El presbítero Fidel E. Rodriguez Cuza OCD, vicario parroquial de la iglesia de Santo Tomás de Aquino en San Clodoaldo (diócesis de Orlando, Florida) desde 2015, fue acusado de agresión al morder en el brazo a una mujer durante la “comunión” en el servicio del medio día en el día de Pentecostés.
Según informes policiales, Rodríguez (nacido en Guantánamo, Cuba, en 1957, e “instalado” presbítero el 1 de Abril de 1997) estaba distribuyendo la “comunión” en la “misa en español” cuando una mujer se acercó al presbítero (que le había negado la “comunión” en el servicio de las 10:00h porque ella le dijo que no sabía cómo recibirla y que tenía años sin acudir a la “reconciliación” –en la Iglesia Conciliar no existe el Sacramento de la Confesión–) y es a partir de aquí que las versiones se contraponen: la mujer afirmó que el presbítero la rechazó por su vestido y su orientación sexual. Este, en cambio, asegura que ella atentó tomar las inválidas galletas directamente del ciborio. En todo caso, hubo un forcejeo donde Rodríguez mordió el brazo a la mujer (aunque en un vídeo existente, no se ve la escena porque la visual de la cámara estaba bloqueada por otro feligrés).
La diócesis de Orlando (donde está Rodríguez desde 2005) emitió un comunicado en defensa del presbítero (cuya acusación está en examen por la Oficina del Fiscal del Estado, según informó un portavoz del ayuntamiento de San Clodoaldo):
TRADUCCIÓN
Alerta de noticias: Declaración de la Diócesis de Orlando y la Iglesia de Santo Tomás de AquinoEl domingo 19 de mayo, en la misa de las 10 am en la Iglesia de Santo Tomás de Aquino en San Clodoaldo, una mujer pasó por la fila de la Sagrada Comunión del Padre Fidel Rodríguez y parecía no darse cuenta del procedimiento apropiado. Luego de un breve intercambio con la mujer, se determinó que ella no estaba preparada ni dispuesta a participar de la Comunión. El Padre Rodríguez le dio una bendición a la mujer y le aconsejó que recibiera el Sacramento de la Penitencia (Confesión) antes de regresar para recibir la Sagrada Comunión (Eucaristía).La misma mujer llegó a la misa de las 12 pm del domingo y se paró en la fila para recibir la comunión del padre Rodríguez. El padre Rodríguez le preguntó si había asistido al Sacramento de la Penitencia (Confesión), a lo que ella respondió que no era asunto suyo. En ese momento, el padre Rodríguez ofreció a la mujer la Sagrada Comunión en la lengua. En ese momento, la mujer metió con fuerza su mano en el recipiente y agarró unas hostias sagradas de Comunión, aplastándolas. Teniendo solo una mano libre, el padre Rodríguez luchó por sujetar a la mujer mientras ella se negaba a soltar las hostias. Cuando la mujer lo empujó y reaccionando ante lo percibido como un acto de agresión, el padre Rodríguez le mordió la mano para que soltara las hostias que agarraba. Inmediatamente le pidieron a la mujer que se fuera.Cabe señalar que el padre Rodríguez no tenía conocimiento previo de los antecedentes de la mujer. Además, si bien la Diócesis de Orlando no tolera altercados físicos como este, de buena fe, el Padre Rodríguez simplemente estaba intentando evitar un acto de profanación de la Sagrada Comunión, que, como sacerdote, el Padre Rodríguez tiene el deber de proteger.El video completo y el informe policial muestran que la mujer inició contacto físico y actuó de manera inapropiada. El sacerdote intentaba proteger la Sagrada Comunión de este acto sacrílego.En la Tradición Católica, la Eucaristía es considerada “la fuente y cumbre” del culto y la fe. Por lo tanto, el acto de participar en la Sagrada Comunión requiere una comprensión, reverencia y devoción adecuadas. No es algo que una persona pueda exigir arbitrariamente y ciertamente no es una simple “galleta” como la llamó el denunciante.La Diócesis de Orlando cree que todas las personas de todas las religiones deben ser respetadas y que sus ceremonias o servicios religiosos nunca deben ser interrumpidos.NOTA: No habrá comentarios sobre el campus de la Iglesia de Santo Tomás de Aquino en San Clodoaldo. Solicitamos amablemente a todos los miembros de los medios que permanezcan fuera de la propiedad.
Igualmente, por la alteración en las Palabras de la Consagración (la Forma), no se da la Transubstanciación en la “Misa” Novus Ordo (tanto en su “ordinaria” forma montini-bugniniana como en la “extraordinaria” roncalliana), que no tiene más poder sacramental que un servicio anglicano, y pensar de otro modo es pretender que Nuestro Señor se Le puede obligar a estar donde NO ESTÁ (San Mateo XXIV, 23-26).
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