Noticia tomada de GLORIA NEWS. Comentario propio.
Una “iglesia diferente” está surgiendo del proceso sinodal, reveló el cardenal Mario Grech Attard, secretario general del Sínodo Vaticano, a AmericaMagazine.org el 21 de Septiembre.
Grech dijo que hablando con Francisco Bergoglio después del Sínodo de la Amazonía sobre los presbíteros casados, Bergoglio le respondió: «¿Sabes por qué no acepté esta propuesta? Porque sentí que no había discernimiento durante la asamblea sinodal».
En ese momento, sin embargo, Benedicto XVI Ratzinger también intervino y defendió el celibato. Preguntado si la respuesta de Bergoglio fue «no un rechazo», Grech respondió: «¡Necesitamos tiempo!».
COMENTARIO: Gerard O’Connell, el corresponsal en Roma de la jesuítica revista America y esposo de la amiguita de Bergoglio Elisabetta Piqué, recogió también la palabra de Grech diciendo:
«El proceso de discernimiento no se limita a la asamblea deobispos, lo que antes se llamaba Sínodo de losObispos. No, este discernimiento partía de las iglesias particulares donde todo el pueblo de Dios, todos los bautizados, estaban invitados a contribuir. Además, como la iglesia no tiene límites, también se puede escuchar a los que no están bautizados pero son de buena voluntad».
Y puso de ejemplo que en el informe de la conferencia episcopal de un país de mayorías musulmana se da cuenta que esa conferencia invitó a participar a un grupo de musulmanes que se identifican a sí mismos como “Cristo”. El cardenal Grech comentó al respecto: «Admiran tanto a Jesús que, aunque son musulmanes, tienen este interés en Jesús, entonces, ¿qué debería impedirnos escucharlos también?». Nosotros preguntamos desde esta tribuna: ¿No hubiese sido mejor evangelizarlos para que se conviertan? Claro, para los conciliares esta última pregunta se responde con un NO rotundo.
Esta clase de situaciones es una muestra de la eclesiología conciliar, que sigue el rahneriano “cristiano anónimo” y el no menos herético “subsístit in” de la Iglesia de Cristo en la Iglesia Católica que aparece en la constitución “Lumen Géntium”, el decreto “Unitátis Redintegrátio”, la declaración “Dóminus Jesus” y la respónsa “Ad cathólicam profúndius intelligéndam ecclesiologíam”, que claramente se pone en contravía con la doctrina católica expuesta en “Mýstici Córporis Christi” y “Humáni Géneris in rebus” (incluso un fervoroso defensor del Vaticano II como Arthur Wells reconoce tal diferencia). Valga señalar que ese término “subsístit in” y su interpretación es atribuida a teólogos modernistas como Christopher Basil Butler OSB, Yves Congar OP, Georges Henry Tavard AA, Joseph A. Komonchak, y Francis Alfred Sullivan SJ, como recogieron los historiadores Giuseppe Alberigo y John Borelli.
Mario, hijo de George Grech Attard y Maria Stella Attard Zammit, dijo que partiría –como efectivamente hizo después de la entrevista– con otras 35 personas (entre religiosos y laicos, y solo dos “obispos”) a Frascati, donde durante los siguientes quince días prepararán un informe que se presentará en la fase continental del Sínodo.
Ahora, en vistas del próximo cónclave, Grech (quien fue “instalado” presbítero el 26 de Mayo de 1984, obispón el 22 de Enero de 2006, y creado caerdenal el 28 de Noviembre de 2020) era tenido inicialmente como un “candidato de compromiso” entre los conservadores Robert Sarah Nemelo, Péter Erdő Kiss y –tal vez– Albert Malcolm Ranjith, y los bergoglianistas Matteo Maria Zuppi Fumagalli y Luis Antonio “Chito” Tagle y Gokim, pero su viraje a una defensa de la sinodalidad criticando a los que critican el Synodalesweg alemán lo han hecho considerar que competiría con Tagle para ser un “Francisco II”, ya que se ha hecho más radical que Zuppi (cuya negación del caso de la “bendición” homosexual por el presbítero Gabriele Davalli en la parroquia San Lorenzo de Prunaro en Budrio el 11 de Junio le costará votos).
En todo aspecto, no hace falta esperar hasta el 2023: la “iglesia diferente” ya lleva 64 años de existencia (si no es que más, al haber sido concebida en un hotel de Nueva York), y su nombre es la Iglesia Conciliar, nombre que le puso el propio Giovanni Battista Montini Alghisi/Pablo VI, quien clausuró el Concilio Vaticano II inaugurado por su antecesor Angelo Giuseppe Roncalli Marzolla/Juan XXIII bis. “Iglesia Conciliar” que ciertamente NO ES LA BIMILENARIA IGLESIA CATÓLICA.
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