Noticia tomada de GLORIA NEWS, ampliada en algunos lugares.
El destituido arzobispo de Tucumán (Argentina) Alfredo Horacio Zecca, de 73 años, falleció el 4 de Noviembre por la mañana en Buenos Aires, donde llevaba varios días hospitalizado en la Unidad Coronaria del Sanatorio Otamendi a causa de una insuficiencia cardíaca.
Zecca fue brutalmente depuesto por Francisco Bergoglio en Junio de 2017 (que lo había “instalado” en la sede tucumana el 18 de Agosto de 2011) y despojado sin piedad del título de “emérito” para humillarle públicamente y subrayar el “carácter punitivo” de su destitución.
Bergoglio estaba furioso con Zecca por su moderación en el caso del presbítero Juan Heraldo “Johnny” Viroche Quinteros, quien apareció ahorcado en su parroquia de Nuestra Señora del Valle de La Florida el 5 de Octubre de 2016.
Viroche había denunciado el tráfico de drogas y la trata de personas. Bergoglio quiso creer en el martirio político de Viroche, pero los investigadores concluyeron que se suicidó por desavenencias con su novia Silvia Lizárraga, con quien había terminado meses antes. Lizárraga le reñía a Viroche que este le hubiese terminado por otra mujer, con la que esperaba un hijo y por quien pensaba dejar los hábitos.
Lo que debió enfurecer aún más a Bergoglio fue el hecho de que Zecca, a diferencia de él, era teólogo y devoto.
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