Cansada de las críticas por la publicación del libro “Ética y teología de la vida: Escritura, tradición, desafíos prácticos”, la Pontificia Academia para los Anticonceptivos (que diga, para la Vida) publicó ayer un comunicado tanto en inglés como en italiano, en el cual señalan que la encíclica montiniana Humánæ Vitæ no es documento infalible.
TRADUCCIÓN
En referencia con el libro “Ética teológica de la vida”, muchas personas en Twitter parecen creer que Humánæ Vitæ es un pronunciamiento infalible e irreformable contra los anticonceptivos.Primero que todo, necesitamos decir (como señaló el Papa Francisco el 30 de Julio) que la Pontificia Academia para la Vida ha publicado las Actas de un encuentro entre teólogos. En el libro hay un debate libre y abierto de muchos temas, incluyendo la anticoncepción y la moral sexual marital. El estilo de tal debate, como el Arzobispo Vincenzo Paglia destacó en la Introducción del libro, es similar a las “quæstiónes disputátæ”, un estilo y método de trabajo ya presente en la Edad Media para profundizar y ampliar la discusión entre los teólogos. Actualmente, esta es la tarea de una Academia Pontificia.Respecto el tema específico de la anticoncepción, cuando el teólogo moralista de la Pontificia Universidad Lateranense, Mons. Ferdinando Lambruschini, presentó Humánæ Vitæ en una conferencia de prensa en el Vaticano el 29 de Julio de 1968, respondiendo a la pregunta específica de un periodista, él respondió (bajo mandato de Pablo VI) que la encíclica Humánæ Vitæ no debe ser considerada parte de los pronunciamientos infalibles. Lambruschini enfatizó que Humánæ Vitæ no expresaba una verdad definida de fe garantizada por la “infallibílitas in docéndo”.También sabemos que luego de la publicación de la encíclica, el arzobispo de Cracovia Karol Wojtyła pidió a Pablo VI definir la enseñanza de Humánæ Vitæ como infalible. El Papa Pablo VI no lo hizo, y tampoco el Papa Juan Pablo II durante los 26 años de su pontificado.Una reconstrucción histórica y teológica de la cuestión fue publicada en 2018: https://www.lastampa.it/vatican-insider/it/2018/08/14/news/humanae-vitae-cinquant-anni-dopo-appunti-sulla-storia-1.34038517 (Negrillas del original italiano, ausentes en la versión inglesa).Conviene recordar que la Pontificia Academia para la Vida ha promovido una conferencia entre teólogos moralistas, durante la cual se discutieron todos los temas ligados a la ética de la vida, incluyendo pero no solamente la anticoncepción y la moral sexual matrimonial. El resultado final es un libro de 517 páginas (“Ética teológica de la vida”, publicado por la Libreria Editrice Vaticana). Esta es la tarea de una Academia Pontificia. El resto queda al Magisterio.Ciudad del Vaticano, 8 de Agosto de 2022.
Ferdinando Lambruschini Maggi († 1981), en esa ocasión, había dicho «La decisión ha sido tomada y no es infalible, pero eso no deja la cuestión de la regulación del nacimiento en un estado de vaga incertidumbre», y añadió: «El Papa ha puesto la confirmación rigurosa a la enseñanza tradicional, porque demasiadas son las voces amplificadas por los medios de propaganda, que contrastan con las de la Iglesia. Fue una respuesta no precipitada, un acto de coraje, un ejemplo de perfecta serenidad». Palabras estas últimas que, analizado el contenido de la encíclica, deben interpretarse como ironía. En todo caso, a él le significaron, tres meses después, que Montini lo nombró arzobispón de Perusa (un claro promoveátur ut amoveátur, porque, como contara Sandro Magister, después de esa rueda de prensa, Lambruschini –favorable como era a los anticonceptivos– fue removido como profesor de la Lateranense, siendo remplazado por Ermenegildo –en el siglo Ferdinando– Lio OFM).
Católicamente, cabe recordar que los documentos emanados de la Secta Deuterovaticana no tienen ninguna validez jurídica para los Católicos tradicionales, toda vez que los reclamantes conciliares, al ser depuestos ipso facto y latæ senténtiæ por causa de sus herejías, cismas o apostasías (cf. Bula Cum ex Apostolátus Offício) no tienen ninguna autoridad ni derecho:
«Los Santos Padres enseñan al unísono que no solo los herejes están fuera de la Iglesia, sino que incluso carecen ipso facto de toda jurisdicción y dignidad eclesiástica. Nosotros decimos que todos los herejes y cismáticos no tienen poder y derecho» (SAN ROBERTO BELARMINO, De Románo Pontífice).
Por otro lado, Humánæ Vitæ fue consecuencia de la inversión hecha por el Vaticano II de los fines del matrimonio (el cardenal belga Leo-Jozef Suenens dijo el 6 de Julio de 1964 dijo esencialmente «[Hemos] concedido excesiva importancia al primero de los fines [del matrimonio], que es la procreación, en desmedro de una finalidad igual de imperativa, que es el cultivo de la unión conyugal»), que posibilitó que legalizase la “Planificación Natural de la Familia”, que es tan anticonceptiva como los preservativos, la píldora y el aborto. De todas formas, los métodos anticonceptivos fueron condenados por Pío XI en su encíclica Casti Connúbii:
«Ningún motivo, sin embargo, aun cuando sea gravísimo, puede hacer que lo que va intrínsecamente contra la naturaleza sea honesto y conforme a la misma naturaleza; y estando destinado el acto conyugal, por su misma naturaleza, a la generación de los hijos, los que en el ejercicio del mismo lo destituyen adrede de su naturaleza y virtud, obran contra la naturaleza y cometen una acción torpe e intrínsecamente deshonesta.[...] Cualquier uso del matrimonio en el que maliciosamente quede el acto destituido de su propia y natural virtud procreativa, va contra la ley de Dios y contra la ley natural, y los que tal cometen se hacen culpables de grave delito».
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