Noticia tomada de GLORIA NEWS.
El asediado cardenal de Colonia, Rainer Maria Woelki Ehlert, ha contratado a Carmen Breuckmann-Giertz, de 46 años, como nueva responsable de la Dirección de Estudios para la Formación de Sacerdotes y Diáconos, a partir del 1 de junio.
No está claro cuál será la tarea exacta de Breuckmann-Giertz. Woelki, quien ha sido víctima de una persecución mediática durante meses y ahora está intentando de todo para salvar su pellejo, habló de una contribución “única”. Las mujeres –[no la competencia]– en el liderazgo han sido su “gran preocupación durante mucho tiempo”.
Carmen está casada con Thorsten Giertz, quien es diácono de Colonia. Tienen un hijo. El marido trabaja para el vicario general y es responsable de la asignación de presbíteros. Carmen trabajó eficazmente en el movimiento de los hospicios, centrándose en la paliación de los enfermos terminales. También luchó contra la eutanasia.
En el sitio web de.gloria.tv los usuarios han expresado tres preocupaciones sobre ella. En primer lugar, que el destino de los sacerdotes de Colonia se decida ahora en la casa de la familia Giertz, ya que ambos trabajan en la misma área. En segundo lugar, su presentación en minifalda por el “Meppener Tagespost” (Correo Diario de Meppen), aunque ha alcanzado la edad canónica. Tercero, su respuesta a la pregunta de qué creencias sobre la muerte ha tirado por la borda: “La vieja doctrina de la separación del cuerpo y el alma” (Trauer-Teilen.blog, 25 de septiembre de 2020). Afirmación que para el jesuita modernista Karl Rahner Trescher (Sentido teológico de la muerte, pág. 15) no puede ser la definición específica de la muerte.
Uno se pregunta qué alternativa ha encontrado a esta enseñanza de sentido común.
COMENTARIO: Dos palabras:
- El presbítero conservador Paul Spätling debe estarse arrepintiendo de haber pedido a los fieles de Colonia que rodeen a Woelki, ahora que a las desesperadas busca mantener su puesto en la sede frente a la auditoría que le ordenó el Vaticano para sacarlo por no ser lo suficientemente moderno para el Synodale Weg.
- La vestimenta de la señora Carmen Breuckmann-Giertz es un ejemplo de lo que en Chequia llaman klimakterický diblík (duende menopáusico), esto es, la actitud de querer, después de los 40 años, aparentar ser más joven de lo que es. Fenómeno que, a pesar de su nombre, no es exclusivo en las mujeres, porque entre los hombres se presenta también.
En todo caso, la formación presbiteral de los conciliares, aun sin este expediente, va a sufrir más daño del que ya. Pero como se trata de la Iglesia Conciliar del Vaticano II y su rama alemana, que está próxima a morir, NADA SE PUEDE ESPERAR
No se puede negar que esta guapa la mujer aun a su edad es de buen ver.
ResponderEliminarY así el peligro es mayor.
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