El presbítero Juan Antonio Rubio Fernández, de 68 años, párroco de Nuestra Señora de la Consolación de Lahiguera (Diócesis de Jaén), presidió el servicio Novus Ordo de “primera comunión” en estado evidente de embriaguez, informó Infovaticana el día de hoy.
El vídeo, publicado en Tiktok (de donde fue borrado luego de hacerse viral) con el título «Cuando te pasas con la sangre de Cristo» e informado a Infovaticana por por un usuario de Twitter, muestra a Rubio Fernández, después de haber bebido el cáliz, decir «Para lo que me queda en el convento, me cago dentro» (frase empleada para justificar cualquier acción perjudicial contra una organización de la que se está por salir), y acto seguido, soltar un eructo que desató la risa de la concurrencia.
No es la primera controversia en que se ha visto el presbítero: En 2014, cuando el sacerdote-presbítero apóstata suizo Joseph “Hans” Küng Gut († 2021) anunció su decisión de pedir la eutanasia con motivo del párkinson y la ceguera que sufría, Rubio expresó que le era fabulosa su decisión.
Juan Antonio Rubio Fernández fue por muchos años periodista en el Diario de Jaén antes de ser “instalado” presbítero, y posteriormente fue director de la revista Vida Nueva (de la Sociedad Marianista) y colaborador en el izquierdista Religión Digital. Además, es autor de una decena de libros como “La viña devastada: De Benedicto XVI al Papa Francisco” o “El fin de la era Rouco: La verdadera historia del cardenal que apostó por la España católica”.
Tal acción debería ameritar una sanción por parte de Sebastián Chico Martínez, el recién posesionado obispón de la sede jienense (hace seis meses y una semana), descrito como alguien con buena formación y recta intención. Pero esto, en la Iglesia del Vaticano II, esto solo provocará si mucho, una amonestación.
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