Elementos tomados de GLORIA NEWS e INFOVATICANA.
El cardenal Arthur Roche, prefecto para el Culto Novus Ordo, defendió el 19 de Marzo sus intentos de proscribir la Misa.
«La teología de la Iglesia ha cambiado», dijo en el programa “Sunday” de la emisora Radio 4 de la BBC. Según él, «mientras que antes el sacerdote representaba, a distancia, a todo el pueblo, se canalizaban a través de esta persona que era la única que celebraba la Misa».
En la superstición de Roche, «no es solo el sacerdote quien celebra la liturgia, sino también aquellos que son bautizados con él». Él llama a esto «una enorme declaración [= protestante] para hacer».
Antes de él, el “biógrafo papal” Austen Ivereigh argumentó que los devotos de la Misa tradicional se habían «convertido en un movimiento que socava el Concilio Vaticano II». De ahí, según él que las restricciones eran necesarias «para poner un límite, para poner fronteras, no para suprimirlo, sino para volver a ponerlo en manos de los obispos», cuando en realidad estos no pueden decidir sino ser una mera caja de resonancia del Vaticano, contradiciendo el numeral 27 de su constitución “Lumen Géntium”
La Religión Católica no puede cambiar porque es verdadera, pero Roche está tratando de imponer su ideología neoprotestante a los fieles, y ratificando que su iglesia del Vaticano II no tiene nada que ver con ella más de lo que tendría el anglicanismo, el judaísmo o cualquier movimiento “New Age”.
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