lunes, 14 de febrero de 2022

¿QUÉ SUCEDE INMEDIATAMENTE DESPUÉS DE LA MUERTE?

Ángel presentando un alma (Guariento di Arpo. Padua, Museo cívico en los Ermitaños)

Mientras el moribundo nos dirige sus últimas palabras, súbitamente su lengua está en una pérdida, sus ojos se oscurecen, su boca queda silente, y su voz es paralizada cuando las tropas del Señor han llegado, cuando sus valientes ejércitos lo abruman, cuando los divinos alguaciles invitan al alma a marcharse del cuerpo, cuando lo inexorable yace ante nosotros para llevarnos al tribunal…
    
Luego los Ángeles toman el alma y van a través del aire. Están allí los principados, esto es, los demonios, potestades y líderes de las tropas enemigas que gobiernan el mundo, acusadores inmisericordes, agentes estrictos de una  implacable oficina de impuestos, como mucjos examinadores que esperan al alma en el aire, listos para demandar un ajuste de cuentas, para examinar todo, presentando sus pretensiones, es decir, nuestros pecados: los de la juventud y la vejez, los intencionales y los que no lo son tanto, los cometidos por obra y aquellos que fueron de palabra o de pensamiento. 
    
Grande es entonces el miedo de esta pobre alma, inexpresable su angustia cuando se ve a sí misma en dificultades ante esta miríada de enemigos, que la detienen, presionan y empujan, la acusan, inpidiéndola morar en la luz, de entrar en la tierra de los vivientes.

Pero los santos Ángeles, tomando al alma justa, se la llevan.

SAN EFRÉN DE SIRIA. Sobre la Segunda Venida de Cristo (Assemani, ed.), tomo III, págs. 275-276. Traducción propia.

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