Los papas que eran hombres de verdad. ¿Sabían que hubo un papa que fue alpinista? A su lado JPII es un aficionadillo dominguero que trataron de vender como algo novedoso.
Achille Ratti conocido como Pío XI fue un consumado alpinista siendo ya sacerdote. Entre sus logros entorno a 1900 la subida al Monte Rosa, al Matterhorn, al Mont Blanc (abrió un nuevo paso en el descenso en una escalada de dos días) y al Presolana.
Tal era su afición y fama que la expedición británica del Everest de 1922 le regaló a su vuelta una piedra engarzada en plata con los nombres de todos los expedicionarios y que trajeron de lo alto del monte Everest y contó con su bendición y apoyo. Esto une el Papado de algún modo al mítico Mallory que participó en esa expedición y desparecería en la segunda de 1924. Curioso pero cierto. Porque hoy la prueba más fidedigna de que Mallory habría llegado al Everest serían las piedras recogidas en la cima, que seguro estaban en sus bolsillos y que los que hallaron su cuerpo en 1999 malograron para siempre al buscar la dichosa cámara y no fijarse en este detalle.
La segunda foto es el agradecimiento del Pontífice a la expedición del Everest de 1922. Gratus Gratulabúndus cuando le regalaron la piedra. Previamente a la expedición les había enviado una carta con un mensaje y les daría en recompensa una medalla conmemorativa de oro.
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