viernes, 27 de mayo de 2022

IGLESIA PRESBITERIANA DE ESCOCIA APROBÓ “MATRIMONIO GAY”

Traducción de la noticia publicada en CHRISTIAN TODAY. Comentario propio.
   
Imagen ilustrativa

La Asamblea General de la Iglesia de Escocia ha aprobado que permitirá por primera vez a los ministros conducir “matrimonios gay” en sus iglesias.
   
Actualmente la sección segunda de la Ley sobre Reconocimiento de Servicios Matrimoniales (Ley I de 1977) declara:
«El matrimonio en la Iglesia de Escocia es solemnizado por un ministro ordenado en una ceremonia religiosa en la que, ante Dios, y en presencia del ministro y al menos dos testigos competentes, las partes se comprometen a tomarse mutuamente como esposo y esposa mientras ambos vivan, y el ministro declara que las partes son esposo y esposa».
Después que la legislación fuera aprobada con 274 votos a favor y 136 en contra, esta será cambiada para remover las palabras “esposo” y “esposa”.
   
Así se leerá la nueva legislación:
«La solemnización del matrimonio en la Iglesia de Escocia la lleva a cabo un ministro ordenado o diácono en una ceremonia religiosa en la que, ante Dios, y en presencia del ministro o diácono y al menos dos testigos competentes, las partes se comprometen a tomarse mutuamente en matrimonio mientras ambos vivan, y el ministro o diácono declara que las partes están casadas».
Un informe a la Asamblea General de 2022 reveló que 29 presbiterios habían dado su respaldo a la legislación.
   
Doce se opusieron, incluyendo dos presbiterios anónimos que votaron contra los cambios sobre la base de «lo que se propone es contrario a la enseñanza de las Escrituras y causaría una mayor división dentro de la Iglesia de Escocia».
   
Según los términos de la propuesta aprobada el lunes, los ministros deberán registrarse para celebrar bodas entre personas del mismo sexo y renovar su licencia cada tres años.
    
Ahora se redactará una nueva liturgia para su uso en las ceremonias de matrimonio entre personas del mismo sexo, y el Comité de Cuestiones Legales preparará una guía para acompañar los cambios a la ley de la Kirk.
    
La legislación establece que ningún ministro puede ser obligado a celebrar una boda entre personas del mismo sexo o participar en los arreglos en contra de su voluntad.
   
Los ministros que deseen realizar una boda entre personas del mismo sexo también deben «tener en cuenta la paz y la unidad y las necesidades pastorales de la congregación y de cualquier parroquia u otra agrupación de la que sea parte».

Durante el debate, los partidarios de la propuesta dijeron que el statu quo estaba causando daño a los cristianos LGBT que no han podido casarse en la iglesia y que la Iglesia estaba «haciendo que la gente no fuera bienvenida».

El reverendo Scott Rennie, que está casado entre personas del mismo sexo, dijo que «no podría ser un ministro de esta Iglesia» sin el amor y el apoyo de su esposo.
   
Otros hablaron de la Iglesia de Escocia caminando juntos «en una diferencia limitada».
  
Varios miembros de la Asamblea General se pronunciaron en contra de la propuesta.
    
El reverendo Phil Gunn, ministro de la iglesia parroquial de Rosskeen en Alness, en Ross y Cromarty, dijo que la legislación «no era bíblica».
   
Al aprobar la propuesta, dijo que la Iglesia de Escocia estaba «afirmando alto y claro que la Biblia, la Palabra de Dios, ya no es nuestra autoridad, que está bien elegir lo que nos gusta; el resto, que está bien reescribir la Escritura para que se vea bien a los ojos de una sociedad que ya piensa que somos hipócritas».
   
Agregó que si bien la Iglesia de Escocia fue llamada a amar a los demás, «eso no significa que debamos ajustarnos a las formas de la sociedad y del mundo».
   
El comisionado Mike Weaver preguntó si la Iglesia de Escocia se estaba moviendo hacia un futuro donde cambiará su doctrina oficial.
    
El reverendo Alistair Cook, ministro de la iglesia de St. Mary’s & Old Parish, en Scottish Borders, dijo que continuaría describiendo el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer durante cualquier ceremonia nupcial que dirija. 
    
«Esta propuesta, nos guste o no, aprueba el matrimonio entre personas del mismo sexo. No importa quién lo esté haciendo en la Iglesia; significa que la Iglesia lo está haciendo, por lo que es una aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo», dijo. 
     
Algunos comisionados expresaron su preocupación sobre la posibilidad de que se inicien acciones civiles contra los ministros que se nieguen a realizar bodas entre personas del mismo sexo en sus iglesias.
   
El reverendo Ben Thorp, ministro de la Iglesia Memorial Sandyford Henderson en Glasgow, dijo: «El tribunal de la opinión pública todavía es muy fuerte en esto y definitivamente existe la posibilidad de que las iglesias que eligen no [realizar bodas entre personas del mismo sexo] aún puedan ser atacadas».
    
Laura Dunlop, Procuradora de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia, dijo que se incorporaron protecciones «suficientes» en la legislación.
   
COMENTARIO: La Iglesia Presbiteriana de Escocia (fundada en 1560 por el judaizante “Apóstol de los asesinatos” John Knox, discípulo de Yohanán Cohen/Juan Calvino –que por sodomita fue infamado con la flor de lis en Noyon–) es la segunda en aprobar el “matrimonio gay” en Escocia, después de la Iglesia Episcopal de Escocia en Junio de 2017, que lo aprobó a pesar de la oposición de la diócesis conservadora de Aberdeen y las Orcadas (a la cual impusieron la homosexualista y matoneadora Anne Catherine Dye, por cuya causa varios clérigos y la congregación de Westhill abandonaron la comunión) y le granjeó la suspensión de la Comunión Anglicana por tres años.
  
Precisamente, el debate entre los presbiterianos sobre el “matrimonio gay” surgió por el caso de Scott Rennie, quien fue designado ministro de la iglesia Queen’s Cross en Aberdeen en 2009. Rennie (quien en el sermón de presentación el año anterior declaró ser homosexual) había sido elegido por una abrumadora mayoría en su congregación, pero un grupo de 12 ministros y presbíteros liderado por Ian Aitken impugnó la elección llevándola a la Asamblea General, siendo el primer caso desde la Disrupcion de 1843, con la cual surgió la “Iglesia Libre Escocesa”. El caso fue evaluado el 23 de Mayo de 2009 (coincidencialmente, la aprobación del “matrimonio gay” fue ese mismo día, trece años después), donde la Asamblea General apoyó el nombramiento.
   
«👏 ¡Felicitaciones a la Iglesia de Escocia, a todos los que hacen campaña por el momento histórico de hoy!
     
🏳️‍🌈❤️ Una abrumadora mayoría en la Asamblea General a favor de permitir que los ministros celebren matrimonios entre personas del mismo sexo»,
la Iglesia Presbiteriana de Escocia está condenada a la extinción. La Iglesia de Escocia ha visto una caída de un tercio de su membresía en la pasada década. El informe de los Administradores declaró: «Entre 2011 y 2021 se ha visto una reducción de un 34 por ciento, sin ninguna indicación en los datos congregacionales de 2021 que esta tendencia se revierta». En los últimos 60 años, los presbiterianos perdieron un millón de los 1,3 millones de miembros que gozó en 1966. Incluso, un modelo presentado por John Hayward prevé que la Kirk desaparecerá a mediados del siglo, y concluye que las iglesias liberales (como es el caso) son las que más rápido decaen, aun con la indiferencia de sus dirigentes que amenazan a las congregaciones discordantes con quitarles sus templos y sus bienes si abandonan la comunión:
«Sospecho que muchas personas en la iglesia no apoyan la redefinición del matrimonio de la iglesia. Pero no tienen el poder para evitar el cambio.
    
Al igual que otras denominaciones más antiguas, la Iglesia de Escocia tiene una desconexión entre sus líderes eclesiásticos y sus miembros. A los primeros no les molesta demasiado el declive de la iglesia. Para ellos, la iglesia tiene que ver con la política y el poder, no con el tamaño y la conversión. Las personas que están en desacuerdo se enfrentan a la elección entre dejar o permanecer en una congregación dominada por tensiones entre personas a favor y en contra del matrimonio del mismo sexo.
    
Esta no es una receta para la recuperación sino para un declive acelerado. El futuro de las denominaciones progresistas es sombrío. A pesar del entusiasmo de los líderes por la nueva ideología, enfrentan división y desánimo en la iglesia y un declive más rápido. El matrimonio homosexual es el suspiro final de las iglesias que se acercan al final de su ciclo de vida. Desesperadamente triste».
  
Y hacia allá van ellos. Y la secta del Vaticano II TAMBIÉN.

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