Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.
Theodore McCarrick, arzobispón que fuera de Washington DC, uno de los criminales más notorios y depravados en el Gran Holocausto Sexual y Malversación conciliar, es el blanco continuado de sus víctimas que quieren respuestas, no un lodazal de galimatías conciliares.
Ellos no tienen confianza en los antipapas encubridores de pedófilos, sino que demandan una investigación independiente, objetiva y externa sobre McCarrick y sus cómplices en la Iglesia Conciliar, no otro encubrimiento.
El cardenal Theodore McCarrick, arzobispón que fuera de Washington DC, uno de los criminales más notorios y depravados en el Gran Holocausto Sexual y Malversación conciliar, pudo escapar del largo brazo de la ley secular por un tecnicismo porque su memoria no es tan aguda como solía ser, pero las víctimas de sus múlptiles delitos sexuales de un cabo al otro de la Costa Este de los Estados Unidos, particularmente niños y jóvenes seminaristas, no se rinden. Ellos no se detienen, y continúan atacando al corrupto antipapa Francisco Bergoglio por respuestas:
- ¿Quién ayudó a McCarrick a ascender en la jerarquía? Aparte de los tres antipapas patrocinadores de pedófilos, el non sancto Juan Pablo II Wojtyła, Benedicto XVI Ratzinger, y Francisco Bergoglio, vale decir. Sabemos que ellos tres lo mantuvieron en el cargo, donde tuvo campo libre para cometer sus delitos sexuales, porque él era un colector de dinero exitoso para el Banco Vaticano de los antipapas corruptos y porque les daba sobornos a los antipapas y la alta jerarquía en Roma.
- ¿A cuáles obispones promovió, y por qué? McCarrick usó su poder mal obtenido para poner a muchos de su corrupta clica en los obispados conciliares. Ellos necesitan ser removidos.
- ¿Quiénes en la jerarquía conciliar sabían de los delitos sexuales pedófilos y fraudes de McCarrick, cuándo lo supieron, y por qué no lo detuvieron? Muy pocos clérigos honestos le escribieron a Wojtyła, Ratzinger y Bergoglio, exponiendo los crímenes de McCarrick, pero estos antipapas corruptos arrojaron esas cartas al cesto de basura. McCarrick era una fuente de dinero sucio demasiado buena como para desecharla sin más [Parte de la información para este Comentario proviene del National Catholic Register].
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