SUPO LO QUE DIJO, Y SUPO LO QUE CALLÓ.
Me refiero a Francisco, quien dijo “el derecho de propiedad es secundario”.
Para que una mentira sea creíble, debe decir algo de verdad.
Si yo digo una mentira, es una injusticia ya que mis palabras no corresponden a mi pensamiento; peor es si busco hacer creer lo que digo, ya que no sólo digo lo erróneo sino que busco inducir a error.
Vamos al grano.
La Teología Moral de la Santa Iglesia siempre ha sido clara respecto al derecho de propiedad (seguirá un artículo más extenso).
Así distingue la Iglesia:
- La intención primera de la creación ha sido confiar todos los bienes creados a Adán y en él a todo el género humano. (Primera, es decir, antes de considerar el pecado original y antes de que Adán lo cometiera).
- La intención segunda de la creación (no secundaria sino segunda) es decir, considerado el pecado original, es que la propiedad sea privada ya que fruto del pecado, de la ambición, la envidia, etc., la gerencia común de los bienes, su cuidado y progreso estaría gravemente comprometido. Nadie defiende nada mejor que lo suyo.
Además, la propiedad privada asegura la tranquilidad familiar al asegurar un futuro y así mantiene la paz social.
En español y en las lenguas romanas, “segunda” y “secundaria” no tienen el mismo sentido, ya que algo secundario connota la noción de “poca importancia”.
La frase de Francisco en una Hispano-américa con brotes socialistas y con algunas sociedades ya socialistas no es más que poner fuego al polvorín, y una reivindicación de personajes que favorecen delictivamente la ocupación de tierras privadas.
La propiedad privada es intangible, intocable, a no ser en casos gravísimos y extraordinarios como ser durante una guerra, un terremoto, etc. No en circunstancias económicas difíciles motivadas en gran manera por las pésimas medidas económicas y malgasto del erario público nacional.
La afirmación de Francisco contradice toda la Doctrina de la Santa Iglesia sobre la propiedad privada, (eso será el contenido de un próximo artículo); sin embargo lo dice como si fuera doctrina.
Mons. ANDRÉS MORELLO PERALTA
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.