sábado, 20 de agosto de 2022

EXTREMISTAS CLIMÁTICOS ATACAN HISTÓRICA ESTATUA EN LOS MUSEOS VATICANOS

Noticia tomada de distintas fuentes.
   

Un par de extremistas climáticos pegaron sus manos con pegamento de vidrio al pedestal de la estatua de Laocoonte y sus hijos, que se encuentra exhibida en el Museo pío-clementino del Vaticano.
  
Los activistas Guido Viero y Ester Goffi, pertenecientes al grupo “Ultima Generazione”, aprovecharon una distracción de los vigilantes del museo para saltar la valla y pegarse a la estatua de mármol mientras sostenían una pancarta roja que decía «No gas y no carbón», exigiendo que Italia cancele la reapertura de las plantas de energía a carbón y no haga más exploraciones de gas natural.
  
La seguridad del museo los despegó de la estatua y los condujo fuera del lugar. Hasta ahora se desconoce si la fiscalía vaticana presentará cargos, pero a Francisco Bergoglio, que ama los espectáculos baratos (y más si son de las ideologías de moda), le hubiera gustado eso.
  
Protestas similares han sido ejecutadas por “Ultima Generazione” en la Galería Uffizi de Florencia y el Museo del Novecientos de Milán, como también por el grupo británico “Just Stop Oil” en la Galería Nacional de Londres, el Museo de Arte y Galería Kelvingrove en Glasgow, la Galería de Arte de Mánchester y la Real Academia de Arte de Londres. Ambos grupos están financiados por el Fondo de Emergencia Climática, un grupo fundado en Los Ángeles, CA, en 2019 por los millonarios Trevor Neilson, Rory Elizabeth Kennedy (hija del senador demócrata Robert Francis Kennedy), y Aileen Getty (nieta del magnate petrolero Jean-Paul Getty).
  
En el ciclo mitológico de la guerra de Troya, Laocoonte fue un sacerdote (de Apolo según Sófocles, o de Poseidón según la Eneida de Virgilio) en la ciudad de Troya, que advirtió a sus conciudadanos que el caballo de madera enviado por los griegos era una trampa de Ulises (a Laocoonte se le atribuye la frase «Tímeo Dánaos et dona feréntes» –Temo a los griegos incluso cuando traen regalos–). Cuando lanza en ristre iba a atacarlos, Atenea hizo enviar dos serpientes marinas gigantes, Caribea y Porce, para matar a Antifante y Timbreo, hijos de Laocoonte, quien al ver la escena corrió a rescatarlos, hallando idéntico final.
  
El conjunto escultórico representando esta escena fue tallado en un solo bloque de mármol por la escuela de Rodas en el siglo I después de Cristo, y hallado en Roma el 14 de Enero de 1506 en un viñedo propiedad de Felice de Fredis cerca de la basílica de Santa María la Mayor. El célebre escultor Miguel Ángel Buonarotti lo identificó como la estatua de la que hablaba Plinio el Viejo en su Historia Natural, libro XXXVI, cap. 36, cuando describió el palacio de Tito. Tras una breve negociación, el Papa Julio II della Rovere compró la estatua el 26 de Marzo siguiente, y la puso en el patio de Belvedere, hoy parte de los Museos Vaticanos, donde permanece hasta nuestros días (salvo entre 1798 y 1816, cuando Napoleón Bonaparte la hizo llevar a Francia junto con muchas otras obras de arte como botín de guerra). El conjunto ha sido elogiado por estudiosos del arte por su expresividad, al representar la agonía humana como un sufrimiento incapaz de redención o de recompensa (los rostros y la actitud de Antifante, Laocoonte y Timbreo reflejan respectivamente el miedo, el tormento y la muerte), en contraste con la Pasión de Cristo y los mártires cristianos.

2 comentarios:

  1. Qué simbología tendrá para estos ambientalistas? Algún retorno al paganismo?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El ambientalismo, si nos ponemos a analizarlo en sus afirmaciones, es un neopaganismo.

      Eliminar

Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.