martes, 21 de enero de 2025

SAN MEINRADO DE EINSIEDELN, ERMITAÑO Y MÁRTIR

   
Meinrado nació hacia el año 797 en la familia de los condes de Hohenzollern en Sülichgau, entre Rottemburgo y Tubinga, y fue educado en la escuela de la abadía de Reichenau, una isla en Lago de Constanza, bajo sus parientes, los abades benedictinos Hatto y Erlebaldo. Después de ser ordenado diaconado y sacerdote a la edad de 25 años, ingresó él mismo en el monasterio y fue enviado como maestro a Benken un pequeño monasterio en el lago de Zúrich que formaba parte de Reichenau.

Unos cinco años más tarde, Meinrado se retiró como ermitaño al paso de Etzel en la orilla sur del lago llevándose consigo una estatua de la Virgen María que obraba maravillas que le había dado la abadesa Hildegarda de Zúrich; después de siete años más, buscó aún más soledad y tiempo para la oración y se sumergió en el inaccesible “Bosque Oscuro”. Con el apoyo de una abadesa llamada Heilwiga y algunos hombres piadosos, construyó una celda permanente donde vivió durante 26 años.

El 21 de enero de 861, dos ladrones, a quienes acababa de servir vino y pan, lo mataron. Cuenta la leyenda que dos cuervos criados por Meinrado persiguieron a los asesinos hasta Zúrich, donde fueron reconocidos, condenados y ejecutados.

Meinrado fue enterrado en Reichenau y su corazón fue enterrado en Etzel, lo que habla de su veneración desde el principio. Durante los siguientes ochenta años, la ermita fue ocupada por una sucesión de ermitaños. Uno de ellos, llamado Everardo, anteriormente preboste de Estrasburgo, fundó en el año 934 el monasterio de Einsiedeln cerca de su antigua celda. El 13 de octubre de 1039, sus reliquias fueron trasladadas a Einsiedeln.
  
La veneración de San Meinrado fue sustituida por la de la milagrosa imagen de la Virgen Negra, a la que se realizan peregrinaciones desde el siglo XIV. La reliquia principal de San Meinrado reposa en el altar mayor de la iglesia del monasterio desde 1984.
   
ORACIÓN (Misa propia de la diócesis de Rotemburgo)
Suplicámoste, Señor, nos socorra la intercesión de tu bienaventurado Sacerdote y Mártir San Meinrado, para que fortalecidos por su sufragio que suplicamos, merezcamos conseguir el perdón de nuestros pecados. Por J. C. N. S. Amén

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