sábado, 24 de septiembre de 2022

EL CARÁCTER DEL BUEN SACERDOTE

Traducción del artículo publicado en RADIO SPADA.
   
Ordenación sacerdotal en la basílica de Nuestra Señora de Monserrat (fecha desconocida, antes de la década de 1950).
   
EL SACERDOTE
    
1.º Como se lo juzga.
No se le perdona nada, porque todo se espera de él. El buen sacerdote, según la opinión común, debe superar en virtud a todo laico.
    
2.º Como debe parecer.
Un hombre de inteligencia, de corazón, de voluntad; un hombre de altura no común: Rédolens pietátem, éxigens reveréntiam (San Bernardo).
    
3.º Como debe ser.
Un hombre que debe guardar mucho las cosas pequeñas. El axioma: de mínimis non curat prætor no se aplica al sacerdote, a quien el Espíritu Santo le dirige estas palabras: Qui in módico iníquus est, et in majóri iníquus erit.
Un hombre de sacrificio. El espíritu de sacrificio es un hábito, una santa facilidad de ofrecer a Dios las facultades internas y todos sus actos agradables, nuestras personas, todo cuanto nos pertenece, nuestras más estrechas relaciones, nuestra vida y todo lo que la modifica, nuestros bienes, de cualquier naturaleza y entidad que estimemos o supongamos, considerables o modestos, necesarios o superfluos, queridos o no: he aquí el verdadero espíritu de sacrificio.
Un hombre de lo sobrenatural. El peligro de quien renuncia a las cosas del mundo y a la vida natural es volver a entrar, un poco más presto, un poco más tarde, por otra puerta. ¡Cuidémonos! Pronuncie el sacerdote con mucha atención la oración y la invocación al Espíritu Santo donde se contiene el recta sápere, que es el pensar justo. Nos es necesarísimo, porque con demasiada frecuencia, juzgamos tan mal las cosas eternas.
Un hombre de obediencia. Cuando juramos la obediencia, nos exponemos voluntariamente a hacer lo contrario de lo que es delectable. Debemos pues hacer lo que Dios quiere, como Él lo quiere y todo el tiempo que Él lo quiere.
   
He aquí lo que debe ser el sacerdote. ¡Ay de él, ay a las almas que le son confiadas, si él es todo lo contrario de lo que este breve resumen indica y expresa!
    
La palestra del Clero, jueves 12 de Septiembre de 1895.

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