La Conferencia Episcopal de Austria informó por medio de su agencia de prensa Kathpress el miércoles 12 de Enero que el año pasado, un total de 72.055 personas dejaron formalmente la Iglesia, frente a las 58.727 de 2020 y las 67.794 en 2019. Así, con un porcentaje del 1,6%, el número de personas que dejaron de declararse católicas en el país centroeuropeo pasó de 4,91 millones a 4,83 millones, más de la mitad de la población (Austria tiene alrededor de 9 millones de habitantes).
También indicó el informe que 4.301 personas regresaron a la Iglesia o ingresaron por primera vez en 2021, más que en 2020, cuando 4.068 se unieron o volvieron a unirse. De entre esos 4.301 cabe reseñar que 545 personas hicieron uso de su «derecho a retracto», esto es, que anunciaron ante la autoridad municipal que abandonaban, pero desistieron luego de contactar a personal eclesiástico dentro de los 3 meses siguientes.
Contrario a lo que puede pensarse, las deserciones no han mermado las arcas conciliares austriacas. Las diócesis recibieron 484 millones de euros de la contribución obligatoria a la Iglesia en 2020, en comparación con los 481 millones de euros recibidos en 2019.
Al igual que su vecino del norte Alemania, Austria también tiene el «impuesto eclesiástico» o Kirchenbeitrag (como se le denomina localmente) desde 1939, cuando Hitler abolió el Fondo Religioso creado en 1780 por el Sacro Emperador José II de Habsurgo-Lorena por la disolución de los monasterios. La diferencia es que esta contribución no es de carácter estatal, y consiste en el pago a la diócesis del 1,1% del ingreso bruto anual. El 75% de los ingresos eclesiásticos proviene de este impuesto (bien por el pago normal o las demandas ejecutivas), y el resto proviene de las donaciones.
No solo la Iglesia Católica austriaca cobra la Contribución eclesiástica. Los luteranos y calvinistas desde 1961 perciben de sus fieles el 1% anual, y los veterocatólicos el 1,1% del ingreso anual.
COMENTARIO: Si el año pasado 72.055 austriacos se desafiliaron de la Iglesia austriaca, ¿cuántos más no lo harán este año, luego que esta cerrará sus puertas a los que no aceptan la coronavacuna que el gobierno planea hacer obligatoria a partir del 1 de Febrero (y que incluye cateo policial y multas de 600 euros –que pueden ascender a 3.600€ si el ciudadano apela la sanción y el caso va a juicio– cuatro veces al año a partir del 15 de Marzo).
Igual, esta plata de nada le sirve a una organización que sigue a Alemania en el camino a la tumba, como quiera que la Conferencia Episcopal Austriaca reveló que el número de sacerdotes está disminuyendo (3.548 en 2020 frente a 3698 en 2019), lo mismo que los religiosos (1.708 en 2020 frente a 1.753 en 2019) y religiosas (3.088 en 2020 frente a 3.359 en 2019). Los que sí crecen son los diáconos permanentes (752 2020, frente a 744 en 2019) y los laicos en actividad pastoral, que desde tres años se lleva informando (1.473 en 2021, 1.455 en 2020 y 1.436 en 2019), en su mayoría mujeres. La Iglesia Conciliar Austriaca seguirá decayendo, y las apostasías y servilismo de su primado Christoph von Schönborn von Doblhoff OP al lobby gay, la judería y la coronadictadura no la van a ayudar.
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