El presbítero Gergő Péter Bese, de 41 años, párroco de la Anunciación de Nuestra Señora en Dunavecse (archidiócesis de Kalocsa-Kecskemét, Hungría), presuntamente ha asistido a fiestas homosexuales y ha mantenido relaciones íntimas con otros hombres.
El portal Válasz Online obtuvo imágenes de vídeo y mensajes de texto que confirman que tiene parte activa en el vicio.
Para cargar más las tintas, a Bese se le señala de haber nombrado como presidente seglar de la escuela parroquial a Miklós Laub, director del Instituto Metodológico Unificado de Pedagogía Terapéutica, Escuela Primaria, Escuela Profesional y Colegio (EGYMI) “A orillas del Danubio” en Dunavecse, quien ha sido señalado como sospechoso de abuso de menores.
Gergő Péter Bese creció en Máriabesnyő, cerca de la capital. Su padre murió joven, por lo que su madre Gáborné tuvo que criarlos a él y su hermano mayor Gábor entre muchas dificultades. Trabajó como profesor de alemán, antes de hacerse presbítero en 2013.
Figura pública cercana al gobierno húngaro, se le ha llamado el “cura de la casa” del partido Fidesz del primer ministro Víktor Orbán. Bese bendijo el antiguo monasterio carmelita donde se encuentra la oficina de Orbán, la oficina del portal de noticias PestiSrácok.hu y el centro de medios de comunicación Megafon del Fidesz.
Dos organizaciones dirigidas por familiares cercanos a Bese (la Asociación Nacional Alemana de Gödöllő y la Asociación Juvenil de Europa del Este) recibieron al menos 100 millones de forintos (250.000 euros) de financiación estatal.
Bese es un prolífico escritor, incluso para los portales progubernamentales Mandiner.hu y Vasárnap.hu. Criticó duramente el divorcio de la cantante Gabriella “Gaby” Tóth después que esta defendiera la familia, se manifestó abiertamente en contra de la propaganda homosexual y también atacó al presbítero laicizado sodomita András Hodász; y condenó el espectáculo blasfemo de la inauguración de los pasados Juegos Olímpicos de París.
El arzobispón de Kalocsa-Kecskemét, Balázs Bábel, de 73 años, suspendió a Bese el 6 de Septiembre. Válasz Online escribe que Bábel tenía una buena relación con Bese, pero «no sabía nada» de su doble vida y ahora está muy disgustado con él. Por su parte, el nuncio en Hungría Michael Wallace Banach Anisko, aseguró que la Nunciatura tenía conocimiento de las acusaciones, pero que las transmitió inmediatamente a la archidiócesis.
Bese no respondió a las peticiones de comentarios hasta dos días después, cuando lo hizo lamentándose no por su conducta, sino porque esta saliera a la luz. Su cuenta de Facebook ya no es accesible. Las cuentas de Orbán en las redes sociales han borrado contenidos donde aparecía Bese.
El 7 de septiembre, Orbán dijo a los periodistas de Radio Europa Libre (medio financiado y controlado por el gobierno de Estados Unidos) que los asuntos del clero pertenecen a la Iglesia: «Aunque soy calvinista, también confío en el líder de la Iglesia católica para resolver estas situaciones».
El escándalo (que se suma a los casos de abuso por los presbíteros Gábor Rónaszéki –ya laicizado y enfrentándose hasta a 15 años de prisión– y Róbert Hatházi –suspendido provisionalmente y cuyo caso, ocurrido presuntamente cuando estuvo en la carismática Comunidad de las Bienaventuranzas, fue puesto en conocimiento a las autoridades seglares–) ha sido calificado como «mucho peor que el “caso Szájer”». Esto en referencia al exparlamentario húngaro del Partido Popular Europeo József Szájer Kiss, quien en Noviembre de 2020 fue atrapado huyendo por un tubo de desagüe de una orgía homosexual en Bruselas, incumpliendo las corona-restricciones belgas. Szájer (quien había sido acusado por la opositora lesbiana Klára Ungár Hajdú de ser homosexual en 2015) renunció a su escaño.
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