El obispón Georg Bätzing de Limburgo (Alemania), quiere la “instalación” [invalida] diaconal y presbiteral de mujeres, dijo al semanario Welt am Sonntag el 22 de Diciembre.
Su religión: «En cuanto a la cuestión de por qué las mujeres no pueden ser también activas en el ministerio sacramental de sacerdotes y diáconos, creo que las aclaraciones teológicas han avanzado tanto que esto podría ser posible».
Bätzing regresó a Alemania “muy satisfecho” del Ex-Sínodo en Roma: «Volví del Sínodo Mundial muy satisfecho porque en el documento final afirmamos que la cuestión del diaconado de las mujeres está abierta, es decir, no se ha negado. También hay una segunda afirmación del Sínodo Mundial: debe haber apertura a soluciones regionales para muchas cuestiones eclesiásticas. Porque la Iglesia mundial es culturalmente diversa».
Según él, en Alemania, «los argumentos teológicos a favor de admitir a las mujeres en los ministerios sacramentales» ya han sido «recopilados» en el Camino Sinodal: «Esto ha dado lugar a un texto de orientación con el que han estado de acuerdo dos tercios de los obispos de Alemania [que también estuvieron de acuerdo con los “presbíteros” transgénero]. Es una señal importante».
Al día siguiente, el obispón de Tréveris Stephan Ackermann dijo a la Agencia de Prensa Alemana que después del Ex-Sínodo, él confía en que las mujeres serán admitidas al diaconado. El momento «aún no está claro».
Ackermann asume que la decisión ya no se tomará durante el pontificado de Francisco. Pero: «Algunas cosas pueden suceder rápidamente en la iglesia [del Novus Ordo]».
Ackermann ha sido durante mucho tiempo partidario de las mujeres diáconos. El acceso de las mujeres al cargo sería «un refuerzo sacramental y al mismo tiempo oficial de la responsabilidad» que tienen las mujeres en la Iglesia Deuterovaticana.
El obispón Ackermann ve a la Iglesia en un un «gran proceso de agitación» en el que hay nuevos comienzos, pero también «mucha demolición» (en el caso de la misma diócesis de Tréveris, esta se ve en el abandono de edificios de iglesias, la cesión de promotores inmobiliarios a guarderías o, por ejemplo, el cierre de una escuela secundaria en Boppard am Rhein en 2030).
En vista de la actual disminución del número de miembros, Ackermann dijo con miras a las próximas décadas: «La iglesia se hará más pequeña. Y su fortaleza institucional continúa disminuyendo». Sin embargo, «seguirá viva» y seguirá teniendo influencia. «Para ser un influencer hoy en día no es necesario tener un gran aparato detrás», fantaseó.
Ninguno de los dos se da cuenta (o pasa en una perpetua etapa de negación) de que la Iglesia Conciliar la intrascendentea ante los ojos de los mismos alemanes. Una encuesta sobre la reputación de las instituciones religiosas en Alemania publicada ayer lunes por el Instituto Forsa de Investigación Social y Análisis Estadísticos por encargo del grupo de medios Radio Télévision Luxembourg Deutschland, el canal n-tv y la revista “Stern”, mostró que la confianza de los alemanes en la Iglesia Conciliar está en un mísero 11% (aunque es un punto porcentual más que el año anterior, es menos de la mitad del 29% registrado en 2017), y la de su jefe Francisco Bergoglio está en 16% (cinco puntos más que la Iglesia Conciliar que él tiraniza), que se desplomó desde el 60% que tenía en 2016.
Por su parte, la Iglesia Evangélica Luterana alemana marca un mínimo histórico desde 2017 cuando tuvo un 48%: este año registró un 27%. La causa: su mal manejo de los casos de abuso.
La institución que tiene más confianza es el Consejo Central Judío de Alemania, que tuvo un 36%, aunque bajó cinco puntos por las acciones de Israel en la guerra en Gaza. Al contrario, el islam presenta la reputación más baja entre los alemanes, con solo un 6%.
Entre los jóvenes de 18 a 29 años, para quienes es probable que el trasfondo migratorio desempeñe un papel más importante, las cifras son sorprendentes: ahora confían más en el islam (16%) que en Bergoglio (13%) y la Iglesia Conciliar (11%).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.