Para la archidiócesis de Madrid, Francisco Bergoglio nombró a José Cobo Cano, otrora auxiliar de Carlos Osoro Sierra (que no era muy católico tampoco, y sí autoritario y protector del sacerdote-presbítero Ángel García Rodríguez a. “Padre Ángel” y su narcoiglesia, y del sitio web “Alfa&Omega”) al que con su cara de “gil” y todo (como en la foto que encabeza este artículo), «le hacía la cama» continuamente en sus viajes al Vaticano el año pasado (no obstante haberlo hecho su auxiliar en 2017, a pesar de que la mayoría del “clero” matritense no estaba de acuerdo).
Cobo Cano, de 57 años de edad, es de la minoría homosexualista y anticatólica (la semana pasada, la Archidiócesis de Madrid promocionó un encuentro de padres de hijos homosexuales en la parroquia San Francisco de Asís de Vallecas). De otra parte, no ha producido nada intelectualmente significativo, pero sí tiene un gran perfil en el tema social (era el responsable del departamento de Migraciones de la CEE, y está en desacuerdo con la devolución de ‘Menas’ –Menores Extranjeros No Acompañados– a Marruecos).
Infocatólica informó que en Madrid, los clérigos modernistas se hallaron en pleno Pentecostés como si estuvieran en Viernes Santo cuando se enteraron del nombramiento de Cobo Cano (que se prevé dure 20 años mínimo), y que es parte del plan bergogliano (que muestra estar jugando tiempo extra) de remover los perfiles intelectuales de las diócesis grandes para nombrar otros con más “olor a oveja” (como hizo en Buenos Aires al nombrar a Jorge Ignacio García-Cuerva), aun si para ello deba deshacerse en el camino de sus colaboradores iniciales, como Osoro, Mario Poli o Víctor “Tucho” Fernández Martinelli.
A José Cobo Cano le aguarda entre otros, el caso “Fundaciones”, que su antecesor dejó agrandar, y los desacuerdos con el “clero” local. A los verdaderos católicos, nos importa un bledo: es un laico disfrazado con clériman (aunque nunca lo usa sino en eventos oficiales).
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