la unidad en el cuerpo de la Iglesia, que sólo a quienes en él permanecen les aprovechan para su salvación los Sacramentos y producen premios eternos los ayunos, limosnas y demás oficios de piedad y ejercicios de la milicia cristiana. Y que nadie, por más limosnas que hiciere, aun cuando derramare su sangre por el nombre de Cristo, puede salvarse, si no permaneciere en el seno y unidad de la Iglesia Católica» (Papa Eugenio IV, en el Concilio de Florencia, Bula Cantáte Dómino, Denz. 1351).

   

Pero se puede sacar una conclusión: como Bergoglio dice que todas las religiones son caminos a Dios, entonces el dinero que le sonsacan a los modernistas con las socaliñas del “Óbolo de San Pedro”, la “Comunicación Cristiana de Bienes”, la “Colecta de la Fraternidad” o la campaña “×Tantos” pueden estos darlo perfectamente a la mezquita, logia masónica o changarro local. O si quieren, gastarlo en drogas, alcohol y acompañantes 😉😉. No hay ningún problema.

  

CODA: Posteriormente, Bergoglio dijo:

«Y si ahora dialogan como jóvenes, dialogarán también como adultos, como ciudadanos, como políticos. Y quisiera decirles algo que la historia nos enseña: que todas las dictaduras que ha habido, lo primero que hacen es cortar el diálogo».

Por su conducta, por cómo trató a los Franciscanos de la Inmaculada, a los Heraldos del Evangelio-Caballeros de la Virgen, al Instituto del Verbo Encarnado, al Seminario diocesano de San Rafael (Argentina), a Rogelio Livieres Plano, a Carlo María Viganò, a los cuatro dubianistas, a Joseph Zen Ze-kiu SDB, a Joseph Strickland, a Enzo Bianchi, al exilio cubano, a los siromalabares de Ernakulam-Angamaly, a los Redentoristas Transalpinos en Christchurch (Nueva Zelanda), a las clarisas de Belorado y las carmelitas descalzas de Arlington (TX), a las víctimas de abuso sexual presbiteral, y un largo et cœ́tera, BERGOGLIO LES PREDICA LA MORAL EN CALZONCILLOS, porque él no dialoga: él impone su propio capricho y voluntad a los demás, así aparente escuchar. Porque él es un dictador, amigo de dictadores.