El pasado 10 de Enero, el secretario de Estado vaticano Pietro Parolin Miotti inauguró la iglesia del Bautismo de Jesús en Al-Maghtas (Jordania), a 24 kilómetros al oeste de la capital Amán, y 8 kilómetros al norte del Mar Muerto.
La iglesia se encuentra en inmediaciones al uadi (rambla, valle seco) al-Jarrar (الْجَرَّار, lit. Caída de agua); nombre árabe del sitio Sapsafá/צַפְצָפָ֖ה en el Mosaico de la iglesia de San Jorge de Madaba), en la ribera oriental del Jordán, cerca de la Colina de San Elías, donde la tradición afirma que San Elías Profeta ascendió al cielo en un carro de fuego (4. Reyes II). Fue en este sitio donde San Juan Bautista estuvo predicando el bautismo de penitencia, y donde Jesús fue bautizado el 6 de Enero del año 30.
Detalle del Mosaico de Madaba (el este hacia arriba), donde se leen las frases griegas «ΒΈΘΑΒΑΡΆ ΤΟ ΤΟΎ ΆΓΊΟΥ ΙΩΑΝΝΟΥ ΤΟΎ ΒΑΠΤΊΣΜΑΤΟϹ» (Betabara, donde San Juan estaba bauttizando) y «ΑΊΝΏΝ ΈΝΘΑ ΝΎΝ Ό ΣΑΠΣΑΨΆϹ» (Enón, donde ahora es Sapsafá).El arcediano alemán Teodosio en su crónica de peregrinación De situ Terræ Sanctæ (año 530) refiere la existencia de una iglesia dedicada a San Juan Bautista construida por el emperador Anastasio I Dicoro entre el 491 y el 518. Pero las inundaciones, los terremotos, la invasión del emperador persa Cosroes en el 614 y la conquista islámica de Jerusalén en el 630 obligaron a reconstruirla después del 670 en la otra orilla del Jordán, a 10 kilómetros de Jericó, constituyendo el actual monasterio ortodoxo de San Juan Bautista, conocido localmente como Ciudadela de los Judíos (en árabe Qasr al-Yahud/قَصْر اليَهُود –y al estar bajo jurisdicción de la Administración Civil de Israel, eufemismo para las autoridades de ocupaSión, ni mandado a hacer el nombre–). Hubo después otra construcción ortodoxa en el siglo XIII, pero casi tres siglos después, solo quedaron ruinas.
El sitio, identificado como Betania Transjordana o Betabara (βηθαβαρά, préstamo griego del hebreo בֵּית עֲבָרָה, Lugar del cruce, como lo llamara Orígenes Adamancio, por ser el punto donde, al dividirse las aguas por el Arca de la Alianza, los israelitas dirigidos por el Juez San Josué cruzaron el Jordán para llegar a la Tierra Prometida), fue redescubierto por el arqueólogo fray Michele Piccirillo OFM († 2008) en 2002 después del desminado por iniciativa del príncipe jordano Ghazi bin Muhammad (Consejero Principal del Rey Abdalá II para Asuntos Culturales y Religiosos, Presidente del Consejo de la Autoridad del Lugar del Bautismo, y padrastro del Príncipe de Tírnovo Boris de Sajonia-Coburgo-Gotha y de Ungría, actual pretendiente al trono de Bulgaria) luego de haber estado en la línea de fuego durante la Guerra de los Seis Días (5-10 de Junio de 1967).
El próncipe Ghazi además inauguró la Ruta San Juan Bautista, un itinerario de tres kilómetros desde la Colina de San Elías, pasando por el uadi al-Jarrar, el sitio del Bautismo y las antiguas ermitas, culminando en la iglesia latina (hay también una ortodoxa griega y otra rusa), que fue dada en administración al Instituto del Verbo Encarnado y las Siervas del Señor y de la Virgen de Matarà desde 2015. Todo ello como parte de los preparativos para el Bimilenario del Bautismo de Jesús en el año 2030.
Vale señalar que el terreno había sido donado en 2003 por el rey de Jordania, y el gobierno húngaro aportó casi un millón de euros a través del programa “Hungría ayuda”, un proyecto de apoyo internacional coordinado por la agencia homónima y la Secretaría de Estado para la Ayuda a los Cristianos Perseguidos.
«Este es un mensaje importante del programa Hungría Ayuda. Los cristianos de Oriente Medio y de Tierra Santa no están solos. Es cierto que el Occidente cristiano los ha abandonado. Sin embargo, nuestro mensaje al apoyar la construcción de la Iglesia es que nosotros, los cristianos de Occidente y los cristianos minoritarios aquí en Oriente Medio, los cristianos que afrontamos todo tipo de crisis, los creyentes en Cristo en la cuna del cristianismo, nos mantenemos unidos y asumimos la responsabilidad de los demás»,
declaró su presidente Triztan Azbej.
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