miércoles, 24 de diciembre de 2025

CARTA De Antíquiis Pátribus, SOBRE LA FECHA DE LA NATIVIDAD

Amados hermanos en Jesús, María y José, salud y bendición.

De los padres antiguos hemos tenido testimonio sobre la razón de nuestra Oración y Creencia, y en esta oportunidad hemos de hablar sobre la Navidad.
 
Hay registro de las celebraciones de Navidad el 25 de diciembre por los primeros cristianos:
 
Papa San Telésforo (reinó entre el 125-136): El Liber Pontificális le adjudica que la Misa de Navidad se celebrara en la media noche: «Hic constítuit ut [...] natálem Dómini noctu missas celebraréntur: nam omni témpore, ante horae tértiae cursum nullus praesúmeret missas celebráre, qua hora Dóminus noster ascéndit crucem (Este constituyó [...] que en la natividad del Señor se celebrara la Misa en la noche, porque en todo tiempo, ande presumía celebrar misas antes de la hora Tercia en el Oficio, la hora en que Nuestro Señor subió a la Cruz)»
San Teófilo de Cesarea (115-181 d.C.) «Sicut Dómini Natálem, quocúmque die Kalendárum 8 Januárii (id est, vicésimus quintus Decémbris) venérit, ita et 8 Kalendárum Aprílis (hoc est, vicésimo quinto Mártii), quándo ressuréctio accídit Christi, debémus Pascha celebráre [Así como el Nacimiento de Nuestro Señor debe ser observado cada día que caiga el 8 de las Calendas de Enero (esto es, el 25 de Diciembre, así también debemos celebrar la Pascua el 8 de las Calendas de Abril (esto es, el 25 de Marzo), cuando acaeció la resurrección de Cristo]» (SAN TEÓFILO DE CESAREA, en los Centuriadores de Magdeburgo, centuria 2, cap. VI; Rodolfo Hospiniano, Festa Christianórum, hoc est, De orígine et progréssu rítuum et ceremoniárum ecclesiasticárum).
 
Tertuliano: ¿Cómo pudo Él [Cristo] ser admitido en la sinagoga, alguien tan abruptamente aparecido, tan desconocido, al cual nadie había informado todavía de Su tribu, Su nación, Su familia y, finalmente, Su enumeración en el censo de Augusto, ese fidelísimo testigo de la natividad del Señor, guardado en los archivos de Roma? (TERTULIANO, Contra Marción, libro cuarto, cap. VII). Tertuliano en el capítulo XIX de esta obra afirma que el censo fue en el año 747 de la fundación de Roma –año 7 antes de Cristo–, cuando Cayo Sencio Saturnino era gobernador de Siria (cuando la Escritura y él mismo en Contra los judíos, libro VIII –donde afirma que la Crucifixión ocurrió el 25 de Marzo–, afirman que fue durante el censo de Publio Sulpicio Quirino iniciado en el año 752 –año 2 antes de Cristo–, cuando la Judea fue anexada a la provincia de Siria).
    
Las Constituciones Apostólicas, que fueron redactadas en siríaco hacia la década del 380, pero que recogen tradición anterior, menciona no solo que se debe celebrar la Navidad, sino que la Epifanía es una fiesta totalmente diferente:
"Dies festos observáte, fratres; ac primum quídem diem Dómini Natálem; qui a vobis celebrétur vigésima quínta noni mensis. Post hunc diem, dies Epiphaníæ sit vobis máxime honorábilis, in quo Dóminus nobis divinitátem suam patéfecit; is áutem agátur sexta décimi mensis [Hermanos, observad los días festivos; y en primer lugar la Natividad del Señor que celebraréis el día veinticinco del noveno mes; después de lo cual la Epifanía sea para vosotros la más honrada, en la que el Señor os hizo una exhibición de su propia divinidad, y que tenga lugar el sexto del décimo mes] (Constituciones Apostólicas, libro V, sección 3., cap. XIII. Texto latino tomado de DOM PROSPER GUÉRANGER OSB, Institutions Liturgiques, vol. I, pág. 51, París 1840).
Comenzando el año en Marzo (como se usaba el noveno mes corresponde a Diciembre, y el séptimo es Enero).

San Hipólito (170-240), en su Comentario sobre Daniel, cap. IV, 23:
Porque el primer advenimiento de Nuestro Señor en la carne, cuando nació en Belén, fue el Miércoles 25 de Diciembre en el año 42 del reinado de Augusto, y el 5500 desde Adán. Él padeció en el año 33 el viernes 25 de Marzo, en el año 18 de Tiberio César, durante el consulado de Rufo y Rubelio. Y así es absolutamente necesario que se cumplan los seis mil años, para que el Sábado de descanso pueda venir, el día santo, en que Dios descansó de todas las obras que comenzó a hacer.
En el Cronicón, también menciona que el nacimiento de Nuestro Señor ocurrió cuando el mundo tenía 5500 años y nueve meses de creado (era de consecuencia que asumiera que la Creación ocurrió el 25 de Marzo del 5500 antes de Cristo). Julio Africano en su Cronografía del 220 también llega a una conclusión similar, usando el Calendario Romano antiguo, que tenía el equinoccio de primavera el 25 de Marzo.
   
El historiador bizantino Nicéforo Calixto en la Historia Eclesiástica, libro séptimo, cap. VI (citado en Migne, Patrología Græca 145, cols. 1215-1218) refiere el martirio de los 20.000 cristianos en Nicomedia, a quienes Diocleciano mandó quemar vivos en el año 301:
«Verum enin vero cum natális Christi festus ádesset dies, et multitúdo aetátis omnis, quae Christi nómine censétur, in templo natálem eum celebratúra convénisset, tyránnus velúti opportúmum tempus et lucrósam occasiónem nactus, per quam vesániam et furórem suum adímpleret, misit eo qui templum claudérent, et ignem circúmcirca accénderent. Áderat ibi praeco, qui voce clarióre promulgábat, ut qui vívere vellet, ex templo exíret, et in próxima Jovis ara thura adóleret, álioqui nisi hoc fecísset, una cum domo ipsa conflagratúrus. Tum vero in templo ipsa quídam pro multitúdine ea omni, cum libertáte insígni própalam respóndit, et pulchérrimam illam édidit vocem: Omnes nos Christiáni sumus, unum éumque solum Deum et regem crédimus esse Christum: et ipsi, Pátrique ejus et Spirítui Sancto sacrificáre, átque nos omnes una ófferre fácile paráti sumus. Vix haec ille díxerat, et ignis est accénsus, qui in témporis velúti moménto ecclésiam omnem compléxus, illos omnes círciter vigínti míllium númerum expléntem, in cínerem rédegit [Verdad es que cuando llegó el día de la fiesta del nacimiento de Cristo, y una multitud de todas edades de cuantos alaban el nombre de Cristo se congregó en el templo para celebrar la fiesta de su natividad, el tirano, hallando nacido el tiempo oportuno y la ocasión afortunada para realizar su locura y furor, ordenó que cerraran el templo y encendieran fuego a su alrededor. Estaba allí un pregón, que con alta voz promulgaba que quien quisiera vivir, saliera del templo, y ofreciera incienso en el altar de Júpiter que estaba cerca, pero quien hiciese otra cosa, sería quemado junto con la casa. Entonces, toda la multitud en el templo, con insigne libertad respondió abiertamente, y con pulchérrima voz dijo: “Todos nosotros somos cristianos, y creemos que Cristo es el único Dios y rey, y sacrificamos a Él, a su Padre y al Espíritu Santo, y nosotros estamos dispuestos para ofrecernos fácilmente a él”. Apenas dijeron esto, el fuego fue encendido en ese momento, a saber, contándose en todo el complejo de la iglesia cerca de veinte mil todos ellos, se hicieron cenizas]»

San Liberio (352-366), San Gregorio Nacianceno (m. 389) y San Ambrosio (m. 397) celebraron la Navidad en sus respectivas sedes (San Liberio en Roma, San Gregorio Nacianceno en Constantinopla y San Ambrosio en Milán). Ninguno “escogió una fecha”, sino que todos siguieron la fecha reconocida universalmente por la Iglesia, que era el 25 de Diciembre. Y el Cronógrafo del 354, compilado por el calígrafo y tallador de piedras Furio Dionisio Filócalo, recoge para el 25 de Diciembre (que fue la primera entrada en la Deposítio Mártyrum, la lista de los mártires sepultados en Roma compilada en el 336) lo siguiente: «VIII Kaléndas Januárii: natus Christus in Bétlehem Judeæ (8 de las Calendas de Enero: Cristo nació en Belén de Judea)»; y en sus Fasti consulári (Lista de cónsules, al reseñar el consulado de Cayo César y Lucio Emilio Paulo, hace la siguiente nota:
A. C. Cæsar L. Paulus: Hoc consulátus Dóminus Jesus Christus natus est VIII kaléndas Januárii, die Véneris, luna xv" [Año de Cayo César y Lucio Paulo: En este consulado nació Jesucristo el Señor a 8 de las calendas de Enero, el día viernes, 15. de la luna].
Cayo César y Lucio Emilio Paulo fueron los cónsules del año 1 después de Cristo, y le dieron sus nombres a ese año. Es oportuno indicar que desde el año 153 antes de Cristo, los años consulares comenzaban el 1 de Enero, por lo que 8 de las calendas de Enero del año de César y Paulo significa 25 de Diciembre del año 1 a.C.
    
San Agustín, en el libro cuarto, cap. V de su obra La Trinidad, escribe, explicando sobre el Templo de Jerusalén como símbolo de Nuestro Señor:
«Dijeron los hebreos: Cuarenta y seis años se tardó en edificar este templo (Jn. 2, 20). Cuarenta y seis multiplicado por seis da doscientos setenta y seis; es decir, nueve meses y seis días, tiempo que se computa como si fueran diez meses en el parto de las mujeres, no porque todas lleguen en su preñez al sexto día después de los nueve meses, sino porque la perfección del Señor exigía que se emplearan íntegros los días prescritos, como nos lo enseña la Iglesia por la autoridad de sus mayores. Se cree fue concebido el 25 de marzo. El sepulcro nuevo donde nadie había sido sepultado es como el seno virginal de María, donde, ni antes ni después, ningún mortal había de nacer por seminación de varón. Se cree también que Cristo nació el 25 de diciembre. Luego desde su concepción hasta su nacimiento tenemos doscientos setenta y seis días, número igual a seis repetido cuarenta y seis veces».
Y en el comentario al salmo 132, 11, dice:
«La mayordomía de Dios crecía de día en día en nuestro Señor Jesucristo, lo que se da también a conocer por los días de su nacimiento, pues Juan nació, según la tradición de la Iglesia, el 24 de junio, cuando los días comienzan a menguar, y el Señor nació el 25 de diciembre, cuando los días comienzan ya a crecer».

San Lucas escribe que San Zacarías (a quien le fue anunciado el nacimiento de San Juan Bautista) estaba ejerciendo la función sacerdotal en el templo de Jerusalén; y la Anunciación a la Santísima Virgen fue seis meses después. Ahora bien, San Zacarías era de la clase (otras versiones traducen turno) de Abía, la octava de las 24 clases sacerdotales establecidas para servir en el Templo y mencionadas en Nehemías 12, 17. El padre Joseph Heinrich Friedlieb en su obra establece que a la clase de Abía le tocaba ministrar en la segunda semana del mes de Tishri (del 22 al 29 de Septiembre en el calendario gregoriano), la semana en que caía el día de la Expiación; de resto, matemáticas: San Juan Bautista nació el 24 de Junio, así que su anunciación fue el 23 de Septiembre; ergo, la Encarnación del Señor fue el 25 de Marzo, y su Nacimiento fue el 25 de Diciembre. Ni un día más, ni uno menos. Adviértase además que es en el mes de Tishri, cuando comienza el año civil judío (y fue dedicado el Templo de Jerusalén por el rey Salomón), es cuando se rotan los turnos sacerdotales, no en el mes de Nisán cuando comienza el año litúrgico; y que al ser tan inestable el año judío (alrededor de 51 ½ semanas = 353-355 días; el año intercalar –introducido cada 3 años– consta de 54 semanas y ¾ = 383-385 días), un turno podía servir dos veces al año. Un dato curioso: las dos destrucciones del Templo coincidieron con el turno de Joarib –al que pertenecían Matatías y sus hijos los Macabeos–, que ministraba del 8 al 14 de Ab, recitando el salmo 93, 23: Y por su malicia los hará perecer. Los destruirá el Señor Dios nuestro.)–.
   
Objetarán los testejehovistas que Jesús no pudo nacer en medio del invierno porque dice que los pastores apacentaban en descampado (en este punto cabe notar que la costumbre judía era que las ovejas negras no entraban en el redil, por ser impuras). Es un error garrafal considerar que el clima en el Cercano Oriente es igual al de Europa y otras regiones nórdicas. Judea tiene clima desértico, donde la mayor temperatura promedio es de 57.2 °F / 14 °C y la menor es de 47.1 °F / 8,38 °C, además que en la Escritura se lee que Abrahán, Isaac y Jacob (sin mencionar la mayoría de los israelitas) vivían en tiendas de campaña todo el año (Hebr. 11:9; cf. Gén. 12:8; 13:3, 18; 18:1, 9; Jud. 4:18; Jer. 35:7, 10), y apacentaban sus rebaños al raso (en Génesis 31, 40 leemos que Jacob una vez se le quejó a Labán diciendo que apacentaba sus ovejas aguantando el frío de la noche). Y si no fuera así, ¿por ventura Dios es impotente como para no suspender las leyes de la naturaleza cuando Lo tiene a bien? ¿En qué clase de dios creen entonces?
  
Queda una pregunta: ¿dónde nació el reclamo de que la celebración de la Navidad fue puesta DELIBERADAMENTE en tiempo de festividades paganas? Sorprenderos: ¡De una nota marginal en un manuscrito del comentarista siríaco Dionisio bar Salibi (un obispo siríaco del siglo XII), que afirma que la celebración de la Navidad fue trasladada desde el 6 de Enero al 25 de Diciembre! El resto, lo hicieron los protestantes en los siglos XVI y XVII, los Ilustrados del siglo XVIII y los liberales (protestantes) del siglo XIX, cuando incursionaron en el estudio comparado de las religiones y afirmaron que debido a que los primeros cristianos no sabían cuándo nació Jesús, simplemente asimilaron el festival pagano del solsticio para sus propios propósitos, reclamándolo como el momento del nacimiento del Mesías y celebrándolo en consecuencia. Argumento que se cae por su propio peso, como quiera que para el siglo III y IV, los cristianos tenían mayores preocupaciones que fijar una fecha litúrgica: las persecuciones, las nacientes herejías y los concilios regionales (entre el apostólico Concilio de Jerusalén del año 51 y el Concilio de Nicea del 325, hubo concilios en Hierápolis, Roma, Éfeso, Cartago, Iconio, Bosra de Siria, Elvira de España, Neocesárea, Ancira y Arlés) ya eran bastante tema que lidiar. 
   
Admitamos por un momento la teoría de que los primeros cristianos escogieron poner la Navidad el 25 de Diciembre, después de concluida la Saturnalia (que de creer a Luciano de Samosata, entronca más con el Carnaval o el Purim) o que cayese en el Sol Invicto (que era un culto más del montón entre los romanos, y dicho sea de paso, SU FIESTA NO FUE INSTITUIDA POR AURELIANO CÉSAR EN EL 274, SINO POR JULIÁN APÓSTATA EN EL 365). Podían ponerla junto a cualquier festividad de las distintas religiones paganas del Imperio Romano, y pusiéranla donde la pusieran, ¿no surgiría la misma oposición? («Palo porque sí y palo porque no», como se dice popularmente).

¿QUIÉN INVENTÓ QUE TAMMUZ NACIÓ EN DICIEMBRE? ¿PORQUÉ LE GUSTA MUCHO A LOS  SECTARIOS Y ATEOS?
RESPUESTA
No existe evidencia histórica de que Tammuz (Dumuzi) naciera el 25 de diciembre. Esa idea se difundió principalmente por un tipo anti-catolico llamado Alexander Hislop en su obra  "Las dos Babilonias" «The Two Babylons» (1853), donde vinculó arbitrariamente figuras paganas con tradiciones cristianas.  
AHORA BIEN
¿Cuál es el contexto histórico de Tammuz?
Tammuz/Dumuzi fue un dios mesopotámico de la fertilidad y los pastores, asociado con el ciclo agrícola y las estaciones.  
Su mito central describe su muerte anual y descenso al inframundo, seguido de su retorno, lo que simbolizaba la renovación de la vida en primavera.  
Por tanto no hay registros mesopotámicos que indiquen una fecha de nacimiento especifica, mucho menos el "25 de diciembre."
¿Quién está detrás de esta fuente engañosa?
El papel de Alexander Hislop
Alexander Hislop (1807-1865) fue un ministro protestante escocés conocido por su obra "The Two Babylons" donde este tipo atacó al catolicismo vinculándolo con supuestas raices paganas.  
En este libro, Hislop afirmó que muchas prácticas cristianas (incluido el 25 de diciembre como fecha de Navidad) provenian de cultos paganos como el de Tammuz, Mithra o Nimrod.  Sin embargo, los historiadores modernos consideran sus afirmaciones altamente especulativas y sin base en fuentes primarias. Uno de los que causó la furia de muchos sectarios protestantes fue Ralph Woodrow, al retractarse de su obra "babilonia misterio religioso al notar contradicciones y falta de evidencia en argumentos de Alexander hislop.
 EL MITO DEL 25 DE DICIEMBRE
 La idea de que “muchos dioses nacieron el 25 de diciembre” (incluyendo Tammuz, Horus, Mithra, Krishna, etc.) se popularizó en panfletos y redes sociales, pero carece de respaldo académico.  
Otro ejemplo que tenemos es a Zoroastro
Zoroastro, fundador del zoroastrismo, también ha sido incluido en estas listas, pero no existe evidencia histórica sobre la fecha de su nacimiento, ni siquiera certeza sobre el siglo exacto en que vivió.  
En realidad, el 25 de diciembre fue adoptado por la Iglesia cristiana en el siglo IV como fecha simbólica para el nacimiento de Jesús, probablemente para coincidir con festividades solares como el Sol Invictus en Roma. (U cómo competencia)
La conexión con Tammuz es una construcción tardia, sin evidencia en textos mesopotámicos.  
 Los peligros y riesgos de repetir el mito
Es la confusión histórica: 
La gente lo repite, pero nunca menciona ni usa ninguna fuente sería: se mezclan tradiciones distintas (mesopotámicas, grecorromanas, cristianas) sin rigor.  
Uso apologético sesgado basado en chismes sin evidencia sólo para alentar el odio: 
Hislop buscaba desacreditar al catolicismo, no hacer investigación objetiva.  Y cuándo el chisme es ofensivo más fuerte repiten los que quieren hacerlo verdad aunque no lo sea.
Difusión en redes: 
hoy se repite como “dato curioso” o verdad innegable entre fanáticos anti-catolicos sin verificar fuentes, lo que perpetúa la desinformación.  
  CONCLUSIÓN NO CREA EN LAS SECTAS
Tammuz nunca estuvo asociado con el 25 de diciembre en la tradición mesopotámica.
 Esa idea proviene de las especulaciones de Alexander Hislop y fue amplificada en círculos anticatólicos y en la cultura popular moderna, pero no tiene respaldo histórico.

https://books.google.com.co/books?id=RDlGAAAAcAAJ&pg=PA326&dq=sicut+domini+natalem+quocumque+die+viii&hl=es&sa=X&ved=2ahUKEwi4oNuUl_3tAhUNwlkKHY9zBcgQ6AEwB3oECAcQAg#v=onepage&q=sicut%20domini%20natalem%20quocumque%20die%20viii&f=false
 
   
https://www.ncregister.com/blog/liberato-de-caro-nativity

https://www.traditioninaction.org/religious/e031rp_PaganOrigins.html

https://books.google.com.co/books?id=0QkKj8EzkmkC&pg=PA71&dq=sicut+domini+natalem+quocumque+die+viii&hl=es&sa=X&ved=2ahUKEwi4oNuUl_3tAhUNwlkKHY9zBcgQ6AEwAHoECAAQAg#v=onepage&q=sicut%20domini%20natalem%20quocumque%20die%20viii&f=false
 
http://dec25th.info/Objections%20Answered.html 

https://www.biblicalarchaeology.org/daily/people-cultures-in-the-bible/jesus-historical-jesus/how-december-25-became-christmas/#note03r

https://archive.org/details/didascaliaetcons00funk/page/268/mode/1up?q=Epiphaniam
https://books.google.com.co/books?id=MWSuWs7tZ_IC&pg=RA2-PA827&lpg=RA2-PA827&dq=Enumeratio+festorum+Domini,+quae+oportet+observare&source=bl&ots=ua4DZ3Ujjl&sig=ACfU3U1uyR21kKUhHKTEEHvSeGuMz2ltwg&hl=es-419&sa=X&ved=2ahUKEwjF05Cg3aCDAxU1kmoFHVtwBqgQ6AF6BAgbEAI#v=onepage&q=Enumeratio%20festorum%20Domini%2C%20quae%20oportet%20observare&f=false

D. JORGE RONDÓN SANTOS S. Ch. R.
24 de Diciembre de 2025 (Año Santo de Cristo Rey)
Domingo IV de Adviento Romano (VI del Adviento Ambrosiano e Hispánico). Vigilia de la Natividad de Nuestro Señor.

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