La Civiltà Cattolica (en adelante LCC) se verá recortada a la mitad a partir de este año 2025: Desde el primer número del año de la edición central italiana, su publicación no será quincenal sino mensual; y solo se publicarán tres volúmenes al año y no cuatro.
Fundada por el sacerdote Carlo María Curci De Ferrante SJ en 1850 a instancias del Papa Pío IX, LCC tenía el objeto de «defender la civilización católica amenazada por los enemigos de la Iglesia», en especial los liberales y masones. Pero a partir del Vaticano II, todo empezó a ir cuesta abajo hasta llegar a su vigésimo director, el presbítero Antonio Spadaro (entre 2011 y 2023). Con él, la revista se alineó cada vez más con los dogmas mundanos y la ideología ultraprogre de Bergoglio.
Desde su fundación, el vínculo entre LCC y el Vaticano era bastante fuerte: todo borrador de la revista era enviado a la Secretaría de Estado del Vaticano, teóricamente para revisión y eventuales cambios.
Ahora, los editores (y su nuevo director, el presbítero portugués Nuno Henrique Sancho da Silva Gonçalves) han de realizar que su deriva tardomodernista fue pegarse un tiro en el pie: la revista es más cara y ya no tiene la «alta divulgación» de la que tanto presumían.
Con todo, no es la primera vez que una publicación seriada jesuita cae en decadencia:
- “Razón y Fe”, publicada desde 1901 por la Pontificia Universidad Comillas y otrora referente del pensamiento católico español, es tan irrelevante como un boletín de kermés parroquial.
- “Orientation”, la revista de los jesuitas suizos, fue cerrada en 2009. Sus alternativas “Choisir” (fundada en 1959 para la Suiza francófona) y “Aufbruch” (fundada en 1989 y publicaba en alemán) desaparecieron en 2022 y 2023 respectivamente.
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