Mons. Daniel L. Dolan, desde 1973 había adherido al sedevacantismo como la única conclusión teológica posible y racional frente a la apostasía desatada en ocasión y por causa del Vaticano II, y desde 1980 se opuso a la infiltración del modernismo en la Tradición, y enunció los siguientes principios que deben distinguir al Movimiento Católico Tradicional:
- El uso exclusivo de la Misa Latina totalmente tradicional de 1950, no la versión corrompida de 1962, diseñada gradualmente por el presbítero lazarista y francmasón Aníbal Bugnini desde 1948 para conducir al inválido rito novusordiano de 1969.
- No mencionar a los antipapas deuterovaticanos en el Te ígitur del Santo Sacrificio de la Misa.
- Rechazar todos los cambios hechos por Bugnini al Calendario Católico Tradicional en las fiestas de Nuestro Señor, la Santísima Virgen María, y de los Santos.
- Rechazar la “instalación” conciliar de presbíteros y obispones bajo el Nuevo Ordinal protestantizado de 1968, bajo el cual no se ordenan o consagran válidamente sacerdotes y obispos en la Iglesia Conciliar.
- Rechazar los tribunales matrimoniales conciliares, que entregaban –y aún más lo hacen actualmente– falsos (inválidos) “divorcios” como caramelos.
Lamento mucho advertir de que en el blog El integrista mejicano, en el que por motivos que desconozco dudan de que Mons. Dolan fuera obispo válido, una serie de perturbados están injuriando gravemente al difunto obispo.
ResponderEliminarSea este artículo a fin de vindicar el legado de Mons. Dolan. Es lamentable ver que en el lado hispanohablante de la Tradición se hagan eco de polémicas superadas en otras latitudes, y les den nueva vida con la bajeza de la injuria y el ataque personal.
EliminarPuedo hacer una consulta en privado?
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