Tomado del Tratado dogmático y práctico de las indulgencias, cofradías y jubileo, compuesto por Mons. Dr. Jean Baptiste Bouvier, Obispo de Le Mans (Francia); traducido al español y adicionado con la Bula de la Cruzada por el P. Vicente Solano, párroco de Grustán en la diócesis de Barbastro, publicado en Lérida por la imprenta de don José Sol en 1852. Traducción a partir de la Colección de Oraciones y obras piadosas indulgenciadas, por los licenciados José María y P. Agustín Ferrer, Barcelona, Librería religiosa, 1860.
LATÍN
Si vis patrónum quærére;
Si vis poténtem víndicem,
Quid jam moráris! invóca
Apostolórum Príncipem.
O sancte cœli Clavíger!
Tu nos precándo subléva;
Tu redde nobis pérvia
Aulæ supérnæ límina.
Ut ipse multis pœ́nitens
Culpam rigásti lácrimis,
Sic nostra tolli póscimus
Fletu perénni crímina.
O sancte cœli Clavíger!
Tu nos precándo subléva;
Tu redde nobis pérvia
Aulæ supérnæ límina.
Sicut fuísti ab Ángelo
Tuis solútus vínculis,
Tu nos iníquis éxue
Tot implicátos néxibus.
O sancte cœli Clavíger!
Tu nos precándo subléva;
Tu redde nobis pérvia
Aulæ supérnæ límina.
O firma Petra Ecclésiæ,
Colúmna flecti néscia,
Da robur et constántiam,
Error fidem ne súbruat.
O sancte cœli Clavíger!
Tu nos precándo subléva;
Tu redde nobis pérvia
Aulæ supérnæ límina.
Romam tuo qui sánguine
Olim sacrásti, prótege;
In téque confidéntibus
Præsta salútem sóntibus.
O sancte cœli Clavíger!
Tu nos precándo subléva;
Tu redde nobis pérvia
Aulæ supérnæ límina.
Tu rem tuére públicam
Qui te colunt, fidélium,
Ne læsa sit contágiis,
Ne scissa sit discórdiis.
O sancte cœli Clavíger!
Tu nos precándo subléva;
Tu redde nobis pérvia
Aulæ supérnæ límina.
Quos hostis antíquus dolos
Instrúxit in nos, déstrue;
Truces et iras cómprime,
Ne clade nostra sǽviat.
O sancte cœli Clavíger!
Tu nos precándo subléva;
Tu redde nobis pérvia
Aulæ supérnæ límina.
Contra furéntis ímpetus
In morte vires súffice,
Ut et suprémo víncere
Póssimus in certámine.
O sancte cœli Clavíger!
Tu nos precándo subléva;
Tu redde nobis pérvia
Aulæ supérnæ límina.
Glória Patri Dómino,
Glória Unigénito,
Una cum Sancto Spíritu,
In sempitérna sǽcula. Amen.
O sancte cœli Clavíger!
Tu nos precándo subléva;
Tu redde nobis pérvia
Aulæ supérnæ límina.
Antiphona: Tu es pastor óvium, princeps Apostólorum; tibi tradítæ sunt claves regni cœlórum.
℣. Tu es Petrus.
℟. Et super hanc petram ædificábo Ecclésiam meam.
ORATIO
Apostólicis nos, Dómine, quǽsumus, beáti Petri Apóstoli tui attólle præsídiis, ut quánto fragilióres sumus, tanto ejus intercessióne validióribus auxíliis foveámur; et júgiter apostolica defensione muníti, nec succumbámus vítiis, nec opprimámur advérsis. Per Christum Dóminum nostrum. Amen.
TRADUCCIÓN
Si quieres un patrono
O un vengador potente,
¿Qué te detiene? invoca
De los sacros Apóstoles al Jefe.
¡Oh guardador augusto
De las llaves celestes!
Prepáranos propicio
Del supremo palacio los dinteles.
Tú que el yerro borraste
Con llanto penitente,
Danos que nuestras culpas
Borrar logremos con llorar perenne.
¡Oh guardador augusto
De las llaves celestes!
Prepáranos propicio
Del supremo palacio los dinteles.
Cual viste por el Ángel
Tus cadenas romperse,
Haz que libre del grillo
De tanta iniquidad nuestra alma quede.
¡Oh guardador augusto
De las llaves celestes!
Prepáranos propicio
Del supremo palacio los dinteles.
¡Oh de la Iglesia santa
Base y columna fuerte!
Presta a la fe constancia
Para que triunfe del error aleve.
¡Oh guardador augusto
De las llaves celestes!
Prepáranos propicio
Del supremo palacio los dinteles.
A Roma con tu sangre
Consagrada, concede
Protección y ventura,
Y salva a los que en ti confían fieles.
¡Oh guardador augusto
De las llaves celestes!
Prepáranos propicio
Del supremo palacio los dinteles.
Tu predilecto pueblo
Con tu poder defiende,
No le alcance el contagio,
Ni de la guerra el hálito de muerte.
¡Oh guardador augusto
De las llaves celestes!
Prepáranos propicio
Del supremo palacio los dinteles.
El engaño destruye
Que infiltró antigua hueste,
Comprime sus furores,
Y haz que en nuestra ruina no se cebe.
¡Oh guardador augusto
De las llaves celestes!
Prepáranos propicio
Del supremo palacio los dinteles.
En la postrera lucha
De su ira nos defiende,
Para que vencedores,
Lauro inmortal circunde nuestras sienes.
¡Oh guardador augusto
De las llaves celestes!
Prepáranos propicio
Del supremo palacio los dinteles.
Gloria sea dada al Padre,
Y al Hijo Unigénito,
En unión con el Espíritu Santo,
Por los siglos sempiternos. Amén.
Y al Hijo Unigénito,
En unión con el Espíritu Santo,
Por los siglos sempiternos. Amén.
¡Oh guardador augusto
De las llaves celestes!
Prepáranos propicio
Del supremo palacio los dinteles.
Antífona: Tú eres Pastor de las ovejas y Príncipe de los Apóstoles, a ti te fueron dadas las llaves del reino de los Cielos.
℣. Tú eres Pedro.
℟. Y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.
ORACIÓN
Suplicámoste, Señor, nos levantes por el poder apostólico de tu bienaventurado Apóstol San Pedro; que cuanto más débiles somos en nosotros mismos, más poderosa pueda ser la ayuda con la que seamos fortalecidos por su intercesión; para que así, siempre fortalecidos por la protección de Tu Apóstol, no podamos ceder al pecado, ni ser abrumados por la adversidad. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
℣. Tú eres Pedro.
℟. Y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.
ORACIÓN
Suplicámoste, Señor, nos levantes por el poder apostólico de tu bienaventurado Apóstol San Pedro; que cuanto más débiles somos en nosotros mismos, más poderosa pueda ser la ayuda con la que seamos fortalecidos por su intercesión; para que así, siempre fortalecidos por la protección de Tu Apóstol, no podamos ceder al pecado, ni ser abrumados por la adversidad. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
El Romano Pontífice Pío VI, con rescripto de la Sagrada Congregación de Indulgencias del 19 de Enero de 1782, para aumentar la devoción de los fieles cristianos hacia San Pedro, Príncipe de los Apóstoles, concede 100 días de Indulgencia a los que rezaren devotamente cada día el Responsorio, e Indulgencia plenaria, ya en el día 18 de enero, fiesta de la Cátedra de San Pedro en Roma, ya también en el día 1 de Agosto, fiesta de las Cadenas de San Pedro, con tal que en tales días, verdaderamente arrepentidos, confesados y comulgados, visiten alguna de sus iglesias o altar, y rueguen por las intenciones generales del Sumo Pontífice (propagación y exaltación de la Fe Católica, extirpación de los cismas y herejías, paz y concordia entre los príncipes cristianos, conversión de los pecadores, sufragio de las Benditas Almas y demás piadosos fines de la Santa Iglesia).
Buenos días, ¿tendrán por casualidad el responso de san Pablo en latín con su respectiva traducción? Paz y bien
ResponderEliminarBuenas tardes, Nicolás. Sí, el responso se llama “Pressi malórum póndere”, y está disponible aquí:
Eliminarhttps://wwwmileschristi.blogspot.com/2022/01/responso-pressi-malorum-pondere-en.html