Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.
El fotógrafo Manuel Ruperto Ramos Sánchez tomó la fotografía el 18 de Mayo de 1923 sin ningún vidrio protector interpuesto.
Su fotografía se convirtió en la imagen oficial de la Bienaventurada Virgen María de Guadalupe.
En 1945, el Papa Pío XII declaró a la Bienaventurada Virgen María de Guadalupe, con fiesta el 12 de Diciembre, como la Patrona de las Américas. Se dice que la Virgen había aparecido varias veces en Méjico en 1531 a Juan Diego, un azteca convertido al catolicismo. En la última aparición, el 12 de Diciembre de ese año, la Virgen le pidió a Juan Diego recoger rosas del sitio en su tilma, una especie de poncho azteca. Más tarde, cuando Juan Diego mostró las rosas al obispo local, Fray Juan de Zumárraga OFM, se descubrió que la imagen de la Virgen se había impreso sobre la tilma.
El 17 de Noviembre de 2022, la primera fotografía jamás tomada de la imagen original de la Virgen que apareció en la tilma de Juan Diego en 1531 fue presentada al público. La foografía fue tomada el 18 de Mayo de 1923 por el fotógrafo Manuel Ruperto Ramos Sánchez directamente de la tilma sin ningún vidrio protector interpuesto. Su fotografía se convirtió en la imagen oficial de la Virgen de Guadalupe.
El 14 de Noviembre de 1921, una bomba fue puesta bajo la tilma expuesta en la Basílica antigua de Santa María de Guadalupe en Ciudad de Méjico. Aunque la imagen de la tilma escapó sin daños, el marco que encerraba la imagen fue removido y remplazado. Así, la oportunidad surgió para tomar esta fotografía única. Ramos continuó tomando fotografías de iglesias históricas, incluyendo las del IV Centenario de la Aparición de la Virgen en 1931 [Parte de la información para este Comentario proviene de la Agencia Católica de Noticias].
El obispo Betazi a favor del aborto; la Iglesia Novus Ordo sigue demostrando a quién sirve:
ResponderEliminarhttps://www.riposte-catholique.fr/archives/172766
Betazi, ultraprogresista, ha sido de lo peor de la falsa Iglesia durante muchos años y consigue superarse en maldad a sus casi 100 años.