Noticia tomada de distintas fuentes
El pastor pentecostal Brian Houston Scott, fundador de la mega-iglesia pentecostal “Hillsong”, viajó junto con su esposa Roberta Lee “Bobbie” desde Estados Unidos (donde había regresado de una gira por México) a Australia para comparecer ante el Tribunal Local de Downing Centre el 5 de Octubre acusado de presunto encubrimiento de abusos sexuales a menores perpetrados por su padre, el pastor William Francis “Frank” Houston (+2004), en la década de 1970.
La policía australiana informó en un comunicado emitido en Agosto que Brian Houston "conocía información relacionada con el abuso sexual de un joven [Brett Sengstock] en la década de 1970 y no puso esa información en conocimiento de las autoridades". Houston por su parte respondió diciendo que defenderá su inocencia frente a uno de los casos abordados por la Real Comisión sobre la Respuesta Institucional al Abuso Sexual de Menores, que señaló en su informe de 2015 que éstos habrían ocurrido en 1969 y 1970 cuando el pastor se alojó en la vivienda de los Sengstock cerca de Coogee Beach, al sur de Sídney.
El caso se hizo conocido apenas en 1999, cuando Brian Houston era presidente nacional de las Asambleas de Dios en Australia, pero que tuvo "un conflicto de interés" por el cargo que ocupaba y por ser hijo del presunto pederasta, quien (según el informe gubernamental) tras ser confrontado "confesó el abuso", mientras que la iglesia Hillsong argumentó que su fundador "actuó apropiadamente" al tomar medidas contra el abusador al apartarlo del pastorado principal en el Centro de Vida Cristiana de Sídney el 10 de Mayo de 1999 (aunque según denunciara Barbara Taylor, ex pastora de la Iglesia Cristiana Familiar “Emmanuel”, Frank Houston seguía preaching and prophesying over people in Canberra por televisión, y su nombre aparecía en la publicidad de la iglesia Hillsong). Frank le ofreció a Brett Sengstock 10.000 dólares australianos durante una reunión en un McDonalds en Thornleigh en el año 2000 porque no quería que sus acciones colgasen sobre su cabeza cuando se presentara ante Dios, pero cuando Sengstock llamó a reclamar porque no le mandaron el cheque, Brian respondió: Sabes que es tu culpa que todo esto haya sucedido, tentaste a mi padrea. Como Sengstock le preguntó a Brian si por casualidad él también había sido abusado sexualmente, Brian colgó enojado el teléfono. Dos semanas después, llegó el cheque sin una carta de presentación.
Además de ese delito, se sospecha que Frank Houston, quien fuera Superintendente General de las Asambleas de Dios en Nueva Zelanda entre 1965 y 1977 (cuando se mudó a Sídney, Australia, donde fundó el Centro de Vida Cristiana –antecesora de la iglesia “Hillsong”, fundada por su hijo Brian en 1983–), abusó sexualmente de un total de 9 menores en su natal Nueva Zelanda y Australia.
La mega-iglesia “Hillsong”, a la que han pertenecido conocidas figuras como los cantantes Justin Bieber y Selena Gómez, las modelos Kourtney Kardashian, Kylie y Kendall Jenner, y el baloncestista olímpico Kevin Wayne Durant, tiene varias sedes en casi una treintena de países como España, Estados Unidos, Argentina, Canadá, islas Fiyi, Brasil, Uruguay, Israel y México, y 38 campus en los estados australianos de Nueva Gales del Sur, Queensland, Victoria, Tasmania, Territorio del Norte y Australia Occidental. Separada de las Asambleas de Dios en 2018, se identifica como una iglesia global y carismática que adhiere a la “teología de la prosperidad” (lo que fue criticado por el pastor bautista Timothy Ewen Costello, el presidente del Seminario Teológico Bautista Sureño Richard Albert Mohler Jr. y el cardenal George Pell Burke). Entre sus principales controversias (fuera del encubrimiento de los abusos sexuales por Frank Houston), está su influencia en el Partido Liberal Australiano (Brian Houston se reunió en 1998 con el entonces primer ministro australiano John Winston Howard y su gabinete en el Parlamento Federal de Canberra para la oración, y cuatro años después Howard inauguró el Centro de Convenciones Hillsong en Baulkham Hills), acusaciones de sectarismo y abuso laboral, autoritarismo y falta de transparencia financiera.
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