LATÍN℟. Gaude, María Virgo, cunctas hǽreses sola interemísti, quæ Gabriélis Archángeli dictis credidísti: * Dum Virgo Deum et hóminem genuísti, et post partum, Virgo, invioláta permansísti.℣. Gabriélem Archángelum scimus divínitus te esse affátum: úterum tuum de Spíritu Sancto credímus imprægnátum: erubéscat Judǽus infélix, qui dicit Christum ex Joseph sémine esse natum.℟. Dum Virgo Deum et hóminem genuísti, et post partum, Virgo, invioláta permansísti.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.℟. Dum Virgo Deum et hóminem genuísti, et post partum, Virgo, invioláta permansísti.TRADUCCIÓN℟. Alégrate, oh Virgen María, tú sola destruiste todas las herejías, Tú que creíste lo que dijo el arcángel Gabriel. * Siendo Virgen engendraste a un Dios y hombre; y después del parto permaneciste Virgen pura.℣. Sabemos que el arcángel Gabriel te habló de parte de Dios, y creemos que concebiste en tu vientre por el Espíritu Santo: Avergüéncese el infeliz judío, que dice que Cristo nació de la simiente de José.℟. Siendo Virgen engendraste a un Dios y hombre; y después del parto permaneciste Virgen pura.℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.℟. Siendo Virgen engendraste a un Dios y hombre; y después del parto permaneciste Virgen pura.
Gautier de Coincy OSB (1177-1236), cuenta en su obra Miracles de Notre Dame (Milagros de Nuestra Señora) que este responso fue improvisado en la época carolingia por un cantor ciego en la basílica de Santa María de los Mártires (antiguo Panteón de Agripa) cuando, en plena celebración del Divino Oficio, unos judíos se dirigieron a las afueras de la iglesia a proferir blasfemias contra la Santísima Virgen. El cantor, al oírlos, les contestó reafirmando la Fe Católica en el misterio de la Encarnación del Señor en el seno virginal de María Santísima y confutando la herejía pronunciada por la raza pérfida. Luego de este responso, la Virgen le obtuvo a su defensor que recuperara la visión. Aunque algunos afirman que en realidad fue compuesta para la dedicación de la rotonda de Nuestra Señora en el monasterio de San Germán de Auxerre, el responso es mencionado por Gautier, como también en las Cántigas de Santa María compiladas por Alfonso X «El Sabio» de Castilla y por Geoffrey Chaucer en sus Cuentos de Canterbury, en otro milagro: un niño huérfano cantaba el responsorio, y un judío que lo escuchó le tuvo tanto odio que lo mató, pero la Virgen le retornó a la vida en presencia de toda la ciudad, que dio muerte a los judíos que no se convirtieron ante el milagro.
Este responsorio fue incluido en las Maitines de la Anunciación del Breviario Romano, y también apareció en las Vísperas de la Purificación de Santa María (como se ve en los breviarios de los Canónigos Regulares, el Dominico y varios breviarios momásticos y diocesanos), a veces con la prosa (secuencia) ambrosiana del siglo XI «Invioláta, íntegra et casta es María»
LATÍNInvioláta, íntegra et casta es María:Quæ es effécta fúlgida cœli porta.O Mater alma Christi caríssima:Súscipe pia láudum præcónia.Te nunc flágitant devóta corda et ora:Nostra ut pura péctora sint et córpora.Tua per precáta dulcísona:Nobis concédas véniam per sǽcula.O benígna! O Regína! O María!Quæ sola invioláta permansísti.TRADUCCIÓNIntacta, íntegra y casta eres, María:Que fuiste hecha puerta resplandeciente del Cielo.Oh queridísima Madre de Cristo,Recibe nuestro piadoso himno de alabanza.Ahora nuestros corazones y labios te claman:Para que nuestras almas y cuerpos sean puros.Por tus ruegos de dulce sonido,Concédenos el perdón por los siglos.¡Oh benigna! ¡Oh Reina! ¡Oh María!Que sola permaneciste intacta.
después del último «Dum Virgo Deum et hóminem genuísti, et post partum, Virgo, invioláta permansísti».
Infortunadamente, en la expurgación que en el Breviario Romano se hizo después del Concilio de Trento, el verso fue remplazado (no sabemos la causa) por «Beáta es, María, quæ credidísti: quia perfécta sunt ea, quæ dicta sunt tibi a Dómino» (Dichosa eres, Virgen María, porque has creído: porque se cumplirá en ti lo que te ha dicho el Señor), del Común de las Fiestas de Santa María (cambio que fue adoptado por el Breviario Monástico Benedictino).
Por su parte, en el Misal Romano tradicional, es usado como Tracto en la Misa común de Santa María desde el tiempo de Septuagésima en vez del Aleluya, de esta forma:
Gaude, María Virgo, cunctas hǽreses sola interemísti. (Alégrate, oh Virgen María, Tú sola destruiste todas las herejías).
℣. Quæ Gabriélis Archángeli dictis credidísti. (Tú que creíste lo que dijo el arcángel Gabriel).
℣. Dum Virgo Deum et hóminem genuísti, et post partum, Virgo, invioláta permansísti. (Siendo Virgen engendraste a un Dios y hombre; y después del parto permaneciste Virgen pura).
℣. Dei Génetrix, intercéde pro nobis. (Madre de Dios, intercede por nosotros).
En los demás Breviarios, el responso siguió intacto hasta la reforma-demolición litúrgica obrada durante el Vaticano II, cuando fue removido del todo por pura «corrección política». En 2005, el Antiphonále Monásticum de Solesmes, en su volumen III, incluyó el responso, pero sin incluir el hemistiquio «erubéscat Judǽus infélix, qui dicit Christum ex Joseph sémine esse natum».
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