lunes, 28 de diciembre de 2020

NOVENA EN HONOR AL NIÑO JESÚS PERDIDO

Novena dispuesta por Fray Agustín de la Encarnación, de la Orden descalza de la Santísima Trinidad, y publicada en Barcelona por la Librería de Font en 1858, con licencia eclesiástica. Los Gozos son de origen valenciano, sin autor conocido. 
     
NOVENA DEL NIÑO PERDIDO
   
   
Puesto de rodillas, hecha la señal de la Cruz y dicho el Acto de Contrición como se acostumbra, se dice la Oración preparatoria de todos los días que es la que se sigue.
    
Por la señal ✠ de la santa Cruz; de nuestros ✠ enemigos líbranos, Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
    
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y digno de ser amado sobre todas las cosas, me pesa en el alma de haberos ofendido, y propongo firmemente la enmienda, ofreciendo confesarme y apartarme de las ocasiones de ofenderos, y espero me perdonareis por los infinitos méritos de vuestra preciosa Sangre, dándome auxilios para perseverar en gracia hasta la muerte. Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Dulcísimo Jesús, cuyo adorable Nombre endulza los labios, alegra el corazón, vigoriza el espíritu, despierta las potencias y llena el alma de espirituales consolaciones, con toda mi alma te adoro: con todas mis potencias te llamo: con todo mi corazón te invoco, y con toda la eficacia de mis labios te pido que oigas los clamores de esta miserable criatura que tiene penetrado el corazón de dolor, y se postra a tus pies.

Por la profunda reverencia que tengo a tu sacratísima humanidad, y por la vergüenza que me causa el haberte ofendido tantas veces no me atrevo a levantar los ojos para mirar la hermosura de tu divino rostro: pero obligado de mi necesidad, atraído de la dulzura de tu Nombre, y noticioso de que estás perdido por mi amor, vengo a buscarte como la Magdalena, y pues mis lágrimas dan testimonio de mi dolor, y es infinita tu misericordia, compadécete, Señor de mí, y dame gracia para que en los días de esta Novena (que te vengo a hacer) te sepa pedir solo aquello que cede en honra y gloria tuya, exaltación de tu Dulcísimo Nombre, y bien de mi alma. Amén.

Acabada esta oración se rezan cinco Credos, y después se dice la oración correspondiente a cada día como sigue
    
DÍA PRIMERO
EL EXCESIVO AMOR DEL DIVINO NIÑO JESÚS
Jesús amabilísimo, Divino Niño y Dios eterno, que vestido de nuestra carne quisiste nacer en un portal para morir por nosotros en una Cruz, yo el mas vil de tus criaturas, te doy infinitas gracias por tan incomparable beneficio, y obligado de tanto amor quisiera, Niño mío y Dios mío, que yo y todos los hombres no tuvieran otro ejercicio que de amar a quien tanto nos amó. Para que así sea, ¡Jesús mío!, cuanto está de mi parte, desde ahora para siempre pongo en tus Divinas y tiernas manos mi alma con sus potencias, mi cuerpo con sus sentidos, y mi corazón con sus afectos, y te hago dueño hasta del libre albedrío que me diste, para que no teniendo libertad en pensamientos, obras y palabras, ellas y yo seamos cautivos de tu amor a ti, Dios mío, que con el Padre, y el Espíritu Santo, vives y reinas por los siglos. Amén.
    
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Jesús amorosísimo, consuelo de las almas y dulce regalo de los que te invocan con limpieza de corazón, oprimido del imponderable peso de mis culpas, llego a los pies de tu augusto Trono, buscando el remedio de mi alma. Bien sé, Señor, que ingrato te ofendí infinitas veces, y que por lo mismo no soy digno de que uses conmigo de misericordia; pero si confieso mi delito, si conozco mi yerro, y arrepentido te pido perdón, ¿será tal mi desgracia que me levante desconsolado de tus pies? No, Dios mío, que si es propio de mi fragilidad el pecar, más propio es de tu misericordia perdonar a los que contritos se arrepienten. No, Padre clementísimo, que si yo soy el primero que salgo reprobado se burlarán de mí mis enemigos, y blasfemando de ti dirán que son mayores mis culpas que tu misericordia, y pues te dignaste de oír compasivo los suspiros del humilde Publicano, dígnate también de oír los míos. ¡Oye, amado de mi alma! ¡Oye, dulcísimo Jesús mío! Oye los clamores de mi afligido corazón y recoge estas lágrimas en satisfacción de mis culpas, perdóname como a Magdalena, que así lo espero, Creador y Redentor mío: y si juntamente consigo el favor particular que te pido en esta Novena, seré perpetuo pregonero de tus maravillas; publicaré por el mundo tus alabanzas, y constituyéndome esclavo de tu sacratísima Imagen, expondré mi salud, sacrificaré mi vida, y perderé mi honra por amplificar tu devoción y culto, y en cuanto me sea posible haré que todas las criaturas amen, alaben у sirvan a ti, Dulcísimo Jesús mío, que en perfecta unidad con el Padre, y el Espíritu Santo, vives y reinas Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.
  
GOZOS DOLOROSOS DE LA MADRE VIRGEN MARÍA Y SU ESPOSO SAN JOSÉ DE LA PÉRDIDA DE SU SOBERANO HIJO JESÚS SIENDO DE DOCE AÑOS, Y EL GOZO TAN GRANDE QUE TUVIERON AL CABO DE TRES DÍAS QUE LE ENCONTRARON EN EL TEMPLO ENSEÑANDO Y DISPUTANDO CON LOS DOCTORES SABIOS DE LA LEY, Y ÉL LOS CONFUNDIÓ DE SUS FALSOS ERRORES
     
Vos que soléis escuchar
De los hombres el gemido;
Haced que si os he perdido
Os pueda otra vez hallar.
   
Para vencer al pecado
Ya dice años había
Que del seno de María
Al mundo habías pasado:
Sin haberos apartado
Nunca del dichoso par,
Haced que si os he perdido
Os pueda otra vez hallar.
   
Con Vos en tal ocasión
Vuestra Madre y San José
Se encaminaron a pie
Al Templo de Salomón,
Para allí hacer su oración
Muy devota y singular,
Haced que si os he perdido
Os pueda otra vez hallar.
   
Entre la gran multitud
De gente que iban al Templo,
El cual era sin ejemplo
El de mayor magnitud,
Con toda solicitud
Procuróse separar;
Haced que si os he perdido
Os pueda otra vez hallar.
      
Así tres días anduvo
Perdido por la Ciudad,
Y grande incomodidad
De los hombres sufrir tuvo:
Y en las puertas se detuvo
El sustento a mendigar,
Haced que si os he perdido
Os pueda otra vez hallar.
   
Al cabo de los tres días
En el Santo Templo entró,
Y a los Doctores halló
Disputando del Mesías:
Citando las Profecías
Con ciencia particular,
Haced que si os he perdido
Os pueda otra vez hallar.
   
Tomó parte en la contienda
Con humildad y cariño,
Sorprendidos de que un niño
Ya sus discursos entienda,
A cosa tan estupenda
No cesaban de admirar:
Haced que si os he perdido
Os pueda otra vez hallar.
   
A aquellos vanos Doctores
Llenos de la ciencia del mundo,
Con discurrir más profundo
Les hizo ver sus errores:
Y los prodigios mayores
Que Dios tenía de obrar,
Haced que si os he perdido
Os pueda otra vez hallar.
   
Manifestóles concluidas
Las Semanas de Daniel
Y del Pueblo Hebreo fiel
Las esperanzas cumplidas:
Mostrando de su venida
Hasta el tiempo y el lugar,
Haced que si os he perdido
Os pueda otra vez hallar.
   
Cuando así les descubría
Los misterios revelados,
En donde estaban sentados
Entran José y María:
¡Oh, cuánta fue su alegría
De verlo allí disputar!
Haced que si os he perdido
Os pueda otra vez hallar.
   
¿Por qué, le dijo su Madre,
De nosotros has huido?
Tres días con gran gemido
Te buscamos yo y tu padre:
Pero cuando así te cuadre,
Algo se debe ocultar.
Haced que si os he perdido
Os pueda otra vez hallar.
   
Así mostraba sus penas
María a su Hijo amado,
Y aquel cónclave pasmado
Le dio mil enhorabuenas,
De haber tal hijo que apenas
Doce años pudo contar.
Haced que si os he perdido
Os pueda otra vez hallar.
    
¡Ay, y cuántos por pecar
Os echaron en olvido!
¡Ay, cuántos os han perdido
Y no os vuelven a buscar!
      
℣. Oh Jesús, por el misterio de tu pérdida.
. Haz que nunca nos apartemos de tu camino.
     
ORACIÓN
Oh Dios, que quisiste enviarnos a tu Hijo para enseñar a los sabios y confundir sus errores, concédenos te suplicamos, que aprendamos a cumplir tu voluntad por las palabras y ejemplos de Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.
   
Alabado sea el Dulcísimo Nombre de JESUS en los Cielos y en la tierra, por los siglos de los siglos. Amén. (Cinco veces)
   
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
    
DÍA SEGUNDO
Por la señal...
Acto de contrición, Oración para todos los días y los cinco Credos.
   
LA DIVINA PROVIDENCIA DEL NIÑO JESÚS
Dios incomprehensible, cuya adorable providencia es oculta a todo entendimiento criado, yo adoro tus secretos juicios, y persuadido que el haberte querido perder fue para obligarme a que te buscase para enseñarme el cuidado con que debo vivir para no perderme en la confusa Babilonia de este mundo, te agradezco tan singular favor, y te pido por los méritos de tu sacratísima Humanidad, que abras los ojos de mi entendimiento para que conozca y me aparte de los peligros de ofenderte, que es en lo que consiste mi perdición. En tu paternal Providencia confío, y con tu asistencia propongo ejercitarme en las virtudes, borrar los yerros de mi vida pasada y mortificar mis pasiones con el freno de tu santo temor, hasta asegurar con la perseverancia una buena muerte. Amén.
    
Las Oraciones y los Gozos se dirán todos los días.
    
DÍA TERCERO
Por la señal...
Acto de contrición, Oración para todos los días y los cinco Credos.
   
LA DIVINA SABIDURÍA DEL NIÑO JESÚS
ORACIÓN
Sabiduría Eterna, a quien están patentes los secretos mas íntimos del corazón humano, y en cuya presencia son ignorantes los más sabios del mundo, yo confieso Señor mi ignorancia, y te ruego, soberano Maestro, que con la luz de tu Celestial Doctrina destierres las densas tinieblas de mi entendimiento, para que conociendo las falacias del mundo, olvide su vana ciencia, y en tu Divina Escuela aprenda el Jesús de Santísimo Nombre. Imprímelo, Señor, en el bronce de mi corazón, para que enternecido se haga dócil a tus inspiraciones, y por tu Misericordia haz que cada respiración mía sea un Jesús que endulce las amarguras de mi alma, y me abrase en las llamas de tu Divino amor. Amén.
    
Las Oraciones y los Gozos se dirán todos los días.
    
DÍA CUARTO
Por la señal...
Acto de contrición, Oración para todos los días y los cinco Credos.
      
EL DOLOR CON QUE SU SANTÍSIMA MADRE LLORÓ LA PÉRDIDA DE JESÚS
ORACIÓN
Hermosísimo Niño у Dios Eterno, que para acrecentar los méritos de tu Santísima Madre, quisiste que pasase por el dolor de perderte o buscarte perdido: yo, Dios mío, y todo mi bien, adoro los altos juicios de tu Providencia, y compadecido de ver en tanta aflicción a tu Santísima Madre y mi Señora, sigo sus pasos, la acompaño en sus grandes penas y desconsuelos, y con ella vengo a buscarte, ya que por mi desgracia te perdí. Y pues tienes prometido salir al encuentro a quien te busca, y abrir a quien te llama, no te escondes de mí, ¡Niño mío!, pues te busca y te llama el que te perdió como frágil, y como miserable te necesita. Compadécete de mi miseria, y dame tu gracia, para que con ella sepa agradarte y servirte hasta la muerte. Amén.
    
Las Oraciones y los Gozos se dirán todos los días.
    
DÍA QUINTO
Por la señal...
Acto de contrición, Oración para todos los días y los cinco Credos.
   
LA SOLICITUD CON QUE BUSCÓ SU SANTÍSIMA MADRE A JESÚS
ORACIÓN
Jesús amabilísimo, que para enseñarme a cumplir con mis obligaciones me proponéis la inquieta solicitud y desvelo con que te buscó perdido tu Santísima Madre, yo, Dios mío y Señor mío, te estimo tan singular favor, y alentado con tan poderoso ejemplo te suplico no permitas reine en mí el vicio capital de la pereza, y si hasta aquí he sido omiso y negligente en todo lo bueno, de aquí adelante propongo con tu Divina gracia huir la ociosidad, madre de todos los vicios, emplearme en adquirir las virtudes que son mas propias de mi estado, y no perdonar trabajo ni fatiga por agradarte y servirte hasta la muerte. Amén.
    
Las Oraciones y los Gozos se dirán todos los días.
    
DÍA SEXTO
Por la señal...
Acto de contrición, Oración para todos los días y los cinco Credos.
   
EL GOZO CON EL QUE SU SANTÍSIMA MADRE HALLÓ A JESÚS ENTRE LOS DOCTORES
ORACIÓN
Dulcísimo Jesús, consuelo y regalo de las almas puras, que perdido en Jerusalén, quisiste ser hallado entre los Doctores del Templo para consuelo de tu afligida Madre, yo te ruego por sus lágrimas y por el gozo inefable que sintió su bendita alma cuando te vio ocupar la Cátedra de Moisés como verdadero Legislador, que no permitas me pierda yo en el laberinto del mundo, ni me deje arrastrar del bullicioso tropel de mis pasiones, sino que llevando por norte tu Santa Ley, guarde sus Preceptos y siga tus pasos hasta que llegue a verte, donde te goce y alabe eternamente. Amén Jesús.
    
Las Oraciones y los Gozos se dirán todos los días.
    
DÍA SÉPTIMO
Por la señal...
Acto de contrición, Oración para todos los días y los cinco Credos.
   
LA HUMILDAD DEL NIÑO JESÚS
ORACIÓN
Doctor sapientísimo y Niño tierno, en quien el Eterno Padre depositó los inagotables tesoros de su infinita sabiduría; aunque te veo como Niño de escuela preguntando a los Doctores de la Ley, bien conozco, Señor, que tu Doctrina es la confusión de los soberbios y sabios del mundo, y por lo mismo deseoso de aprovecharme de ella, vengo a oír tu Divina palabra, y a suplicarte que me hagas humilde de corazón, para que poniendo los ojos en el polvo de mi vileza, aborrezca las honras, busque para mí los desprecios, y para ti, Jesús mío, todas las alabanzas de que eres digno en los cielos y en la tierra. Amén.
    
Las Oraciones y los Gozos se dirán todos los días.
    
DÍA OCTAVO
Por la señal...
Acto de contrición, Oración para todos los días y los cinco Credos.
   
LA OBEDIENCIA DEL DIVINO NIÑO JESÚS
ORACIÓN
Santísimo Niño, Señor y Criador Omnipotente de cielo y tierra, que por obedecer a Dios Padre, conservando en el cielo el trono de tu Majestad, dejasteis en la tierra la casa, la compañía y halagos de tus dulcísimos Padres, y te acogiste al templo de Jerusalén: yo, Niño mío, adoro tan generosa resolución, y con la mayor ternura de mi alma te suplico, que pues dejé por tu amor hasta mi propia voluntad, apartes de mi corazón todos los afectos de carne y sangre, y pongas en él una obediencia ciega para que negándome a mí mismo, haga en todo tu santísima voluntad y la de mis superiores, para que a imitación tuya sea obediente hasta muerte. Amén.
    
Las Oraciones y los Gozos se dirán todos los días.
    
DÍA NOVENO
Por la señal...
Acto de contrición, Oración para todos los días y los cinco Credos.
   
LA POBREZA DEL DIVINO NIÑO JESÚS
ORACIÓN
Jesús amabilísimo, que teniendo en tus manos todos los tesoros del cielo y de la tierra, quisiste para confundir la profana curiosidad de los mundanos usar una pobre túnica, yo alabo, Jesús mío, tan profunda humildad, y te suplico infundas en mi corazón un espíritu nuevo y un amor entrañable a la santa pobreza, para que contento con lo necesario para cubrir mi desnudez, y lo que permite mi estado, solo procure adornar mi alma con la vestidura nupcial de tu santísima gracia, y con las joyas de las virtudes, que son las que te agradan y me aprovechan. Amén JESÚS.
    
Las Oraciones y los Gozos se dirán todos los días.

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