George Leonard Carey Gurney, quien fuera arzobispo anglicano de Canterbury entre 1991 y 2002, presentó su renuncia al ejercicio presbiteral el día de hoy, informó la BBC.
La razón es que supuestamente hizo campaña para que David Tudor, presunto abusador de adolescentes, volviera al presbiterado anglicano.
Tudor fue expulsado por los anglicanos durante cinco años en la década de 1980 por presuntamente agredir a adolescentes.
Tras su reincorporación bajo supervisión en 1993, Tudor fue nombrado vicario de Isla de Canvey, y en 2010 canónigo honorario en la Catedral de Chelmsford por Stephen Cottrell (actual arzobispo de York). No está claro si desde entonces ha vuelto a agredir. Solo fue suspendido en 2019, cuando la policía abrió una nueva investigación sobre él, y el pasado Octubre fue vetado de por vida para el ministerio.
Carey renunció a su “permiso para oficiar” en una carta de renuncia, diciendo que había sido un «fue un honor servir en las diócesis de Londres, Southwell, Durham, Bristol, Bath y Wells, Canterbury y finalmente Oxford» durante más de 60 años.
Hijo de George Thomas Carey y Ruby Catherine Gurney, George Leonard fue instalado presbítero en 1963 por el entonces obispo anglicano de Londres Robert Wright Stopford, y obispo de Bath y Wells el 3 de Diciembre de 1987 por el arzobispo anglicano cantuariense Robert Runcie, a quien sucedió en 1991. A su renuncia en 2002, fue nombrado barón Carey de Clifton, conservando su puesto como par eclesiástico en la Cámara de los Lores, y hasta 2017 sirvió como obispo honorario en Oxford.
En Mayo de 1992, Carey fue recibido en el Vaticano por Juan Pablo II Wojtyła, a quien le obsequió un cáliz.
Justin Portal Welby, quien fuera arzobispo de Canterbury desde 2012, renunció el mes pasado por su manejo de otro caso de abuso sexual.
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