sábado, 26 de octubre de 2019

NOVENA EN HONOR A SAN CARLOS BORROMEO

Traducción de la Novena publicada por un devoto del Santo e impresa en Livorno por Carlo Giorgi, impresor archidiocesano, año 1780. El himno fue traducido por el Dr. Frey Pedro María Torrecilla, y los Gozos son de origen valenciano, sin autor ni fecha conocidos.
  
AL DEVOTO LECTOR
Las virtudes y la santidad de San Carlos Borromeo exigen la admiración de las Almas buenas, y deberían ser imitadas por todo hombre. Yo me enorgullezco de haceros algo grato, oh devoto Lector, presentándoos algunas breves Oraciones dedicadas a este Santo, las cuales servir pueden para hacer con algún método su Novena. Mientras este Santo moró entre nosotros, dio a cada uno indudables pruebas de su Amor, y después de su muerte con milagros y gracias innumerables ha socorrido a sus devotos, y a los que lo han escogido como su protector. Él está pronto para interceder a los recurentes alguna gracia del Señor, siempre que sepan merecerla y sepan pedirla. Para pedirla, he aquí un medio oportuno con la recitación devota de esta Novena: para merecerla es necesario que vos tengáis el corazón limpio de todo pecado. Yo os lo deseo de todo corazón, y os auguro felicidad.
  
NOVENA A HONOR Y GLORIA DE SAN CARLOS BORROMEO, ARZOBISPO DE MILÁN

   
Haciéndose la exposición del Santísimo Sacramento, se iniciará con el himno Pange Lingua, y no haciéndose, se principiará como sigue:
  
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
  
℣. Oh Dios, venid en mi ayuda.
℟. Señor, apresuraos a socorrerme.
℣. Gloria sea al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
  
DÍA PRIMERO - 26 DE OCTUBRE
Vuestra Santidad, ¡oh gloriosísimo San Carlos!, fue anunciada al mundo antes de vuestro feliz nacimiento, después que habiendo aparecido sobre vuestra cámara un insólito resplandor a guisa de un rayo de sol, que aclara las tinieblas, fue un manifiesto indicio  de que Vos debíais ser grande en la Iglesia de Dios; y humildemente os pido queráis impetrar del eterno Creador un rayo de su Divina Gracia para esclarecimiento de mi mente, y para poderos imitar en la piedad y en la devoción.
  
Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria.
  
Antífona: He aquí el gran Sacerdote, que agradó a Dios mientras vivió, y fue hallado perfectamente justo, viniendo a ser el instrumento de la reconciliacion en tiempo de la ira del Señor.
  
HIMNO “Iste Conféssor Dómini
Este fiel Confesor, a quien piadoso
El orbe rinde cultos, este día
Mereció, todo lleno de alegría,
Subir al trono excelso más dichoso.
 
Piadoso, humilde, sabio y recatado
Llevó una vida sobria, incensurable,
Mientras fue en este mundo miserable
Su cuerpo del espíritu animado.
  
Por su excelsa virtud frecuentemente
Los miembros, que se postran poseídos
Del mal, ya sus rigores comprimidos,
Consiguen la salud perfectamente.
  
Por tanto nuestro Coro la debida
Alabanza le rinde en dulce canto,
Para que con su ruego pío y santo
Nos ayude hasta el fin de nuestra vida.
  
Demos salud, honor, virtud eterna
Al que en el solio de gloria refulgente,
Siendo Dios Uno y Trino juntamente
El mundo universal rige y gobierna. Amén.
  
GOZOS
  
Para lograr el empleo
De la gloria a que aspiramos,
Hoy vuestro amparo aclamamos,
¡Oh gran Carlos Borromeo!
  
Príncipe os eligió Dios
De su Iglesia, y está claro
Que de ella fuisteis reparo,
Siempre ilustrándola vos,
Y pues tan alto trofeo
Los fieles por vos gozamos.
Hoy vuestro amparo aclamamos,
¡Oh gran Carlos Borromeo!
  
Bien el Concilio de Trento
Lo dice, por vos instado,
Pues haberle celebrado
Dio a toda la Iglesia asiento;
Y pues esta gloria veo
Que por vuestra celebramos.
Hoy vuestro amparo aclamamos,
¡Oh gran Carlos Borromeo!
  
Que fuisteis firme se ve,
Tanto que estribaba en vos
La fe, y así os hizo Dios
La columna de la fe;
Y pues por vos siempre feo
Al hereje lo miramos.
Hoy vuestro amparo aclamamos,
¡Oh gran Carlos Borromeo!
  
Vuestro nacimiento ilustre
Jamás os desvaneció,
Pues solo humilde aspiró
A gozar del Cielo el lustre;
Y como aqueste deseo
Cumplido en vos le notamos.
Hoy vuestro amparo aclamamos,
¡Oh gran Carlos Borromeo!
  
Fueron en vos las grandezas
Mayores para que os sobre,
Amar y estimar al pobre,
Dándole vuestras riquezas:
Y porque en vos siempre creo
Viva caridad miramos.
Hoy vuestro amparo aclamamos,
¡Oh gran Carlos Borromeo!
  
Pío Cuarto vuestro tío
Fue en la tierra vicario de Dios,
Y hubo de Dios mucho en vos,
Pues nunca os faltó lo pío:
Y viendo en vos tal trofeo,
Cuando tan pío os llamamos.
Hoy vuestro amparo aclamamos,
¡Oh gran Carlos Borromeo!
  
Dejáis eterna memoria
De la púrpura y capelo,
Pues otro traje en el Cielo
Gozáis vestido de gloria:
Y porque con tal aseo
Veros todos deseamos.
Hoy vuestro amparo aclamamos,
¡Oh gran Carlos Borromeo!
  
Arzobispo os autoriza
El Pontífice que os ama,
Y si Milán os aclama
Todo el mundo os solemniza;
Y siendo vos su recreo,
Los que a su gloria anhelamos.
Hoy vuestro amparo aclamamos,
¡Oh gran Carlos Borromeo!
  
De toda virtud archivo
Fuisteis docto y penitente,
En milagros eminente,
Y es de Dios retrato al vivo:
Y pues en tan alto empleo
Prodigioso os admiramos.
Hoy vuestro amparo aclamamos,
¡Oh gran Carlos Borromeo!
  
La Iglesia que en vos confía
Su devoción fervorosa,
En vuestro culto obsequiosa
Os consagra este día;
Porque su ardiente deseo
El Cielo admitir veamos.
Hoy vuestro amparo aclamamos,
¡Oh gran Carlos Borromeo!
        
℣. Este es el que despreció su vida en el mundo, y ha venido al reino celestial.
℟. Él intercede por los pecados de todos los pueblos. 
  
ORACIÓN
Señor, guardad vuestra Iglesia con la protección continua de San Carlos, vuestro confesor y pontífice, y que la intercesión de este santo, a quien su solicitud pastoral condujo a la gloria eterna, para siempre nos haga fervorosos en vuestro amor. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Si no está expuesto el Santísmo Sacramento, en vez del Tantum Ergo, se dirán las Letanías de la Santísima Virgen.

En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
  
DÍA SEGUNDO - 27 DE OCTUBRE
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
℣. Oh Dios, venid en mi ayuda.
℟. Señor, apresuraos a socorrerme.
℣. Gloria sea al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
   
Considerada la vanidad y la caducidad de las cosas mundanas, Vos desdeñásteis, ¡oh glorioso San Carlos!, ser un gran príncipe secular: os disteis a mayor austeridad de vida, os consagrasteis todo a Dios tomando el orden Sacerdotal, rechazásteis riquezas, honores, oficios honorabilísimos y prorecciones respetables; ah, os pido, que yo, reflexionando una vez en las quimeras del mundo, conciba un santo aburrimiento, y no piense en otra cosa que en la adquisición de la salvación eterna.

Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria. El himno y los Gozos se dirán todos los días.
      
DÍA TERCERO - 28 DE OCTUBRE
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
℣. Oh Dios, venid en mi ayuda.
℟. Señor, apresuraos a socorrerme.
℣. Gloria sea al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
  
Vuestra caridad hacia el prójimo fue tan grande, ¡oh glorioso San Carlos!, que no sólo las puertas de vuestro palacio estaban siempre abiertas a los pobres y a los peregrinos, a los cuales donábais generosas limosnas, sino que vendisteis incluso la mayor parte de vuestros bienes en beneficio de los miserables, a los cuales sin distinción alguna acogíais con señales de verdadero amor; os suplico me inflaméis de un igual afecto por mis semejantes, a fin que pueda imitaros aquí en la tierra, para poder gozaros en el Cielo.

Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria. El himno y los Gozos se dirán todos los días.
    
DÍA CUARTO - 29 DE OCTUBRE
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
℣. Oh Dios, venid en mi ayuda.
℟. Señor, apresuraos a socorrerme.
℣. Gloria sea al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
   
Cuán abstinente fuisteis, ¡oh mi glorioso San Carlos! Vuestros ayunos eran cotidianos y austeros, vuestras penitencias asiduas y rigurosas. Un áspero y duro cilicio os ceñía siempre las carnes, y las disciplinas lo estragaban. Las tablas desnudas eran vuestro lecho las más veces, y pocas horas bastaban para reposo a vuestro fatigado cuerpo. Haced que yo, enamorado de tan bella virtud, me abstenga  al menos de cometer los pecados, que tanto os desagrada, a Vos, y que tanto ofenden a Dios.

Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria. El himno y los Gozos se dirán todos los días.
   
DÍA QUINTO - 30 DE OCTUBRE
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
℣. Oh Dios, venid en mi ayuda.
℟. Señor, apresuraos a socorrerme.
℣. Gloria sea al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
  
El celoso cuidado con el cual custodiasteis siempre vuestros sentidos, ¡oh glorioso San Carlos!, fue ocasión de una de las más bellas virtudes vuestras, la castidad. Casi desde vuestra niñez supisteis huir las malas compañías, las prácticas escandalosas y las ocasiones de pecado. Vos siempre amasteis la pureza de las costumbres y la ilibatez del corazón; obtenedme que también yo, huyendo los malos ejemplos, ame siempre ser casto y puro a los ojos vuestros y de mi Señor.

Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria. El himno y los Gozos se dirán todos los días.
   
DÍA SEXTO - 31 DE OCTUBRE
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
℣. Oh Dios, venid en mi ayuda.
℟. Señor, apresuraos a socorrerme.
℣. Gloria sea al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
   
Vos, gloriosísimo San Carlos, nacido de una familia conspicua y noble, fuisteis tan humilde, que despreciásteis todas las pompas y todas las galas: Vos quisisteis no solo vestir pobremente, que huisteis siempre de los aplausos, y los elogios a vos debidos. Vos con pies descalzos, con la cuerda al cuello, y con la cruz sobre las espaldas fuisteis muchas veces visto ofreciéndoos al Señor por los demás pecadores; procuradme una semejante humildad de espíritu, a fin de que conociéndome a mí mismo, comience de una vez a vivir cristianamente.

Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria. El himno y los Gozos se dirán todos los días.
   
DÍA SÉPTIMO - 1 DE NOVIEMBRE
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
℣. Oh Dios, venid en mi ayuda.
℟. Señor, apresuraos a socorrerme.
℣. Gloria sea al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
   
La exactitud con la cual cumplisteis siempre a vuestros deberes, es una admirable distinción vuestra, glorioso San Carlos. Vos incesantemente sudasteis por el bien espiritual de las almas a vos confiadas, no os espantaron las fatigas y los males; que también en el tiempo de la horrible peste que devastaba vuestra Milán. no cesasteis nunca de socorrer a los pobres moribundos administrándoles de propia mano los Santos Sacramentos; os suplico me impetréis del Señor una pronta actividad para el cumplimiento de las obligaciones de mi estado.

Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria. El himno y los Gozos se dirán todos los días.
  
DÍA OCTAVO - 2 DE NOVIEMBRE
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
℣. Oh Dios, venid en mi ayuda.
℟. Señor, apresuraos a socorrerme.
℣. Gloria sea al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
   
Vuestra doctrina y vuestro celo, oh gloriosísimo San Carlos, fue un impenetrable escudo contra los impíos profanadores de nuestra santa Religión; y vos siempre con imperturbable constancia y firmeza de ánimo conservasteis intacta y estable la Católica Fe, que siempre predicasteis de escrito y a viva voz, quedando concluido por vuestro medio el Sacro Concilio de Trento, el cual fue tan útil y ventajoso a nuestra creencia: obtenedme una igual constancia y una viva fe, para que nunca me deje seducir por las lisonjas malvadas de los impíos.

Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria. El himno y los Gozos se dirán todos los días.
   
DÍA NOVENO - 3 DE NOVIEMBRE
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
℣. Oh Dios, venid en mi ayuda.
℟. Señor, apresuraos a socorrerme.
℣. Gloria sea al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
   
La muerte no os aterró ni os sorprendió, oh glorioso San Carlos, porque a esta ya estábais preparado, mientras que en ella siempre habíais pensado en el Sacro Monte de Varallo; y luego que vino a truncar el hilo de vuestros preciosos días, Vos con invicta constancia la esperásteis; luego fuisteis a gozar el premio de vuestras virtudes. Ah, impetradme, os ruego, la gracia de vivir bien para poder después morir santamente.

Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria. El himno y los Gozos se dirán todos los días.

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