Ígor Konashénkov, portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, denunció que laboratorios ucranianos estaban trabajando en la elaboración de armas biológicas: «Hemos recibido documentación de empleados de biolaboratorios ucranianos sobre la destrucción con carácter de emergencia, el 24 de Febrero, de patógenos especialmente peligrosos de peste, ántrax, tularemia, cólera y otras enfermedades mortales», parte de un programa financiado por el Departamento de Defensa de EE.UU., violando la Convención internacional sobre armas biológicas. Asimismo, presentó una directiva del Ministerio de Salud de Ucrania «para la eliminación con carácter de emergencia de las reservas de patógenos peligrosos almacenados», documento que será analizado por expertos de las Fuerzas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de la Federación Rusa.
Fuentes militares en la República Popular de Lugansk advierten la presencia de la “Legión Nacional Georgiana”, grupo paramilitar dedicado a labores de sabotaje y reconocimiento conformado por nacionalistas georgianos con experiencia en los frentes de Afganistán e Iraq, y en las guerra contra Rusia por las regiones autónomas de Abjasia y Osetia del Sur. La unidad, coordinada con las tropas y el servicio secreto de Ucrania y financiada con fondos estadounidenses (coordinados por el expresidente de Georgia y exgobernador de la región ucraniana de Odesa Mijeíl Saakashvili –acusado en su país natal Georgia de tortura sistemática, malversación de fondos y de dos homicidios–), está comandada por Ushangui Mamulashvili “Mamuka”, veterano del conflicto en Abjasia y posiblemente Sudáfrica, y que había sido mercenario durante la primera guerra en Chechenia.
La planta nuclear de Energódar, en la óblast de Zaporiyia, funciona con total normalidad: los técnicos ucranianos ejercen sus labores cotidianas mientras la seguridad va por cuenta de las tropas rusas. Ante la sugerencia del director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, el argentino Rafael Mariano Grossi, de celebrar una reunión trilateral (OIEA, Ucrania y Rusia) en la zona de Chernóbil, el presidente ruso Vladímir Putin señaló que «en principio esta idea podría ser útil», pero sugirió que sería mejor realizar la reunión «por videoconferencia o en un tercer país», como quiera que la planta nuclear, escenario del peor desastre de su tipo en la historia, está bajo control militar ruso «para excluir la posibilidad de provocaciones cargadas de consecuencias catastróficas por parte de neonazis o terroristas ucranianos».
El Ministerio de Defensa de Rusia denunció en un comunicado que el Servicio de Seguridad ucraniano SBU y el Regimiento Azov sembraron de bombas el Instituto de Física y Tecnología de Járkov, que tiene un reactor de fuente de neutrones experimental con «37 elementos de combustible nuclear cargados en su zona activa», como parte de una operación de “bandera falsa”. «El SBU y los militantes del Batallón Azov planean hacer estallar el reactor y acusan a las Fuerzas Armadas rusas de supuestamente lanzar un ataque con misiles contra la instalación nuclear experimental», refiere el comunicado. El día anterior, el ministro de Interior ucraniano acusara a las Fuerzas Armadas rusas de bombardear la ciudad y que alegadamente al menos un misil Gard bombardeara el instituto, aun cuando no hubo informes de contaminación radiactiva o fugas del presunto incidente.
Si bien la propaganda ucraniana niega que el presidente Zelenski haya huído a Polonia (como afirmó el presidente de la Duma Estatal rusa) y repite hasta el hartazgo que «Está en Kiev, junto a su pueblo», el Secretario de Estado estadounidense Anthony Blinken afirmó que Estados Unidos y la Unión Europea, entre los distintos escenarios futuros para Ucrania para garantizar la continuiead de la Junta (aun después del asesinato de Zelenski), estarían preparando la contingencia de crear en Polonia un “gobierno ucraniano en el exilio” y desde allí dirigir una guerra de guerrillas contra Rusia (idea que parecen apoyar, entre otros, la ex-secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton y el primer ministro británico Boris Johnson).
En el cuartel general del “Sector Derecho” (partido continuidad de la Organización Nacionalista Ucraniana de Stepán Bandera y calificada como extremista y prohibida en Rusia) fue hallado un ordenador portátil con los datos de inteligencia sobre Dombás y Crimea con un etiquetado de la OTAN, lo que es una supuesta evidencia directa de la ayuda por parte de la alianza, declaró Denís Pushilin, líder de la República Popular de Donetsk. «Según los datos de nuestro servicio de inteligencia y los testimonios de los presos, la operación ofensiva debía comenzar el 8 de Marzo de este año [2022]. Los hechos indican que la invasión fue planeada simultáneamente tanto en el territorio de las repúblicas de Dombás como en la Federación de Rusia, en Crimea. Los militantes de los batallones nacionales cuentan con un permiso secreto especial de la Alianza del Atlántico Norte. En este portátil hay un mapa detallado con la ubicación de nuestras unidades», explicó.
En el marco de la política de reforzar el sector de defensa (para lo cual el gobierno anuncio ante el Folketig –Parlamento– aumentar el presupuesto para el sector defensa en un 2%, prometiendo 7.000 millones de coronas –701 millones de dólares– durante los próximos dos años), la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, anunció el domingo que el país celebrará un referendo el 1 de Junio para eliminar la exclusión voluntaria de la Política Común de Seguridad y Defensa de la Unión Europea (CSDP), declarando que «los tiempos históricos exigen decisiones históricas». Por 30 años, la nación danesa se aisló de esta política y en 2015, se rechazó un referendo que buscaba fortalecer la cooperación entre el país y la UE al respecto por temor a perder la soberanía, pero Frederiksen instó a los ciudadanos a votar a favor, porque la situación en Ucrania (afirmó es «una prueba de fuerza para todo lo que creemos: nuestros valores, democracia, derechos humanos, paz y libertad».
Grandes desafíos en las bolsas europeas y asiáticas: la Bolsa de Moscú seguirá cerrada hasta el miércoles 9 de Marzo a las 9:00h (hora local, sujeto a modificaciones por el Banco Central de Rusia), el petróleo referencia Brent con precios al vuelo ($138,89 USD el barril, superando el récord de 2018) el gas a precios históricos ($3.009,3 USD por 1.000m³ de gas luego de abrir en la mañana a $2366,8 USD, nunca antes visto desde 1996), la electricidad en ascenso imparable (a 442,54 euros/MWh, y picos de 500 euros/MWh), y el oro a $2.000 USD la onza.
Un margen al humor negro: «Estados Unidos debería poner la bandera china en los aviones de combate F-22 [Raptor] y bombardear la mierda fuera de Rusia. Y luego digamos: “China lo hizo”. Entonces ellos empezarán a luchar entre sí, y nosotros veremos sentados», dijo sarcástico el ex-presidente estadounidense Donald Trump a un grupo del Comité nacional de donantes del Partido Republicano en Nueva Orléans la noche del sábado, burlándose del manejo que Biden le ha dado a la situación en Ucrania y llamó a la OTAN “tigre de papel”, contrastando la defensa que su anterior vicepresidente Michael Pence hizo de la Alianza Atlántica y que dijera el viernes que en la convención del “partido del elefante” «no se admiten apologistas de Putin» (aludiendo a que el 22 de Febrero, Trump dijo en una entrevista al programa “The Clay Travis & Buck Sexton Show” que el presidente ruso fue muy inteligente al reconocer la independencia de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk y enviarles apoyo militar, y que «podríamos usar eso en nuestra frontera sur. Esa es la fuerza de paz más fuerte que he visto»).
En una entrevista al “arzobispo” anglicano de Canterbury Justin Welby en la BBC, el ex primer ministro británico y convertido a la secta del Vaticano II Tony Blair defendió la decisión que en su momento Reino Unido apoyase a Estados Unidos en su invasión a Afganistán (2001) e Iraq (2003): «La gente suele decir sobre Iraq o Afganistán que tomé la decisión equivocada, pero tuve que hacer lo que pensaba que era lo correcto. Que estés en lo correcto o no, es otra cosa», y respecto a Ucrania, afirmó que es contrario a los intereses británicos «tener un país, un país soberano e independiente a las puertas de Europa esencialmente invadido y ocupado». Entre tanto, una petición busca que le retiren el título de caballero por «causar un daño irreparable tanto a la Constitución del Reino Unido como al tejido mismo de la sociedad de la nación, y ser fue personalmente responsable de causar la pérdida de innumerables vidas civiles inocentes y de soldados en varios conflictos». «Solo por esto debería rendir cuentas por crímenes de guerra», indicó Angus Scott, que presentó la solicitud, que registra más de un millón de firmas.
Otro producto del sistema: El Servicio de Información Religiosa de Ucrania informó que el presbítero grecocatólico ucraniano Tijón Kulbaka publicó en su cuenta de Facebook que desde el 25 de Febrero ha estado rezando diariamente el ritual de exorcismo por el presidente ruso Vladímir Putin: «Pido al Dios misericordioso que libere a esta persona de la influencia demoníaca y la haga renunciar al mal y defender el bien (o) destruir corporalmente a tal demonio para que el alma se salve en el día del Señor». Kulbaka afirma haber sido prisionero de las tropas de la entonces Nueva Rusia (confederación proyectada entre las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, y los óblast ucranianos de Járkov, Jersón, Odesa, Mykoláiv, Zaporiyia y Dnipropetrovsk) por doce días en 2014 por organizar un “Maidán de Oración” ecuménico y luego interreligioso (se unieron musulmanes y budistas) en su natal Donetsk. Por un lado, merecido por jugar al ecumenista. Por el otro, ¿para cuándo un exorcismo a Zelenski, Biden o Bergoglio?
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