jueves, 25 de diciembre de 2025

MENSAJE DE NAVIDAD


Amados hermanos, celebrando este nuevo aniversario del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, es conveniente que recordemos que esta fiesta debe avivar en nosotros el celo por las cosas de Dios, rechazando la corrupción y excesos en que el mundo se indulge y para lo cual desterró el recuerdo de Aquel que vino a visitarlos hace 2025 años.
    
Nosotros, a quienes por la fe y mediante el Bautismo nos ha sido dado el ser hijos de Dios, debemos proceder siempre en fidelidad con lo profesado y crecer en el amor a la Verdad, siempre las cosas del Cielo, donde Cristo, nuestra Luz, está sentado a la diestra de Dios y sabrá recompensar nuestro esfuerzo. A Él sea la gloria y alabanza ahora y por toda la eternidad.
  
¡SANTA NAVIDAD PARA TODOS VOSOTROS, AMADOS HERMANOS!
   
En unión de oraciones,
   
D. JORGE RONDÓN SANTOS S. Ch. R.
25 de Diciembre de 2025 (Año Santo de Cristo Rey)
Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, y fiesta de Santa Anastasia Virgen y Mártir. Bautismo de Clodoveo rey de los Francos por San Remigio, y Coronación de Carlomagno como Sacro Emperador Romano. Primera representación del Nacimiento del Señor en Reggio.

miércoles, 24 de diciembre de 2025

PATRIMONIO INGLÉS SE RETRACTA DE PROPAGAR FALSEDAD SOBRE LA NAVIDAD

Noticia tomada de THE CHRISTIAN INSTITUTE. Traducción tomada de INFOCATÓLICA.
  
Placa votiva al Sol por el emperador y la Guardia Ecuestre, dedicada por Marco Ulpio Crésimo, sacerdote de Júpiter Doliqueno (c. 150-200. Roma, Museo de las Termas de Diocleciano).
   
English Heritage (Herencia inglesa) fue criticada por promover la teoría ampliamente desacreditada de que la Navidad se celebra en la fecha de una festividad pagana apropiada por el cristianismo.

English Heritage es una organización benéfica británica que gestiona y conserva más de 400 monumentos, edificios y lugares históricos en Inglaterra, como Stonehenge, el castillo de Dover o partes del muro de Adriano. Su objetivo es mantener estos sitios, abrirlos al público y «dar vida» a la historia de Inglaterra a millones de visitantes cada año.
   
Reconocer los errores les honra, el público español ha de soportar los refritos del diario El País y otra prensa anticristiana que año tras año reinciden en el error.
  
LA POLÉMICA PUBLICACIÓN EN REDES SOCIALES
La organización patrimonial publicó en X que la Navidad se celebra en la fecha del festival de un dios solar romano, pero retiró rápidamente la publicación tras recibir críticas de historiadores. La historia llegó a los principales diarios del país como The Telegraph.
   

Un portavoz explicó posteriormente: «Nos dimos cuenta rápidamente de que nos habíamos equivocado y eliminamos las publicaciones».
  
REACCIONES DE EXPERTOS
Críticas contundentes
El investigador histórico Chris McBride comentó sobre la publicación: «Sois uno de los organismos históricos más importantes y prestigiosos del país. Guardianes del conocimiento histórico. ¿Cómo es posible que aún no sepáis que esto es una completa tontería? Esto no tiene nada que ver con por qué la Navidad se celebra el 25 de diciembre».
  
El teólogo y canónigo anglicano Andrew Paul Davison añadió: «No tengo problema con que el cristianismo adapte ideas paganas –pasando de las sombras de las cosas a las cosas mismas– es solo que la evidencia va en contra de que este sea un ejemplo de tal cosa. English Heritage, ¿os interesa la precisión histórica?».

Tom Holland, autor de “Dominion” –que traza la influencia del cristianismo en la cultura y sociedad occidentales– y copresentador del pódcast The Rest is History, publicó simplemente: «Por favor, haced que pare».

LA EXPLICACIÓN HISTÓRICA REAL
Una teoría «extremadamente improbable»
El historiador Dr. Bijan Omrani declaró a The Telegraph que «es extremadamente improbable» que esta sea la razón por la que la Navidad se celebra el 25 de diciembre.

Explicó: «El 25 de diciembre parece haber sido elegido porque era nueve meses después del día en que los primeros cristianos creían que Cristo fue concebido, el 25 de marzo. También había festivales al sol mucho más populares en otros días en esa época, por ejemplo el 28 de agosto y el 22 de octubre».

Argumentos contra la teoría pagana
El Dr. Omrani continuó: «Parece improbable que el festival fuera lo suficientemente prominente como para que valiera la pena que los cristianos se lo apropiaran: el día no tendría ningún atractivo particular para los paganos, y también parece improbable que los cristianos de entonces quisieran que una festividad importante tuviera intencionalmente una asociación pagana».

CARTA De Antíquiis Pátribus, SOBRE LA FECHA DE LA NATIVIDAD


Amados hermanos en Jesús, María y José, salud y bendición.

De los padres antiguos hemos tenido testimonio sobre la razón de nuestra Oración y Creencia, y en esta oportunidad hemos de hablar sobre la Navidad.
 
Hay registro de las celebraciones de Navidad el 25 de diciembre por los primeros cristianos:

El Papa San Telésforo (reinó entre el 125-136): El Liber Pontificális le adjudica que la Misa de Navidad se celebrara en la media noche: «Hic constítuit ut [...] natálem Dómini noctu missas celebraréntur: nam omni témpore, ante horae tértiae cursum nullus praesúmeret missas celebráre, qua hora Dóminus noster ascéndit crucem (Este constituyó [...] que en la natividad del Señor se celebrara la Misa en la noche, porque en todo tiempo, ande presumía celebrar misas antes de la hora Tercia en el Oficio, la hora en que Nuestro Señor subió a la Cruz)»
  
San Teófilo de Cesarea (115-181 d.C.), en uno de sus escritos (probablemente la Carta pascual mencionada por Eusebio de Cesarea y San Jerónimo), dice: «Sicut Dómini Natálem, quocúmque die Kalendárum 8 Januárii (id est, vicésimus quintus Decémbris) venérit, ita et 8 Kalendárum Aprílis (hoc est, vicésimo quinto Mártii), quándo ressuréctio accídit Christi, debémus Pascha celebráre [Así como el Nacimiento de Nuestro Señor debe ser observado cada día que caiga el 8 de las Calendas de Enero (esto es, el 25 de Diciembre, así también debemos celebrar la Pascua el 8 de las Calendas de Abril (esto es, el 25 de Marzo), cuando acaeció la resurrección de Cristo]» (SAN TEÓFILO DE CESAREA, en los Centuriadores de Magdeburgo, centuria 2, cap. VI; Rodolfo Hospiniano, Festa Christianórum, hoc est, De orígine et progréssu rítuum et ceremoniárum ecclesiasticárum).
  
Tertuliano: «¿Cómo pudo Él [Cristo] ser admitido en la sinagoga, alguien tan abruptamente aparecido, tan desconocido, al cual nadie había informado todavía de Su tribu, Su nación, Su familia y, finalmente, Su enumeración en el censo de Augusto, ese fidelísimo testigo de la natividad del Señor, guardado en los archivos de Roma?» (TERTULIANO, Contra Marción, libro cuarto, cap. VII). Tertuliano en el capítulo XIX de esta obra afirma que el censo fue en el año 747 de la fundación de Roma –año 7 antes de Cristo–, cuando Cayo Sencio Saturnino era gobernador de Siria (cuando la Escritura y él mismo en Contra los judíos, libro VIII –donde afirma que la Crucifixión ocurrió el 25 de Marzo–, afirman que fue durante el censo de Publio Sulpicio Quirino iniciado en el año 752 –año 2 antes de Cristo–, cuando la Judea fue anexada a la provincia de Siria).
    
Las Constituciones Apostólicas, que fueron redactadas en siríaco hacia la década del 380, pero que recogen tradición anterior, menciona no solo que se debe celebrar la Navidad, sino que la Epifanía es una fiesta totalmente diferente:

GRIEGO [Tomado de Didascália et Constitutiónes Apostolórum, vol. I (Franz Xaver Funk, ed.), pág. 269 Paderborn 1905]
Κατάλογος τῶν τοῦ Κυρίου ἑορτῶν, ἃς δεῖ φυλάσσειν, καὶ πότε τούτων ἑκάστη ὀφείλει ἐπιτελεῖσθαι.
Τὰς ἡμέρας τῶν ἑορτῶν φυλάσσετε, ἀδελφοί, καὶ πρώτην γε τὴν γενέθλιον, ἥτις ὑμῖν ἐπιτελείσθω εἰκοστῇ πέμπτῃ τοῦ ἐνάτου μηνός. Μεθ’ ἣν ἡ ἐπιφάνιος ὑμῖν ἔστω τιμιωτάτη, καθ’ ἣν ὁ Κύριος ἀνάδειξιν ὑμῖν τῆς οἰκείας θεότητος ἐποιήσατο: γινέσθω δὲ καὶ αὕτη ἕκτῃ τοῦ δεκάτου μηνός.
LATÍN [tomado de DOM PROSPER GUÉRANGER OSB, Institutions Liturgiques, vol. I, pág. 51, París 1840]
Enumerátio festórum Dómini, quæ opórtet observáre, et quándo unumquódque eórum débeat celebrári
Dies festos observáte, fratres; ac primum quídem diem Dómini Natálem; qui a vobis celebrétur vigésima quínta noni mensis. Post hunc diem, dies Epiphaníæ sit vobis máxime honorábilis, in quo Dóminus nobis divinitátem suam patéfecit; is áutem agátur sexta décimi mensis.
TRADUCCIÓN
Enumeración de las fiestas del Señor, que conviene observar, y cuándo se debe celebrar cada una de ellas.
Hermanos, observad los días festivos; y en primer lugar la Natividad del Señor que celebraréis el día veinticinco del noveno mes; después de lo cual la Epifanía sea para vosotros la más honrada, en la que el Señor os hizo una exhibición de su propia divinidad, y que tenga lugar el sexto del décimo mes.
Comenzando el año en Marzo (como se usaba el noveno mes corresponde a Diciembre, y el décimo, Enero).

San Hipólito (170-240), en su Comentario sobre Daniel, cap. IV, 23, afirma (aunque con el milenarismo tan común en su tiempo):

GRIEGO
Ἡ γὰρ πρώτη παρουσία τοῦ κυρίου ἡµῶν ἡ ἔνσαρκος, ἐν ᾗ γεγέννηται ἐν Βηθλεέµ, ἐγένετο πρὸ ὀκτὼ καλανδῶν ἰανουαρίων, ἡµέρᾳ τετράδι, βασιλεύοντος Αὐγούστου τεσσαρακοστὸν καὶ δεύτερον ἔτος, ἀπὸ δὲ Ἀδὰµ πεντακισχιλιοστῷ καὶ πεντακοσιοστῷ ἔτει· ἔπαθεν δὲ τριακοστῷ τρίτῳ ἔτει πρὸ ὀκτὼ καλανδῶν ἀπριλίων, ἡµέρᾳ παρασκευῇ, ὀκτωκαιδεκάτῳ ἔτει Τιβερίου Καίσαρος, ὑπατεύοντος Ῥούφου καὶ Ῥουβελλίωνος [καὶ Γαΐου Καίσαρος τὸ τέταρτον <καὶ> Γαΐου Κεστίου Σατορνίνου]. ∆εῖ οὖν ἐξ ἀνάγκης τὰ ἑξακισχίλια ἔτη πληρωθῆναι, ἵνα ἔλθῃ τὸ σάββατον, ἡ κατάπαυσις, ἡ ἁγία ἡµέρα, ἐν ᾗ κατέπαυσεν ὁ θεὸς ἀπὸ πάντων τῶν ἔργων αὐτοῦ, ὧν ἤρξατο ποιεῖν. 
  
LATÍN [en Migne, Patrología Graeca 10, col. 646]
Primus enim advéntus Dómini nostri in carne, in Bethléhem, ante octo Kaléndarum Januárium, in féria quárta, quadragésimo secúndo anno Augústo factus est, quínquies millésimo quingentéssimo anno: passus vero est anno tricésimo tértio, ante octávum Kalendarum Aprilium, die Parásceves, anno octávo decimo Tibérii Caesaris, sub Rufo et Rubellione [et Cajo Caesare quárto <et> Gaio Cestio Saturnino]. Opórtet ígitur omníno, ut sex míllium annórum númerus adimpleátur, ut véniat Sábbatum, scílicet réquies, dies sancta, in qua requiévit Deus ab ómnibus opéribus suis.
  
TRADUCCIÓN
Porque el primer advenimiento de Nuestro Señor en la carne, cuando nació en Belén, fue el Miércoles 25 de Diciembre en el año 42 del reinado de Augusto, y el 5500 desde Adán. Él padeció en el año 33 el viernes 25 de Marzo, en el año 18 de Tiberio César, durante el consulado de Rufo y Rubelio [y el cuarto de Cayo César y Cayo Cestio Saturnino]. Y así es absolutamente necesario que se cumplan los seis mil años, para que el Sábado de descanso pueda venir, el día santo, en que Dios descansó de todas las obras que comenzó a hacer.
  
En el Cronicón, también menciona que el nacimiento de Nuestro Señor ocurrió cuando el mundo tenía 5500 años y nueve meses de creado (era de consecuencia que asumiera que la Creación ocurrió el 25 de Marzo del 5500 antes de Cristo). Julio Africano en su Cronografía del 220 también llega a una conclusión similar, usando el Calendario Romano antiguo, que tenía el equinoccio de primavera el 25 de Marzo.
   
El historiador bizantino Nicéforo Calixto en la Historia Eclesiástica, libro séptimo, cap. VI (citado en Migne, Patrología Græca 145, cols. 1215-1218) refiere el martirio de los 20.000 cristianos en Nicomedia, a quienes Diocleciano mandó quemar vivos en el año 301:
«Verum enin vero cum natális Christi festus ádesset dies, et multitúdo ætátis omnis, quæ Christi nómine censétur, in templo natálem eum celebratúra convénisset, tyránnus velúti opportúmum tempus et lucrósam occasiónem nactus, per quam vesániam et furórem suum adímpleret, misit eo qui templum claudérent, et ignem circúmcirca accénderent. Áderat ibi præco, qui voce clarióre promulgábat, ut qui vívere vellet, ex templo exíret, et in próxima Jovis ara thura adóleret, álioqui nisi hoc fecísset, una cum domo ipsa conflagratúrus. Tum vero in templo ipsa quídam pro multitúdine ea omni, cum libertáte insígni própalam respóndit, et pulchérrimam illam édidit vocem: Omnes nos Christiáni sumus, unum éumque solum Deum et regem crédimus esse Christum: et ipsi, Pátrique ejus et Spirítui Sancto sacrificáre, átque nos omnes una ófferre fácile paráti sumus. Vix hæc ille díxerat, et ignis est accénsus, qui in témporis velúti moménto ecclésiam omnem compléxus, illos omnes círciter vigínti míllium númerum expléntem, in cínerem rédegit [Verdad es que cuando llegó el día de la fiesta del nacimiento de Cristo, y una multitud de todas edades de cuantos alaban el nombre de Cristo se congregó en el templo para celebrar la fiesta de su natividad, el tirano, hallando nacido el tiempo oportuno y la ocasión afortunada para realizar su locura y furor, ordenó que cerraran el templo y encendieran fuego a su alrededor. Estaba allí un pregón, que con alta voz promulgaba que quien quisiera vivir, saliera del templo, y ofreciera incienso en el altar de Júpiter que estaba cerca, pero quien hiciese otra cosa, sería quemado junto con la casa. Entonces, toda la multitud en el templo, con insigne libertad respondió abiertamente, y con pulchérrima voz dijo: “Todos nosotros somos cristianos, y creemos que Cristo es el único Dios y rey, y sacrificamos a Él, a su Padre y al Espíritu Santo, y nosotros estamos dispuestos para ofrecernos fácilmente a Él”. Apenas dijeron esto, el fuego fue encendido en ese momento, a saber, contándose en todo el complejo de la iglesia cerca de veinte mil todos ellos, se hicieron cenizas]».
Este relato muestra que los primeros cristianos celebraban la Navidad.

San Julio I (337-352) y su sucesor San Liberio (352-366), San Gregorio Nacianceno (m. 389) y San Ambrosio (m. 397) celebraron la Navidad en sus respectivas sedes (los dos primeros en Roma, San Gregorio Nacianceno en Constantinopla y San Ambrosio en Milán). Ninguno “escogió una fecha”, sino que todos siguieron la fecha reconocida universalmente por la Iglesia, que era el 25 de Diciembre. Fecha transmitida desde Roma, como alude San Juan Crisóstomo:
«No han pasado diez años desde que este día nos fue revelado; y sin embargo, gracias a vuestro celo, se  celebra como si nos hubiera sido transmitido durante siglos. Así, se podría afirmar, sin temor a equivocarse, que este día es a la vez antiguo y nuevo: nuevo, porque lo conocemos hace poco; antiguo, porque siguió inmediatamente los pasos de las festividades más antiguas, y a pesar de su novedad, ha, por así decirlo, igualado su antigüedad. Así como las plantas de excelente calidad, en cuanto echan raíces, crecen rápidamente y dan fruto, también este día, conocido desde hace mucho tiempo entre los pueblos de Occidente, nos fue traído tan pronto como floreció y produjo frutos con la abundancia que vemos. Nuestros templos se han llenado y se han quedado pequeños para la gran cantidad de fieles que acuden a celebrar esta festividad. Por lo tanto, esperad la recompensa de tal celo de Jesús, quien nació  hoy según la carne, y quien recompensará vuestro fervor como merecéis. Pues el anhelo que mostráis por el día de su nacimiento es la mayor muestra de vuestro amor que podéis darle. [] Si nosotros, vuestros hermanos, hemos de contribuir a ello de nuestra parte, lo haremos con todas nuestras fuerzas, o mejor dicho, os diremos lo que la gracia de Dios nos inspira a hacer por vuestro bien. ¿Qué deseáis escuchar hoy, y de qué os hablaremos, sino de la fiesta misma? Sé que las opiniones aún están divididas al respecto: algunos la atacan, otros la defienden; estos últimos la reprochan por ser nueva y reciente, por haber sido introducida en nuestro tiempo; y aquellos, por el contrario, afirman que es muy antigua, ya que los profetas predijeron el nacimiento del Salvador muy antiguamente, y que el día señalado para este divino nacimiento era famoso y difundido entre todos los pueblos, desde Tracia hasta el estrecho de Cádiz. […] Ahora bien, si deseamos conocer este censo con precisión, podemos consultar los antiguos registros conservados en los archivos de Roma. “¿Qué nos importa esto a nosotros, que no estamos en Roma?, preguntaréis. Escuchad, os ruego, y no os neguéis a creerme, ya que hemos recibido la fiesta de quienes están plenamente informados sobre el asunto del que hablo y viven en la ciudad de Roma. Sí, son los propios habitantes quienes, tras haber celebrado la fiesta durante mucho tiempo y según una larga tradición, nos han transmitido este conocimiento; pues el evangelista no se limita a indicar la fecha en general, sino que habla de tal manera que nos aclara el día del nacimiento del Salvador y nos revela la sabiduría de Dios en la ejecución de sus planes» [Homilía sobre el Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, 1-2. En Migne, Patrología Græca 49, cols. 351-353. Traducción propia].
Cuando San Juan Crisóstomo menciona los archivos de Roma”, se refiere a los registros que Tito hizo trasladar de Jerusalén tras conquistar la ciudad. Archivos que el Papa San Julio I (reinó entre el 337 y el 352) consultó a fin de responderle al patriarca San Cirilo de Jerusalén, quien le escribiera para tener claridad sobre la fecha exacta de la Natividad, como recoge historiador Juan, arzobispo de Nicea, en su carta a Zacarías, catholicós de Armenia (citado por Margarino de La Bigne, Máxima bibliothéca véterum Patrum, tomo XII, pág. 818, Annecy 1677. En Migne, Patrología græca 96, col. 1442).
   
Y el Cronógrafo del 354, compilado por el calígrafo y tallador de piedras Furio Dionisio Filócalo, recoge para el 25 de Diciembre (que fue la primera entrada en la Deposítio Mártyrum, la lista de los mártires sepultados en Roma compilada en el 336) lo siguiente: «VIII Kaléndas Januárii: natus Christus in Bétlehem Judeæ (8 de las Calendas de Enero: Cristo nació en Belén de Judea)»; y en sus Fasti consulári (Lista de cónsules, al reseñar el consulado de Cayo César y Lucio Emilio Paulo, hace la siguiente nota:
«Anno C[ajus] Cæsar L[ucius] Paulus: Hoc consulátus Dóminus Jesus Christus natus est VIII kaléndas Januárii, die Véneris, luna xv» [Año de Cayo César y Lucio Paulo: En este consulado nació Jesucristo el Señor a 8 de las calendas de Enero, el día viernes, 15. de la luna].
Cayo César y Lucio Emilio Paulo fueron los cónsules del año 1 después de Cristo, y le dieron sus nombres a ese año. Es oportuno indicar que desde el año 153 antes de Cristo, los años consulares comenzaban el 1 de Enero, por lo que 8 de las calendas de Enero del año de César y Paulo significa 25 de Diciembre del año 1 a.C.
    
San Agustín, en el libro cuarto, cap. V de su obra Sobre la Trinidad, escribe, explicando sobre el Templo de Jerusalén como símbolo de Nuestro Señor:
«Dijeron los hebreos: Cuarenta y seis años se tardó en edificar este templo (Jn. 2, 20). Cuarenta y seis multiplicado por seis da doscientos setenta y seis; es decir, nueve meses y seis días, tiempo que se computa como si fueran diez meses en el parto de las mujeres, no porque todas lleguen en su preñez al sexto día después de los nueve meses, sino porque la perfección del Señor exigía que se emplearan íntegros los días prescritos, como nos lo enseña la Iglesia por la autoridad de sus mayores. Se cree fue concebido el 25 de marzo. El sepulcro nuevo donde nadie había sido sepultado es como el seno virginal de María, donde, ni antes ni después, ningún mortal había de nacer por seminación de varón. Se cree también que Cristo nació el 25 de diciembre. Luego desde su concepción hasta su nacimiento tenemos doscientos setenta y seis días, número igual a seis repetido cuarenta y seis veces».
Y en el comentario al salmo 132, 11, dice:
«La mayordomía de Dios crecía de día en día en nuestro Señor Jesucristo, lo que se da también a conocer por los días de su nacimiento, pues Juan nació, según la tradición de la Iglesia, el 24 de junio, cuando los días comienzan a menguar, y el Señor nació el 25 de diciembre, cuando los días comienzan ya a crecer».
San Lucas escribe que San Zacarías (a quien le fue anunciado el nacimiento de San Juan Bautista) estaba ejerciendo la función sacerdotal en el templo de Jerusalén; y la Anunciación a la Santísima Virgen fue seis meses después. Ahora bien, San Zacarías era de la clase (otras versiones traducen turno) de Abía, la octava de las 24 clases sacerdotales establecidas para servir en el Templo y mencionadas en Nehemías 12, 17. El padre Joseph Heinrich Friedlieb en su obra establece que a la clase de Abía le tocaba ministrar en la segunda semana del mes de Tishri (del 22 al 29 de Septiembre en el calendario gregoriano), la semana en que caía el día de la Expiación; de resto, matemáticas: San Juan Bautista nació el 24 de Junio, así que su anunciación fue el 23 de Septiembre; ergo, la Encarnación del Señor fue el 25 de Marzo, y su Nacimiento fue el 25 de Diciembre. Ni un día más, ni uno menos, como indica el antiguo tratado De solstítiia et æquinóctia Conceptiónis et Nativitátis Dómini nostri Jesu Christi et Johánnis Baptista (De los solsticios y equinoccios de la concepción y natividad de Nuestro Señor Jesucristo y San Juan Bautista)
  
Adviértase además que, según los Rollos del Mar Muerto, es en el mes de Tishri, cuando comienza el año civil judío y cuando se rotan los turnos sacerdotales para servir en el Templo (que fue dedicado en ese mismo mes por el Rey Salomón), no en el mes de Nisán cuando comienza el año litúrgico; y que al ser tan inestable el año judío (alrededor de 51 ½ semanas = 353-355 días; el año intercalar –introducido cada 3 años– consta de 54 semanas y ¾ = 383-385 días), un turno podía servir dos veces al año. Un dato curioso: las dos destrucciones del Templo coincidieron con el turno de Joarib –al que pertenecían Matatías y sus hijos los Macabeos–, que ministraba del 8 al 14 de Ab, recitando el salmo 93, 23: «Y por su malicia los hará perecer. Los destruirá el Señor Dios nuestro»).

Algo adicional es que la fecha fue transmitida como en día domingo, a lo cual alude el padre Cornelio Alápide comentando sobre San Lucas:
«Cristo nació en domingo, porque este fue el primer día del mundo. […] Cristo nació en la noche del domingo, según el orden de sus maravillas, de modo que el día en que dijo “hágase la luz” y la luz se hizo, fue el mismo día en que, de noche, la luz brilló en las tinieblas para los rectos de corazón, es decir, el sol de justicia, Cristo el Señor» [Commentária in Scriptúram Sanctam, vol. XVI, pág. 57, París, ed. Luis Vives 1877].

Objetarán los testejehovistas que Jesús no pudo nacer en medio del invierno porque dice que los pastores apacentaban en descampado (en este punto cabe notar que la costumbre judía era que las ovejas negras no entraban en el redil, por ser impuras). Es un error garrafal considerar que el clima en el Cercano Oriente es igual al de Europa y otras regiones nórdicas. Judea tiene clima desértico, donde la mayor temperatura promedio es de 57.2 °F / 14 °C y la menor es de 47.1 °F / 8,38 °C, además que en la Escritura se lee que Abrahán, Isaac y Jacob (sin mencionar la mayoría de los israelitas) vivían en tiendas de campaña todo el año (Hebr. 11:9; cf. Gén. 12:8; 13:3, 18; 18:1, 9; Jud. 4:18; Jer. 35:7, 10), y apacentaban sus rebaños al raso (en Génesis 31, 40 leemos que Jacob una vez se le quejó a Labán diciendo que apacentaba sus ovejas aguantando el frío de la noche). Y si no fuera así, ¿por ventura Dios es impotente como para no suspender las leyes de la naturaleza cuando Lo tiene a bien? ¿En qué clase de dios creen entonces?
  
Queda una pregunta: ¿dónde nació el reclamo de que la celebración de la Navidad fue puesta DELIBERADAMENTE en tiempo de festividades paganas? (reclamo iniciado -fingid ironía- del jesuita francés  propagado por el ministro presbiteriano escocés Alexander Hislop en su libro “Las dos Babilonias” —y refutado por el historiador Lester Grabbe y el mismo ministro protestante Ralph Woodrow que otrora lo sostenía—). Sorprenderos: ¡De una nota marginal en un manuscrito del comentarista siríaco Dionisio bar Salibi (un obispo siríaco del siglo XII), que afirma que la celebración de la Navidad fue trasladada desde el 6 de Enero al 25 de Diciembre! El resto, lo hicieron los protestantes en los siglos XVI y XVII, los Ilustrados del siglo XVIII y los liberales (protestantes) del siglo XIX y comienzos del XX, cuando incursionaron en el estudio comparado de las religiones y afirmaron que debido a que los primeros cristianos no sabían cuándo nació Jesús, simplemente asimilaron el festival pagano del solsticio para sus propios propósitos, reclamándolo como el momento del nacimiento del Mesías y celebrándolo en consecuencia. Argumento que se cae por su propio peso, como quiera que para el siglo III y IV, los cristianos tenían mayores preocupaciones que fijar una fecha litúrgica: las persecuciones, las nacientes herejías y los concilios regionales (entre el apostólico Concilio de Jerusalén del año 51 y el Concilio de Nicea del 325, hubo concilios en Hierápolis, Roma, Éfeso, Cartago, Iconio, Bosra de Siria, Elvira de España, Neocesárea, Ancira y Arlés) ya eran bastante tema que lidiar. 
   
Admitamos por un momento la teoría de que los primeros cristianos escogieron poner la Navidad el 25 de Diciembre, después de concluida la Saturnalia (que se celebraba del 17 al 23 de Diciembre; y de creer a Luciano de Samosata, entronca más con el Carnaval o el Purim dadas las fiestas e inversión de papeles —la Saturnalia, además de marcar el fin del calendario agrícola, buscaba reanimar a los romanos tras la derrota a manos de Aníbal en la batalla del Lago Trasimeno en el 217 antes de Cristo—) o que cayese en el Sol Invicto (que era un culto más del montón entre los romanos, y dicho sea de paso, SU FIESTA NO FUE INSTITUIDA POR AURELIANO CÉSAR EN EL 274, SINO POR JULIÁN APÓSTATA EN EL 365). Podían ponerla junto a cualquier festividad de las distintas religiones paganas del Imperio Romano, y pusiéranla donde la pusieran, ¿no surgiría la misma oposición? («Palo porque sí y palo porque no», como se dice popularmente).
  
En conclusión, la celebración de la Navidad era conocida y transmitida por la Iglesia desde sus primeros tiempos, y los ataques que le hacen los protestantes nacen solamente de su animadversión hacia la Iglesia Católica y no tienen ningún asidero histórico ni lógico.
  
D. JORGE RONDÓN SANTOS S. Ch. R.
24 de Diciembre de 2025 (Año Santo de Cristo Rey).
Vigilia de la Natividad de Nuestro Señor.

martes, 23 de diciembre de 2025

PREDICAN EL “EVANGELIO DEL HOMBRE” ANTE PRÉVOST

Traducción del artículo publicado en NOVUS ORDO WATCH. Textos bíblicos tomados de la versión de Mons. Félix Torres Amat.
   
PREDICADOR “PAPAL” PASOLINI: «CRISTO REVELA AL HOMBRE SU PROPIA VERDAD»
La 3.ª predicación de Adviento para León XIV y su Curia…
  
Un falso profeta en hábito capuchino: Roberto Pasolini OFM Cap.
  
El capuchino modernista Roberto Pasolini (* 1971) es el actual “Predicador de la Casa Pontificia”. Jorge Bergoglio, alias “Papa Francisco”, lo eligió el año pasado para remplazar al insufrible Raniero Cantalamessa, quien había cumplido 90 ese año, y que tenía ese cargo desde 1980.
   
La designación de Pasolini ha sido controvertida desde el comienzo. ¿La razón? No sorprenderá a la mayoría, pero ha sido atrapando algunas ideas no ortodoxas respecto a la homosexualidad.
  
El sitio web italiano Informazione Cattolica hizo alguna investigación sobre el nuevo predicador de la casa “papal” y descubrió una plática que él había dado en Varese (Italia) el 2 de Febrero de 2024, titulada Omosessualità e Vita Cristiana (“Homosexualidad y vida cristiana”). Un vídeo de esta estaba disponible en YouTube hasta que fue removido posteriormente por el usuario que lo subió (lo que resulta ser una copia del mismo puede hallarse aquí):
«La parte más problemática de las declaraciones del presbítero Pasolini, como se oye en el vídeo, concierne a la presencia de parejas gais en el Antiguo Testamento. Específicamente, Pasolini se refiere a la relación entre Jonatás y David. Con relación al Nuevo Testamento, aborda la relación entre el centurión y su siervo enfermo, por el cual el centurión romano le pide a Jesús su curación. Durante la presentación, el presbítero Pasolini presentó diapositivas presentando pasajes bíblicos que él afirma tratan de la homosexualidad, pero no hizo mención del pasaje de la Carta de San Judas (cap. 1, verso 7), que es la última referencia neotestamentaria a los pecados contra natura. Este pasaje es particularmente severo, porque explícitamente condena a Sodoma y Gomorra a las llamas eternas por su inmoralidad y sus vicios antinaturales» [Salvatore Carloni, “Ma cosa insegna sull’omosessualità il nuovo predicatore della Casa Pontificia Roberto Pasolini?” (¿Pero qué enseña sobre la homosexualidad el nuevo predicador de la Casa Pontificia Roberto Pasolini?), Informazione Cattolica, 12 de Noviembre de 2024; traducción por ChatGPT].
Por ahora, eso debería decirnos todo lo que necesitamos saber sobre este “erudito bíblico” capuchino, quien, gracias a Francisco, es actualmente el único hombre en el mundo autorizado para predicarle a la cabeza de la Iglesia del Vaticano II, actualmente el “Papa” León XIV. Podemos presumir que él ocupará ese cargo durante décadas.
   
De todas formas, de algún tiempo acá ha sido costumbre para el predicador “papal” dar pláticas espirituales (sermones, meditaciones) al “Papa” y la Curia Romana durante la Cuaresma y el Adviento, usualmente los viernes, y León XIV ha mantenido esta costumbre.
  
El pasado viernes 19 de Diciembre, Vatican News publicó el texto completo de la meditación de Pasolini para la 3.ª Semana de Adviento. Se puede acceder a esta a continuación, junto con un reporte anexo, y también está disponible el vídeo completo:
Como puede verse en el vídeo, un buen número de prelados atendió la plática espiritual, y León XIV estaba sentado al frente y al centro de la audiencia.
  
En lo que sigue, haremos algunas observaciones críticas respecto a la meditación del predicador “papal”, que está saturada de ideas y la verborrea típica de la Nouvelle Theologie (“Nueva Teología”).
  
Primero, notar que la 3.ª meditación de Adviento pasoliniana se titulaba “La universalidad de la salvación: Una esperanza incondicional”. Solo con esto, es suficiente para suspicacias, porque la salvación no es universal y la esperanza no es incondicional (al menos, no si se entiende en el sentido en que muchos suelen entenderla).
  
La Redención es universal en tanto que Cristo murió por todos, y por ende todos son capaces de beneficiarse de esta Redención. En ese sentido, sí, la salvación se ofrece a todos. Pero aunque todos han sido redimidos y Dios desea que todos los hombres se salven (ver 1.ª  Tim. 2, 4), trágicamente, muchos eligen no ser salvados: «Tan cierto es que muchos son los llamados y pocos los escogidos» (Mat. 22, 14); y «Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os aseguro que muchos buscarán cómo entrar, y no podrán» (Luc. 13, 24).
  
De forma semejante, la esperanza es incondicional solamente en el sentido que sin importar cuán pecaminosa ha sido nuestra vida hasta este momento, podemos ser perdonados y aspirar a la verdadera santidad, si solamente usamos los medios que Dios ha establecido para tal fin. La esperanza no es incondicional en el sentido que todos pueden u obtendrán la salvación sin importar lo que hagan o lo que crean.
   
Nuevamente estamos bregando con una ambigüedad inútil. El orador pudo expresarse claramente, pero elige no hacerlo. Él usa deliberadamente una jerigonza que se presta para malos entendidos.
   
Hablando del viaje de los Reyes Magos a Belén, dice Pasolini:
«Su movimiento afirma una verdad decisiva: para encontrar el rostro del Dios hecho hombre es necesario ponerse en camino. Esto vale para todo creyente, pero adquiere un peso particular allí donde la fe se entrelaza con la responsabilidad de custodiar, guiar y discernir. Sin un deseo que permanezca vivo, incluso las formas más altas de servicio corren el riesgo de volverse repetitivas, autorreferenciales, incapaces de sorpresa».
Entonces vemos aquí algunas de las palabrejas favoritas de Bergoglio: encuentro, camino, auto-referencialidad, sorpresa.
   
A lo largo de esta meditación, encontramos (¡ja!) algunos conceptos y verborrea típicos tan amados de los neomodernistas (cf. Papa San Pío X, Pascéndi, n. 3). Él propala cuestionamientos, duda e inquietud; y rechaza respuestas, certezas y seguridades. Podemos ver qué objetivo tiene mirando qué ejemplos usa para contrastar con el punto que está haciendo:
«Para la Iglesia este riesgo adquiere rasgos particularmente delicados. Es posible conocer bien la doctrina, custodiar la tradición, celebrar con esmero la liturgia y, aun así, permanecer quietos. Como sucede con los escribas de Jerusalén, también nosotros podemos saber dónde el Señor continúa haciéndose presente —en las periferias, entre los pobres, en las heridas de la historia— sin encontrar la fuerza o el valor para movernos en esa dirección».
Periferias, los pobres, e incluso las “heridas” de la historia, ¡Francisco estaría orgulloso! Excepto que el predicador se olvidó del medio ambiente: tú sabes, el grito de la tierra y esas cosas.
   
Ahora, es perfectamente legítimo decir que en el progreso espiritual puede estancarse a pesar de conocer sobre la Fe, a pesar de defender la tradición (y si es sacerdote, a pesar de ofrecer reverentemente la Santa Misa). Después de todo, uno puede conocer bien la sagrada doctrina, defender la Fe, e incluso celebrar la Santa Misa con gran decoro y reverencia mientras al mismo tiempo se esté involucrado en los pecados más atroces. Eso es claro. Así que el punto donde él va no es ilegítimo en sí mismo.
   
Con todo, la decisión pasoliniana de individualizar a estos tres reyes (en lugar de los otros) revela su perjuicio, porque es claro que está haciendo diana en los tradicionalistas y conservadores en las estructuras novusorditas, sin importar cuán pocos y lejanos puedan ser. No nos dejemos engañar: Si hay tes cosas en la Iglesia del Vaticano II, en general, de las cuales no se ve mucho, sería (1) personas que conocen bien la doctrina; (2) personas preservando la tradición; y (3) presbíteros celebrando el servicio de la cena Novus Ordo con reverencia. Y aun así, estas son las cosas que Pasolini pensó mencionar como opuestas a ese “viaje” que está predicando.

Advertir que no dijo: «Es posible enfocarse constantemente en los problemas temporales, en construir puentes a los marginados, en no juzgar a nadie y, aun así, permanecer quietos». No, su mente estaba centrada en cosas que son usualmente asociadas al tradicionalismo, y que los neomodernistas piensan haber superado: la fidelidad doctrinal y la pureza litúrgica (Se acuerda uno de la frecuente denunciación del proselitismo que hacía el “Papa” Francisco, o su rabieta por los presbíteros vistiendo sotanas, ¡como si el problema en la Iglesia Novusordita fueran los proselitistas ensotanados!)

Otro pasaje digno de pena ajena de la reflexión pasoliniana es el siguiente:
«Al arrodillarse ante el signo humilde y pobre del niño, los Magos descubren que el acceso al otro —distinto, frágil, inesperado— ocurre siempre desde abajo, nunca desde arriba. Es en el abajamiento donde se colma la distancia y la diversidad se vuelve habitable. No se trata de renunciar a la propia identidad, sino de entregarla, abriéndola al misterio que el otro porta consigo».
¿Puede haber algo más deuterovaticano que esto? Pasolini toma el viaje de los Reyes Magos hacia el Niño Jesús y hace su encuentro con el Hijo de Dios no simplemente sobre ellos y Él, o sobre los gentiles (a quienes ellos representan) encontrando la salvación, sino sobre las personas en general encontrándose con “el otro” y su “misterio”.
  
Si esto se oye tan mal que pudo haber salido precisamente del mismo Jorge Bergoglio, es porque lo es:
«La Iglesia valora la acción de Dios en las demás religiones, y “no rechaza nada de lo que en estas religiones hay de santo y verdadero. Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas que […] no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres” [Vaticano II, Nostra Ætáte, n. 2]. Pero los cristianos no podemos esconder que “si la música del Evangelio deja de vibrar en nuestras entrañas, habremos perdido la alegría que brota de la compasión, la ternura que nace de la confianza, la capacidad de reconciliación que encuentra su fuente en sabernos siempre perdonados‒enviados. Si la música del Evangelio deja de sonar en nuestras casas, en nuestras plazas, en los trabajos, en la política y en la economía, habremos apagado la melodía que nos desafiaba a luchar por la dignidad de todo hombre y mujer” [Francisco, Servicio ecuménico de oración, Riga (Letonia), 24 de Septiembre 2018]. Otros beben de otras fuentes. Para nosotros, ese manantial de dignidad humana y de fraternidad está en el Evangelio de Jesucristo. De él surge “para el pensamiento cristiano y para la acción de la Iglesia el primado que se da a la relación, al encuentro con el misterio sagrado del otro, a la comunión universal con la humanidad entera como vocación de todos” [Francisco, Lectio Divina en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma, 26 de Marzo de 2019]» (Antipapa Francisco, Encíclica Fratelli Tutti, n. 277; negrilla y subrayado añadidos).
Cuando Francisco cita la mención del “misterio sagrado del otro”, él se cita a sí mismo, como lo muestra la nota al pie (puesta entre corchetes arriba).
  
Entonces Pasolini, en su reflexión de Adviento, está usando esta palabrería bergogliana sobre el “misterio sagrado del otro”. Esto muestra una vez más cómo en la Iglesia del Vaticano II, Cristo está lentamente siendo disuelto en el hombre genérico, el hombre en general.

Un ejemplo explícito puede encontrarse en el la referencia del “Papa San” Juan Pablo II a la Natividad de Nuestro Señor como la “fiesta del hombre” en su primer mensaje de Navidad: «Navidad es la fiesta del hombre. […] Es efectivamente la humanidad la que queda elevada con el nacimiento de Dios en la tierra. La humanidad, la “naturaleza” humana, queda asumida en la unidad de la Divina Persona del Hijo; en la unidad del Verbo Eterno, en el que Dios se expresa eternamente a Sí mismo» (Bendición Urbi et Orbi, 25 de Diciembre de 1978).
  
No hay duda que la naturaleza humana fue ennoblecida por la Encarnación. Esa es la doctrina católica tradicional:
«…Dios quiso tomar la humildad y flaqueza de nuestra carne, para que el linaje humano fuese colocado en un grado muy alto de dignidad y honor. Porque para declarar la excelente dignidad y alteza que recibió el hombre por este divino beneficio, es suficiente que sea ya hombre aquel mismo que es verdadero y perfecto Dios, de suerte que podemos ya gloriarnos de que el Hijo de Dios es nuestro hueso y nuestra carne, lo cual no pueden aquellos dichosísimos espíritus; porque nunca, como dice el Apóstol, “tomó la naturaleza de los Ángeles, sino la posteridad de Abraham” [“Núsquam enim Ángeles apprehéndit, sed semen Ábrahæ apprehéndit”, Hebr. 2, 16]» (Catecismo del Concilio de Trento, Credo, Artículo 3.º).
Con todo, la religión del Vaticano II ha ido más lejos de esta verdad, hasta el punto de prácticamente adorar al hombre mismo, nunca más obviamente que bajo el “Papa” Francisco (reinó entre 2013 y 2025), quien predicó la teología de la liberación y un falso “Evangelio del hombre”, por así decirlo:
Aquí recordaríamos también el discurso de clausura de la IV Sesión del Concilio Vaticano II por  el “Papa San” Pablo VI (7 de Diciembre de 1965), en el cual suplicó a los hombres soberbios e incrédulos el favor de «reconocer nuestro nuevo tipo de humanismo: nosotros, también, en realidad, honramos a la humanidad mucho más que cualquier otro» (fuente; negrilla y subrayado añadido). Aparentemente, el pseudopapa estaba pensando que el rechazo del concilio en condenar al mundo no creyente ganaría para la Iglesia algunos puntos extra:
«El humanismo secular, revelándose en su horrible realidad anticlerical, ha, en cierto sentido, desafiado al concilio. La religión del Dios que se hizo hombre se ha encontrado con la religión (porque tal es) del hombre que se hace Dios a sí mismo. ¿Y qué pasó? ¿Hubo un choque, una batalla, una condenación? Pudo haberlo, pero no lo hubo. La vieja historia del Samaritano ha sido el modelo de la espiritualidad del Concilio. Una sensación de simpatía ilimitada lo ha permeado del todo» (Antipapa Pablo VI, Discurso para la última sesión general del Vaticano II, 7 de Diciembre de 1965).
¡Solo un tonto pensaría que esto puede “acariciar” a los enemigos declarados de Cristo para arrepentimiento!
   
Sabiamente había advertido el Papa San Pío X en su encíclica inaugural que «esta es la señal propia del Anticristo según el mismo Apóstol: el hombre mismo con temeridad extrema ha invadido el campo de Dios» (E Suprémi Apostolátus, n. 5), en referencia a 2.ª  Tesalonicenses 2, 4: «…hasta llegar a poner su asiento en el templo de Dios, dando a entender que es Dios».
  
Con todo, debemos regresar a Pasolini. Todavía reflexionando sobre la visita de los Reyes Magos a Belén, afirma:
«Para la Iglesia este doble movimiento —levantarse y postrarse— es esencial. Está llamada a moverse, salir, ir al encuentro de las personas y de las situaciones que le son lejanas. Pero también a saber detenerse, bajar la mirada, reconocer que no todo le pertenece ni puede ser controlado. Solo así el don de la salvación puede volverse verdaderamente universal: en la medida en que la Iglesia acepta dejar sus seguridades y mirar con respeto la vida de los demás, reconociendo que también allí, a menudo de maneras inesperadas, puede emerger algo de la luz de Cristo».
Es increíble cómo el predicador “papal” toma la búsqueda de los Reyes Magos y la adoración a Jesucristo, y la convierte en el alcance y cuasi-adoración de los pecadores por la Iglesia. ¡Pasolini afirma que la Iglesia debe «abandonar sus propias seguridades” —por las cuales, estas personas usualmente quieren decir todo lo que salvaguarda su patrimonio sobrenatural, especialmente la Fe y los sacramentos (cf. el proyecto de Hans Urs von Balthasar “demoler los bastiones”, secundado por Joseph Ratzinger)— y respetar las vidas pecaminosas de los pecadores! Después de todo, ¡así los neomodernistas parecen insinuar que los pecadores pueden simplemente tener algo de la luz de Cristo para darla a la Iglesia! ¡¿Qué debe estar detrás del mascarón capuchino para venir con semejante disparate blasfemo?!
  
Pasolini le dice a su audiencia que, cuando llegaron a Belén y encontraron al Niño Jesús, los Reyes Magos encontraron no solamente al Dios Encarnado, sino también… a sí mismos:
«En el rostro de Jesús, el Dios hecho hombre, los Magos vislumbran que esa misma dignidad está prometida también a su propia vida. Si en ese niño Dios se revela como Rey, entonces también la vida humana está llamada a una grandeza que no pasa por el poder, sino por el cuidado y el servicio. Si Dios ha elegido habitar nuestra carne, entonces toda vida humana lleva en sí una luz, una vocación, un valor que no puede ser borrado. Los dones que ofrecen los Magos se convierten así en un espejo: hablan de Dios, pero revelan también aquello a lo que el ser humano está llamado a llegar a ser.
   
Con la visita de los Magos, el misterio de la Encarnación manifiesta toda su fuerza universal. No hemos venido al mundo solo para sobrevivir o para atravesar el tiempo de la mejor manera posible. Hemos nacido para acceder a una vida más grande: la de los hijos de Dios. Los Magos partieron buscando una estrella y encontraron a Cristo; pero buscando a Cristo se encontraron también a sí mismos. Descubrieron que, aun viniendo de lejos y sin conocer las Escrituras, también en su humanidad brillaba una luz que solo esperaba ser reconocida y sacada a la luz.
   
Quizá la Iglesia esté llamada hoy, más que nunca, a hacer precisamente esto: ofrecer al mundo la luz de Cristo. No como algo que imponer o defender, sino como una presencia que se ofrece, dejando que cada persona pueda acercarse a ella a través de un camino semejante al de los Magos. Ellos partieron del deseo, se pusieron en camino, atravesaron preguntas e incertidumbres y, solo al final, reconocieron a Cristo y, ante él, se descubrieron también a sí mismos.
   
Desde esta perspectiva, la misión no consiste en forzar el encuentro, sino en hacerlo posible. Ofrecer la luz significa custodiar el espacio de la búsqueda, permitir que el deseo se ponga en movimiento, acompañar sin anticipar las respuestas. Así, el encuentro con Cristo no anula la humanidad de quien lo busca, sino que la hace salir a la luz y la lleva a su plenitud.
   
[…]
   
Una Iglesia que ofrece a todos la presencia de Cristo no se apropia de su luz, sino que la refleja. No se coloca en el centro para dominar, sino para atraer. Y precisamente por eso se convierte en espacio de encuentro, donde cada uno puede reconocer a Cristo y, ante él, reencontrar el sentido de su propia vida.
   
Esta perspectiva nos obliga a revisar muchas de nuestras prácticas misioneras. Con frecuencia imaginamos que evangelizar significa llevar algo que falta, llenar un vacío, corregir un error. La Epifanía indica otro camino: ayudar al otro a reconocer la luz que ya lo habita, la dignidad que ya posee, los dones que ya custodia. No somos nosotros quienes “damos” a Cristo al mundo, como si tuviéramos su exclusividad. Estamos llamados a hacer visible su presencia con tal claridad y verdad que cada persona pueda reconocer en él el sentido de su propia existencia.
   
Esto no relativiza la verdad de Cristo ni reduce el Evangelio a una genérica valorización de lo humano. Al contrario, toma en serio la catolicidad de la Iglesia en su sentido más profundo: custodiar a Cristo para ofrecerlo a todos, con la confianza de que en cada persona ya están presentes la belleza, la bondad y la verdad, llamadas a realizarse y a encontrar en él su sentido más pleno. La luz verdadera de la Navidad “ilumina a todo hombre” precisamente porque es capaz de revelar a cada uno su propia verdad, su propia llamada, su semejanza con Dios.
   
[…]
   
Este sería el signo más elocuente de una Iglesia fiel a su vocación: no retener la luz para sí, sino dejarla resplandecer para que la vida nueva, ya sembrada en el corazón de cada hombre y de cada mujer, pueda finalmente germinar y dar fruto» (Negrilla y subrayado añadidos).
Pudiera escribirse toda una bitácora separada sobre esta sola conclusión de la meditación, pero queremos acabar ahora. Basta decir que Pasolini es un típico modernista del Novus Ordo. Él no predica el Evangelio, sino la Nueva Teología.
  
En esta meditación particular para la 3.ª Semana de Adviento, el teólogo de la casa “papal” está presentando una doctrina estrechamente alineada con la de Karl Rahner (1904-1984), cuyo concepto del “existencial sobrenatural” parece ser reflejado aquí: la idea de que hay (aunque poca) gracia sobrenatural incondicional e indeleblemente presente en cada individuo, hecho que Cristo reveló al hombre por Su Encarnación, y ahora es tarea de la Iglesia encenderla, hacerla crecer y ayudarla a alcanzar su pleno potencial. ¡Menuda locura!
   
De todos modos, esto está lejos de la doctrina católica del pecado original, según la cual todos somos, desde la caída, «éramos por naturaleza u origen hijos de ira» (Ef. 2, 3) en necesidad de un Redentor, no para revelarnos cuán semejantes a Dios somos ya, sino para que «para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás a Dios» (Hech. 26, 18):
«El “pecado original” es la culpa hereditaria, propia, aunque no personal, de cada uno de los hijos de Adán, que en él pecaron (cf. Rom. 5, 12); es pérdida de la gracia —y, consiguientemente, de la vida eterna— con la propensión al mal, que cada cual ha de sofocar por medio de la gracia, de la penitencia, de la lucha y del esfuerzo moral. La pasión y muerte del Hijo de Dios redimió al mundo de la maldita herencia del pecado y de la muerte. La fe en estas verdades […] pertenece al inalienable depósito de la religión cristiana» (Papa Pío XI, Encíclica Mit Brennender Sorge, n. 25)

Que lo que predica Pasolini sea una nueva doctrina lo confirma el hecho que incluso él admita que su «perspectiva nos obliga a revisar muchas de nuestras prácticas misioneras». ¿Realmente este hombre piensa que en 1900 de actividad misionera todo se ha hecho mal? ¿Que Cristo no debería ser proclamado, sino que en cambio se “haga posible” el “encuentro” con Él ayudándolos a “viajar”? ¿Cómo piensa que los Apóstoles hayan hecho tantos conversos tan rápidamente si hubieran ofrecido palabrerías sobre viajes, encuentros y acogidas? «Mas nosotros predicamos sencillamente a Cristo crucificado, lo cual para los judíos es motivo de escándalo, y parece una locura a los gentiles» (1.ª Cor. 1, 23).
   
El mensaje del Evangelio realmente no es toda esa complicación, como vemos en Hechos 2, donde San Pedro predicó su primer sermón, con resultados inmediatos: «…se añadieron aquel día a la Iglesia cerca de tres mil personas» (Hech. 2, 41). Quizá fue esto precisamente por la predicación de la verdad divina por San Pedro con tal credibilidad y convicción —podría decirse que predicó certezas con seguridad— que hizo su mensaje más atractivo.
  
Pero ya basta. El callo modernista es intolerable.
   
En un discurso a los jesuitas el 17 de Septiembre de 1946, el Papa Pío XII resaltó:
«Mucho se ha dicho, pero no lo suficiente después de la debida consideración, sobre la “Nouvelle Théologie” [“Nueva Teología”], que, por su característica de moverse junto con todo en un estado de movimiento perpetuo, siempre estará en el camino hacia alguna parte pero nunca llegará a ninguna. Si se pensara que hay que estar de acuerdo con una idea así, ¿qué sería de los dogmas católicos que no deben cambiar nunca? ¿Qué pasaría con la unidad y la estabilidad de la fe?» (Papa Pío XII, Discurso Quámvis Inquiéti).
En realidad, ¿qué vino de ellos?
   
Desde el Vaticano II, hemos visto justo lo que viene de ellos. Y Roberto Pasolini no ayuda en nada.

SOBRE LA CONFUSIÓN ENTRE EL ISRAEL BÍBLICO Y EL ESTADO MODERNO DE ISRAEL

Tomado de INFOVATICANA.
  

Existe hoy entre no pocos católicos una confusión grave y persistente entre realidades que no son equivalentes: el Israel bíblico de la Revelación, el judaísmo talmúdico posterior a Cristo y el Estado moderno de Israel. Esta confusión, alentada por una lectura política de la historia sagrada y por un sionismo mal digerido en clave religiosa, conduce a errores doctrinales que afectan al corazón mismo de la fe cristiana.

El Israel del Antiguo Testamento no fue jamás una realidad meramente étnica ni política, sino un pueblo constituido por una Alianza divina ordenada a la venida del Mesías. Su elección no tenía como fin perpetuarse en la carne ni en un Estado terreno, sino preparar la Encarnación del Verbo. Con la venida de Cristo, esa Alianza alcanza su cumplimiento definitivo. Negar esto equivale a vaciar de sentido la economía de la salvación y a convertir la historia sagrada en un relato inconcluso.

La Iglesia, fundada por Cristo, es el verdadero Israel de Dios. Así lo enseña de forma constante el Nuevo Testamento y la Tradición bimilenaria: las promesas hechas a Abraham se heredan por la fe, no por la sangre; por la adhesión a Cristo, no por la pertenencia a una genealogía. Pretender que las promesas del Antiguo Testamento sigan vigentes de forma paralela y autónoma fuera de Cristo es introducir una doble vía de salvación, incompatible con la fe católica.

El judaísmo talmúdico, surgido tras la destrucción del Templo y la explícita negación de Jesucristo como Mesías, no es la continuidad del Israel bíblico, sino una religión distinta, estructurada sobre la espera de un mesías aún no venido y sobre una interpretación de la Ley separada del Logos encarnado. Confundir este judaísmo postcristiano con el Israel de la Revelación es un grave error teológico, no un gesto de caridad.

Aún más grave es identificar el Estado moderno de Israel —una entidad política nacida en 1948, producto de decisiones geopolíticas, migraciones contemporáneas y equilibrios internacionales— con el Israel bíblico. Ningún Estado moderno, sea cual sea su composición o su relato fundacional, puede reclamar para sí las promesas salvíficas de la Escritura. Hacerlo es sacralizar la política y desfigurar la fe.

El católico no está llamado a odiar a ningún pueblo ni a interpretar la geopolítica, pero sí está obligado a confesar la verdad revelada sin ambigüedades. La fidelidad a Cristo exige rechazar toda teología que, por razones ideológicas o sentimentales, sustituya el centro del cristianismo —Cristo y su Iglesia— por una mitología política revestida de lenguaje bíblico.

Confundir el Israel bíblico con el judaísmo talmúdico o con el Estado moderno de Israel no es un acto de amor ni de respeto, sino una renuncia silenciosa a la doctrina católica.

EL HOMOCANCILLER DEL OBISPÓN HICKS

Noticia tomada de GLORIA NEWS.
  

El flamante arzobispón prevostiano de Nueva York, Ronald Aldon “Ron” Hicks Baer, de 58 años, tuvo un canciller homosexual en su antigua diócesis de Joliet, informa Complicit Clergy.
  
Hicks fue “instalado” como obispón de Joliet (Illinois) en Septiembre de 2020, remplazando a un Robert Daniel Conlon Holzman que renunció por “condiciones médicas” [fue acusado junto con su diócesis en una demanda civil por no investigar adecuadamente al presbítero Richard E. Jacklin, acusado de abusar en 2017 de un discapacitado en el Centro de Desarrollo Shapiro de Kankakee]. A finales de Abril de 2021, el obispón Hicks empleó a un tal David Salvato como su nuevo canciller para la diócesis de Joliet.
   
El 13 de Diciembre de 2025, Salvato se “casó” con su pareja homosexual Jacob Aguilar en Naperville (Illinois).
  
Riggitano-Prévost nombró a Hicks arzobispón de Nueva York el 18 de Diciembre.
   
La carrera eclesiástica del canciller homosexual
El homosexual Salvato había servido desde 2011 hasta 2021 como abogado canónico para el Tribunal Metropolitano de la Arquidiócesis de Los Ángeles. Dirigió equipos que manejaron casi 200 casos de anulación de matrimonio anualmente.
   
Además, ha enseñado en el Seminario de San Juan en Camarillo (California), ha trabajado como traductor en inglés del periódico vaticano L’Osservatore Romano, y ha dirigido programas de matrimonio y vida familiar en Colorado.
  
Salvato tiene un doctorado en derecho canónico de la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino en Roma (Angelicum), junto con títulos en teología, filosofía y comunicaciones.

CLAUDICANTES Y ABANDONANDO EN KIEV

Noticias tomadas de distintas fuentes.
  
1.º LA JUNTA DE KIEV PRIVILEGIA Y HONRA A JUDÍOS Y MUSULMANES ANTES QUE A SU IGLESIA HECHIZA.
  
El 14 de Diciembre, en la Plaza de la Independencia, se encendió el candelabro judío más grande de Europa, informó el alcalde de Kiev Vital Klitschko desde su cuenta de Telegram.
   

A la ceremonia asistieron la embajadora de Argentina Elena Leticia Teresa Mikusinski, los encargados de negocios de las embajadas de Canadá y Bulgaria en Ucrania, y representantes de las misiones diplomáticas de Gran Bretaña y Francia.
  
«La luz de las velas de Jánuca simboliza el espíritu de la libertad, la victoria del bien sobre el mal y la invencibilidad de los pueblos judío y ucraniano», dijo Klitschko, quien le agradeció a los diplomáticos por «estar todos juntos en Ucrania, luchando por su libertad e independencia, por la democracia y el camino libre del Estado ucraniano».

La conducta de Klitschko (y de su superior el presidente en horas extra Vladímir Zelenski) es típica: promover y favorecer el judaísmo para congraciarse con sus mayores financistas: Estados Unidos e Inglaterra.
  
Diez días antes el ayuntamiento de Kiev decidió renombrar una calle y una plaza en honor a los líderes musulmanes Jeque al-Mansur e Imán Samuel en los distritos de Dnipró y Shevchenko respectivamente.
   

En el primer caso, la calle Antón Makárenko (un académico ucraniano forjador del sistema educativo soviético) pasó ahora a llamarse Batallón Jeque Mansur.

El Jeque al-Mansur (en ruso Шейх Мансу́р; originalmente Ushurma/Uşurmek) fue un líder religioso de fines del siglo XVIII que predicó la ley Sharia entre los chechenos, y convocó a yihad contra Rusia en 1784 (una versión afirma que en realidad era el dominico, médico y aventurero piamontés Giambattista Boetti, quien apostató al islam luego del escándalo que causaron sus amoríos con la hija de un pachá en Mosul en la década de 1770, y diez años después, reaparecería en el Cáucaso como profeta de una religión sincrética). Un batallón pro-ucraniano creado en Dinamarca y conformado por veteranos de las Guerras chechenas lleva su nombre.

Una plaza sin nombre, en el distrito de Shevchenko, fue renombrada como Imán Samuel (en árabe الشَّيْخ شَامِل; en ruso Имам Шамиль), tercer Imán del Imanato del Cáucaso desde 1834 hasta su rendición en 1859, cuando fue desterrado a Kiev. Samuel no solo combatía contra los rusos, sino también contra sus compatriotas que no aceptaban ni la Sharia ni la yihad. La iniciativa vino del Congreso pan-ucraniano de los pueblos de Daguestán dirigido por Ahmed Ahmedov, quien combate en el Batallón Imán Samuel a favor de la Junta.

Ese mismo día, también como parte de la “desrusificación” impulsada por la Junta de Kiev, una parte de la calle de la Laura (donde se encuentra el Monasterio de las Cuevas de Kiev) desde la Plaza de la Gloria hasta la calle de los “Batallones de Voluntarios”, fue re-absorbida como parte de la calle Hetmán Iván Mazepa (antigua “Calle del Alzamiento de Enero” durante el período soviético, y antes de ésta “Calle de San Nicolás”), y la otra parte hasta la plaza de la Inundación, fue renombrada Nueva Inundación. Esto a instancias del concejal Timoteo Martinenko-Kushlianski, miembro de la Comisión de Nomenclatura en el Consejo de la ciudad, quien veía la división de la calle y su nombre (asignado a petición del Patriarca Cirilo de Moscú en 2010) como «una afrenta que debía lavarse».
  
2.º FUNCIONARIOS Y DIPLOMÁTICOS UCRANIANOS BUSCAN ABANDONAR EL BARCO (Fuente: RUSSIA TODAY).
  

El Servicio de Inteligencia Exterior ruso (SVR) aseveró que los funcionarios ucranianos tienen previsto huir al extranjero tras la caída del régimen de Kiev, indicando que muchos ya han iniciado los preparativos para ello.

«Según información recibida por el SVR, los funcionarios del régimen de Kiev, tras el inevitable colapso de este, tienen la intención de huir al extranjero. Muchos miembros de la élite ucraniana ya han trasladado a sus familias al extranjero y transferido allí sus bienes financieros», aseveró el organismo. Además, citando datos de embajadas ucranianas en los países occidentales, la inteligencia rusa indicó que cada vez más funcionarios del régimen recurren a sus misiones diplomáticas nacionales en busca de ayuda para obtener permisos de residencia en el extranjero.
  
El SVR destacó que dentro del propio cuerpo diplomático ucraniano también existe la misma tendencia, ya que más del 90 % de los diplomáticos ucranianos decidieron no regresar a su país tras completar sus misiones en otras naciones. «Debido a sus actividades profesionales, son plenamente conscientes de la falta de opciones para poner fin a la crisis en Ucrania en los términos de Zelenski», y de que «el sentimiento entre los patrocinadores occidentales de Kiev dista mucho de ser unánime, especialmente dada la manifiesta intención del presidente estadounidense de reducir el apoyo al régimen corrupto de Kiev», señala el organismo.

«Las “ratas” huyen del barco ucraniano que se hunde», escribe el SVR, subrayando que «Parece ser que los viejos sueños de los “verdaderos” ucranianos de un futuro brillante en Europa están cerca de hacerse realidad. Pero no para todos, sino solo para unos pocos elegidos, y al precio de cientos de miles de vidas truncadas. Además, los propios países europeos se alejan cada vez más del mito del “jardín floreciente”. Es el momento de que los ciudadanos de Ucrania se hagan una vez más la pregunta: '¿Por un futuro así se levantó el “Maidán”?», concluye el comunicado.

lunes, 22 de diciembre de 2025

RECONVERSIONES DE IGLESIAS

Noticias tomadas de distintas fuentes. 
   
1.º FRANCIA: PREFIRIERON CONVERTIR UNA IGLESIA EN CENTRO DE ESCALADA A VENDERLA A LA FSSPX (Fuente: GLORIA NEWS).
   

La iglesia de San Bernardo, en el 1.º Distrito de Lyon, reabrirá al público como centro de escalada para el año 2029. Así lo anunció el diario Tribuna de Lyon el 17 de Diciembre
   
Construida entre 1852 y 1866 por los arquitectos Tony Desjardins y Hugues-François Dubuisson de Christot a instancias del gremio de tejedores, y dejada inconclusa (no cuenta con campanario ni atrio) por falta de fondos y la debilidad de los cimientos (bajo la iglesia hay galerías subterráneas), la iglesia fue cerrada en 1992, desacralizada en 1999 y ha permanecido totalmente cerrada desde 2004. 
  
Durante muchos años, el edificio de 1.800 metros cuadrados estaba en riesgo de demolición o convertirse en espacio de oficinas, a pesar del interés que la Fraternidad Sacerdotal San Pío X mostró por el templo.
  
Ahora será restaurada por medio de un proyecto liderado por el Ayuntamiento de Lyon y la sociedad Colbert, filial de la promotora inmobiliaria Carré d’Or, a quien se le adjudicó en contrato enfitéutico durante cincuenta años.
   
  
El proyecto incluirá además un espacio de café/restaurante y locales de oficina y de trabajo en oficina integrada.
  
Se espera que los trabajos comiencen en 2026 con una inversión de casi cinco millones de euros, preservando la estructura histórica y elementos como las vidrieras hechas por Lucien Bégule, la estatua del titular de la iglesia y el monumento «a los muertos por la Francia» durante la Gran Guerra.
  
«En estrecho vínculo con la Comisión diocesana de arte sacro, el mobiliario restante tendrá un desmontaje respetuoso y una reutilización en las iglesias de la diócesis», señaló el Ayuntamiento.
   
2.º ALBANIA: CONVIERTEN IGLESIA ORTODOXA EN MUSEO SOBRE LOS UNIATOS ÍTALO-ALBANESES (Fuente: UNIÓN DE PERIODISTAS ORTODOXOS).
   

El 18 de diciembre de 2025, el Ministerio de Cultura de Albania organizó una reunión en la localidad de Vuno/Vouno, en Himarë/Chimara (condado de Vlorë/Aulona, sobre la conversión de la iglesia ortodoxa de San Espiridón en un museo. Así lo informó el eurodiputado Dionysios-Fredis Beleris en su página de Facebook.
   
El político señaló que no se produjo ningún debate público real, ya que el objetivo de los representantes de las autoridades «era informar a los residentes de su intención de restaurar y transformar la iglesia de San Espiridón y sus alrededores, de un lugar de fe, memoria histórica y educación griega, en un museo para los Arbëreshë (albaneses del centro de Italia), que nunca han tenido ninguna conexión con esta zona».
   
Beleris destacó que «la escuela griega del pueblo estuvo ubicada en el mismo edificio que la iglesia desde 1778 hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando la educación griega fue abolida por la fuerza con el establecimiento del régimen comunista».
   
El eurodiputado también señaló que el Gobierno no consultó a los dirigentes de la Iglesia Ortodoxa Autocéfala de Albania, propietaria del terreno.
   
«Quienes creen que esto cambiará la mentalidad y la fe de los residentes locales están profundamente equivocados», enfatizó Beleris. «Que se lo pregunten a los uniatos, quienes intentaron hacer lo mismo hace siglos y se quedaron sin nada» [referencia al sacerdote grecocatólica chipriota Neófito Rodinos, cuyas escuelas enfrentaron fuerte oposición por el criptocalvinista patriarca fanariota Cirilo Lucaris porque este las veía como medio para convertir a los lugareños al catolicismo, N. del T.].

ARQUEOLÓGICAS

Noticias tomadas de distintas fuentes.

1.º TURQUÍA: ENCUENTRAN MURAL DEL SIGLO III REPRESENTANDO A JESUCRISTO.
   

En el muro de una antigua tumba subterránea, arqueólogos en Turquía encontraron un fresco del siglo III representando a Jesucristo. El hallazgo se hizo durante excavaciones en la provincia de Bursa y fue descrito como excepcional para la Iglesia primitiva, informó The Daily Mail.

El fresco describe a Jesús bajo la imagen del Buen Pastor: un hombre joven sin barba vestido con una simple túnica, llevando sobre sus hombros una cabra y rodeado por otros animales mientras cruza el campo. La iconografía hace reminiscencia del capítulo X del Evangelio de San Juan.

De acuerdo a fuentes turcas, se trata del único caso conocido de un fresco paleocristiano fuera de Italia. Los expertos enfatizan que esta imagen confirma que los primeros cristianos usaban los mismos símbolos y títulos que el Nuevo Testamento le consagra a Jesús.

La pintura fue hallada en la necrópolis de Hisardere, cerca de la ciudad de Nicea, en el marco de unas labores bajo autorización del Ministerio de Cultura y Turismo turco y el Museo de la ciudad. El complejo, datado entre los siglos II y V, incluía cámaras sepulcrales (como las “Tumbas de Cámara con Tejado de Losa de Terracota”, únicas en la región), sarcófagos de piedra y bóvedas subterráneas, evidenciando su uso por distintos estratos sociales. La imagen fue hallada en el muro norte de la tumba, detrás del kline (κλίνη), un diván donde los fallecidos eran reclinados antes de ser sepultados.

Los arqueólogos creen que el fresco simboliza la transición del paganismo al cristianismo, y tiene un valor significativo para el estudio de la iconografía paleocristiana. Adicionalmente, destaca la importancia que empezó a tener la ciudad de Nicea, que sería posteriormente sede de dos concilios generales. Se espera que más excavaciones conduzcan a descubrir nuevos artefactos que arrojen luz sobre la historia de la cristiandad en la región de Anatolia.
   
2.º JORDANIA: REABREN SITIO DE LA IGLESIA MÁS ANTIGUA DEL MUNDO.
   

El pasado 15 de Diciembre se reabrió en la ciudad jordana de Áqaba, a orillas del Mar Rojo, un sitio arqueológico cristiano que los especialistas consideran una de las evidencias más antiguas de un edificio levantado específicamente para el culto cristiano. Su singularidad (que la hizo acreedora del Récord mundial Guinness) es que fue construido hacia la década del 290, treinta años antes que las basílicas constantinianas del Santo Sepulcro y de la Natividad en Tierra Santa.

Según informó la emisora palestina Nabd el-Haya, la inauguración fue presidida por el ministro de Turismo y Antigüedades Imad Hijazeen como representante del rey Abdalá II bin al-Huseín de Jordania, y contó con la presencia de Shadi Ramzi al-Majali (presidente de la Autoridad de la Zona Económica Especial de Áqaba), Aimán al-Awaisha (gobernador de Áqaba), el Dr. Fawzi Abu Daná (director general del Departamento de Antigüedades), Fares al-Jawazneh (director del Patrimonio de Áqaba), Cristóbal Atalá (arzobispo titular de Ciriacópolis de la Iglesia Greco-Ortodoxa de Jerusalén, metropólita de Jordania y presidente del Consejo de Líderes Eclesiásticos de Jordania), e Iyad Akram Twal (obispón auxiliar de Jerusalén y vicario patriarcal latino en Jordania) y otros muchos dignatarios, clérigos y personalidades.
   
Posterior a la inauguración, tuvo lugar una Divina Liturgia presidida por el arzobispo Atalá y el archimandrita Andrés Shamié, acompañado por la Escuela de música bizantina Psaltirion y el Coro Mosaica. En su sermón, el arzobispo enfatizó la importancia de la reverencia y el respeto al visitar este sitio arqueológico sagrado, afirmando que la iglesia, aunque antigua, perdura gracias a la fe de nuestros antepasados, quienes transmitieron la fe cristiana a lo largo de los siglos. Agregó que los padres y abuelos defendieron su fe en el Salvador Jesucristo en tiempos de persecución, y ofrecieron sus vidas como mártires por la verdad, y se reunían para orar en secreto y bajo tierra, considerando que la celebración de esta misa constituye una gran alegría en el cielo, y un mensaje de paz y amor en la amada Jordania
   
   
El yacimiento fue descubierto en Junio de 1998 durante las excavaciones dirigidas por el equipo de investigación del arqueólogo estadounidense Samuel Thomas Parker III Johannes de la Universidad Estatal de Carolina del Norte. Los expertos describieron el edificio de 26 x 16 metros (85 x 53 pies) con una planta de tipo basilical: una nave central, pasillos laterales, un cancel y un ábside orientado hacia el este, indicando que «fue diseñado desde el principio como una iglesia, no como una casa posteriormente convertida para el culto» (caso de la casa-iglesia de Dura Europos), lo que sugiere la existencia de una comunidad cristiana local ya organizada y capaz de sostener una vida de culto estable.
   

Junto a la arquitectura, se mencionan hallazgos materiales que contribuyen a fechar el conjunto y a perfilar el entorno cotidiano de aquella comunidad. Entre ellos figuran muros conservados de 4,5 metros (14 pies con 9 pulgadas; lo que hace plantear que la iglesia era de dos pisos), lámparas de vidrio, piezas de cerámica y monedas romanas, que permitieron la datación aproximada entre los años 293 y 303, antes de la persecución de Diocleciano cuando fue abandonada por un tiempo. Posteriormente, la iglesia fue ampliada, pasando a una capacidad de cien fieles.
  
Modelo de la iglesia de Áqaba [Fuente: Serena Massa y Caterina Giostra: La cristianización de Adulis a la luz de la evidencia material. En Historias de globalización: El Mar Rojo y el Golfo Pérsico desde la Prehistoria tardía hasta la Modernidad temprana (Andrea Manzo, Chiara Zazzaro, y Diana Joyce De Falco, eds.), cap. XVII. Brill, 2018].

En las inmediaciones del lugar, los arqueólogos hallaron además un cementerio que se considera vinculado a la misma comunidad cristiana. Entre los materiales recuperados allí se citan pequeños fragmentos metálicos interpretados como partes de una cruz de bronce, un indicio que refuerza la identificación cristiana del conjunto.

Con la reapertura, el sitio es presentado como destino cultural y como parte del patrimonio histórico y del compromiso del país y sus gobernantes (el rey Abdalá II y el príncipe heredero Huseín) por la coexistencia pacífica, tan escasa en la región. También se subraya el significado de Áqaba en el paisaje cristiano de la región, recordando que la memoria de las primeras comunidades no se conserva solo en monumentos tardíos, sino también en estos vestigios tempranos que hablan de la fe vivida, del culto y de la vida comunitaria en tiempos de dificultad y antes de los reconocimientos oficiales.

En tiempos romanos, Áqaba era conocida como Aela (derivado de Elat/אֵלוֹת), y se registra que su obispo participó en el Concilio de Nicea del 325. La iglesia sufrió daños luego de un terremoto en el año 363, lo que causó su destrucción parcial y ser sepultada bajo las arenas del desierto durante siglos. La Elat de Israel fue establecida apenas en 1951, en el antiguo puesto militar británico de Umm al-Rashrash.