Traducción de la noticia publicada en MÉDIAS PRESSE.
El arzobispón de Friburgo en Brisgovia (Alemania) publicó un decreto para «la inscripción del bautismo en el registro bautismal en casos particulares», que entrará en vigor el 1 de Enero de 2023. Se establecieron reglas para que «las diversidades familiares y de género existentes (sic) sean representadas en los registros parroquiales».
El presbítero Thorsten Weil, funcionario archidiocesano, explicó al sitio katholisch.de las razones de este decreto: «El derecho sigue a la vida (sic), era necesario tomar las disposiciones jurídicas que reflejen la evolución de esta sociedad», dijo.
Todavía son muy raras este tipo de demandas. Anualmente, no hay sino uno o dos casos para una población de 1,7 millones de católicos, precisó el presbítero Weil. – «No obstante, la ley también debe adaptarse a la evolución de las costumbres»…
Hasta el presente, la práctica seguida era el reglamengto de 1995 de la Conferencia de Obispos Católicos de Alemania para la inscripción de bautismos de niños adoptados. La línea general que se aplica a cada niño inscrito en el bautismo seguirá vigente, explicó el funcionario.
Ella está inscrita en el derecho canónico: «Debe existir una esperanza fundada que el niño –por sus padres, al menos uno de ellos o su representante legítimo– será criado en la religión católica». Si el sacerdote competente estima que falta esta esperanza, el bautismo se pospone.
En este marco, los padres del mismo sexo que demanden bautizar a su hijo no serán tratados de forma diferente.
Así, en el bautismo de un hijo de una «pareja homosexual casada civilmente», si uno de sus padres es su padre biológico, este será inscrito como tal en los libros parroquiales. El otro (o, si fuere el caso, los dos) será notado como «custodio», como en el caso de los padres adoptivos en una parena heterosexual. En los casos de maternidad subrogada (GPA), se referirá a la Oficina diocesana de Friburgo para una decisión individual.
Las personas transexuales bautizadas que cambiaron de sexo en el estado civil, se hayan hecho operar o no, tendrán indicado su sexo oficial al margen del acta de bautismo, sin que sea tachado su sexo de nacimiento.
En cuanto a las personas intersexuales, es decir, cuyos caracteres sexuales no correspondan a las definiciones de los cuerpos masculino o femenino, ellas podrán ser inscritas en los registros bautismales sin mención de sexo o con la indicación «diferente», en espera de una eventual aclaración reconocida por el Estado.
Así va la Iglesia [Conciliar] en Alemania, y Roma en silencio.
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