sábado, 21 de diciembre de 2024

CUANDO PAPÁ NOEL FUE QUEMADO EN LA HOGUERA


A las 15:00h del 23 de Diciembre de 1951, una efigie de Papá Noel (Santa Claus, Viejo Pascuero, Santicló, o como se llame) fue quemada frente a la catedral de San Benigno de Dijón (Francia).
  
Ese domingo, después de la función litúrgica presidida por el sacerdote Jacques Jean Germain Nourissat Bernard († 2014), con el apoyo del obispo Guillaume-Marius Sembel († 1964), un grupo de 250 niños y jóvenes pegó fuego a la efigie de tres metros colgada de la reja de la catedral y le lanzó cáscaras de naranja, con el acuerdo del clero que lo había condenado como usurpador y hereje.
  
   
Nourissat, quien había sido misionero en Canadá, Haití y Tahití, en ese tiempo estaba atendiendo a muchos pobres y vagabundos en la antigua capital del Ducado de Borgoña, y una mañana vio desde la ventana de la rectoría un ballet de Papás Noel vestidos de rojo y blanco encaramados en ocho ciclomotores de los almacenes locales. Según contó años después:
«Eran siete u ocho con la imagen de los grandes almacenes de Dijon. Para nosotros que estábamos al borde del abismo, fue una provocación. Nuestra parroquia era la más pobre de la ciudad. Muchos salieron de la guerra destrozados, debilitados y desorganizados. Las mujeres se prostituían para sobrevivir, los hombres salían de la cárcel… Para ellos, Papá Noel significaba amor libre, un regalo – obviamente, el de la publicidad de los negocios–; eso no está bien».
  
Luego del hecho fue leído el comunicado siguiente:
«Saliendo de una gran función litúrgica realizada el 23 de Diciembre, bajo los órganos, 250 niños se han reunido ante la puerta principal de la catedral. Unidos a todos los hogares cristianos de la parroquia, deseosos de luchar contra la mentira y la fabulación engañosa de Papá Noel, estos niños han admirado a este gran personaje hecho por mano de hombre, colgado de la reja.
  
Luego, en la emoción y la certeza de la verdad se quemó a este Papá Noel.
  
No se trató de una atracción deportiva ni comercial, ¡sino de gritar alto y fuerte que la mentira no puede despertar el sentimiento religioso en el niño y que de ninguna manera es un método de educación para la vida ¡Fue en Navidad que quemamos con una hoguera esta mascarada de carnaval que es Papá Noel, hijo del cerebro humano vaciado de Dios!
   
Que los demás digan y escriban lo que quieran y hagan de Papá Noel el contrapeso del “Père Fouettard” (Papá Látigo) [en Francia, Père Fouettard es el equivalente al Krampus, que castiga a los niños que se portan mal, N. del E.]. Para nosotros los cristianos, la Navidad debe seguir siendo el aniversario del nacimiento del Salvador».
Un portavoz de la (entonces católica) Conferencia Episcopal Francesa apoyó el hecho y comentó en la edición de France-Soir del 24 de diciembre de 1951:
«Papá Noel y el árbol han entrado en las escuelas públicas, aunque son reminiscencias de ceremonias paganas que no tienen nada que ver con el cristianismo, mientras que, en nombre de un laicismo escandaloso, el belén está escrupulosamente prohibida en las mismas escuelas».
La prensa secularista equiparó el hecho con la quema de Santa Juana de Arco en la Plaza del mercado de Dijón, y aplaudió que al día siguiente de su quema en efigie, a iniciativa del alcalde local Félix Adrien Kir Lapide († 1968), sacerdote también como Nourrissat y canónigo honorario de la catedral (además de miembro condecorado de la “Résistance” y epónimo de un lago artificial y un cóctel hecho con vino blanco seco y licor de grosella negra), hizo que un bombero local con una capa blanca caracterizando a Papá Noel bajase en rápel desde la torre del Ayuntamiento (clérigos en componendas con el mundo… menuda novedad), repitiéndose la farsa desde entonces.

En todo caso, a pesar del fracaso aparente, la quema de Papá Noel era un reflejo del rechazo de la americanización que estaba viéndose en Francia durante la posguerra, y es un gesto referente contra la secularización de la Navidad. Lo único es que, a más de 70 años, la lucha contra el invento del caricaturista apóstata germano-estadounidense Thomas Nast Abriss (nació católico en Baviera, pero se hizo episcopaliano en Estados Unidos) popularizado por una marca de gaseosas es liderada por otros sectores variopintos: ecologistas, católicos tradicionales (porque los modernistas cuando menos lo toleran) y los protestantes.

1 comentario:

  1. Vale anotar a favor del canónigo Kir que, siendo diputado de la Asamblea Constituyente y después de la ídem Nacional francesa, no dejó de usar la sotana; y que en una ocasión, a un diputado comunista que le atacó diciéndole que no podía creer en Dios porque no Lo veía, le respondió de esta forma: «¡Mi trasero tú no lo has visto, y sin embargo existe!».

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