Se dio a conocer que el 12 de Enero de
2022, el presbítero mexicano Salvador Valadéz Fuentes (foto) fue
reducido al estado laico por Francisco Bergoglio luego de comprobarse
las acusaciones en su contra por abusos sexuales y de poder en contra de
las religiosas de la congregación Discípulas de Jesús Buen Pastor que
él fundó junto con Felipe Aguirre Franco (arzobispón emérito de
Acapulco) y Silvia López Pérez. 
Salvador
Valadéz Fuentes fue instalado presbítero el 6 de Enero de 1990 en la
archidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, estado de Chiapas. Llegó a ser rector
del Instituto Teológico Pastoral para América Latina (ITEPAL) del CELAM
en 2015; y durante el “Jubileo de la Misericordia” de Bergoglio del
2016 fue parte de los “Misioneros de la Misericordia”, un escuadrón de
1.142 presbíteros con facultades especiales para “absolver” pecados que
normalmente están reservados especialmente a la Sede Apostólica.
Las
denuncias contra Valadéz empezaron en Estados Unidos, aunque también se
conocía que había cometido sus fechorías en Colombia y en los estados
mexicanos de Chiapas y Veracruz, donde estaba internado en el monasterio
benedictino de Santa María y Todos los Santos mientras se adelantaban
las investigaciones canónicas.
El obispón de Tabasco Gerardo de Jesús Rojas López anunció el 23 de Enero que el presbítero Carlos Francisco Alejo Oramas fue suspendido cautelarmente mientras se adelanta investigación canónica por las denuncias expresadas por Diana Laura Valenzuela de que él acosaba sexualmente a esta y de su hermana menor de edad. El caso es agravado además por el hecho que estas son hijas de una mujer con la cual el presbítero convive desde hace más de 12 años en la Ranchería Galeana, en Jalpa de Méndez, estado de Tabasco.
Carlos Francisco Alejo Oramas había sido párroco de San Francisco de Asís en Jalpa de Méndez, rector del Seminario Menor y responsable de Liturgia, Arte y Música Sacra de la Comisión de Pastoral Litúrgica de la diócesis de Tabasco, de donde fue trasladado en 2020 a la diócesis de Ciudad Juárez, donde fue designado vicario parroquial de Nuestra Señora del Carmen, donde habría cometido abusos con la misma metodología y de donde también fue removido.
Diana denunció los hechos en medio de una rueda de prensa organizada por las organizaciones “Ni una menos Tabasco” y “Colectivo de Mujeres de Tabasco”, luego que al contarle a su madre lo sucedido, esta no le creyó, extremo que ella atribuye a la manipulación y engaño ejercidos por el presbítero Alejo Oramas.
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