jueves, 14 de marzo de 2024

NOVENA EN HONOR A SAN JOSÉ ORIOL

Adaptación de la Novena dispuesta por el bachiller don J. L. A. y publicada en México por la imprenta de Mariano Ontiveros en 1822.
  
«Os ruego que seáis mis imitadores, como yo lo he sido de Cristo» (San Pablo, epístola I. ad Corint., cap. 4, v. 16).
    
INTRODUCCIÓN
Nuestro Omnipotente Dios, que reparte entre sus escogidos ya este, ya el otro don, para que su Iglesia Santa sea por todos ellos gloriosamente honrada, para general consuelo de los fieles, se dignó darnos en San José Oriol un dechado portentoso de la más rigurosa abstinencia, e hizo resplandecer en él del modo más enérgico, el admirable don de curar enfermos. No se extinguió en su muerte tan portentosa virtud: sigue y seguirá, según su promesa, beneficiando a cuantos con viva fe lo invocaren. Pero sepan los que quieran valerse de su patrocinio, que este Varón prodigioso no socorrerá las necesidades, ni sanará las dolencias de los que tuvieren manchada su conciencia con alguna culpa grave. Prevénganse sus devotos con los santos Sacramentos de confesión y comunión, cuando quieran interesar su valimiento con el Dador de todo bien: y si practicadas estas diligencias no consiguieren el remedio de su necesidad, resígnense humildes con la voluntad divina, e infieran que así les conviene para que vivan en gracia de Dios y consigan la salud eterna.
    
Ofrezco al público esta Novena que compuse para mi uso privado, para que se extienda y propague la devoción al Santo. Podrá hacerse en los nueve días antes de su festividad, que es a 23 de marzo, o cuando la necesidad lo pidiere. El mayor obsequio que pueden hacer a San José Oriol sus devotos, es procurar su imitación. Con este fin pongo para cada día una reflexión sobre un texto de la Escritura: no precisamente para que la lean; sí para que la rumen y mediten, y saquen de ella afecto a la virtud, y horror al vicio que se le opone. Asi evitarán aquel abuso harto común de rezar novenas, más por ceremonia que por espíritu de devoción. Últimamente advierto, que después de la oración que se varía todos los días, se rezan tres Padre nuestros, y tres Ave Marías con Gloria Patri, a la Santísima Trinidad, porque regularmente curaba el Santo a los enfermos con la invocación de este sacrosanto e individuo Misterio; y después de curados, les inculcaba que diariamente rezasen a honor suyo estos tres Padre nuestros. Vale.
   
DEVOTA NOVENA EN HONOR DE SAN JOSÉ ORIOL, CLÉRIGO BARCELONÉS: ACLAMADO NUEVO TAUMATURGO DE ESTOS ÚLTIMOS SIGLOS, PARA IMPLORAR SU INTERCESIÓN EN LAS NECESIDADES ESPIRITUALES Y CORPORALES
  

Hecha la señal de la cruz, hincado delante de la Imagen de San José Oriol, se da principio este y los demás días con el siguiente

Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.

ACTO DE CONTRICIÓN
Dulcísimo Jesús mío, Dios y hombre verdadero: penetrado de un vehemente dolor por las ingratitudes que he cometido contra Vos, y alentado con la confianza que me inspira vuestra infinita bondad, me pongo en vuestra presencia y os protesto con toda mi alma, que me pesa el haber pecado: pésame, Redentor mío, el haberos ofendido: no más, no más pecar Señor: misericordia, misericordia. Para conseguirla, amor mío de mi alma, junto con el remedio de mi presente necesidad, pongo por intercesor y medianero a San José Oriol; y espero que por los méritos de este vuestro fiel siervo remediaréis mis necesidades espirituales y corporales, me concederéis una centella del fuego de vuestro divino amor, que ilumine mi entendimiento, inflame mi voluntad y purifique mi corazón; para que perseverando en gracia hasta el fin, sea digno de alcanzar después del destierro, vuestras promesas en la patria Celestial. Amén.

DÍA PRIMERO – 14 DE MARZO
REFLEXIÓN
«Os exhortamos a que no recibáis la gracia de Dios en vano»… ¡Cuántas gracias he recibido de la mano de Dios, a las que jamás he cooperado! Hasta ahora ha sufrido el Señor mis ingratitudes, mis resistencias… ¿Pero qué será de mí si me desentiendo del saludable remordimiento que en este instante siente mi corazón?
    
Medítese un rato esta materia.
   
ORACIÓN
Gloriosísimo San José Oriol: yo me complazco y os felicito contemplándoos coronado de gloria y honor, en la patria de los escogidos. El aprecio que hicisteis siempre de la divina gracia: el cuidado que pusisteis en conservarla: los sacrificios que os costaron sus aumentos, os elevaron a tanta dicha. Mirad, Patrón mío, desde el Empíreo, mi pequeñez: compadeceos de mi miseria, y alcanzadme del Señor un perfecto conocimiento de la preciosidad de la divina gracia, y un horror sumo al torpe vicio de la ingratitud, para que en lo sucesivo jamás reciba en vano este admirable don de Dios, antes a imitación vuestra camine sin tropiezo de virtud en virtud, hasta conseguir la posesión del sumo bien en la gloria. Deba yo a vuestros ruegos lo que desmerece mi indignidad, y si ha de ser a mayor gloría de Dios y bien de mi alma, alcanzadme el remedio de mi presente necesidad. Amén.
   
Aquí expone cada uno su necesidad y para más obligar al Santo, se rezan tres Padre nuestros y tres Ave Marías con un Gloria Patri a la Beatísima Trinidad, y luego el siguiente
   
OFRECIMIENTO
Trinidad Beatísima Padre, Hijo y Espíritu Santo, de cuyo trono desciende a nosotros todo don perfecto: yo os ofrezco estos tres Padre nuestros y Ave Marías que he rezado en honor vuestro, y os los presento por medio de vuestro fiel siervo mi Abogado San José Oriol, en protestación de mi gratitud, por los grandes beneficios que vuestra dignación me ha concedido, y como un sacrificio de alabanza para impetrar los que solicito y me convengan. Y pues sois rico en misericordia, compadeceos, benignísimo Señor, de todos los hijos de vuestra Iglesia Santa, libradnos de todos los males pasados, presentes y futuros, para que vuestro divino nombre sea siempre alabado, ensalzado y glorificado. Amén.
  
GOZOS

De Barcelona y su clero,
Gran lucero. 
Oriol ministro sagrado
Sed siempre nuestro abogado.
  
Barcelona religiosa, venturosa
Os dio la cuna y Bautismo, 
Y desde aquel punto mismo 
Más gloriosa 
La sublima el heroísmo 
de vuestro virtuoso esmero
Gran lucero.
Oriol ministro sagrado
Sed siempre nuestro abogado.

Tierno, amoroso y sencillo chiquitillo 
Al ministerio sagrado, 
Como Samuel, consagrado monaguillo 
Servís a Dios entregado,
Y en la obediencia el primero 
Gran lucero.
Oriol ministro sagrado
Sed siempre nuestro abogado.
    
En los estudios brillante estudiante, 
Sin sombra de vanagloria, 
No separáis la memoria ni un instante, 
De aquel Dios, que la victoria
Nos dio en el Sacro Madero, 
Gran lucero.
Oriol ministro sagrado
Sed siempre nuestro abogado.
    
Un prodigio de obediencia y abstinencia 
En vuestra juventud fuisteis, 
Y con ellas defendisteis la inocencia, 
Que tanto relucisteis 
Hasta el instante postrero
Gran lucero.
Oriol ministro sagrado
Sed siempre nuestro abogado.
    
Ya maestro en Teología; relucía 
En vos la virtud y el celo; 
Cuando el benéfico cielo
Os envía al clero para modelo, 
Y luz en su candelero, 
Gran lucero. 
Oriol ministro sagrado
Sed siempre nuestro abogado.
    
Aunque el escaso sustento, macilento 
Os tiene el rostro, y finado: 
Al ofrecer el sagrado Sacramento, 
Os presentáis inflamado, 
Cual encendido brasero: 
Gran lucero.
Oriol ministro sagrado
Sed siempre nuestro abogado.
    
El todo sois para todos de mil modos 
Buenos, malos, penitentes,
pobres, tibios y fervientes
Todos, todos hallan en vos las lucientes 
Prendas de un Padre sincero: 
Gran lucero.
Oriol ministro sagrado
Sed siempre nuestro abogado.
    
Mientras sois el lucimiento y ornamento 
De toda la Clerecía; 
Al martirio se partía vuestro aliento. 
Desafiando la porfía 
Del bárbaro infiel acero: 
Gran lucero.
Oriol ministro sagrado
Sed siempre nuestro abogado.

Al veros tan fervoroso, y animoso 
En Marsella, Dios envía 
Su dulce Madre María, 
Que celoso y ardiente otra vez os guía 
A vuestro redil primero:
Gran lucero. 
Oriol ministro sagrado
Sed siempre nuestro abogado.

A la Patria regresado y adornado 
Con un poder eminente; 
Os admira vuestra gente, 
Sublimado por el brazo Omnipotente 
A ser nuestro milagrero:
Gran lucero. 
Oriol ministro sagrado
Sed siempre nuestro abogado.
   
Tiempo, lugar, mares, vientos y elementos 
A vuestra voz obedecen, 
Y a cada momento crecen los portentos: 
Los males desaparecen 
Del que a vos llega sincero: 
Gran lucero. 
Oriol ministro sagrado
Sed siempre nuestro abogado.
   
Antes de volar al cielo, vuestro celo
Se empeña, y nos asegura, 
No faltar a su ternura, ni el consuelo 
Al que con  fe viva y pura 
Quiera hallaros milagrero:
Gran lucero. 
Oriol ministro sagrado
Sed siempre nuestro abogado.
    
Así todos lo esperamos, y adoramos 
Al gran Dios de las victorias; 
Mientras que vuestras memorias entonarnos, 
Ensalzando en vos las glorias 
De un Protector verdadero: 
Gran lucero.
Oriol ministro sagrado
Sed siempre nuestro abogado.

Alumbrad al orbe entero,
Gran lucero. 
Oriol ministro sagrado
Sed siempre nuestro abogado.

℣. Ruega por nosotros, San Alfonso María.
. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

ORACIÓN
Oh Dios, que decoraste al bienaventurado San José con el don de la abstinencia y la gracia de la curación, concédenos que por la abstinencia de las culpas en la tierra, merezcamos conseguir el premio de la penitencia en el Cielo.

Cubrid, Señor, con la diestra de vuestro celestial auxilio a vuestros siervos y siervas; para que con todo su corazón busquen y merezcan conseguir lo que dignamente piden. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
   
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
   
DÍA SEGUNDO – 15 DE MARZO
Por la señal…
Acto de Contrición.
    
REFLEXIÓN
«El temor de Dios es el principio de la sabiduría»… La única ciencia del cristiano es saber salvarse. No podré decir con verdad que aspiro a esta dicha, si no temo a Dios… ¿Y le temo con efecto?… ¿He tenido siempre presente su grandeza infinita?… ¿He meditado la severidad de sus juicios, y el rigor de sus venganzas?… Si consulto a mi conciencia, ella me responderá…
    
Medítese un rato esta materia.
   
ORACIÓN
Abogado mío San José Oriol, que en la escuela del santo temor de Dios, aprendisteis la ciencia de los Santos con tanta perfección, que merecisteis llegar al ápice y heroísmo de las virtudes: dignaos pedirle al Señor me conceda este don de su divino Espíritu, que sostenga mi fragilidad en las tentaciones, aliente mi tibieza en los peligros, y me preserve de la presunción en las ocasiones en que me hallare de ofenderle. Por no perder a mi Dios, quiero vivir crucificado interior y exteriormente, y con los clavos de su temor santo, sea crucificado mi cuerpo con todos sus sentidos, y mi alma con sus potencias, para que anivelados todos mis pensamientos, palabras y obras a la ley santa del Señor, haga ahora y siempre su voluntad, que es mi santificación. Alcanzadme, Patrón mío, esta gracia y la particular que os pido en esta Novena, si ha de ser para gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.
    
Aquí expone cada uno su necesidad, se rezan los tres Padre nuestros, el ofrecimiento y sus Gozos. 

DÍA TERCERO – 16 DE MARZO
Por la señal…
Acto de Contrición.
    
REFLEXIÓN
«La vida del hombre sobre la tierra es una guerra continua»… ¡Qué tristes recuerdos debe excitarme la memoria de esta verdad!… ¡Cuántas veces he sido vencido en los combates que me presentan los enemigos de mi alma!… ¿Qué sería de mí si la benignidad de mi Dios no me hubiera sufrido?… ¿Seré yo tan ingrato, que me ensordezca a la voz que el Señor dirige a mi corazón, y me intima la vigilancia para no caer en la tentación?…
    
Medítese un rato esta materia.
   
ORACIÓN
Vigilantísimo Confesor de Jesucristo San José, que ocupado incesantemente en procurar la salvación de las almas de vuestros prójimos, jamás os olvidasteis de la santificación de vuestra alma, yo el menor de vuestros devotos os invoco en este día y os pido con el mayor rendimiento me alcancéis del Señor una voluntad eficacísima de imitaros en el grande aprecio que hicisteis de vuestra salvación, venciendo con magnanimidad cuantos obstáculos os oponían el Mundo, el Demonio y la Carne. Para más obligaros propongo, ayudado de la gracia del Señor, no olvidar jamás los muchos peligros que me rodean, velar de continuo sobre los movimientos de mi corazón, y tener muy en la memoria mi mucha fragilidad, para que jamás puedan gloriarse mis enemigos de que han prevalecido contra mí. Espero por vuestra mediación esta gracia, y el remedio de mi necesidad si me conviene. Amén. 

Aquí expone cada uno su necesidad, se rezan los tres Padre nuestros, el ofrecimiento y sus Gozos.

DÍA CUARTO – 17 DE MARZO
Por la señal…
Acto de Contrición.
    
REFLEXIÓN
«Dios resiste siempre a los soberbios, pero a los humildes les concede su gracia»… Nadie tiene más  motivos que yo para humillarse. Soy polvo, soy ceniza, soy nada… soy más despreciable que la misma nada, porque he pecado y me ensoberbezco… A la luz de esta verdad conozco la sinrazón de mi conducta; pero de nada me servirá este conocimiento, si no me resuelvo desde ahora a fomentarlo continuamente e imprimirlo en mi corazón…
    
Medítese un rato esta materia.
   
ORACIÓN
Humildísimo San José Oriol, que supisteis unir a la inocencia de una vida inmaculada, y al mérito de vuestra sobresaliente virtud, un tan bajo concepto de vos mismo, que os reputabais por indigno de estar en la divina presencia: interponed vuestros ruegos a mi favor, para que el Altísimo se digne escuchar los gemidos de mi corazón, que solo aspira a conseguir la virtud santa de la humildad. Haced, Patrón mío, que se imprima indeleblemente en mi memoria y jamás se caiga de mi boca aquella sentenciosa jaculatoria del gran Agustino: «Conózcame a mí, Señor, y conozcaos a Vos», para que teniendo siempre fija la mente en la amabilidad y hermosura de mi Creador, y cotejándola con mi pequeñez y bajeza, conciba aquel odio santo de mí mismo, que me haga superior a todo lo terreno, junto con un aprecio sumo del Rey de los siglos inmortal e invisible, a quien exclusivamente pertenece toda gloria y honor. Deba yo a vuestra poderosa intercesión esta gracia, y el remedio de mi presente necesidad, si ha de ceder en bien de mi alma. Amén. 

Aquí expone cada uno su necesidad, se rezan los tres Padre nuestros, el ofrecimiento y sus Gozos.
  
DÍA QUINTO – 18 DE MARZO
Por la señal…
Acto de Contrición.
    
REFLEXIÓN
«Os es necesaria la paciencia para que haciendo la voluntad de Dios, alcancéis la promesa»… Luego, si sufro con paciencia las tribulaciones y trabajos que me envía Dios, gozaré una gloria eterna… La fe me prohíbe dudar de esta verdad, y yo me glorío de creerla, ¿y no obstante soy impaciente?… ¿He olvidado que Jesucristo padeció para darme ejemplo de paciencia?…
    
Medítese un rato esta materia.
   
ORACIÓN
Bienaventurado San José, dignísimo ministro de Jesucristo, que empeñado en conformaros a su imagen, os elevabais frecuentemente por la meditación hasta el Calvario, para aprender del Hombre Dios paciente, la práctica de la virtud de la paciencia: os pido por el mismo Señor Jesucristo intercedáis por mí, y me alcancéis un grande amor a los trabajos; un verdadero conocimiento de la preciosidad de las tribulaciones, y una conformidad imperturbable en todos los sucesos de esta vida, para que a imitación vuestra, conserve siempre la paz del corazón, de modo que ni la tribulación, ni la angustia, ni  el  peligro,  ni  la  persecución,  ni  el amor a la vida, ni el temor de la muerte puedan separarme jamás del propósito que he formado de sufrir cuantas tribulaciones y trabajos me envíe Dios con paciencia. Por vuestra intercesión espero conseguir esta gracia, y el remedio de mi presente necesidad, si conviene a gloria de Dios y bien de mi alma. Amén. 

Aquí expone cada uno su necesidad, se rezan los tres Padre nuestros, el ofrecimiento y sus Gozos.

DÍA SEXTO – 19 DE MARZO
Por la señal…
Acto de Contrición.
    
REFLEXIÓN
«Si viviereis según la carne, moriréis, mas si por el espíritu hiciereis morir los hechos de la carne, viviréis»… O mortificación, o infierno. No hay medio entre estos dos extremos… Por tener olvidada esta verdad, se ha condenado un número casi infinito de necios. «Luego  erramos, dicen con desesperación, luego erramos huyendo de la mortificación»… ¿Y no despertaré yo al eco pavoroso de sus lamentos?…
    
Medítese un rato esta materia.
   
ORACIÓN
Penitentísimo San José Oriol, padre compasivo de los pobres pecadores, como el más necesitado de todos ellos me presento a vos lleno de confusión y dolor, y os expongo mis males espirituales para que me procuréis el remedio. La tibieza ha ocupado mi corazón, la vanidad atormenta a mi memoria, las pasiones desordenadas pretenden ofuscar mi entendimiento y retraer mi voluntad del único objeto digno de mi amor. Conozco que para librarme de tantos males, no me queda más recurso que la mortificación. Alentado con vuestro poderoso ejemplo, prefiero esta a todas las satisfacciones del sentido, y protesto con toda mi alma que quiero vivir y morir mortificado. Pero temeroso de mi fragilidad, imploro vuestra protección, para que me alcancéis del Señor confirme y perfeccione lo que en mí ha obrado su divina gracia. No os neguéis, abogado y patrón mío, a mi petición, ni al remedio de mi presente necesidad, si conviene para gloria de Dios y salvación de mi alma. Amén. 

Aquí expone cada uno su necesidad, se rezan los tres Padre nuestros, el ofrecimiento y sus Gozos.

DÍA SÉPTIMO – 20 DE MARZO
Por la señal…
Acto de Contrición.
    
REFLEXIÓN
«Ama a Dios todo el tiempo de tu vida»… Ninguna excusa puedo alegar que me exima de esta sagrada obligación. Los grandes e innumerables beneficios que me ha hecho Dios… los que me está haciendo continuamente… el premio eterno que me tiene preparado, y el mismo infierno con que me amenaza, todo, todo es  efecto  de  su amor… ¿Y me atreveré a negar el amor a quien tantas pruebas me ha dado de que me ama?
    
Medítese un rato esta materia.
   
ORACIÓN
Protector mío amantísimo San José Oriol,  yo  me congratulo con vos en este día, por la incomparable felicidad que disfrutasteis en este mundo, de haber preservado vuestro corazón de todos los afectos terrenos, y ocupádole únicamente del divino amor. La consideración de vuestros fervores confunde mi tibieza, mi ingratitud, mi desamor; pero estos mismos males de que adolece mi alma, me hacen esperar el remedio de vuestra compasión. Con esta confianza me atrevo a presentaros mi corazón. Tomadle, abogado mío, en vuestras benditas manos, que no dudo que solo su contacto, que tantas veces dio la salud del cuerpo a los que con fe la solicitaban, dará a mi alma con el calor de la caridad aquel vigor espiritual que necesito, para perseverar constante hasta la muerte en amar únicamente a mi Dios, y en Dios y por Dios a todos mis prójimos. No me neguéis vuestra intercesión para el logro de una gracia de tanta gloria de Dios. Igualmente os pido el remedio de mi presente necesidad si ha de resultar en bien de mi alma. Amén. 

Aquí expone cada uno su necesidad, se rezan los tres Padre nuestros, el ofrecimiento y sus Gozos.
    
DÍA OCTAVO – 21 DE MARZO
Por la señal…
Acto de Contrición.
    
REFLEXIÓN
«La muerte de los Santos es preciosa en los ojos de Dios»… Al acordarme que soy mortal, siento nacer en mi alma un vehemente deseo de morir como mueren los justos. Pero la fe me enseña que esta dicha no depende del acaso, sino de la disposición… ¿Y podré adquirir esta de un golpe? ¿Podré aprender a morir bien con la experiencia, cuando sé que nadie muere más de una vez?… Luego, si verdaderamente aspiro a aquel dichoso fin, he de resolverme desde este momento a vivir bien.
    
Medítese un rato esta materia.
   
ORACIÓN
Glorioso confesor de Jesucristo San José Oriol, que ilustrado con las luces de la prudencia, supisteis en este destierro dirigir y ordenar todos vuestros pensamientos, palabras y obras, para conseguir una muerte preciosa, y por ella la eterna posesión del Sumo Bien, que es nuestro último fin, yo os suplico me alcancéis esta prudencia celestial de que necesito para seguir sin tropiezo en el camino de la virtud; pues estoy resuelto a vivir siempre como querré haber vivido en la hora de mi muerte. Y cuando esta llegare, amoroso protector mío, no me desamparéis. Pedidle por mí al Señor, tiempo y disposición para recibir con fruto los Santos Sacramentos. Asistidme vos mismo: poneos a mi lado, que con tan poderoso defensor, no se atreverán los ministros de satanás a impedir mi camino a la eterna gloria, por la que suspiro. Os encargo de nuevo el remedio de mi actual necesidad, si es voluntad de Dios, la que deseo se haga ahora y siempre así en la tierra como en el cielo. Amén. 

Aquí expone cada uno su necesidad, se rezan los tres Padre nuestros, el ofrecimiento y sus Gozos.

DÍA NOVENO – 22 DE MARZO
Por la señal…
Acto de Contrición.
    
REFLEXIÓN
«Ante el hombre, la vida y la muerte: el bien y el mal: lo que le pluguiere a él le será dado»… ¿Qué más podía hacer el Criador por mí?… Para que yo merezca, deja libre mi voluntad. ¿A quién culparé si me pierdo?… ¡Soy  frágil! ¡Soy miserable! Pues miserables y frágiles eran los Santos… ¿No podré con la gracia del Señor hacer lo que hicieron ellos?… El mismo Dios me asegura que me será dado lo que yo elija. Si elijo el bien, me dará la vida eterna, si el mal, la eterna muerte…
    
Medítese un rato esta materia.
   
ORACIÓN
¡Oh inocentísimo San José Oriol, amado de Dios y de los hombres! A pesar de mi mucha tibieza, siento en mi corazón las más dulces emociones al contemplaros en este día gozando ya de la visión beatífica de mi Dios y confirmado en esta gracia por la eternidad. Dignaos recibir menor de vuestros devotos los plácemes y parabienes por tanta dicha. Gozad enhorabuena, gozad de las inefables delicias de la celestial Sion, pero no olvidéis a vuestros devotos. Acordaos de la palabra que nos disteis en el último periodo de vuestra vida, que haríais después de muerto por los presentes y venideros todo el bien que pudieseis, y ya que en Dios lo podéis todo, pedidle tenga piedad y misericordia de mí: pues ya estoy resuelto a seguir a imitación vuestra  el  camino de la virtud, que guía a la vida eterna. Este es el bien único que elijo por mi libre voluntad, y espero conseguir por vuestra mediación. Reitero la súplica que os he hecho en esta novena, de que me alcancéis el remedio de la necesidad que he expuesto, si ha de ser para gloria de Dios y bien de mi alma. Amén. 

Aquí expone cada uno su necesidad, se rezan los tres Padre nuestros, el ofrecimiento y sus Gozos.

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