«Un judío, por el hecho de pertenecer al pueblo elegido y estar circuncidado, posee una dignidad tan grande que nadie, ni siquiera un ángel, puede igualarse a él. Aquel que pega a un israelita, procede de la misma manera como si abofeteara el rostro de la Divina Majestad de Dios» (JOHANN BUXFORT “EL VIEJO”, “La Sinagoga judía”, 1603. En WALDEMAR DE GREGORI, “Judíos no-judíos”, pag 47).
Johann Buxfort “El viejo” (*1563 - †1629), siendo teólogo protestante, tuvo tal autoridad y erudición en las costumbres y ceremonias judías que llegó a ser llamado “Maestro de los rabinos”, y a él recurrían cuando tenían dudas (aun cuando la Basilea de su tiempo tenía leyes muy estrictas contra los judíos -por ejemplo, cuando asistió a la circuncisión del hijo de uno de los dos judíos que trabajaban con él, fue multado con cien dineros de oro-), cita los tratados talmúdicos Hulín 91b, 15-17:
HEBREO
מֵיתֵיבֵי חֲבִיבִין ישראל לִפְנֵי הקב״ה יוֹתֵר ממַלְאָכֵי השרת שישראל אומרים שירה בכל שעה ומלאכי השרת אין אומרים שירה אלא פעם אחת ביום ואמרי לה פעם אחת בשבת ואמרי לה פעם אחת בחודש ואמרי לה פעם אחת בשנה ואמרי לה פעם אחת בשבוע ואמרי לה פעם אחת ביובל ואמרי לה פעם אחת בעולם טזוישראל מזכירין את השם אחר שתי תיבות שנאמר (דברים ו, ד) שמע ישראל ה׳ וגו׳ ומלאכי השרת אין מזכירין את השם אלא לאחר ג׳ תיבות כדכתיב (ישעיהו ו, ג) קדוש קדוש קדוש ה׳ צבאות יזואַֽיִן מה״ש אומרים שִׁירָה לְמַעְלָה עַד שיאמרו ישראל לְמַֽטָּה שנאמר (איוב לח, ז) ברן יחד כוכבי בקר והדר ויריעו כל בני אלהים
TRADUCCIÓN
La Guemará plantea una objeción de la siguiente baraita: El pueblo judío es más querido al Santo, Bendito sea Él, que los ángeles ministrantes, porque el pueblo judío puede recitar un canto de alabanza a Dios en todo tiempo, pero los ángeles ministrantes recitan un canto de alabanza solo una vez al día. Y algunos dicen que los ángeles ministrantes recitan un canto de alabanza una vez a la semana. Y algunos dicen que ellos recitan un canto de alabanza una vez al mes. Y algunos dicen que ellos recitan un canto de alabanza una vez al año. Y algunos cicen que ellos recitan un canto de alabanza una vez cada siete años. Y algunos dicen que ellos recitan un canto de alabanza una vez por Jubileo. Y algunos dicen que ellos recitan un canto de alabanza una vez en toda la historia del mundo. Y además, el pueblo judío menciona el nombre de Dios después de dos palabras, como está escrito: “Escucha, Israel: El Señor es nuestro Dios, el Señor es uno” (Deuteronomio 6:4). Pero los ángeles ministrantes mencionan el nombre de Dios solo después de tres palabras, como está escrito: “Y uno llamó al otro, y dijo: “Santo, santo, santo es el Señor de los ejércitos; toda la tierra está llena de Su gloria” (Isaías 6:3). Y los ángeles ministrantes no recitan su canto en el cielo hasta que el pueblo judío recita su alabanza abajo, en la tierra, como está escrito: “Cuando las estrellas de la mañana cantan juntas” (Job 38:7), refiriéndose al pueblo judío, que es comparado a las estrellas; y solo entonces el verso declara: “Y todos los hijos de Dios gritaron de alegría”, que es una referencia a los ángeles. Esta baraita enseña que los ángeles mencionan el nombre de Dios solo después de tres palabras, esto es, después de decir la palabra “santo” tres veces, mientras que según lo que el rabino Ḥananel declaró que el rabino Abba Arika dijo, el tercer grupo de ángeles dice la palabra “santo” una vez y luego inmediatamente menciona el nombre de Dios.
y Sanedrín 58b, 18:
HEBREO
וא"ר חנינא הסוטר לועו של ישראל כאילו סוטר לועו של שכינה שנאמר (משלי כ, כה) מוקש אדם ילע קודש:
TRADUCCIÓN
Y el rabino Ḥanina dice: El que abofetea la mejilla de un judío es considerado como si hubiera abofeteado la Divina Presencia; como está declarado: “Es una trampa [mokesh] para un hombre decir [yala] temerariamente: Santo” (Proverbios 20:25). El verso es interpretado homiléticamente para significar: El que golpea [nokesh] a un judío es considerado como si lastimara la mejilla [lo’a] del Santo.
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