jueves, 7 de marzo de 2024

ITALIANOS, REVIRTIENDO AL PAGANISMO Y OCULTISMO

Traducción del artículo publicado por el Dr. Jules Gomes para CATHOLIC HERALD.
  
Imagen ilustrativa.
   
Un número creciente de católicos lapsos en Italia están revirtiendo a las deidades de la Antigua Roma y volviéndose a videntes, astrólogos y psíquicos paganos, atestiguando un colapso potencialmente catastrófico del catolicismo en su bastión tradicional.

Más de 160.000 hechiceros están haciendo negocios activos en prácticas ocultistas y de la Nueva Era, con más de tres millones de italianos consultando a los “maghi” por consejos al año. Esto implica ganancias astronómicas hasta de €8 millardos, según datos del Osservatorio Antiplagio.

Entre 10 y 13 millones de italianos –casi todos ellos católicos bautizados– han ido a hechiceros o brujas al menos una vez en la vida; mientras que 30.000 italianos de todas clases de la sociedad buscan a los psíquicos y videntes diariamente, en una búsqueda por un futuro mejor, declara la agencia Codacons.
    
El epicentro de la brujería y el ocultismo está en la región de Lombardía al norte de Italia, con 2.800 operadores ocultistas y 200.000 clientes, cifras que exceden por lejos los porcentajes de sacerdotes católicos residentes y católicos que asisten semanalmente a la Santa Misa.
  
Un sondeo realizado en 2023 por la compañía de investigación de mercados SWG encontró que el 34% de los italianos cree o participa en la necromancia, el 24% en la magia negra, 19% en predecir el futuro con cartas, 18% en la magia blanca, y 17% en psíquicos o sanadores ocultistas.
    
En 2019, el Papa Francisco advirtió a los italianos «a no buscar la felicidad siguiendo a los vendedores de humo —que tantas veces son vendedores de muerte—, a los profesionales de la ilusión», una referencia que fue interptetada por los medios italianos como una advertencia contra la proliferación de médicos brujos.
   
Un año después, el Santo Padre reiteró su admonición en su homilía de la Epifanía, urgiemdo a su grey no seguir «los magos, los adivinos, los hechiceros», a menos de «devenir “ídolo-adictos”».
    
En un discurso del Ángelus en Julio de 2023, el pontífice advirtió a los católicos a rechazar las creencias «en las supersticiones, como la magia, las cartas, los horóscopos o cosas similares», señalando que «muchos, muchos cristianos van a que les lean las manos».
    
Cifras recientes confirman los hallazgos de la tesis doctoral presentada por Stefano Falappi a la Universidad de Bérgamo (2012), titulada Educación, diversidad religiosa y creencias no religiosas, la cual demostró que la religión católica ya no es más la dominante en Italia sino «la diversidad religiosa y las creencias no-religiosas en el contexto crecientemente pluralista de Italia».
   
Mientras, en un fenómeno paralelo, italianos desencantados de la Iglesia están afirmando haber encontrado una espiritualidad auténtica al volver a sus raíces y reclamar los dioses paganos de la Antigua Roma.
   
La “Via romana agli dei” (“Camino romano a los dioses”) es un movimiento religioso que comprende varias sectas neopaganas declarándose ser parte del Congreso Europeo de Religiones Étnicas (ECER).
    
Los practicantes del antiguo culto romano arguyen que aun cuando sus antepasados fueron perseguidos por «el condenado y execrable Edicto segundo de Teodosio» en el 392 d.C., sus rituales sobrevivieron más abiertamente en la Italia rural y más secretamente en la cultura de la clase alta italiana.
   
Mientras varias deidades paganas sobrevivieron, alegadamente, en apariencia católica, como «muchas diosas están enmascaradas en muy específicas advocaciones de la Virgen; muchos santos son dioses y espíritus disfrazados», y poetas como Dante «guardaron memoria de la tradición romana, en un [aparente] sincretismo con la Cristiandad».
    
Desde finales de la década de 1980, varios grupos han revivido el culto romano en público, variando de «poco más que la recreación histórica», a otros que son «influenciados por influencias paramasónicas previas al siglo XX».

El Centro para los Estudios sobre Nuevas Religiones (CESNUR) con sede en Turín, enlista los cultos esotéricos bajo la categoría de Movimiento Tradicionalista Romano, con adherentes neopaganos que se cuentan a más de 230.000 en 2017, un crecimiento de 143% en más de diez años.
    
Una importante asociación neopagana es la Commúnitas Pópuli Románi, que se describe como una «una asociación espontánea de hombres libres que se reconocen en los mismos valores espirituales y culturales que la religión antigua de Roma».

Se alentaba primeramente a los neófitos a «habilitar en tu casa un espacio dedicado a las deidades (larario, ara, ædícula) para que puedas empezar a ofrecer a tus dioses», y en segundo orden, a «ritualizar siguiendo las principales festividades que son recordadas por el Kalendárium».

«La religión romana es fundamentalmente una religión colectivista y convivial, no deja mucho lugar al individualismo y al personalismo que a menudo condujeron –y aún conducen– a prácticas supersticiosas condenables», se le dice a sus adherentes.
    
El 10 de Febrero de 2024, un grupo ecléctico de entusiastas de la Commúnitas Pópuli Románi se congregó cerca al Foro Romano para expresar su devoción a las deidades Juno, Júpiter y Apolo.
   
Luca Fizzarotti, un programador de computadoras que se unió al movimiento después que tuvo una crisis espiritual, le dijo a Religion News Service (RNS) que por muchos años fue un catequista y católico practicante, pero que «tuve una muy mala experiencia y tuve que dejar mi Iglesia».
   
Luca Fizzarotti vertiendo agua en una ceremonia de la neopagana Commúnitas Pópuli Románi cerca al Foro Romano el 10 de Febrero de 2024.
    
Fizzarotti se enamoró de una practicante del Kemetismo ortodoxo, un culto basado en la antigua creencia religiosa egipcia. «Al principio no podía entenderlo realmente, luego mientras poco a poco aprendía sobre la comunidad pagana, encontré una forma de vivir mi espiritualidad», explicó.
    
Aunque Fizzarotti reconoce que fue al mudarse con su novia que despertó su interés en el paganismo romano, la motivación fundamental detrás de los gustos de él y otros que se unen al movimiento de influencia paganaa es una fascinación con lo que el periodista italiano Andrea Angelini etiqueta como “Reconstruccionismo politeísta romano”, en vez de cualquier incentivo sexual de tipo New Age como el poliamor.

Los proponentes del movimiento enfatizan «la sintonía con la espiritualidad antigua», la ética de «deberes con lo divino», y las virtudes de la Fides (la reciprocidad del compromiso y la palabra dada que une a las dos partes), Píetas (justicia, respeto y devoción hacia los dioses) y Relígio (el cuidado y observancia del acto sagrado, la correcta ejecución del rito que garantiza el favor de los dioses).

«Todos nosotros creemos en los dioses, hacemos rituales en las casas, tenemos templos de devoción en las casas, tenemos nuestros propios sacerdotes y oficiantes», dijo Donatella Ertola al RNS.
    
«Estaba buscando algo que el monoteísmo no me daba. Encontré una nueva fuerza en el politeísmo», resaltó Antony Meloni, un trabajador de construcción de aeropuertos.
    
El latinista e investigador establecido en Roma Lorenzo Murone dijo al Catholic Herald que la Iglesia Católica en Italia estaba librandonuna batalla perdida contra tales cultos por su negativa a dedicarse al “evangelismo intencional”.
    
«Ni siquiera en el pasado, Roma nunca hizo realmente evangelismo en Italia. Hasta el presente, la mayoría de los católicos romanos profesantes a duras penas conocen el nombre de su cura párroco, y viceversa», dijo Murone, explicando cómo la falta de atención pastoral también conduce a defecciones de la Iglesia.

El académico lamenta que cuando el Papa Francisco dijo recientemente que las «parejas que van a casarse deberían ser seguidas por la congregación en su preparación para el matrimonio», Vito Mancuso, un expresbítero y teólogo liberal italiano, pareció reaccionar a tal proposición «con furia, como si la vida congregacional fuera una extraña novedad».
   
Murone también señaló cómo hace unos años, un cardenal italiano [Gianfranco Ravasi Tavola, N. del T.] lamentó el apateísmo (la actitud de apatía hacia la existencia o no existencia de Dios) de los italianos.
    
«Yo pienso que tiene razón, pero ese apateísmo ahora ha hecho metástasis», concluyo Murone.

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