sábado, 5 de febrero de 2022

EL CASO DE DAMASCO: EL MARTIRIO DEL PADRE TOMÁS


Retrato del Padre Fray Tomás de Cerdeña OFM Cap.y su siervo Ibrahim Amara (Grabado tomado de  Relazione istorica concernente la doppia uccisione del padre Tomaso da Calangiano di Sardegna, por el padre Juan Bautista de Mondovì OFM Cap., Misionero Apostólico. Marsella, 1850).
   
El crimen ritual del Padre Tomás de Calangiano (en el siglo Francesco Antonio Mossa Carlotto) OFM Cap., tuvo, además de la referencia de la instancia judicial irreprochable, reportes posteriores de científicos pertenecientes a la Sociedad de Antropología de París. El Caballero des Mousseaux, completamente fiel a su convicción de no dar entidad a los criminales, no porque no lo fueran, sino porque fueron absueltos por el férmin del principe de Egipto, un musulmán al servicio de intereses judaicos. Nosotros, como responsables divulgadores de esta verdad, con nombre y apellido, no tenemos el menor problema en difundirios. Esta es la crónica levantada en 1901 por un cientifico de la Sociedad que aludimos más arriba.
    
Todo el proceso fue dirigido por Ibrahim Pachá y luego por Mohammed Alí. Crémiux, Munk y Moses, delegados de la Alianza Israelita, pagaron grandemente a Mohammed Alí, quien dio orden de liberar a los prisioneros, lo que tuvo lugar el 5 de Septiembre de 1840. El 2 de Marzo, los restos del P. Tomás fueron enterrados primero en el cementerio. Más tarde los pusieron en la iglesia de los franciscanos, con la inscripción: «Aquí reposan los huesos del P. Tomás de Cerdeña, misionero apostólico, capuchino, asesinado por los judíos el 5 de Febrero de 1840».
   
Lápida sobre la tumba del padre Tomás de Cerdeña

Los judíos hicieron todo para remover esta inscripción; al final, ella desapareció durante los oficios de la Semana Santa.
    
Todo esto me lo han contado numerosas personas dignas de fe.
   
J. ROUX

A continuación, el Relato abreviado del asesinato del P. Tomás ocurrido el 5 de febrero de 1840:
«El P. Tomás era de origen sardo, nacido en Calangiame, en 1780. Llegó a Damasco en 1807. Allí, en pleno ejercicio de su santo ministerio, practicaba algo de medicina; siendo el mejor vacunador de la ciudad. 
    
Antes de la fiesta del Purim, o muerte de Amán, fiesta en la cual se ofrece sangre de un cristiano, el gran Rabino de Damasco pidió a los hermanos Arasi, los más ricos judíos del lugar, una botella con sangre humana. Prometieron a cambio la suma de 11.250 francos. El gran Rabino Yacoub Élantali, advirtió a otros dos rabinos y a los principales de aprestarse a la operación. 
   
El 5 de febrero, en el ocaso, el P. Tomás fue al barrio judío a vacunar un niño. De regreso al convento, fue invitado por Daouad-Arari a entrar a su casa; al momento llegaron el hermano, los tíos de Daouad y dos de los principales judíos. Se arrojaron sobre el P. Thomas, lo golpean, lo ataron y lo encerraron. 
    
Llegó el Rabino Abouelafich. 
   
Un barbero, Solimán, tiene la orden de matar al Padre. Se niega. Daouad-Arari degüella al Padre mientras que los otros lo sostienen firmemente. La sangre fue recogida en un recipiente de cobre y luego vertido en una botella de vidrio blanco, entregada a Abouelafich quien se la llevó al gran Rabino. Los hábitos se quemaron, el cuerpo cortado en pedazos, los huesos triturados y el todo fue arrojado en el canal que pasaba delante de la casa. 
    
El doméstico del Padre, viendo que su patrón no llegaba, fue a buscarlo. El judio Milier Fakri le dice: entra, está aquí. Una vez adentro, lo ataron y lo sometieron al mismo tratamiento que a su patrón. 
    
Al día siguiente el pueblo se acerca para la misa y encuentra la puerta del convento y la Iglesia cerrados, la tiran abajo, encuentran la cena servida pero nadie en las habitaciones. 
     
Prevenido el Cónsul de Francia, éste lo comunica al Pachá. Se hacen investigaciones, encuentran una estampita religiosa del Padre debajo de la puerta del barbero Solimán. Detenido y preso, reveló, con mucha pena, lo que habia sucedido y los nombres de los culpables. El doméstico de Daouad-Arari relata lo mismo. 
    
La autoridad se dirige a la escena del crimen, encontrando rastros de sangre, el mortero que sirvió para desmenuzar los huesos y la cabeza, y los restos del cuerpo. Estos restos fueron reconocidos por el Sr. Merlato, Cónsul de Austria, 4 médicos europeos, 6 médicos musulmanes, un cristiano y el barbero del P. Tomás. 
   
La investigación duró vamos meses. Yo la he leido, se encuentra totalmente detallada en la obra del Sr. Achille Laurent. Los documentos fueron expuestos en el ministerio de asuntos extranjeros y desaparecieron bajo el ministerio del judío Crémieux. Hay un resúmen en el Mystére du Sang de Henri Desportes, 1889. Después de la investigación del Jerife Pachá, dos de los culpables fueron hallados muertos, 4 fueron agraciados por las confesiones [de la fe mahometana] y 10 condenados a muerte.
    
Todo el proceso fue dirigido por Ibrahim Pachá y luego por Mohammed Alí. Crémiux, Munk y Moses, delegados de la Alianza Israelita, pagaron grandemente a Mohammed Alí, quien dio orden de liberar a los prisioneros, lo que tuvo lugar el 5 de Septiembre de 1840. El 2 de Marzo, los restos del P. Tomás fueron enterrados primero en el cementerio. Más tarde los pusieron en la iglesia de los franciscanos, con la inscripción: Aquí reposan los huesos del P. Tomás de Cerdeña, misionero apostólico, capuchino, asesinado por los judíos el 5 de Febrero de 1840.
   
Los judíos hicieron todo para remover esta inscripción; al final, ella desapareció durante los oficios de la Semana Santa.
    
Todo esto me lo han contado numerosas personas dignas de fe.
   
J. ROUX». Dr. DANJOU, Sur le Crime rituel (Sobre el crimen ritual), en Bulletins et Mémoires de la Société d’Anthropologie de Paris, serie V (1902), vol.  3, págs. 69-71.

J. ROUX. En Caballero ROGER GOUGENOT DES MOUSSENAUX, Le Juif, le judaïsme et la judaïsation des peuples chrétiens (El Judío, el judaismo y la judaización de los pueblos cristianos), París, imprenta de Henri Plon, 1869.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.