jueves, 25 de noviembre de 2021

HACIA LA ABOLICIÓN CONCILIAR DE LA MISA DE MEDIANOCHE DE NAVIDAD

Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.
   
La misa de medianoche de la Natividad solía atraer a multitudes de los católicos, y era una tradición muy amada.
La Misa de medianoche es la más antigua y tradicional de las misas de Navidad, como quiera que la Natividad se produjo a medianoche.
Así que, por supuesto, la Iglesia Conciliar la odia y ha comenzado a suprimirla en la inventada nueva Misa Latina “Extraordinaria” de 1962, como también está suprimiendo las del Día de los Difuntos y la Semana Santa en la nueva Misa latina de 1962.
   
La Misa de Medianoche de Navidad (In Nocte, Por la noche) es la celebración católica más antigua y tradicional de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, ya que la tradición nos dice que la Natividad en realidad tuvo lugar a la medianoche. Las dos misas del día, In Aurora (Al amanecer) e In Die (En el día), son adiciones posteriores. Ahora la Iglesia Conciliar ha comenzado a suprimir la Misa Tradicional de Medianoche. Ya había dado algunos pasos en esta dirección, primero moviendo su celebración de la medianoche a la noche, viciando por completo el motivo de la práctica tradicional.
    
Ahora Robert Eric Guglielmone, obispón de Charleston, Carolina del Sur, ha comenzado lo que sin duda se convertirá en la supresión mundial de la Misa de Medianoche de la Natividad debido al decreto “Traditiónis Custódes” de Francisco Bergoglio del 16 de julio de 2021, que esencialmente suprime la semi-novusordiana Nueva misa latina “Extraordinaria” de 1962. Guglielmone decretó el 12 de noviembre de 2021, casi la abolición total de este rito. Atacó a los conciliares neoconservadores por «relegar el Novus Ordo a una expresión menor de la oración de la iglesia [Modernista]».
    
   
Guglielmone quiere la plena implementación de las herejías litúrgicas del Anticoncilio Vaticano II (1962-1965), como la introducción de las lenguas vulgares en lo que una vez fue un servicio litúrgico sagrado y la transferencia de los deberes sacerdotales a los hombres y mujeres no ordenados, niños y niñas. Guglielmone ha restringido aún más el uso de la Nueva misa latina de 1962 a casi nada:
  1. Se suprime la Misa de medianoche de la Natividad.
  2. Se suprimen todos los servicios del Día de los Fieles Difuntos, menos uno.
  3. Se suprime la Semana Santa, como en la Rima modernista.
  4. En uno o dos sitios donde se permite temporalmente la Nueva Misa Latina, también debe haber una simulación del totalmente protestante-masónico-pagano Novus Ordo de 1969 el mismo día [Parte de la información para este comentario fue aportada por Life Site News].
   
Católicos tradicionales, el obispón Guglielmone admite que «el encargo del [anti]concilio de la participación “activa” no ha sido completamente aceptada y realizada». Esa es una admisión sorprendente en vista del hecho de que han pasado sesenta años y los cuatro antipapas postconciliares (Montini, Woytyła, Raztinger y Bergoglio) han estado empujando sin piedad las herejías litúrgicas del Anticoncilio en las gargantas de los conciliares desde 1962. Pero el Novus Ordo nunca se ha consolidado, ni siquiera entre los conciliares. Se ha revisado constantemente. Estudios recientes de Pew Research y la propia Universidad conciliar de Georgetown han demostrado que los bautismos conciliares (ahora llamados “iniciaciones”), los matrimonios, los funerales y la asistencia a los servicios se han desplomado en la última década. Eso ha forzado el cierre total de los templos conciliares, en algunos lugares, a más de la mitad de todos.

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