sábado, 16 de enero de 2021

NOVENA EN HONOR AL BEATO RAIMUNDO LULIO

Novena compuesta por el Canónigo José Amengual, y publicada en Palma de Mallorca por Esteban Trías en 1846. Imprimátur por Mons. Juan Muntaner y García, Vicario General del Obispado de Mallorca, el 7 de Agosto de 1846; los Gozos fueron publicados por la Imprenta Guasp en Mallorca en 1869. Puede rezarse en cualquier momento del año, especialmente en preparación a sus fiestas:
  • 5 de Septiembre (Fiesta litúrgica).
  • 30 de Junio (Martirio).
  • 25 de Enero (Conversión).
    
NOVENA A HONOR DEL ÍNCLITO BALEAR E INVICTO MÁRTIR DE JESUCRISTO EL BEATO RAIMUNDO LULIO
   
   
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
    
ORACIÓN PREPARATORIA
Rendida, Señor, mi alma ante el trono de vuestra majestad con el fin de alabaros y daros gracias por la admirable conversión, heroica penitencia y glorioso martirio del Beato Raimundo Lulio; mal podrían mis labios pronunciar palabras dignas de Vos permaneciendo el corazón maleado por la culpa. ¿Qué desacato sería el mío complacerme y ensalzar vuestro santo Nombre por las lágrimas de un insigne penitente, insistiendo yo en la dureza del pecado? Mas solo Vos, que misericordioso concedéis el perdón, dais la gracia también para suplicarlo y conseguirlo. No me lo neguéis, Señor, ya que con tanta bondad habéis infundido en mi alma el deseo. Aprovechándome ahora de favor tan singular, clamo a Vos de lo más íntimo del corazón. Perdón, Padre mío, perdón de todas mis culpas. Dad lágrimas a mis ojos para llorarlas amargamente: contrición suma al corazón por la cual sea renovado como el de vuestro siervo Raimundo: y por sus virtudes, merecimientos y trabajos apostólicos, el celo perseverante en hacer frutos dignos de penitencia para reparar las injurias hechas a vuestra bondad, los males acarreados a mi alma y el escándalo dado al prójimo, a fin de lograr el premio prometido a los verdaderos penitentes en el Cielo. Amén.
   
DÍA PRIMERO – 27 DE AGOSTO
CONVERSIÓN
Corría ciego Raimundo
Del torpe deleite en pos;
Mas vuelve su espalda al mundo,
Y sus ojos vuelve a Dios.
     
ORACIÓN PARA EL DÍA PRIMERO
Pastor dulcísimo de las almas Cristo Jesús, que con tanta solicitud buscáis a las que se alejan de vuestro redil; bendita sea la bondad con que volasteis en pos de la de Raimundo para restituirla a la sociedad santa de vuestros fieles servidores. Una, dos y tercera vez os dignasteis presentaros a su vista bajo la horrorosa imagen de lo que os hizo víctima en el Calvario. Sígueme, Raimundo, le dijisteis; y triunfó de su pertinacia vuestro tiernísimo amor. Loada sea tanta misericordia en tan admirable conversión. Lo sea también en la mía, a fin de que, no ensordeciendo yo por más tiempo a vuestros llamamientos, os siga como Raimundo con fervor y constancia en la senda de la ley para entrar en la vida del Cielo. Amén.
    
Dígase ahora nueve veces el Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.
     
OFRECIMIENTO PARA TODOS LOS DÍAS
Ínclito balear y dulce protector nuestro, bienaventurado Raimundo Lulio: ceñido vos en el Cielo con las diademas de heroico penitente, de apóstol de la fe y de mártir de Jesucristo, interponed vuestro valimiento a favor de esta isla, de la nación española y de todos los que rendidos ante vuestras reliquias o imágenes confiadamente os invocan. Los progresos de la luz evangélica en las naciones bárbaras fueron el singular objeto de vuestras marchas y tareas apostólicas: pedid para todos los que yacen en tinieblas y sombras de la infidelidad luz para resucitar a nueva vida. Vos excitabais el celo de los sucesores de San Pedro a fin de que adoptasen las medidas más eficaces a la propagación y gloria del Evangelio y de su moral santa: alcanzadles interés y constancia en esta empresa. A vuestras instancias los reyes de España tomaron parte en los vastos proyectos que habíais concebido para reunir bajo el pabellón de la Cruz a las gentes descreídas que hollaban los Lugares Santos: por vuestra intercesión reviva en sus sucesores al trono aquel deseo, a fin de que puedan gloriarse mejor del renombre de católicos. Alcanzad a todos los prelados y demás ministros de la Iglesia celo grande de la salvación de las almas: gracia de conversión a los pecadores: aumento del fervor y el don de la perseverancia a los justos: a todos por fin, y muy especialmente a los mallorquines compatricios vuestros, con los beneficios temporales que conduzcan a la salvación, el don inefable del divino amor, que tan encendido ardía en vuestro pecho, a fin de que unidos en caridad con todos nuestros prójimos y con Dios, supremo bien, formemos parte de la ciudad santa del Cielo, de la cual vos, ¡oh esclarecido Raimundo!, sois tan gloriosa piedra. Amén.
    
HIMNO AL BEATO RAIMUNDO LULIO
   
Gloria, gloria al ilustre patricio
Que fue grande en virtud y doctrina;
Gloria al sabio que al mundo ilumina,
Gloria al santo que el Cielo nos dio.
    
Era un siglo de crasa ignorancia,
Las tinieblas cubran el mundo;
Dijo Dios: Que aparezca Raimundo;
Y las sombras rasgó nuevo sol.
De este sol fue la eclíptica inmensa;
Mas fue solo Mallorca su oriente.
De este sol bebió luz toda gente;
Mas primero en Mallorca brilló.
Gloria, gloria al ilustre patricio
Que fue grande en virtud y doctrina;
Gloria al sabio que al mundo ilumina,
Gloria al santo que el Cielo nos dio.
     
De las ciencias el árbol es uno,
Mas del tronco las ramas son ciento:
Una sola sobrado alimento
Dar podría al ingenio mayor;
Mas no basta al afán de Raimundo
Que el caudal de una ciencia recoja:
Una a una las ramas despoja,
Y de todas los frutos probó.
Gloria, gloria al ilustre patricio
Que fue grande en virtud y doctrina;
Gloria al sabio que al mundo ilumina,
Gloria al santo que el Cielo nos dio.
     
No a los libros de Grecia ni Roma,
No a las cifras obscuras de Oriente,
No del árabe al genio reciente
Sus ideas Raimundo tomó;
En su mente infundiólas el Sabio
Que a los coros celestes dio nombre,
Y Raimundo sin serlo del hombre
Fue tan solo un alumno de Dios.
Gloria, gloria al ilustre patricio
Que fue grande en virtud y doctrina;
Gloria al sabio que al mundo ilumina,
Gloria al santo que el Cielo nos dio.
     
De Estagira el filósofo insigne
De las letras el orbe regía,
Cual su regio discípulo un día
El imperio del mundo alcanzó.
Sus doctrinas el árabe ensalza
Y el de Aquino su asombro comparte;
Mas Raimundo escribiendo su Arte
Del filósofo el cetro quebró.
Gloria, gloria al ilustre patricio
Que fue grande en virtud y doctrina;
Gloria al sabio que al mundo ilumina,
Gloria al santo que el Cielo nos dio.
     
Desde entonces la ciencia cristiana
Sacudiendo la antigua tutela,
Nuevas sendas abrióse en la escuela
Que adoptara de Lulio el blasón.
¡Cuánto nombre triunfó del olvido
Porque al nombre de Lulio va anejo,
Porque fue su saber un reflejo.
De la luz que esparciera aquel sol!
Gloria, gloria al ilustre patricio
Que fue grande en virtud y doctrina;
Gloria al sabio que al mundo ilumina,
Gloria al santo que el Cielo nos dio.
     
Y en verdad que fue digno maestro,
Pues unió la virtud a la ciencia:
Esta a solas del mundo es herencia
Con aquella del Cielo es un don.
No será que la saña del tiempo
De Raimundo la gloria consuma,
Porque en ñudo feliz a su pluma
Del martirio la palma enlazó.
Gloria, gloria al ilustre patricio
Que fue grande en virtud y doctrina;
Gloria al sabio que al mundo ilumina,
Gloria al santo que el Cielo nos dio.
    
Y si palma de mártir invicto,
Y si pluma de sabio eminente
No adornase al varón penitente,
No ilustrase al egregio doctor;
A la fama de Lulio bastara
Nuevo honor que a su gloria conspira,
El recuerdo inmortal de la lira
Que de Dios los cien nombres cantó.
Gloria, gloria al ilustre patricio
Que fue grande en virtud y doctrina;
Gloria al sabio que al mundo ilumina,
Gloria al santo que el Cielo nos dio.
     
De cien glorias que ilustran el suelo
En virtudes e ingenios fecundo,
Ser la cuna del grande Raimundo
Es sin duda la gloria mayor.
Y esta gloria será más crecida
Cuando Roma su culto promueva,
Y Mallorca aplaudiendo tal nueva
Cien altares levante a su honor.
Gloria, gloria al ilustre patricio
Que fue grande en virtud y doctrina;
Gloria al sabio que al mundo ilumina,
Gloria al santo que el Cielo nos dio.
    
GOZOS
   
Pues fuisteis rayo del mundo
Con muy brillantes fulgores,
Socorrednos, dad favores,
Arcangélico Raimundo.
    
Mallorca reino dorado
Fue vuestra muy noble cuna,
De Lulio y Heril la fortuna
A grande os ha remontado:
Del rey Don Jaime el segundo
Tuvisteis grandes honores.
Socorrednos, dad favores,
Arcangélico Raimundo.
    
Cuando ya desengañado
Los rigores emprendisteis
Y visitas merecisteis
De Jesús crucificado:
Todo abstraído del mundo
Vivías de sus amores.
Socorrednos, dad favores,
Arcangélico Raimundo.
    
Caridad, amor y celo
En todo siempre mostrasteis,
Con que ferviente aspirasteis
A extender la fe en el suelo:
Sois ilustrado y fecundo
En prueba de esos ardores.
Socorrednos, dad favores,
Arcangélico Raimundo.
    
Un lentisco peregrino
Pregona vuestra doctrina
Infusa ser y divina,
Del cielo grande destino:
Portento tan sin segundo
Por sí mismo da clamores.
Socorrednos, dad favores,
Arcangélico Raimundo.
    
Un paraninfo del cielo
Vuestros escritos venera,
La más pura y bella aurora
Con Jesús os da consuelo:
En éxtasis muy profundo
Admiráis tales albores.
Socorrednos, dad favores,
Arcangélico Raimundo.
    
Para contra el paganismo
Muchos reyes incitasteis,
Y reducir procurasteis
Herejes y judaísmo:
Este trabajo infecundo
Os costó muchos sudores.
Socorrednos, dad favores,
Arcangélico Raimundo.
    
Aquellos lugares santos
Intentabais recobrar,
De guerra un orden fundar
Para ganar otros tantos:
Al Papa y nobles del mundo
Pasmaban tales fervores.
Socorrednos, dad favores,
Arcangélico Raimundo.
    
Sufristeis con alegría
Azotes, grillos, cadenas,
Palos, cárceles y penas
Que inventó la tiranía:
De Mahoma, falso inmundo,
Confundisteis los errores.
Socorrednos, dad favores,
Arcangélico Raimundo.
    
Catorce días vivisteis
Sin comer encarcelado,
Con celo muy alentado
Otro Elías parecisteis:
Vuestro padecer fecundo
Burló siempre los rigores.
Socorrednos, dad favores,
Arcangélico Raimundo.
    
Setenta sabios pregona
El saber que ostentasteis,
Y de los cielos alcanzasteis
Entre piedras la corona:
Pregonero fue fecundo
Un rayo con resplandores.
Socorrednos, dad favores,
Arcangélico Raimundo.
    
De San Francisco el cordón
Los hijos os concedieron,
Papa y rey os eligieron
De la universidad patrón:
Vuestro espíritu profundo
Os logró tales honores.
Socorrednos, dad favores,
Arcangélico Raimundo.
    
Pues sois vuestro corifeo
Atendednos con cuidado,
De honraros canonizado
Muy grande ha sido nuestro deseo:
Mallorquín sois sin segundo
Celebrado con honores.
Socorrednos, dad favores,
Arcangélico Raimundo.
    
Prometemos los devotos
De vuestra causa especiales
Acudir muy liberales
Con las limosnas y votos;
Para que por todo el mundo
Os festejen con loores.
Socorrednos, dad favores,
Arcangélico Raimundo.
    
Muy dorados resplandores
Vuestros rayos dio al mundo,
Socorrednos, dad favores,
Arcangélico Raimundo.
    
℣. Ruega por nosotros, bienaventurado Raimundo.
℞. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
   
ORACIÓN
Oh Dios, que para iluminar las tinieblas de este mundo, ilustraste con tu sabiduría y admirable doctrina a tu bienaventurado Mártir Raimundo, concede a tu Iglesia que, ilustrada por su doctrina, sean desterradas las tinieblas de los errores y los vicios; y avanzando por el camino de la virtud, lleguemos a conocerte, amarte y adorarte; y sea nuestro intercesor perpetuo para alcanzar de Ti la inteligencia, sabiduría, ciencia y elocuencia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
    
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
    
DÍA SEGUNDO – 28 DE AGOSTO
Por la señal…
Oración preparatoria
    
LÁGRIMAS DE CONTRICIÓN
Sus ojos que desprendieron 
Llanto de profano amor, 
También húmedos se vieron 
Con las aguas del dolor.
   
ORACIÓN PARA EL DÍA SEGUNDO
Perdida, ¡oh Jesús mío!, vuestra gracia por el pecado, reconocidos una vez los funestos resultados de tanta maldad, no puede menos el corazón de partirse de dolor, y las lágrimas dar testimonio del quebranto que se siente en el fondo del alma. Grande fue la luz que recibió Raimundo luego de convertido, de lo criminal de su conducta anterior y de los desacatos hechos a vuestra bondad; pero muchas fueron también las lágrimas y suspiros que la violencia del dolor arrancaba de su corazón. Si amargas para Raimundo eran sus lágrimas ¡cuán agradables empero a Vos, Dios mío, viendo la sinceridad de su arrepentimiento! No os privéis, Señor, en mi alma delincuente de este consuelo. Romped la dureza de mi corazón, a fin de que, siempre bañados mis ojos por el dolor de haberos ofendido, alcance yo el perdón y consuelo prometidos a los que lloran sus culpas. Amén.
    
Nueve Padre nuestros, Ave Marías y Glorias. El Himno, los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
    
DÍA TERCERO – 29 DE AGOSTO
Por la señal…
Oración preparatoria 
    
PENITENCIA
En penitente ejercicio 
Armó su brazo la fe: 
Bajo el áspero cilicio 
La carne vencida fue. 
   
ORACIÓN PARA EL DÍA TERCERO
Si Vos, ¡oh Jesús mío!, como Padre perdonáis al que de veras se convierte a Vos; como Juez no podéis menos de exigir del pecador la satisfacción proporcionada a la gravedad y número de sus culpas. Con viva esperanza creía Raimundo que a la bondad con que le habíais atraído a vuestros brazos acompañaba el perdón; mas no por eso dejaba de vengar en su cuerpo las criminales delicias con que le había corrompido, y en su interior los malos hábitos y depravadas inclinaciones con que estaba viciado. La cueva de Randa, su retiro de Miramar, todos los lugares en donde moró publican cual fue la venganza que tomó de su carne y espíritu para daros condigna satisfacción por sus pecados. Este ejemplo, ¡oh Jesús mío!, avive en mi alma el espíritu de mortificación por las injurias hechas a vuestra bondad, a fin de que no caiga sobre mí el peso de aquella sentencia con que dijisteis: Si no hacéis penitencia todos pereceréis. Amén.
    
Nueve Padre nuestros, Ave Marías y Glorias. El Himno, los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
    
DÍA CUARTO – 30 DE AGOSTO
Por la señal…
Oración preparatoria 
    
DESPRENDIMIENTO
De todo mundano afecto
Desprendiendo el corazón, 
Le hace Dios su predilecto
Y él pone en Dios su afición.
   
ORACIÓN PARA EL DÍA CUARTO
¡Oh maestro divino de las almas Cristo Jesús! Habiéndoos sujetado a la mayor indigencia queriendo nacer en un establo, vivir sin tener lugar propio para reclinar la cabeza, y morir desnudo en una cruz, dijisteis: ΕΙ que no renuncia cuanto posee no puede ser mi discípulo. A todos los que redimidos con vuestra Sangre obliga el desprendimiento interior de cuanto hay en la tierra; pero a vuestros más allegados y perfectos imitadores el desapropio real haciéndose pobres como Vos. Os imitó Raimundo con heroicidad renunciando cuanto poseía, pudiendo decir en verdad: sigo desnudo al desnudo murió por mi amor. ¡Qué lección para mí tan humillante teniendo ligado el corazón con tantas cadenas cuantos son los bienes que poseo, y ambicionando aun lo que en los otros halaga mi interés y orgullo! A imitación de Raimundo procure yo en adelante, con el auxilio de la gracia, mantener libre el corazón de todo lo que no se dirige a vuestra gloria y a mi salvación, a fin de que, siendo pobre de espíritu, alcance el reino de los cielos. Amén.
    
Nueve Padre nuestros, Ave Marías y Glorias. El Himno, los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
    
DÍA QUINTO – 31 DE AGOSTO
Por la señal…
Oración preparatoria 
    
RETIRO EN LA SOLEDAD
Concibe grandiosos planes
De Randa en la soledad,
Y preparan sus afanes
Entusiasmo y caridad.
   
ORACIÓN PARA EL DÍA QUINTO
En el silencio y en la soledad habláis Vos, ¡oh Dios mío!, al corazón, y por lo mismo llamáis a ella a los que escogisteis para ilustrar su mente con luces soberanas, e inflamarles el corazón con llamas de vuestro amor. Apenas convertido, voló Raimundo al monte de Randa, en cuyo retiro alumbrasteis su ignorancia, enardecisteis su pecho, le infundisteis celo de vuestra gloria y de la conversión de los bárbaros, y avigorasteis su espíritu para grandes empresas en que cifraba vuestro honor, la salvación de muchas almas y su propia santificación. ¡Oh!, ¡cuántos menoscabos sufre mi alma en el bullicio del siglo, buscando la tranquilidad en el centro de la inquietud, y la luz en donde solo reinan tinieblas y sombras de muerte! Desengañadme, Señor, por los méritos de Raimundo. Haced que en el retiro del mundo, o al menos en el silencio y recogimiento interior busque con ansias a la fuente de luz у de paz verdadera, que sois Vos, a fin de recibir afluencias de gracia que hagan digna mi alma de la plenitud de luz y de gozo que forman la dicha de los bienaventurados en el Cielo. Amén.
    
Nueve Padre nuestros, Ave Marías y Glorias. El Himno, los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
    
DÍA SEXTO – 1 DE SEPTIEMBRE
Por la señal…
Oración preparatoria 
    
HUMILDAD
Los que fueron devaneos
De aturdida mocedad,
Referidos son trofeos
De su ejemplar humildad.
   
ORACIÓN PARA EL DÍA SEXTO
¿De qué puede gloriarse, ¡oh Dios mío!, el hombre, polvo, vanidad y mentira? La soberbia sin embargo, maldita simiente con que Lucifer inficionó a la humana naturaleza, malea a todos los hijos de Adán. Se hizo superior a esta dolencia el humilde Raimundo, no solo reconociendo lo que era y tenía de sí, y su mudanza por la virtud de la gracia, mas también haciendo confesión pública de los desvíos de su juventud, para que Vos fueseis loado con el vaso antiguo de su corrupción. Me confunda, Señor, tanta humildad de Raimundo; y haced que, imitando su ejemplo, al menos sufra yo en paz la humillación, para conseguir la gloria que dais a los humildes en el reino de los cielos. Amén.
    
Nueve Padre nuestros, Ave Marías y Glorias. El Himno, los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
    
DÍA SÉPTIMO – 2 DE SEPTIEMBRE
Por la señal…
Oración preparatoria 
    
CELO DE LA GLORIA DE DIOS
Su pecho devora el celo
De la gloria del Señor,
Para que así como el cielo
La tierra adore a su Autor.
   
ORACIÓN PARA EL DÍA SÉPTIMO
¡Oh Rey inmortal de los siglos! Si a Vos solo se deben la gloria y el honor, y glorificáis abundantemente a los que se desviven para que seáis loado y bendecido, ¿cuántas y cuán refulgentes han de ser las aureolas de que está coronado en el cielo vuestro fidelísimo Raimundo, que tanto interés se tomó en la propagación y ensalzamiento de vuestro santo Nombre? Abrasado su corazón en ardientes llamas de caridad nada quería, nada anhelaba, nada buscaba sino al Amador eterno de todas las criaturas, y al que de todas debe ser amado con preferencia; y por lo mismo todas sus maneras, palabras y escritos no tendían a otro fin sino al de que fueseis glorificado en el cielo y en la tierra. Penetrad, Señor, a mi alma con el dardo del mismo amor, a fin de que siendo Vos glorificado en mí con la práctica de las virtudes, recibáis también con mi salvación el complemento de esta gloria en el cielo. Amén.
    
Nueve Padre nuestros, Ave Marías y Glorias. El Himno, los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
    
DÍA OCTAVO – 3 DE SEPTIEMBRE
Por la señal…
Oración preparatoria 
    
CELO DE LA SALVACIÓN DE LAS ALMAS
Llevar a incultas naciones
Intenta sagrada luz,
Para que en todas regiones
Victoria alcance la Cruz.
   
ORACIÓN PARA EL DÍA OCTAVO
Redentor dulcísimo del género humano, haciendo Vos con tanta generosidad el sacrificio de toda la Sangre y vida en rescate de los hijos de Adán; no solo disteis la mayor prueba de caridad, sino que manifestasteis al mundo cuánto vale a vuestros ojos cada una de las almas a tanta costa redimidas. Penetrado de este conocimiento, y con el fin de que no en vano hubieseis consumado tan cruento sacrificio, corría Raimundo de un clima a otro clima, de una nación a otra nación; sufría azotes, cárceles, naufragios, pareciéndole nada tantos sufrimientos con la única mira de que muchas almas no quedasen frustradas del precio de la Redención. ¡Oh, si de un tal celo estuviese enardecido el corazón por la salvación de la mía! Ya que por ella con tanta bondad moristeis en la Cruz, sea eficaz este sacrificio, comunicándome por los méritos de Raimundo tal gracia que, mirando como único interés el negocio de mi eterna salud, no solo procure lograrla con el ejercicio de obras buenas, mas también contribuir a la de mis prójimos, para recibir en compañía de muchos el fruto de la Redención en el cielo. Amén.
    
Nueve Padre nuestros, Ave Marías y Glorias. El Himno, los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
    
DÍA NOVENO – 4 DE SEPTIEMBRE
Por la señal…
Oración preparatoria. 
    
GLORIOSO MARTIRIO
Contra Raimundo se alza
El berberisco furor,
Y la de mártir realza
Su corona de doctor.
   
ORACIÓN PARA EL DÍA NOVENO
¡Oh rey y corona de los mártires, Cristo Jesús! Vuestra infinita misericordia triunfó de la rebeldía de Raimundo convirtiéndole a Vos, y vuestra omnipotente virtud, después de haberle conducido por sendas heroicas al colmo de la santidad, fortaleció su corazón, para que, toleradas tantas penas por la gloria de vuestro Nombre, consiguiese en fin la palma del martirio. Las piedras con que fueron heridas y magulladas sus carnes, el alfanje que abrió su cabeza, la sangre que derramó por la fe son trofeos que proclaman su triunfo, y el poder de vuestra gracia y lo mucho que vale su protección. Que la experimenten todos los que le invocan, y muy especialmente los que con Raimundo os hemos honrado a Vos en esta novena. Alcancemos por su mediación la fortaleza necesaria para triunfar de los enemigos de nuestra alma, para que, firmes en la fe у constantes en el bien obrar, recibamos en la muerte con el don de la perseverancia final la palma y corona prometidas en la patria del cielo. Amén.
    
Nueve Padre nuestros, Ave Marías y Glorias. El Himno, los Gozos y la Oración se dirán todos los días.

1 comentario:

  1. Esta era la oración que se rezaba en Mallorca en honor al Beato Raimundo Lulio: «Deus, qui pro hujus mundi tenébris illustrándis, Beáto Raymúndum Mártyrem tuum doctrína mirábili tuæ sapiéntiæ illustrásti: præsta Ecclésiæ tua, ut ejus illustráta doctrínis, propúlsis erróribus, et tenébris vitiórum per viam virtútum incédat, et ad te memorándum, intellegéndum et amándum convaléscat, et pro nobis sit intelligéntiæ, sapiéntiæ, sciéntiæ, atque eloquéntiæ perpétuus intércessor. Per Dóminum».

    ResponderEliminar

Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.